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jueves, 11 de marzo de 2021

Recordando el 11M

jueves, 11 de marzo de 2021

El mayor atentado terrorista en la historia de España, que alteró muy probablemente de manera significativa la jornada electoral de unos días después.
El mayor atentado terrorista en la historia de España, que alteró muy probablemente de manera significativa la jornada electoral de unos días después.

Si la intención del atentado en aquella fecha concreta era la de condicionar un resultado electoral para lograr el cambio de rumbo de la política posterior, en la misma medida se consiguió el objetivo, significaría que la voluntad de los que idearon esta estrategia basada en el asesinato de 192 personas tuvo éxito, con la complicidad de los electores españoles que creyeron de esta manera «castigar» al «responsable» del atentado, pero que de ser así realmente estarían premiando a los terroristas. De esta manera se convertía un acto de este tipo en elemento de valoración electoral, trivializándolo inconscientemente como si fueran tormentas o el cambio climático, como si dependieran de variables económicas. Como si no fuera la decisión de un grupo criminal que lo ha planificado precisamente para causar ese efecto político, en la medida el electorado se dejó influir por este atentado.

Si algo puso en evidencia aquel atentado es mostrar la escasa cultura democrática que la sociedad española había desarrollado desde la transición. Es cierto que la principal herramienta de castigo político de la que se dispone son las elecciones generales, convirtiendo lo que debería ser la elección del mejor, en el castigo al peor. El problema era y es, que no sirve para ninguna de las dos cosas. Y no sirve, no solo porque no fue Aznar el que puso las bombas, ni porque el antiguo presidente del Gobierno de España tan siquiera se presentaba a las elecciones. Sino porque aunque se hubiera presentado, el supuesto castigo hubiera sido seguir de diputado, cobrando casi lo mismo y por hacer todavía menos.

Muchos se sorprenden ahora de los populismos actuales, pero no recuerdan que estas carencias democráticas ya se vienen denunciando desde hace décadas. No ha habido respuesta por parte de los gobernantes desde entonces, no han movido un dedo modificando el sistema para que la sociedad tenga más herramientas para valorar y castigar la corrupción o el abuso de poder. Se ha permitido, en definitiva, que parte de la sociedad vaya adoptando posturas cada vez más extremas o más drásticas —que no es lo mismo— lo que unido a las crisis que han venido desde entonces, ha desembocado en la creación de partidos nuevos y de nuevas estrategias de activismo político, llegando a la situación actual en la que de momento, no se ha solucionado nada en absoluto.

En aquella jornada electoral del 14M, los ciudadanos españoles nos enfrentamos a la tesitura de votar a alguien que no nos convencía nada o hacerlo a otro que nos convencía todavía menos, si es que aquello era posible. Muchos nos dimos cuenta entonces de que el sistema no servía, no funcionaba para lo que debería: la sociedad eligiendo a sus propios representantes. Si en aquel entonces la ciudadanía no hubiera decidido ser cómplice de la situación, la respuesta más digna era no votar, o hacerlo de manera neutra —blanco o nulo—. Una participación mínima que evidenciara que una mayoría social era consciente de que aquellas no eran las condiciones para elegir en libertad, con calma, de manera meditada, sin visceralidad ni odio. Odio que algunos partidos convirtieron en su principal arma política. Si el partido que hubiera ganado esas hipotéticas elecciones hubiera tenido decencia, su siguiente paso sería preparar unas elecciones anticipadas, por decisión propia. Pero la sociedad tomó el camino más fácil, más corto, que casi nunca es el correcto. El resultado: que el partido ganador se creyó con legitimidad para hacer lo que quiso y para negar la realidad hasta que esta se hizo inevitable cuando la crisis del 2008 estalló. España no se merecía que le mintieran, pero así lo hicieron y así continúan haciendo.

La mentira de Aznar

Aznar no puso las bombas, Aznar no se presentaba a las elecciones, pero Aznar nos mintió. Para no votar a Aznar/Rajoy habían muchos motivos, todos antes del 11M. No era necesario, o no debería serlo, un atentado para condicionarnos. Tampoco poner como «escusa» que un presidente del gobierno había dicho algo que no se ajustaba a la realidad. Más que nada porque si por eso fuera, no debería haber habido ni un presidente en los cuarenta y pico años de democracia que llevamos. Aznar mintió porque afirmó sin la cautela necesaria y sin esperar las primeras conclusiones de la correspondiente investigación, que ETA, el grupo terrorista que hasta entonces era el que todos esperábamos cuando se daba noticia de un atentado, el culpable. Durante los tres días siguientes se oyeron en la radio noticias que aún hoy en día son objeto de discusión hasta el punto de que una emisora de la talla de la Cadena SER, ha retirado de la fonoteca los archivos correspondientes a aquellos días. Salvo intervención judicial, el público no podrá corroborar las diferentes versiones y construir un relato acorde con lo que realmente se dijo o se omitió. Lo paradójico del asunto es que probablemente fue Aznar con su insistencia en mantener la teoría inicial de ETA como autora del atentado ―era normal suponer que pudiera ser la autora, y así se pudo oír en los noticieros. Lo que no era normal era asegurarlo sin tener pruebas de ello― el que iniciara un proceso que le llevaría a la propia destrucción electoralista de su partido. No es descabellado suponer —si todavía cabe más especulación en este asunto tras todos estos años de teorías de la conspiración— que Aznar jugó la baza de ETA por conveniencia electoral, imaginando que así evitaba que la posible relación del atentado con la Guerra de Irak influyera en el electorado. Tal vez, con las elecciones ganadas ya darían las explicaciones pertinentes y continuar con la investigación. O no. Pero el efecto producido fue el contrario que deseaban: al dejar al descubierto la jugada, hizo que a partir de aquel momento la oposición y sus medios de comunicación afines se le adelantaran y establecieran como objetivo hacer desaparecer a ETA de cualquier comunicación relacionada con el atentado, fuera la que fuera y tuviera la relevancia que tuviera, creándose una verdadera guerra mediática sobre este asunto. Además, Iñaqui Gabilondo, comentarista en aquel momento en la cadena de radio, dio información falsa sobre unos terroristas suicidas de supuesto origen islamista, condicionando a la opinión pública para que se fuera olvidando del grupo terrorista vasco. Es decir, Aznar quiso jugar la baza mediática de la opinión pública, espantó la liebre, y la oposición que lo sabe hacer mucho mejor en el terreno mediático, le gano la partida, ganó las elecciones y luego, con el partido al mando del Estado, ya no hay control de transparencia sobre lo que pueda hacer y permitir con la investigación. Y menos hace diecisiete años. 

