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sábado, 9 de febrero de 2013

El futuro lingüístico

sábado, 9 de febrero de 2013
¿Quienes deben determinar el nombre de la lengua que se habla en Valencia y su normativa, políticos o científicos?:
«ni los unos ni los otros tienen nada que decir al respecto. Pero menos que nadie, los científicos. Es un asunto en el que sólo tiene que decidir la gente.»
Noam Chomsky
(Entrevista en "El País", 1998)

Asistimos a un momento en el que conceptos hasta ahora completamente inamovibles comienzan a ser cuestionados. El dinero, la economía, la democracia, los sistemas políticos y las fronteras que delimitan unos territorios que en la era global de Internet, van perdiendo cada vez más su sentido. Sin embargo, el hecho de que todavía exista gente que desee aferrarse a los cada vez más obsoletos paradigmas para conservar su Status Quo, provoca que la sociedad se polarice en un esquema muy similar al de las revoluciones: unas minorías favorecidas por el sistema, frente a unas mayorías que, por unos motivos que evolucionan según la época, cada vez lo rechazan con más fuerza.

A este ritmo, es muy probable que las actuales fronteras dejen de tener el significado que hasta ahora han tenido. Puede que tal vez en estos momentos, sin que nos hayamos dado cuenta, sean conceptos mucho más maleables y arbitrarios de lo que pensábamos. La soberanía de los países ha cambiado de manos. El pueblo sigue igual, pero las jerarquías cambian. Los nacionalismos lo saben bien, por eso quieren explotar esta  arbitrariedad para lograr sustituir una jerarquía por la de ellos, sin que el resto cambie significativamente. Las leyes, las instituciones y las lenguas, de forma similar, ya no son redactadas y reguladas acorde a los mismos criterios. La división idiomática, cede terreno a favor de lenguas francas como el inglés o el español (el chino se circunscribe a China, por lo que a pesar de ser de las más habladas, no tienen ese carácter ínter-cultural).

Según Noam Chomsky, aclamado y reconocido lingüista conocido por su activismo político, el concepto de «lengua nacional» es relativamente moderno. Probablemente se refiere a el, como un "efecto colateral" del surgir hace unos escasos tres siglos, de las actuales naciones-estado políticas. En España, fue la  dictadura franquista la que explotó de forma significativa esta identificación de lengua-nación, siendo los actuales nacionalismos los que continúan «la tradición».

¿Continuarán las lenguas entendiéndose como cotos cerrados regulados por jerarquías endogámicas?. ¿Volverá el pueblo a decidir sobre ellas, tal y como hacía en la antigüedad, cuando las lenguas no eran necesarias para evidenciar las diferencias?. ¿Continuarán las lenguas siendo utilizadas con propósito diferenciador y excluyente?

El futuro como siempre, tiene la respuesta.

(ir al capítulo anterior)                                                                                                                         volver al índice

sábado, 21 de mayo de 2011

Guía rápida para campistas despistados

sábado, 21 de mayo de 2011
Me gustaría plantear algunos puntos que parece que una mayoría los dan por sentados, pero no están tan claros:
  1. Democracia NO ES proporcionalidad: un reparto proporcional de votos, sin más, no implica mayor democracia. Esto implica que en lugar de gobernar los que más votos tienen, podrían hacerlo otros que no han sido elegidos, si realizan un pacto aunque sus electores no lo deseen. Esto es antidemocrático.
  2. Democracia SI ES eliminación de la disciplina de partido: por mucha proporcionalidad o cualquier otra asignación aritmética de unos votos con la concesión de escaños que haya, no sirve de nada o es contraproducente si los que ocupan sus escaños continúan bajo mandato de los líderes de sus partidos.
  3. Democracia SI ES elección del ejecutivo de forma separada al legislativo: aunque estamos en monarquía, la autonomías podrían considerarse pequeñas repúblicas. En todo caso, la elección del ejecutivo debe corresponder al más votado en cada autonomía.
Permitirme que enlace el resumen de un manifiesto que un grupo de ciudadanos confeccionamos en su día. Que sirva al menos para replantearse algunas cosas y que no caigamos en populismos peligrosos

viernes, 6 de agosto de 2010

La Prohibición

viernes, 6 de agosto de 2010

Para no engañarles, en este artículo se va a hablar de toros. Aunque no es esta llamada «fiesta» la que me preocupa, es más, me importa un pimiento. Si mañana desapareciera me daría exactamente igual. Lo que me preocupa son las prohibiciones en aspectos culturales que de momento no me afectan, pero nada como defender la libertad del vecino, para hacerlo con la propia.

