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martes, 15 de mayo de 2012

Intercambio de rumores

martes, 15 de mayo de 2012
Los rumores ya no tienen límite tecnológico para difundirse como antaño


Dicen que el rumor es «la antesala de la noticia», pero llamar así a los rumores cuyas principales características son sus dudosas fuentes y veracidad más que discutible, es con toda probabilidad un disparate. Debería ser justamente todo lo contrario de la noticia.

Lo que pasa es que todos quieren ser los primeros. Y la audiencia lo aplaude. Además, el boom de las redes sociales amplifica los rumores de forma descontrolada. La inmediatez de la información que brinda Twitter, por ejemplo, tiene la contrapartida de difundir a gran velocidad todo tipo de bulos y leyendas urbanas, medias verdades cuya condición de dudosas les aleja de lo que ha de ser una información en condiciones. Un ejemplo concreto que tuvo una gran repercusión pero cuya veracidad pasó rápidamente a segundo plano, es el de un vídeo de una pareja aparentemente practicando sexo en la Universidad Politécnica de Valencia.

¿Era real? Es decir, ¿les han pillado in-fraganti o es todo un montaje para viralizar un vídeo? 

¡Qué más daba!

El problema de la «prensa al servicio del poder político tradicional», es que no puede competir con esta rapidez en la difusión, a pesar de intentarlo «haciéndose eco» de muchos de estos rumores. Como si quitarse la responsabilidad de su origen, le eximiera de la de difundirlos.

Este problema de los grandes medios es muy similar a la de las grandes compañías distribuidoras de contenidos, cultura, e información, que no les gusta que la gente pueda compartirla. Música, libros,... ¿por qué no los «rumores» también? Y la ceguera a la hora de solucionarlo es muy parecida, que suele pasar por bloquear Internet y las redes con medidas de censura. El monopolio de los rumores también desean controlarlo.

En el caso de los medios de información, la solución debería pasar, en lugar de intentar competir en inmediatez con  las redes mucho más eficaces para ello, su oferta debería ser aquella que no pueden ofrecer las redes sociales y microbloggin: la de dar noticias objetivas, contrastadas y de fuentes fiables y conocidas.

Pero me temo que esto no les interesa.

viernes, 29 de febrero de 2008

menéame(la): censura 2.0

viernes, 29 de febrero de 2008
mename-logoInternet es un mundo salvaje en donde no existe apenas control. Abres una página y no sabes con qué te vas a encontrar. Es ocasiones te involucras en proyectos, que acaban siendo empresas con un transfondo muy distinto a lo que parecía.

En la Wikipedia, ya conté los intentos de amedrentamiento que padecí por parte de alguien con el seudónimo de ZP (en relación al nombre escogido por parte de este usuario, que cada uno extraiga las conclusiones que quiera) para que no continuase con la modificación del artículo. Bueno, pues recientemente tengo que añadir otro capitulo de discriminación, sectarismo y manipulación de grupos en Internet: menéame
Todo empezó leyendo el adiós cibernético, de un reciente conocido en la blogosfera gracias a mi otro blog. En dicho artículo de despedida de su actividad blogera, comentaba que una de las experiencias que tuvo fue la de darse a conocer en el citado sitio de menéame.

Lo que yo sabía de este sitio, es que se trataba de una forma de valorar y difundir, además de clasificar, la actividad del mundo de los bloggers en su respectivos posts. Para ello se enviaban las noticias y los usuarios las valoraban. En el caso del conocido citado en el parrafo anterior, la cosa salió bien, su artículo fue bien valorado y recibió muchos votos, como nos comenta en su post.

Pero en mi caso, si bien al poco de publicar el primero de los post se empezó a recibir un significativo incremento de visitas en esta misma bitácora, recibí una ráfaga de votos negativos en la página de menéame del artículo correspondiente.

¿Por qué? Al parecer porque había realizado spam... ¡¡con dos artículos!! Más tarde algunos usuarios (que por lo visto siempre son los mismos) me comentaron que había cometido el pecado de realizar autobombo.
Mi sorpresa iba en aumento: ¿que tiene de malo publicar en menéame una noticia que sea tuya? ¿no se valora en absoluto la calidad de la misma? o ¿esta deja de tener sentido simplemente por ser enviada por el propio autor? Si esto se considera negativo, ¿por qué entonces el sistema lo permite, habiendo dejado constancia desde el primer momento de cuál es mi blog personal? y lo que es peor ¿quien dice si es justo o no?