La mochila de Vallecas

La situación es la siguiente: en los noticiarios televisivos avisan que los Tedax han encontrado una mochila con explosivos sin detonar. Poco después, en otro noticiario, se cuenta que han llevado una mochila aparentemente similar a la comisaría de Vallecas. La sorpresa viene cuando se matiza que no son la misma, ya que la que encuentran los Tedax es detonada allí mismo, in situ. El problema es que todos los intentos de relacionar la mochila llevada a la comisaría de Vallecas con las explosiones de Atocha, han resultado infructuosos: 
  • La metralla encontrada en la mochila (clavos y tornillos), no ha sido encontrada de manera concluyente en los restos de los trenes.
  • El explosivo no coincide, dando la explicación que se ha «contaminado», pero no con cualquier sustancia, sino precisamente con un componente ―ácido bórico― que se añade para fabricar un explosivo distinto ―en definitiva, es un explosivo diferente―. Cabe decir que al estar contaminada, la prueba no es válida y no fue usada como tal en el juicio. Sí que fue usada por los medios para sus propios objetivos.

Los terroristas suicidas

Para poder condenar a alguien, para poder determinar al autor material de un atentado, es necesario identificar el arma homicida como primer paso. Esto no ha ocurrido desde entonces. ¿Para qué ha servido la mochila? Para relacionarla con los supuestos suicidas de Leganés, lugar donde sí que se ha encontrado la metralla y restos de explosivos coincidentes ¿Pero, un momento, entonces los suicidas de Leganés no se suicidaron en el atentado yihadista? No, el principal crimen de aquel suceso en el piso de Leganés que puede demostrarse con pruebas, fue el de matar a un policía al detonar el explosivo con el que en teoría, se mataron ellos mismos. No hay más relación con el atentado que la que han querido construir, en una aberración jurídica sin precedentes, cuando sin estar acusados son nombrados sin ninguna necesidad salvo la mediática, en la resolución del juicio. La anécdota, si es que merece alguna este asunto, es que de todos los «terroristas» que vivían en el piso se salvó uno que no estaba en la vivienda en el momento de la explosión, que fue detenido después ¿Qué paso con él? que está en prisión por pertenencia a banda armada, pero no ha podido probarse su relación con el atentado, naturalmente. Otros acusados relacionados han sido absueltos por el mismo motivo.

Los trenes desaparecidos

El escenario de un crimen es un lugar cuyo paso y uso ha de quedar totalmente restringido exclusivamente a miembros de la policía. Cualquier otra persona que no sea un investigador del caso o responsable de las pruebas que han de ser usadas en el juicio posterior, ha de evitar acceder para impedir que sea contaminada o alterada la escena del crimen. En definitiva, hasta que el proceso judicial haya sido completado —incluidos los recursos— se ha de mantener intacto el lugar para efectuar todos los posibles análisis y se hayan tomado todas las muestras necesarias, tanto las que se estimen en un primer momento, como todas las que aparezcan posteriormente a requerimiento de los letrados, siguiendo los procedimientos ¿Ocurrió así en España? No, ya que el gobierno entrante, en otra extraordinaria aberración, ordenó desmantelar y limpiar los restos de los trenes afectados por las explosiones, de manera que dejaron de ser útiles para aclarar nada más. Al menos para la opinión pública.

El tipex

El sumario de un proceso judicial es una especie de resumen o compendio de todo lo relacionado con un caso que ha de someterse a juicio. En él se incluyen la descripción de los crímenes, víctimas, lugares y todo tipo de pruebas. Este documento es creado por un juez distinto al que posteriormente llevará la propia vista del proceso. Con este procedimiento se intenta evitar que el mismo juez aplique algún sesgo a la hora de aportar el material con el que se ha de procesar a los imputados. Lo que ocurra en el juicio, salvo la necesidad de acudir a la fuente a petición de algún letrado ―imposible en este caso ya que como se ha visto, las pruebas se inutilizaron por parte del propio Estado― se decide con lo que haya en el sumario. Para preparar estas pruebas, unos peritos realizan unos informes. Cabe decir que esos peritos son los especialistas con los conocimientos adecuados para realizar esa labor, por eso son los peritos. Bien, en un informe realizado por tres de estos peritos, todos ellos coinciden en que se ha encontrado ácido bórico, que es la sustancia con la que se habían «contaminado» los explosivos y que es la usada en los explosivos que ETA utiliza. Lo que ocurre a continuación con este borrador de informe es espeluznante: el informe fue modificado con tipex para eliminar esta referencia. Pero esto no es lo peor, sino que el jefe de los peritos les dijo que se habían extralimitado ¡por hacer su trabajo! Además, se añade que el ácido bórico es una «sustancia habitual» ―en la actualidad su uso es ilegal― por lo que no cabía hacer mención de ello. A pesar de esto y de que el informe había sido modificado por un cargo jerárquico, los medios anunciaron con titulares que «no había rastro de ETA». Lo cierto es que el ácido bórico se encontró, que es ETA quien usaba este tipo de componente en sus actividades criminales, que los peritos lo indicaron en un borrador de informe, pero esto no llego al sumario porque fue modificado por orden política. Es decir, aunque parece claro que no es una prueba concluyente, sí que parecía a los técnicos lo suficientemente significativa como para indicarlo. La importancia de este hallazgo es algo que se tendría que decidir después durante la investigación y el juicio, pero esto no fue posible porque se impidió que llegara esta información a donde tenía que llegar. Al parecer, la importancia no era esclarecer los sucesos, sino fabricar un relato político adecuado.

Los acusados y condenados

El resultado tras el juicio del 11M es que solo uno de los condenados ―Jamal Zougam― lo es por participación directa en el crimen y autor material, siendo las pruebas que lo incriminan testigos directos que lo sitúan en el lugar de los hechos y por las tarjetas usadas en los teléfonos móviles. No ha servido nada de lo investigado en los trenes, ni lo encontrado en el piso de Leganés, ni una mochila que no explotó ni mató a nadie. Solo una persona para diez explosiones en cuatro focos distintos, ya que los suicidas de Leganés ni murieron en el atentado, ni lo hicieron con un explosivo que se pueda relacionar con unos trenes que ya no existen. El resto de los acusados han sido condenados por delitos como tráfico de explosivos o de sustancias ilegales, sin que participaran materialmente en el atentado en el que murieron 192 personas. Hoy en día, la mayoría de medios siguen dando la misma versión incoherente que en su día se fabricó. La importancia ahora no es ya si fue ETA o no fue. Sino además de la tomadura de pelo a la que nos someten, la frustración de sentir que no se ha hecho todo lo posible por hacer justicia.