Un aficionado a los toros me preguntó una vez si estos me gustaban. Yo le contesté que no, ante lo cual mi conocido quiso conocer cuales era mis motivos. Yo le expliqué: «porque no me gusta ver el sufrimiento de un animal». La otra persona se quedo pensativa, y tras unos segundos aceptó sin más que con un movimiento de cabeza mi respuesta. Esa fue toda la conversación sobre el tema. No hubo más discusión y cada uno aceptó lo que el otro pensaba sin discutir si había o no algo más. Era posible que mi conocido viera algo que yo no discernía, en todo caso, no me interesaba o no me compensaba. Este, tampoco negó que el animal en verdad sufría, aunque parecía no haber reparado en ello como algo significativo.

Lo peor de la reciente decisión del parlamento de Cataluña no es que hayan atentado contra la «fiesta nacional». Este «título», pocos de nosotros se lo hemos concedido y no representa ninguna virtud por si mismo, por lo que puede que sea este el verdadero pecado de este ritual. Lo peor, como decía, es que han permitido que la subjetividad de una minoría que se auto designan como defensores de los animales, va a repercutir en la forma de vida de mucha gente, sin que haya existido un verdadero debate alejado de posturas partidistas, creando de esta forma motivos de disputa, enfrentamiento y división entre la sociedad. Que es al parecer, lo que mejor saben hacer los políticos.

Doble moral sobre la vida y muerte del animal

Uno de los principales argumentos en contra de los toros es que al animal se le hace pasar por una fase de sufrimiento y posterior muerte. Esto es cierto, pero además de simplificar de forma obtusa un acto, no es distinto de lo que ocurre con cualquier animal de granja. Bueno, sí que es distinto, ya que muchos animales de granja pasan por esa fase de sufrimiento la práctica totalidad de sus vidas, hacinados y explotados en condiciones lamentables, mientras que el Toro vive una vida de verdadero lujo en comparación, y solo en los últimos minutos de sus vidas han de devolver lo que los ganaderos no dudo que con con verdadero esmero les han entregado.

Estos defensores de los animales no mencionan para nada todo esto, centrándose únicamente en la corridas de toros, cuya desaparición lo que puede traer consigo es precisamente la extinción de esta especie. Esta doble moral me parece difícilmente sostenible.

Prueba del riesgo real que corren las personas que se enfrentan al animalTambién hay gente que compara las corridas de toros donde hay un proceso sistemático en el que una persona se enfrenta a un animal de media tonelada con cuernos, con las peleas de gallos o de perros en donde unos animales se matan a otros de forma descontrolada, en una autentica carnicería. En la comunidad Canaria, donde las corridas de toros ya habían desaparecido por la escasa afición, están prohibidas desde el año 1991, sin embargo, las peleas de gallos que son tradición allí apenas han sufrido recortes. ¿Se dan cuenta?, no se trata de la defensa de los animales, al menos el resultado conseguido no tiene nada que ver con ello, sino pura y simplemente el interés particular, partidista y electoralista de unos políticos. En Canarias seguramente ha sido el mero populismo demagógico lo que les ha movido. En Cataluña, mientras se han prohibido la corridas de toros, permanecen sin ninguna regulación el resto de fiestas que si bien no matan al animal, sucede con frecuencia que grupos descontrolados de vándalos descerebrados apalizan y torturan sin medida a los animales. ¿defensa de la dignidad de los animales?. No me lo creo.

Por otro lado, sería interesante y muy revelador averiguar cuantos de los que aplauden la prohibición de las corridas de toros son favorables por otro lado, a la legalización de las drogas, a que las menores de edad aborten sin permiso de los padres o a no prohibir el burka, por ejemplo: prohibir los dogmas de los demás, pero no los míos.