No acababan aquí las sorpresas, sino que además esta se iba mezclando con una creciente indignación. No encontraba la forma de averiguar como demonios habían votado en negativo (tengo que confesar que a duras penas lograba refrenar mi deseo de venganza por semejante injusticia) hasta que logré encontrar en la ayuda, no sin ciertos problemas, la explicación, nada satisfactoria por cierto: solo pueden votar en negativo aquellos usuarios que tengan algo llamado karma.

¿Que diantre es esto del karma? Pues es una forma de valorar la actividad en el sitio, en función de un algoritmo ideado por el autor. Por esta gracia, solo aquellos usuarios que hacen méritos son hábiles para castigar a otros usuarios. Además de todo y continuando con la discriminación más vergonzante, no puedo enviar más noticias, ni tan siquiera puedo dejar comentarios.

Según Ricardo Galli, el autor de esta maravilla internetera, los votos negativos los añadió para evitar la dictadura de la mayoría. Pues lo que se ha logrado es justamente una dictadura meritocrática. En otros sitios como ebay, también existen los votos negativos, pero son los propios usuarios los que deciden hacerles caso o no, y de ninguna forma se evita a nadie el participar.

Hay una gran discusión sobre este tema en otros blogs afectados. Una meritocracia puede ser algo correcto en ciertos ámbitos, pero a mi entender, siempre y cuando la forma de determinar ese mérito sea imparcial u objetiva. Que el creador del algoritmo sea el propio del sitio, no nos ofrece tranquilidad en este aspecto. De esta forma este señor ha creado toda una escuela de comportamiento ideológico con el atractivo mediatico que implica el utilizar tecnologías guais de la web 2.0, que ya quisieran para si algún que otro político. Si además le echamos un vistazo a la sección de política, no nos será dificil conocer que sesgo ideológico se practíca.

Me parece que simplemente este señor, pretende que se la meneen por internet.

Actualización (16/03/2008):

Unos días después, otro usuario (falsario), mandó esta misma noticia a Menéame, con resultados muy curiosos y con un debate no menos interesante (estuvo entre las más comentadas y lo seguiría estando si no se hubiera cerrado la noticia)

Por supuesto, usuarios de menéame con un gran karma (¡oohh!) y haciendo gala de un criterio de justicia y respeto sin parangón, interpretaron que había sido yo mismo el que había mandado la noticia.

¿Hay alguna forma de saberlo? No, no la hay, sin embargo fuimos acusados de forma sistemática tanto falsario como yo, de suplantación de identidad. Si no hay forma de saberlo no acuses. Se ve que en este sitio tan democrático nadie les ha explicado aquello de
Todo el mundo es inocente si no se demuestra lo contrario.
Lamentable. Para ilustrar aún más el grado de manipulación de este sitio, si por ejemplo realizamos esta búsqueda e identificamos la entrada (Meritocracia en menéame) en los resultados, se observa un rectángulo inmediatamente debajo del título, con un comentario.
Desconozco cuales son los criterios que se han seguido para seleccionar precisamente este comentario (se me acusa de no conocer las normas), pero lo cierto es que el que es visible no es necesariamente más cierto que cualquiera del resto, o al menos, se debe contrastar con las demás opiniones. Parece ser que no es así, y algún juez, o simplemente el que tiene más karma, es el que tiene prioridad también para mostrar su comentario sobre el resto. Patético.

Parece ser que el karma se recupera votando y dejando pasar unos días. El caso es que comencé a efectuar algunos votos, pero lo dejé por encontrarme absurdo intentando compensar el no haber hecho nada malo. El caso es que al final mi karma se recuperó no sin transcurrir varios días, sin saber muy bien los motivos. Muy bien, pero una cosa no quita la otra. El tener que sufrir un castigo solo por que les ha parecido a unos señores cualquiera, por muchas normas que hayan y solo por que se posee un karma, no queda justificado por que se te conceda el perdón unos días después. De esta forma se les dota de un poder a unos usuarios los cuales marcan a su antojo las pautas a seguir, adoctrinando al resto a tener que seguirles el juego y lo que es peor, haciendo uso de un lenguaje falso, difamatorio y discriminatorio, sin nada que ver con la democracia, ya que en una autentica, nada, ni siquiera unos votos pueden legitimar a alguien a coartar la libertad de expresión de otros sin que haya insultos claros, cosa que los señores con karma pueden realizar impunemente.

Finalmente, se me da la razón al admitir que son las normas. Por supuesto, y lo que hacen en las dictaduras también, las normas de un señor, en este caso R. Galli.

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