sábado, 28 de junio de 2014

El fundamento de la ciencia (Carlo Rovelli)

sábado, 28 de junio de 2014
El fundamento de la ciencia es mantener la puerta abierta a la duda. Precisamente porque seguimos cuestionando todo, especialmente nuestras propias premisas, estamos siempre dispuestos a mejorar nuestro conocimiento. Por lo tanto, un buen científico nunca tiene "certeza". Esta falta de certeza es, precisamente, lo que permite alcanzar conclusiones más fiables que las de aquellos que tenían certeza sobre las suyas: gracias a que el buen científico estará listo para cambiar a un punto de vista diferente si surgen mejores evidencias, o nuevos argumentos. Por lo tanto, la seguridad no sólo no sirve de nada,  es en realidad perjudicial, si valoramos la fiabilidad.
Carlo Rovelli (físico teórico)
Foto: Wikimedia


Leído en: Brain Picking

miércoles, 10 de agosto de 2011

Hablemos bien de España (I)

miércoles, 10 de agosto de 2011
Llegó por fin el periodo estival. Muchos saldrán fuera de España. Tal vez en algún momento tengan que comentar sobre su país de origen, contar cuales son sus virtudes, su Historia, sus logros. Y puede que no sepan que decir. Los motivos de por qué nos ocurre esto pueden ser muchos y largos de contar. Uno de ellos es ir a países que históricamente han sido enemigos o bien, han sido ocupados por el antiguo Imperio Español, los cuales, por avatares de la Historia, guerras mundiales y cosas así, han formado bloque en contra de la historiografía y pasados españoles y su herencia cultural. Esto sumado a la propia idiosincrasia española, llena de complejos, incapaz de realizar autocritica, deseando vivir eternamente de glorias pasadas y perdidas, con una sociedad dividida y llena de envidias debidas a un pasado caciquil todavía sin superar, hace que sucumbamos a una realidad falsa, impuesta por los hechos consumados y nuestra incapacidad para combatirlos.

miércoles, 7 de octubre de 2009

La Ciencia en España NO necesita tijeras

miércoles, 7 de octubre de 2009

Iniciativa de Javi Pelaez en su blog, «La aldea irreductible»Ver más en La aldea irreductible

Menos Plan E, y más ciencia e investigación, para no depender eternamente de los que si poseen una cultura basada en el esfuerzo y el mérito, y no en el caciquismo y enchufismo peloteril.

Gobierno y oposición, enfrascados en sus disputas partidistas e incapaces de ofrecer otra solución, logran que tan solo se aplique el método paliativo de crear empleo publico para subsistir hasta que Alemania o Francia previsiblemente, nos saquen del atolladero. Para agravar aún más el problema arrastrando un mal endémico desde hace décadas, y para poseer de un mayor presupuesto para las subvenciones que agotaran todo el disponible sin aportar solución alguna, se pretende reducir el destinado a la investigación y desarrollo, únicos ámbitos capaces de ofrecer soluciones reales.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Sectas y partidos políticos

sábado, 1 de noviembre de 2008
Para muchas personas el tener a un público a sus pies les resulta tan adictivo como una droga

¿Se puede diferenciar con facilidad un partido de una secta? En un primer momento se puede pensar que sí. Pero tal vez lo que ocurre es que los medios de comunicación, las ideologías y los prejuicios, «ayudan» a ver con un color determinado a aquellas agrupaciones más cercanas a cada persona, y de otro a las que no lo son tanto.

Para unos, un partido político les será poco menos que una secta, para otros lo será otro partido, el Opus Dei o la misma Iglesia Católica. Pero, ¿no es posible encontrar una definición precisa, que no dependa de la subjetividad de cada uno?

Iconos identificativos de las principales ordenes y sectas religiosasCuando en el seno de un grupo o sociedad no existe un acuerdo claro en encontrar un nombre adecuado a un concepto, el problema puede provenir básicamente de tres áreas: el concepto en si y cómo es interpretado por el grupo; por el grupo mismo, quien lo forma y como está organizado; y finalmente y tal vez el menos importante, por el vocablo a escoger.

Tal vez se pueda pensar que no existe tal problema. Inténtese pues buscar en nuestro lenguaje habitual una definición satisfactoria para «secta» de forma que permita identificar mínimamente sin ambigüedades, un grupo definido como tal de otro que no.

Si buscamos en la Wikipedia la definición de secta, se observa que está sujeta a un enconado debate. A saber: hay gente que, por ejemplo, considera al Cristianismo una secta. O se dan definiciones de forma que hasta una asociación de vecinos podría ser una secta. La acepción inicial y básica que se muestra en la enciclopedia libre mencionada es la siguiente:
Una secta es —desde el punto de vista sociológico— un grupo de personas con afinidades comunes (culturales, religiosas, políticas, esotéricas, etc).
Se puede comprobar fácilmente como esta definición carece de utilidad, por lo comentado en cuanto que cualquier grupo, asociación o comunidad se podría incluir en ella. Entonces ¿que hay de provecho en la información que se muestra en la Wikipedia?

Si buscamos en el artículo completo, tan solo se puede encontrar un par de conceptos que podrían ser válidos para una definición útil de secta, en el sentido mencionado anteriormente. Una de ellas sería la proporcionada por el filosofo Michael Langone:
Secta es un grupo o movimiento, que exhibe una devoción excesiva a una persona, idea o cosa y que emplea técnicas antiéticas de manipulación para persuadir y controlar (a sus adeptos); diseñadas para lograr las metas del líder del grupo; trayendo como consecuencias actuales o posibles, el daño a sus miembros, a los familiares de ellos o a la sociedad en general. [...] Dado que la capacidad para explotar a otros seres humanos es universal, cualquier grupo puede llegar a convertirse en una secta. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones institucionalizadas y socialmente aceptadas, tienen mecanismos de autorregulación que restringen el desarrollo de grupúsculos sectarios.

El filósofo Michael D. Langone
Habría que destacar de la definición de Langone dos cosas que permitirían distinguir una secta de otro grupo que no lo sea: el uso de técnicas antiéticas de manipulación para el exclusivo beneficio de la clase dirigente, y la necesidad de mecanismos de autorregulación que controlen estos comportamientos.

Por otro lado, en el diccionario de la RAE, tenemos la siguiente definición:
secta. (Del lat. secta).