El Arte

Tortura-ni-arte-ni-cultura.jpg Tortura ni arte ni cultura image by HECTORDABEATDecía Oscar Wilde que la belleza no necesita explicación, y que solo algunos podían apreciarla como tal. Personalmente, aunque no sea capaz de apreciar toda la belleza que los defensores de la fiesta taurina aseguran que tiene, no puedo negarles esa capacidad, por retorcido que me parezca. Incluso parte del mundo anti-taurino se da cuenta de que la apreciación del arte es algo totalmente subjetivo. Por lo tanto, el argumento de que «los toros no son arte», no es válido ni tan siquiera como critica. Ni que decir tiene para justificar su prohibición. Sería igualmente revelador conocer con qué clase de manifestaciones artísticas nos iluminan estos colectivos anti-taurinos.

Segregación cultural

Aprobar prohibiciones que afectan e incluso imposibilitan el modo de vida de conciudadanos con el principal pretexto de que son «sádicos enfermizos», me parece espeluznante. Incluso siendo cierto, ya que de ser así entonces lo que deberían aprobarse son programas de educación con el ánimo de que estas personas «tan graves» pudieran salir de su «lamentable estado». Me llama la atención tanta preocupación con los animales y simultáneamente tanta desgana con sus conciudadanos. No solo no se hace nada por ellos sino que además, se les coloca al margen de la ley. No les voy a decir a qué episodio del S.XX me recuerda, en donde también se aprobaron medidas hasta cierto punto similares en parlamentos supuestamente democráticos de Europa, en las cuales determinadas personas se convertían en «enemigos de la nación».

La libertad

La libertad junto con la igualdad, son conceptos que en los últimos tiempos son sistemáticamente vapuleados y ya nadie sabe lo que significan. La libertad en la civilización humana es un artificio creado por nuestra especie como un acuerdo entre sus miembros para convivir adecuadamente. En la naturaleza no existe nada similar, por el contrario, la mayoría de especies viven sometidas a un férreo sistema de supervivencia en donde los depredadores son la casta dominante, con algunas excepciones como los Delfines. El Toro, como animal de granja, no tiene libertad por definición, o en todo caso, esta es un asunto entre esta especie y sus ganaderos humanos de los que depende su existencia. Tampoco la tendría el ser humano si no se hubiera esforzado en construirla, y como de hecho no la tiene en muchas zonas de la tierra, y como no la tienen los ciudadanos de Cataluña para elegir a los representantes que han apoyado esta prohibición con su «voto libre», solo en esta ocasión y por la gracia de sus jefes de partido. Cuando tengamos primero los ciudadanos de España esta libertad, solo entonces podremos llegar a acuerdos políticos sobre la libertad del toro que queramos construir. Mientras tanto es un asunto de los cuidadores y de los ciudadanos que deseen ver este tipo de espectáculos.

La Iniciativa Legislativa Popular (ILP)

Patética y falsa comparación entre la muerte de muchas personas de apenas 80kg de peso, con banderillas clavadas en sus espaldas, con la de un toro de casi media toneladaMe resulta sorprendente lo enormemente fácil que esta iniciativa ha sido llevada a término y aprobada, en comparación con la escasa por no decir nula, resto de iniciativas que tienen similar suerte. Parece como si en España no hubieran múltiples problemas que merezcan ser planteados en el parlamento, y que en Cataluña en concreto no tienen mayor preocupación que esta. Me alegra que la sociedad civil, normalmente adormilada y entontecida, tenga con esta iniciativa una vía para expresar sus inquietudes. Sin embargo, tengo una enorme curiosidad por conocer lo que puede ocurrir con los grupos que defienden la fiesta taurina, que digo yo que también los habrá en la segunda comunidad más importante en cuanto a espectadores, y que imagino que en estos momentos estarán preparado su ILP, ¿no? ¿o será que están más atontados? Ah, no, es que mientras estén estos políticos la propuesta sería rechazada, saquen las firmas que saquen, ya que en la Cataluña de los referendums de independencia solo se consulta al pueblo para lo que les interesa.


La Plataforma PROU que ha llevado a cabo esta iniciativa y la ha presentado al parlamento siguiendo el procedimiento, tiene una página web excepcional de diseño profesional, y según se observa, cuenta con el apoyo de conocidos artistas catalanes. Comunicados de importantes instituciones, comentarios de premios nobel, calificaciones de «salvajada», en resumen, mucho principio de autoridad, apreciaciones subjetivas y apelaciones al sentimiento, dogmas con los que muchos de nosotros estaremos de acuerdo, pero no por ello merecen ser impuestos a nadie.