1. f. Conjunto de seguidores de una parcialidad religiosa o ideológica.
2. f. Doctrina religiosa o ideológica que se diferencia e independiza de otra.
3. f. Conjunto de creyentes en una doctrina particular o de fieles a una religión que el hablante considera falsa.
Se observa como existe un tímido intento de inclinar hacia el lado de la religión el ámbito de aplicación del significado de la palabra, pero finalmente sucumben y le dotan de gran ambigüedad al introducir la ideología de por medio, ¿que tiene que ver la ideología con la religión? A causa de esta indefinición, las personas no tenemos las herramientas necesarias para distinguir e identificar unos grupos de otros. Nos falta algo que se ve y que se observa en las actitudes, pero que en la mayoría de ocasiones pasan desapercibidas al no poder darles nombre en nuestra mente. La carga peyorativa que pueda tener la palabra «secta», no es más que la carga subjetiva «ideológica» de cada uno.

Por esto mismo, tal vez la consecuencia más grave consiste en colocar al mismo nivel un grupo ideológico (escindido o no) de otro religioso. ¿Acaso se han de comportar igual los miembros del primero (p. ej.: un partido político) que los del segundo? Por lo visto en España si. Por lo visto es por esto por lo que no hay mecanismos de autoregulación en los partidos, ni en el sistema político. Por lo visto da igual la ética de las técnicas empleadas mientras sirvan al objetivo político. El de cada uno, el de «mi grupo», el «bueno». Da igual que sea el Cesar o el Papa (cesaropapismo), ideología que religión.

Pero, ¿que ocurre en otros lugares, en otras culturas o sociedades? Para no quedarse en la simple crítica sin dar alternativa u otra visión de estos conceptos, la propia Wikipedia brinda la oportunidad de comprobar como son interpretados y definidos los conceptos incluidos en ella, en otras lenguas e indirectamente, en las respectivas sociedades que las han utilizado para su desarrollo.

En cada artículo o entrada de la citada enciclopedia libre, existen en la parte inferior izquierda una serie de enlaces a través de los cuales es posible dirigirse hacia la definición equivalente en otras lenguas existentes en la Wikipedia. Si se prueba con las equivalencias en el idioma inglés, se obtiene un sorprendente resultado:

De Español a Inglés
Partido político Political party
Secta Sect
Culto Cult (religious practice)
De Inglés a Español
Cult ???
Sect Secta
Tabla 1. —
(Fuente: Wikipedia [acceso 1/11/2008])

Empezando desde la Wikipedia en Español, la primera definición entre las elegidas para este estudio tiene su equivalente en el idioma Inglés. Sin entrar en las propias descripciones de los artículos, hasta aquí no hay demasiados problemas. Estos aparecen al llegar a la definición de «Secta», que si se pulsa en su enlace correspondiente a la Wikipedia en Inglés, aparece el artículo de «Cult».

«The Cult», banda inglesa de «Hard Rock»Si se vuelve de nuevo a la Wikipedia en Español buscando lo que supuestamente debería corresponder a este concepto, «Culto», y se repite la operación, ahora si aparentemente en Inglés hay algo parecido, pero en referencia específicamente a la práctica religiosa —Cult (religious practice)—. Se podría decir que la definición en español de esta palabra, corresponde a lo que en inglés es esta en su parte relacionada con la religión, siendo «Culto» (Cult) en inglés algo que abarca un ámbito cultural mayor.

Repitiendo las mismas operaciones esta vez desde la Wikipedia en Inglés, y empezando la prueba con este última concepto, «Cult», se comprueba como no existe equivalente en la Wikipedia en el idioma Español. Se carece de dicha definición... ¿donde está entonces?

En el Idioma Inglés (según la Wikipedia), la diferencia entre Cult y Sect es clara. Se diferencia entre una «Secta» (ámbito estricto religioso y referido únicamente a escisiones de otra religión mayor) y «Culto» como corrientes genéricas culturales de todo tipo dentro de otras. Se diferencia incluso entre culto religioso y secta. En la Wikipedia en Español las corrientes culturales o ideológicas se entienden como sectas religiosas, o al menos se confunden. No sirve.

¿Cuál es la realidad?: la próxima vez que vayan a votar, tengan cuidado, no vaya a ser que voten a una secta ya que estas en España, pueden ser cualquier cosa. No hay costumbre ni al parecer, necesidad, de diferenciar entre comportamientos sectarios, radicales y perjudiciales para el individuo como los pueden haber en los partidos al supeditarse de forma total al líder, y una afinidad o corriente cultural natural entre las personas pero que no debe llegar a los niveles de una secta. El hecho de que no haya una palabra para diferenciar una cosa de otra es sintomático de que en la realidad cotidiana, se confunden.

martes, 22 de enero de 2008

Libertad de elección

martes, 22 de enero de 2008
La reciente exclusión de A. Ruíz-Gallardón de la lista electoral de su partido, ha provocado no pocos debates en todo tipo de medios. Sin embargo una vez más, la discusión no se centra el el problema principal, origen de todas estas polémicas.

Los respectivos contertulios, normalmente afines a uno u otro bando, y muy probablemente con alguna «bonificación» por participar en el programa en cuestión, se devanan los sesos y discuten acaloradamente sobre aspectos como: ¿se ha equivocado el Partido Popular? ¿Le influirá en las elecciones? ¿Se retirará Gallardón de la política?

Resulta especialmente llamativo, que en muy pocas ocasiones se mencione a un protagonista fundamental en una elecciones: el elector. ¿Nadie tiene objeciones a que se les impida a los ciudadanos el poder elegir a un político sobradamente conocido?

Al no existir candidaturas independientes, A. Ruiz-Gallardón no puede presentarse a las elecciones y permitir a los electores poder elegir si desean votarle o no.

Al ser listas cerradas y bloqueadas, únicamente las cúpulas de los partidos eligen a los elegibles.

Al no existir tampoco mecanismos para asegurar un mínimo de obligación del político elegido al mandato imperativo o representativo (estos dos conceptos ni siquiera están en la Wikipedia) por el cuál este ha de efectuar su labor de representación, esta función la han de realizar los partidos, filtrando a aquellos políticos que se alejen de la corriente de la cúpula. De esta forma, todas las opciones políticas están decididas por las altas jerarquías de todos los partidos, primando su propio interés.

La falta de cultura democrática es un obstáculo para implantar esos mecanismos por los cuales los ciudadanos realizaríamos esa función de selección previa, excluyendo nosotros mismos de las listas a los políticos que no nos gustasen. La comodidad y la falta de responsabilidad entre otras cosas, provocan que a nadie le importe que otros hagan esa faena por nosotros.

Bueno, pues, vale. Pero el próximo nueve de marzo el día de las próximas elecciones generales recuerden: podrán votar, pero no elegir.

Luego, cuando vayan cabreados a alguna manifestación, no digan que no se les advirtió.

sábado, 22 de diciembre de 2007

Javier Marías y la cultura democrática: conclusiones

sábado, 22 de diciembre de 2007

El chino debe ser el mejor idioma del mundo... ¡es el más hablado!

Dese carpetazo a lo empezado en el artículo anterior, sobre la forma de divulgar del escritor Javier Marías en función de dos artículos de su blog sobre la capacidad de «la gente», de decidir sobre determinados asuntos. En esta ocasión el artículo es el del día 23 de septiembre: Y rara vez tenemos razón.

Tras lo comentado y explicado hasta ahora, resultan más sorprendentes aún algunas afirmaciones del Sr. Marías. Pero véase secuencialmente, de la misma forma que en la ocasión anterior:

Si, como comentaba aquí hace una semana, los políticos elegidos en las urnas no son necesariamente buenos por haber sido así votados, sino sólo aceptados por todos -en eso consiste la democracia, en el acatamiento pacífico de lo que la mayoría quiere para nuestra gobernación-, lo que no tiene ningún sentido es la traslación de la opinión "popular" a otros ámbitos.

Bueno, en este caso, poco hay que decir en contra. Un candidato político elegido como resultado de un sufragio electoral, no le hace ni más ni menos bueno. Tan solo se puede afirmar eso, que es el elegido por mayoría. Si un político se arroga una bondad determinada por este motivo, incurre en un error. Un detalle a añadir sería el siguiente: -en eso consiste la democracia, en el acatamiento pacífico de lo que la mayoría quiere para nuestra gobernación-. Si, en eso consiste la democracia, pero una cosa es la gobernación, y otra el elegir a un candidato, a lo que parece referirse.

Un político elegido mayoritariamente no puede realizar cualquier cosa, y menos aún, cometer u ordenar algún tipo de acto que vulnere la ley. Por supuesto, tampoco debería poder modificar las leyes, sin seguir los cauces adecuados para garantizar que las reglas del juego son las mismas (por ejemplo, modificar la constitución o aprobar leyes que la vulneren sabiendo que van a ser aprobadas gracias al control sobre el tribunal correspondiente). No debería hacer todo esto... aún a pesar de haber sido elegido por «la gente».

Si lo que se llama "la gente" acierta poco en lo que le es más vital (veanse los ejemplos de gobernantes nefastos del domingo anterior, y podrían añadirse muchos más), ¿por qué habría de acertar en ninguna otra cosa?

Es de suponer que tras el primer artículo del Sr. Marías, semejante afirmación responde a la presunción de que el lector está ya preparado para asimilar la inevitabilidad del error, de ahí que ya se cuestione directamente la capacidad del pueblo para opinar, ni que decir tiene de la de gobernarse. Pero como ya se explicó, habría que ver que alternativas u opciones se enfrentaban los votantes a la hora de elegir a un gobernante, así como las consecuencias que se tienen, en función del sistema político correspondiente.

En realidad, es muy probable que a titulo individual, muy poca gente pretenda que el político que se está eligiendo sea «el bueno». En general, estos políticos, son como mucho, los que «la gente» ha elegido, de entre las opciones que había, y en todo caso, el que creen menos malo. Pero a pesar de todas sus advertencias, sigue sin resolvernos la duda de como obtener la certeza de quien es realmente el que debemos elegir, y no solo eso, también debería aclararnos como saber que el que se ha elegido, es o no acertado. ¿Que persona o entidad tiene la facultad para saberlo de forma absoluta?

Lo que dice El Papa, «va a misa»¿no se referirá a este?

Continuación:

Hoy en día, sin embargo, las votaciones "populares" se multiplican, en buena medida porque, a través de Internet y de los SMS, cada día resulta más fácil llevar a cabo simulacros de ellas. Continuamente leemos u oímos que tal periódico u organismo o emisora de radio o televisión han propiciado una encuesta para saber, qué sé yo, quién es el personaje más importante de la historia de España o del Reino Unido

Don Javier expone a continuación una serie de ejemplos de este tipo de votaciones, que no se cree necesario mostrar, por no ser relevantes más que el fragmento citado. Como también se ha comentado anteriormente, no se puede pretender alcanzar un conocimiento sobre un tema, sin más que conocer la opinión de la mayoría sobre el mismo. En este sentido es acertada la critica a este tipo de usos de un sistema de votación. El problema es que en los casos a los que se aplica, no pretenden llegar a conocimiento alguno en el fondo.

En estos concursos, la confección de la pregunta realizada para el mismo, plantea las dificultades correspondientes a las encontradas para realizar cualquier otra encuesta, sobre todo las de opinión o sociológicas. En estas, la pregunta ha de realizarse sin ambigüedades, y debe restringirse al ámbito adecuado. En definitiva, la pregunta ha de ser entendida por igual por todos los individuos de la muestra, para tener utilidad. Pero en definitiva, en líneas generales, el único conocimiento que se busca por las encuestas, no es más que conocer con la mayor exactitud el grado de repercusión de un concepto sobre una muestra de individuos, para extrapolarla al resto de la población.

En los concursos televisivos o radiofónicos, el principal objetivo es que participe el mayor número de gente. Así que el error consiste en darle una relevancia excesiva al resultado del concurso, o considerar el significado literal de la pregunta realizada como el objetivo del mismo, cuando seguramente esta (la pregunta) ha sido simplificada al máximo por motivos prácticos. Ejemplo: si se pregunta ¿quien es el personaje más importante de la Historia de España? resulta evidente a tenor de lo explicado, que la intención de la pregunta excede con mucho la verdadera posibilidad de alcanzar el objetivo que parece pretenderse. Para ser estrictos en este sentido, la pregunta debería ser ¿cuál cree usted, que es el personaje más importante de la Historia de España?. Aunque a efectos prácticos, el resultado en lo que concierne a las pretensiones de los productores del programa, es prácticamente el mismo.

Algo similar se puede aplicar al método para designar las «nuevas siete maravillas del mundo». Esta ocurrencia de un multimillonario, es poco más que eso, una ocurrencia en la que esta persona pudo gastarse su dinero, por no encontrar una ocupación mejor.

Lo malo de toda esta tendencia es que los políticos del mundo se amparan en ella para cometer sus tropelías.

El Sr. Marías pone varios ejemplos: uno de ellos ocurrido en Soria (algo de un monumento o algo así), otro sobre los gustos de ocio de los españoles, y otro sobre las pretensiones de un grupo numeroso de musulmanes. ¡No tienen nada que ver uno con otro! Y no solo por tratarse de asuntos diferentes, sino porque también tratan de ámbitos y contextos distintos.