En definitiva, PROU me recuerda enormemente a aquella campaña publicitaria de la igualdad asimétrica que poco tardó en desprestigiarse y que contaba con la aparición de varios artistas de gran poder mediático, o a aquella protagonizada por artistas subvencionados llamada «de la ceja», actualmente desaparecida en vista de lo difíciles que se han puesto las cosas, y la más reciente, la de «estoloarreglamosentretodos», colmo de los colmos de la desfachatez.

La dignidad del animal

Por supuesto, todo esto no significa que haya que hacer del sufrimiento de un animal un espectáculo. En la medida que el toreo se basa en él, es condenable. Pero de su critica, al uso de la fuerza coactiva del estado para prohibirla, hay un trecho muy grande que debería ser rellenado con educación, debate, argumentos objetivos y sobre todo, la libertad «humana» mencionada. Para empezar, sería saludable que no convirtieran tampoco en espectáculo este tipo de decisiones políticas argumentadas de forma tan subjetiva y patética.

Acabando

Resulta ciertamente patético que sean los toros una de las principales características culturales que se vende como elemento identificativo de España hacia el resto del mundo. No dudo que existen intereses igualmente ilegítimos que bloquean que la sociedad Española pueda llegar a algo más que una celebración de este tipo como símbolo cultural, en la que si bien puede que sea uno de los «deportes de riesgo» más antiguos que existen, arrastra un primitivismo e involucionismo realmente desoladores.

Sin embargo, el uso de la fuerza de la ley creo que ha de ser el último recurso a utilizar, y la mejor manera de superar estas celebraciones tan discutibles y supuestamente poco constructivas, es la de sustituirlas por otras que sí lo sean. Si ha de aceptarse el intervencionismo político en asuntos culturales y morales, que al menos sean constructivos, no destructivos como lo es una prohibición. Si además esta proviene de una comunidad autónoma en donde es habitual la imposición en materia lingüística y continuamente sus dirigentes reclaman cada vez una mayor independencia y privilegios, todo parece indicar que esta regulación no tiene otra función que la de alejar todo aquello que pueda identificarles con el resto de España, en busca de mayor beneficio electoralista dividiendo y creando diferenciaciones entre la sociedad. La carencia de elementos culturales identificativos españoles aceptados sin resquicios es conocida por los políticos catalanes y hacia ella han encaminado sus objetivos nacionalistas, utilizando todos los resortes de movilización social de los que disponen, de forma similar a como hacen en la Comunidad Valenciana para intentar imponer su normativa lingüística barceloní.

Creo entonces que, aunque moralmente muchos ciudadanos apoyemos esta prohibición en el fondo, es un error de forma encaminarse hacia un sistema en el que se permite establecer desde el poder poder político y minorías influyentes, los patrones culturales a los que los ciudadanos han de acogerse, exactamente igual que ocurría durante la dictadura franquista. Si ha de superarse algo es precisamente esta dependencia de una autoridad que no sufre nunca los problemas sociales y culturales que hay que solucionar, por lo que no solo no se logra, sino que acaban beneficiándose de ello.

En lugar de esto, propongo buscar un debate social actualmente bloqueado, en el que los propios defensores de la fiesta taurina hagan autocrítica, y tanto estos como los detractores, ofrezcan alternativas.

Más información:

miércoles, 2 de junio de 2010

MANIFIESTO CIUDADANO

miércoles, 2 de junio de 2010

Los ciudadanos de España, por encima de ideologías e intereses personales, encontramos necesario un cambio en el sistema político actual que posibilite de la mejor forma el gobierno por parte de la Sociedad Civil. Resulta evidente que el actual sistema aprobado en referéndum en 1978, se encuentra viciado y genera desconfianza constante y palpable entre la población. De este modo, entendemos que no cumple satisfactoriamente con su función principal y acarrea graves problemas de todo tipo debido a la falta de legitimidad y representatividad. Es claro que tanto las acciones del Ejecutivo como las del Legislativo responden más a estrategias políticas de los partidos que las diseñan, que a necesidades de la Sociedad Civil, ocasionando gran tendencia a la corrupción en casos de cohecho, prevaricación, tratos de favor, desigualdad, privilegios desorbitados, etc, al no existir mecanismos de control ni independencia de los poderes democráticos.