El de Soria, es un defecto del sistema político. Una vez se consiguen los votos, el mandatario hace lo que cree conveniente, sin más intervención de la gente, pero apoyándose en el supuesto apoyo que le dieron en su día (cosa que también critica Javier Marías)

Sobre los gustos ¡no hay nada escrito! ...A la gente le gusta El código Da Vinci, pero eso no lo convierte en un libro bueno... ¡y quien dice que lo sea!

Y ¡ay! lo de los musulmanes. Que hayan cien mil de ellos o más, exigiendo que España esté regulada por la Sharia, mucho me temo que no tiene nada que ver con la democracia.

¿Cuál es la realidad? El Sr. Don Javier Marías, lejos de aclararnos el estado de la cuestión en materia de sistemas políticos, alimenta nuestros prejuicios e ideas preconcebidas, y agrava en alguna medida nuestro ya perjudicado acervo cultural de pasado dictatorial. Mientras que acierta en diagnóstico y en los síntomas, en lugar de ofrecer solución o alternativa nos acojona, nos menosprecia y nos confunde, casi consiguiendo que cuando vayamos votar, lo hagamos a alguien con talante, dialogante, relativista y débil a la hora de aplicar la ley. Debería esperarse algo más de alguien que no tiene tapujos para criticar a una institución como la Iglesia Católica española, para hacerlo también con el sistema de partidos actual que propicia los defectos que denuncia.

lunes, 29 de octubre de 2007

Javier Marías: las odiosas comparaciones y su falta de cultura ... democrática

lunes, 29 de octubre de 2007
Si los principales divulgadores de este trozo de península llamado España por unos cuantos, se dedican a dar versiones tan simplistas de nuestro sistema político que acaban siendo confusas y equivocadas en lugar de ilustrarnos con conceptos claros y sacarnos de esta ignorancia política, no es de extrañar el ambiente polémico-partidista que vivimos, por intentar deducir solo uno de los posibles motivos.

Escritor Javier Marías

El conocido escritor Javier Marías, colaborador del suplemento semanal de EL PAÍS, publicó en su blog, dentro de la llamada sección «LA ZONA FANTASMA», sendos artículos de lo mucho que nos equivocamos «la gente». En la entrada del día 16/09/2007 está disponible el primero de ellos, y una semana después, el 23/09/2007 se puede acceder al siguiente.

Articulo del 16/09/2007: «Cuando la gente no tenemos razón»

Sin ánimo de buscar tres pies al gato y procurando no sacar frases de contexto, intentaré aclarar y razonar, sobre algunas frases que se irán citando, en el orden en que son leidas en el texto original.

El sistema democrático tiene un inconveniente o peligro en el que en los últimos tiempos se está cayendo sin cesar, a saber: su intento de traslación a todos los ámbitos, es decir, también a los que no son estrictamente políticos

Completamente de acuerdo. De hecho, esta es una de las críticas que se le puede hacer a la famosa enciclopedia abierta Wikipedia, en cuanto a las decisiones tomadas «democraticamente» sobre algunos artículos, o la prevalencia de ciertas opiniones gracias a unos tambien ciertos (o inciertos) grupos que, o bien gozan de mayoría, o que simplemente están más ... «organizados». También se puede extender al mundo científico (así es cómo se le llama normalmente a cierto sector subvencionado por los estados occidentales), en en cuál se aceptan como válidas determinadas teorías (por ejemplo, las del calentamiento global), que como teorías que son, no están demostradas. Vale, de momento, vamos bien.

Pocas personas refutarían hoy que, aunque imperfecto, es el sistema más aceptable, razonable y justo de darse una gobernación

Hummm ... si, claro. Agradecemos al Sr. Marías que nos lo recuerde. En realidad, no lo habíamos dudado (¿tal vez el si?), y tampoco deseamos pensar mucho en esas pocas personas que lo refutan, que haberlas hailas. Pero bueno, bien, sigamos.

No tanto porque los votantes acierten en sus preferencias (pocas veces lo hacen, en realidad, y, sin salirnos del presente, no hay más que mirar a los Estados Unidos, a Venezuela, a Irán o a Italia hasta hace nada, que tuvo durante años encumbrado a Berlusconi), sino porque el conjunto de los ciudadanos está dispuesto a aguantarse con los resultados, por disparatados o dañinos que parezcan, a acatarlos y respetarlos.

¡Ooohh!, que lástima. ¿El tema no era la aplicación del sistema democratico en campos fuera de la política? ¿para que se menciona ahora? El comienzo del artículo parecía indicar que se iba a criticar el uso de las decisiones tomadas mediante un sufragio o votación (lo que hoy en día es tomado de forma simplista como democráticamente), en campos donde no es posible llegar a un conocimiento preciso y veraz, pretendiendo simplemente conocer la decisión de la mayoría. No ha sido así, y al poco de empezar el artículo, el conocido escritor ha fintado y se ha metido en política ¡y cómo! Veamos:

  1. Acierto en las preferencias: se introduce el Sr. Marías en un concepto peliagudo, ya que, ¿quién es el para decir si se ha acertado o no, en una determinada opción? ¿y nosotros? ¿que criterios de valoración utiliza, para determinar y juzgar las opciones escogidas de las que habla? Reune una lista de ejemplos variopintos, consistente en una serie de paises de los cuales se espera que el lector piense en sus respectivos presidentes (se supone) y, dada la diversidad de casos, es dificil no estar de acuerdo en que a alguno de ellos no lo hubieramos dejado de votar nosotros. Esta es la cuestión, ¿cuando se supone que es una opción válida? ¿cómo eran las alternativas en cada uno de los casos? Y otro aspecto interesante ¿por qué no se cita a España o Francia, casos bien cercanos?. Al de Francia aún no lo conocemos ( ... sin salirnos del presente ...) pero al nuestro si. Aaaaah, vale, será porque en España, hemos acertado.

  2. Falsa analogía: ademas de lo anterior, se comparan casos sustancialmente distintos. Comparar el caso de Irán con el de Venezuela, o a este último con el de los EUA, demuestra un desconocimiento de sus sistemas políticos abrumador. Las consecuencias de un posible «error» son distintas en cada caso, por lo que a la hora de elegir se tendrán criterios distintos y restricciones diferentes. Por ejemplo: en los EUA, una elección del Jefe del Ejecutivo (del estado en su caso), tiene un significado distinto al de España, al igual que con el de Venezuela (aún siendo distintos también entre sí). No son comparables por lo tanto, para empezar porque aquí no se puede elegir al jefe del ejecutivo, sino, que se elige al partido que lo presenta como primer candidato, de forma similar a Venezuela. Además, en los EUA, se tiene la posibilidad de elegir al legislativo, cosa que ni aquí ni en Venezuela (salvo algunos matizes) es posible, ya que una vez más, es el partido elegido en la misma convocatoria que para el ejecutivo, el que lo decide. Tampoco se comenta nada del tercer poder, el Judicial, que salvo en los EUA, no existe en ninguno de los casos mencionados, ni en el caso español, un sistema que intente independizar y separar a este poder del resto, para evitar cosas como el despotismo, por ejemplo.

  3. Desvío de atención: no solo no se comparan los resultados de la gobernación en los paises de los ejemplos que se citan de una forma razonada, sino que se reduce a personificar dicho gobierno en sus presidentes (caudillismo). Simplemente se supone que nos caen mal, los respectivos representantes políticos. Este error también se relaciona con las famosas encuestas tras la celebración del debate sobre el Estado de la Nación, en donde se dirime «quién ha sido el ganador», en asuntos como quién es «más moderado», quién «ha convencido», en resumen, algo así como una prueba psicotécnica, de personalidad o de carisma.

  4. Concepto de democracia: para ilustrar fantásticamente el curioso concepto de democracia de Don Javier, repitamos esta estupenda frase: ...porque el conjunto de los ciudadanos está dispuesto a aguantarse con los resultados, por disparatados o dañinos que parezcan, a acatarlos y respetarlos... y así durante cuatro años. No se que es peor, si refutar la democracia, o compararla con esta definición.

más cosas ...

Es decir, lo importante de la democracia no son los gobernantes que de ella emanan (recuérdese que Hitler alcanzó el poder mediante urnas y pactos), sino el acuerdo de la población al respecto: quienes la mayoría quiera que gobiernen, esos gobernarán sin discusión

Lo importante en una democracia es que el pueblo soberano gobierne. Para ello es necesario la igualdad ante la ley, evitando con ello que las ideas de una parte prevalezcan sobre las demás en el gobierno (oligarquía). Y para asegurar esto, hace falta vigilar al gobierno para que la ley mencionada se cumpla para todos igual (poder judicial independiente), o lo que es lo mismo, la separación de poderes es necesaria en gran medida. No había igualdad legal en Alemania si ocurrió lo que ocurrió con una parte del pueblo Aleman. Por lo tanto, no había democracia en Alemania, y fué precisamente porque nadie pudo discutirle, por lo que se gobernó como se gobernó. Igualmente alejado de la democracia son esos «pactos» con grupos no mayoritarios (se supone) y que por lo tanto, no son decididos por los ciudadanos (los que deben gobernar y los únicos con los que hay que «pactar» ... en una democracia). En definitiva, no son importantes los gobernantes que emanan del resultado de unas elecciones, pero si lo es la discusión posterior sobre cómo se lleva a cabo esa gobernación. El aceptar un resultado electoral no tiene porqué conllevar la aceptación de todas y cada una de las decisiones que se tomen posteriormente. Para eso están los parlamentos, para debatir y realizar votaciones, en las que deberían participar los representantes elegidos libre y directamente por el pueblo, no por un mandatario a su antojo. Además de todo esto, el Sr. Marías se olvida de un protagonista fundamental en una democracia: la oposición. No se habla de la utilización de la fuerza (única opción considerada por Don Javier), sino del uso de las instituciones por parte del pueblo o sus representantes para regular el poder concedido a los políticos.

Y para ser -seguir siendo- verdaderamente democrático no basta con haber sido elegido de ese modo, aunque sea condición necesaria. También hay que gobernar de ese modo, y por eso no he pestañeado al tildar a Chávez de dictatorial, por muchos votos que cada vez obtenga ahora en sus untadas urnas (untadas de petróleo, se entiende).

La cuestión no es que el que gobierna sea democrático, sino que el sistema lo permita, cosa que no ocurre en Venezuela, pero si que puede ocurrir en los EUA si los representantes realizan su labor, aunque su presidente nos caiga fatal y no sea democrático.

O, por recurrir a otro ejemplo: casi todos los norteamericanos condenan hoy los excesos y abusos del McCarthismo de los años cincuenta, y en cambio no desaprueban algo mucho más grave que aquello y que se da en nuestros días, el Guantanamismo

Don Javier expone varios ejemplos, pero se ha escogido este por ser doblemente cuestionable como razonaré a continuación. En un artículo anterior, se explicaba cómo las conclusiones obtenidas merced a un conocimiento posterior a un suceso determinado, no invalidaban a las acciones tomadas en su día, cuando no se tenía dicho conocimiento. La incorrecta utilización de lo acabado de exponer es conocido como la Falacia del Historiador, y en base a ella se puede decir que el que los americanos no cuestionaran las acciones tomadas por el gobierno contra ciudadanos sospechosos de colaborar con el enemigo (guerra fría) por el hecho de tener una ideología determinada, y lo hagan más de cuarenta años después en otro contexto completamente distinto, es bastante lógico y humano (en la medida en que estas dos cosas puedan ir juntas). Efectivamente, el menoscabo en los derechos civiles es un error en cualquier circunstancia, lo que ocurre es que en este caso, precisamente fue la ley de los EUA (Primera Enmienda de la Constitución) la que permitió que algunos personajes relevantes protestaran públicamente en contra de esta medida. Esto no impidió que una parte de la sociedad discriminara a dichos personajes, pero se trataría entonces de un problema social, no legal, ni del sistema político. La «gente» nos equivocamos, por supuesto, por eso el sistema debe tener unas funciones claras de protección y defensa del ciudadano, a través del cumplimiento de la ley, independientemente de quién gobierne.

El guantanamismo, por utilizar la misma palabreja inventada por el Sr. Don Javier Marías, es uno de los culpables de los grandes prejuicios que se tienen en contra de los EUA, y (muy probablemente) con razón. Seguramente por este motivo es utilizada ahora para relacionarla (muy probablemente) de forma equivocada, con la decisión de votar o no a un representante político. En este caso, el gobierno, se aprovecha de una falta de capacidad coactiva de las instituciones internacionles para mantener esta base. Es decir, no significa que la gente apruebe directamente, la utilización que se le dan a dichas instalaciones. En todo caso, se les puede acusar de confiar en exceso del sistema legal internacional, al hacerlo de la misma forma que confían en el suyo.

Decididamente, los americanos son unos inocentones.

continuará....

sábado, 8 de julio de 2006

Estado, gobierno, política y ciudadanía

sábado, 8 de julio de 2006
Congreso de los Diputados (España)

Con la intención de comprender diversos problemas existentes en algunos países occidentales teóricamente democráticos —como España, por ejemplo— se analizarán los sistemas políticos y su estructura, para luego aplicarlos a nuestro problema. Para confeccionar el esquema siguiente se ha resumido la información de la Wikipedia, tomándola como base y adaptándola al propósito mencionado:

Los elementos de un sistema político

Estado: entidad institucional burocrática con autoridad para establecer normas de regulación de una sociedad en un determinado territorio. Normalmente, el hecho de su existencia no está en función de los conceptos a continuación, aunque si puede influir en sus características .