Encontramos igualmente necesario que el sistema político que sustituya al actual, así como el proceso de transición correspondiente, han de ser decididos y asimilados por la Sociedad Civil. Para ello, deberá existir un autentico y necesario debate entre toda la sociedad, incluyendo a las fuerzas políticas, la Corona, jerarquías eclesiásticas y a cualquier otro grupo, sindicato, colegio profesional, asociación o movimiento, que deberán dejar a un lado por un momento sus intereses particulares, ideologías y creencias, para colaborar o al menos no impedir, el inicio de un proceso constituyente mediante la creación de una asamblea formada por representantes elegidos directamente, que deberán estar cualificados para poner sobre la mesa las soluciones necesarias y así la Sociedad Civil pueda asimilarlas y elegirlas, sometiéndolas a aprobación popular en referéndum.

Con la mirada puesta en el futuro y deseando dejar lo mejor para las futuras generaciones, como ciudadanos civilizados que creen en los sistemas legales y que respetan el legado que sus antepasados nos dejaron, pero sin dejar de observar sus defectos, entendemos que la Sociedad Civil ha de agotar, mientras sea posible, todos los trámites legales que le permitan ejercer su soberanía en la formación y elección de dicha asamblea. Este proceso ha de implicar la aprobación de un Periodo Constituyente que tenga como fruto la disolución de las Cortes y la formación de una Asamblea Constituyente, principalmente en base a los artículos 167 y 168 de la actual Constitución Española de 1978.

El método que se propone a continuación de elección de los representantes de dicha Asamblea y de los asuntos a tratar en ella, puede que cause recelos en una gran parte de nuestros conciudadanos, pero es necesaria una reforma representativa para que no se oxide el engranaje de nuestro sistema democrático. Tras más de treinta años de una partidocracia dominada por las luchas entre partidos, que han infectado y dividido al conjunto de la sociedad, será necesaria una gran labor de diálogo, sin que deba interpretarse como una debilidad ni como falta de convencimiento, pero sí de una muestra de convivencia pacifica y voluntad cívica.

Los ciudadanos que apoyamos este manifiesto proponemos los siguientes aspectos fundamentales:

A. Periodo Constituyente

Previamente a la formación de la Asamblea Constituyente y durante un periodo de 12 a 18 meses de transición que tendrá como objetivo dar tiempo a la Sociedad Civil a perfilar la base de las futuras instituciones democráticas y a debatir las decisiones políticas; se elegirán y definirán los siguientes conceptos:
  1. Delegados provinciales: representantes por los actuales distritos provinciales, los cuales en coordinación permanente, definirán el futuro mapa de los distritos electorales.
  2. Distritos electorales: tendrán un censo aproximado de 100.000 habitantes y se constituirán procurando grupos heterogéneos de población, de tal manera que se garantice la representatividad.
  3. Candidaturas a los distritos: los aspirantes se darán a conocer a los ciudadanos, manteniendo reuniones con ellos a través de foros vecinales, deportivos, universitarios, etc. Los partidos irán engrasando la maquinaria para la nueva realidad electoral.
B. Asamblea Constituyente

Para que los representantes que finalmente compongan la Asamblea Constituyente merezcan tal consideración, se proponen las siguientes condiciones óptimas:
  1. Elección libre y directa de los representantes por distritos mayoritarios uninominales, a doble vuelta
  2. Sometimiento de las decisiones tomadas a los necesarios referéndums vinculantes en circunscripción única.
  3. Candidaturas abiertas e independientes, tanto de ciudadanos como de representantes de los partidos políticos.
Cualquier otro sistema distinto al propuesto implicará una menor representatividad objetiva. La circunscripción única para la aprobación definitiva, debe evitar que la presencia de territorialidades afecten al conjunto. Finalizado el proceso constituyente la Asamblea se disolverá, quedando definidos en una nueva Constitución los aspectos a continuación.

C. Representación de la Sociedad Civil

Para que las instituciones del Estado articulen los mecanismos de representación de la Sociedad Civil de forma que se defienda lo siguiente:
  1. Representatividad
  2. Igualdad ante la ley
  3. Defensa de los derechos individuales del ciudadano frente a los posibles abusos de las mayorías
Se divide el poder en tres ramas independientes con atribuciones distintas y con la misión de que cada una vigile el cumplimiento de la otra en la noble tarea de la representación civil: legislativo, ejecutivo y judicial.