Gobierno: conjunto de organismos que está al frente del estado, pero no es dueño de el ni parecido, es decir, es el encargado. En realidad, en una democracia los dueños del estado son los ciudadanos. En la medida en que estos puedan ejercer sus derechos decidiendo en el gobierno (por ejemplo, en asuntos así, o así) se clasificará a este. Dicha clasificación se puede efectuar en base a varios criterios, pero en esta ocasión se van a destacar los dos siguientes aspectos:


Los gobiernos conocidos adoptan formas y maneras resultantes de la combinación de ambas. Por ejemplo: los gobiernos soviéticos son una combinación de socialismo y totalitarismo. En España tenemos oligarquía y monarquía, en el Reino Unido algo más parecido a una democracia y monarquía, y finalmente, en los Estados Unidos democracia y república. Si alguien conoce algún sitio donde haya socialismo (como forma de gobierno) y democracia, le estaría muy agradecido si nos lo comunicara. Por lo tanto, se supone que todos somos demócratas. Si alguno me dijera que es simplemente monárquico, republicano o socialista, me preocuparía.

Por otro lado, el que una sociedad o gobierno, sea democrática o no, no supone para nada que sea mejor ni peor que otra. En caso de que sea democrática será lo que llegue a ser por si misma, sencillamente, existiendo la posibilidad de auto-corregirse (y aprender) si la sociedad así lo entendiera. Para que exista esta auto-corrección (y por lo tanto la democracia), debe existir la disparidad de opiniones y pareceres, cosa que en el seno de algunos partidos no parecen entender, a no ser que sean, como muchos nos tememos, simplemente socialistas, monárquicos o republicanos.

Política
Ciudadanía

Sus características

La principal diferencia a destacar entre estos dos conceptos —política y ciudadanía— es la ideología. Es decir, los grupos englobados dentro del primero, son normalmente aquellos que siguen o representan a una determinada ideología, de forma que aquel individuo que no la comparta, no tiene sentido que pertenezca al mismo. Una persona podría considerarse socialista como ideología, pero ser demócrata en cuanto a las formas utilizadas de gobierno. Los motivos para la expulsión o expediente de alguno de sus miembros por parte de la dirección (o parte de ella) de un partido, puede darnos una idea de la naturaleza del mismo.

En principio, no cabe realizar una identificación ideológica entre los miembros de un movimiento ciudadano. Sin embargo, los objetivos de los grupos de ambos conceptos, aunque previsiblemente distintos desde varios puntos de vista, son políticos. Es decir, tendrán que ver con el sistema político o gobierno, bien para estar al frente (partido político), o para cambiarlo o mejorarlo (movimientos y asociaciones ciudadanas).

Hay que indicar que algunos grupos podrían ser encuadrados con cierta dificultad en alguno de los conceptos mencionados, o bien, tener una denominación o configuración externa, junto con unas características internas, correspondientes a una distinta combinación de ambos. Por ejemplo:
  • Un grupo configurado externamente como partido político, podría tener características de movimiento o plataforma ciudadana —ejemplo: Podemos—
  • Pueden haber otros que, si bien tienen una denominación y tal vez, unos objetivos de cambio de sistema político, sus formas y configuración internas sean de partido político — ejemplo: Ciudadanos
¿Cuál es la realidad? La ausencia de formación en la cultura democrática que se ha padecido en España a lo largo de su historia, ha sido aprovechada desde la transición hasta ahora por los partidos políticos mayoritarios para permanecer en su oligarquía, al igual que por otro tipo de asociaciones, contagiando al resto de la sociedad (sindicatos, asociaciones de vecinos, etc...). Sin embargo ahora, finalizando el pacto establecido desde entonces, parece que se pretenda desplazar o impedir a uno de ellos, el realizar su función de oposición leal necesaria en una democracia, al ejercer el partido en el gobierno su función totalitaria propia de la oligarquía instaurada hace 30 años.

Algunos movimientos que desean cambiar esta situación, lo hacen como otra fuerza política.

Falta que los ciudadanos lo hagamos ...
simplemente como ciudadanos.



Actualización (07/05/2009): aunque no dejan de ser una alternativa a los partidos existentes, lo cierto es que organizaciones nacidas con pretensiones de movimiento ciudadano como Ciutadans o UPyD, han acabado siendo unos movimientos ideológicos o partidos como cualquier otro, con un ideario definido y electoralista, en función del sistema partitocrático al que de momento no hacen más que alimentar.

Actualización (20/02/2013): Fracasó la «era Zapatero» la cual, no sólo no logró sus objetivos sino que dejó a la izquierda más dañada que nunca. La derecha continúa sin hacer nada para ganarse legitimidad. Los medios de comunicación más importantes, así como una creciente corriente de opinión pública, se manifiestan claramente en contra de los partidos mayoritarios. Con esta situación se puede decir que el pacto de la transición está definitivamente acabado y que se busca un nuevo «contrato social».

Actualización (08/04/2016): el caso de Podemos es similar en el fondo al de Ciudadanos. Una vez adoptan la forma de partido y se engranan en un funcionamiento que durante 30 años se ha visto que es fraudulento e ineficaz, corren el riesgo de caer en los mismos vicios. La sociedad y su actitud responsable es la única garantía que siempre va a quedar, incluso aunque el sistema se vaya corrigiendo.

Nota : artículo revisado, modificado y reeditado. Artículo original
Nota : artículo revisado, modificado y reeditado, por segunda vez. Artículo original

viernes, 13 de enero de 2006

Incongruencias

viernes, 13 de enero de 2006

No hay nada más contrario al espíritu constitucional que hacer una manifestación en la capital de España contra una parte de España, y eso es lo que es, que nadie se llame a engaño

Estado de derecho, democracia y separación de poderes

Foto: 2010 Una odisea del
periodismo
Se puede comprobar que determinados conceptos asumidos como de dominio común, al parecer no lo son tanto, así que esta publicación se dedica para que sean conocidos por los lectores de la bitácora en futuras referencias. Se han escogido aquellos fragmentos que se estima están más relacionados con los conceptos tratados en diversas publicaciones de la bitácora. Proceden de la Wikipedia, cuyos artículos son continuamente revisados y discutidos por gente diversa, como es sabido por el público, y también de un artículo de la UNESCO , obra de un político de reconocimiento internacional (nota: las palabras en negrita son mías):