D. Independencia de los poderes
  1. Legislativo: es el máximo órgano de representación social. Confecciona y aprueba el marco legal. Se elegirá de forma similar a la Asamblea Constituyente:
    1. Elección libre y directa de los representantes por distritos mayoritarios uninominales, a doble vuelta.
    2. Sometimiento del representante a la revocación de su cargo, a través del mecanismo que se decida.
    3. Candidaturas abiertas e independientes, tanto de ciudadanos como de representantes de los partidos políticos.
    4. La división por distritos electorales será tal que garantice la representación y la igualdad.
  2. Ejecutivo: gobierno y representación internacional dentro del marco legal definido por el legislativo. El Jefe del Ejecutivo y/o el Jefe de Gobierno, deberá ser elegido de forma independiente al Legislativo en distrito mayoritario único uninominal a doble vuelta.
  3. Judicial: aplicación y vigilancia del cumplimiento de la ley. Los órganos superiores del Poder Judicial serán elegidos por la parte de la Sociedad Civil perteneciente al mundo jurídico (jueces, abogados colegiados, catedráticos de derecho, oficiales de Juzgado, policía judicial, etc.) en base a criterios de mérito y excelencia.
E. Forma de Estado
  1. Jefatura del Estado: deberá resolverse de una vez por todas el debate entre la Monarquía y la República, decidiéndose en referéndum libre tras el periodo constituyente. Independientemente del resultado, el Jefe del Estado deberá tener solo aquellos privilegios acordes a la importancia de su función, por lo que esta deberá estar definida y vigilada en su cumplimiento en la medida correspondiente, por el resto de las ramas del poder de la Sociedad Civil.
  2. División y organización territorial: partiendo de la integridad
    territorial del Estado Español, estado centralista, estado federal o cualquiera que sea la solución decidida, no ha de implicar una desigualdad ante la ley de ninguno de sus habitantes, lo que significa que el marco principal de derechos y obligaciones no puede ser modificado desde ninguna otra parte que no sea el conjunto del territorio. Igualmente, la llamada solidaridad interterritorial no ha de ser excusa para la financiación indefinida de proyectos o subvenciones de una parte del territorio a costa del resto.

F. Participación ciudadana

El nuevo sistema que La Sociedad Civil consiga ha de estar basado en eliminar todos los obstáculos para la participación del ciudadano en la vida política, a través de referendums y un sistema de Iniciativas Legislativas Populares que lo permita. Las competencias descentralizadoras del estado deberán desarrollarse lo más cerca posible del ciudadano, para garantizar el control de sus representantes, es decir, deberán desarrollarse a nivel de municipio.

G. Financiación de partidos, sindicatos y otras subvenciones con dinero público

La financiación con dinero publico de cualquier agrupación, causa o proyecto, debe considerarse como un atentado contra la propiedad privada si no existe el previo, adecuado y suficiente consentimiento del origen de los fondos, que no es otro que el de La Sociedad Civil y los ciudadanos que la forman.

Firmado: España, 1 de junio de 2010

Ciudadanos por la democracia


Adhesión al manifiesto

sábado, 5 de septiembre de 2009

Lo que esconde Rubalcaba

sábado, 5 de septiembre de 2009
Recientes declaraciones del Ministro de Interior Español, Alfredo Pérez Rubalcaba sobre sobre el nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña y la sentencia del Tribunal Constitucional:

El Ministro del Interior el Sr. Don Alfredo Pérez Rubalcaba

Es difícil enrevesar tanto las cosas como hace este señor. Sin saber muy bien si se trata de su opinión o la profesional propia de un cargo público, el Sr. Rubalcaba pretendiendo hacer las veces de juez, jurado y ejecutor dice que «cree» que es constitucional, cuando el que lo tiene que decidir es el Poder Judicial salvo que se considere el mismísimo Juez Dredd.

No obstante, si el señor Rubalcaba nos obsequia con su opinión, como si estuviera en el bar de la esquina en lugar de cobrando una tremendísima pasta por hacer lo que hace, ahondémonos algo más en ella y veamos qué hay detrás.

Se habla de parlamentos democráticos, cuando en esos parlamentos no hay nadie que haya sido elegido directamente por los ciudadanos, es decir, el demos. Se habla de estatutos, de autonomías y del gobierno central. Pasemos brevemente por estas definiciones adaptadas al caso particular, para comprender mejor a tan ilustre personaje:
  • Dictadura de la mayoría: un parlamento, aún por el hipotético supuesto de ser democrático, no le habilita para decidir sobre cualquier cosa, menos aún si es uno autonómico. Para que una democracia no se convierta en una dictadura de la mayoría, ha de tener límites, asegurar la igualdad ante la ley del «demos» y no decidir cualquier cosa. Por lo tanto, el argumento básico es falaz.

  • Independencia de poderes: por buenas que sean las intenciones; para asegurar esa igualdad ante la ley que capacita (en principio y a falta de mostrar sus capacidades como gestor y comprobar cual es la voluntad de los ciudadanos en las urnas) a todos los ciudadanos por igual para ser por ejemplo, presidente del gobierno; los representantes una vez con el poder que le delegan los electores han de estas sujetos a un sistema que los limite, y que no dependa de esa «buena voluntad», que seguro que al poco de ir en los coches oficiales se les olvida. Si no existen estos límites, llamarle democracia es una burla.

  • Soberanía: ahora viene lo que esconde Rubalcaba. Los parlamentos de los países que los tienen (sistemas parlamentarios) representan la soberanía de ese país. Lo que dice ese parlamento va a misa, y el nivel de barbaridades que se decidan en el vendrá determinado por los puntos anteriores. En este caso el País es España, no Cataluña, es decir, Cataluña no es soberana para tomar todo tipo de decisiones, sea o no democrático el parlamento. España sí es soberana para decidir apoyar la Guerra de Irak, o aprobar la nueva Ley de Costas, por ejemplo, nos guste o no, duela a quien duela y mientras no se cambien las cosas, porque ningún ciudadano ni ningún representante elegido por los mismos ha podido intervenir en dichas decisiones.

  • Legitimidad democrática: las posibles argumentaciones de que el parlamento autonómico no puede elegir cualquier cosa porque el parlamento y poder judicial central (Español no, ya que los dos son Españoles) defiende a todos los ciudadanos no es útil, porque dicho parlamento no es democrático aunque los políticos que lo ocupan nos intenten convencer de lo contrario, y no hay igualdad, aspecto manifiesto y que es la baza fundamental que utilizan los nacionalistas de forma victimista. Habría que decir que: «todos los ciudadanos españoles están sujetos al la ley de España, que se decide en el parlamento central y vigilada [teóricamente] por el poder judicial». Las autonomías son extensiones del estado o divisiones territoriales sujetas a la misma ley (La Constitución, sea buena o mala). Por lo tanto, el parlamento autonómico carece igualmente de legitimidad democrática.

  • Electoralismo: el gobierno central con el PSOE al frente, renuncia lograr la legitimidad democrática del parlamento central Español, y solo le interesa seguir en el poder. Para ello y obtener el favor del electorado nacionalista, prefiere hacer dejación de funciones al perder o ceder parte de la soberanía de la que es responsable, antes que obtener una legitimidad democrática, ocultando sus verdaderas pretensiones.

  • Cesión de soberanía: no hay que confundir la división territorial autonómica del estado, con la cesión de soberanía. Como se ha explicado, la soberanía de un área es la que permite a dictaduras como Cuba o la China tomar todo tipo de decisiones, perjudiquen a quien perjudiquen, encarcelen a quien encarcelen, sin importar los derechos humanos o la igualdad de los ciudadanos ante la ley. La cesión de soberanía que desde el gobierno central Español se está efectuando paulatinamente desde la transición, implica que las leyes que gobiernan en el estado español sobre estos derechos, aun defectuosamente defendidos, no son válidos en esta parte de su territorio, dándose casos como coacción o multa a particulares por usar una lengua determinada infringiendo derechos lingüísticos, cierre de emisoras solo por ser criticas con el gobierno autonómico arremetiendo contra la libertad de prensa o represión brutal de manifestaciones de inofensivos estudiantes, entre otros. No hay una propuesta autonómica para mejorar la legitimidad democrática, sino que se utiliza el nacionalismo como elemento electoralista. Seguir en el poder es lo importante, y cuanto más , mejor.
Espero que esta pequeña aportación haya servido para aclarar algo más las palabras de nuestro Ministro.