sábado, 8 de noviembre de 2008

Ingeniería en Informática: pesadilla para la clase política

sábado, 8 de noviembre de 2008
Tras conocer la noticia de que el gobierno español (o sea, el PSOE) pretende eliminar y casi hacer desaparecer del mapa a la titulación de Ingeniería en Informática, se puede meditar acerca de esta situación e intentar comprender cuales pueden ser los motivos de esta medida que, a todas luces, no puede traer otra cosas que de nuevo, retroceso social y científico.

Si aceptamos que en España existe un mal endémico llamado sectarismo, aderezado de caciquismo, enchufismo, pelotismo y algunos más de este tipo, solo desde esta postura se puede entender la vuelta al nefasto ¡que inventen ellos!, de Miguel de Unamuno.


Una sociedad dominada por una clase dirigente mal preparada, que necesita de un regimiento de asesores para realizar su trabajo; que no permite con eficacia el reconocimiento de la competencia desde un punto de vista lo más objetivo posible, dando más importancia al clientelismo y al amiguismo; no soporta que ciudadanos que no pueden controlar posean conocimientos que necesitan pero que no comprenden.

Un científico nuclear, un biólogo, un paleoantropólogo, científicos que se recluyen en sus laboratorios o museos, o se pierden en sus excavaciones por el monte o el desierto, no molestan.

Pero Ingenieros en Informática, presente en prácticamente todas las facetas de la sociedad, desde los medios de comunicación, automoción, industria, ocio, medicina... de alguna forma un ejercito de ciudadanos independientes autosuficientes con los que hay que negociar de igual a igual. De ciudadano a ciudadano.

Una pesadilla para la oligarquía dirigente.

Actualización 13/11/2008:

El motivo práctico y el que realmente ha originado esta situación, es la obligatoriedad venida desde la Unión Europea de establecer las competencias correspondientes a cada titulación (asunto analizado también en Bolcat de pila). Esta es la madre del cordero. Tener que realizar esta definición del trabajo de informático, supone un gran cambio en la forma de trabajar de las empresas y sobre todo, de mentalidad de los dirigentes, tanto políticos como empresarios. Ya no vale colocar a cualquier amiguete para malhacer las tareas que debería realizar un profesional cualificado.

Implica por tanto, saber en qué consiste el trabajo de informático, y lo que mas duele para la clase dirigente, tener en definitiva que valorar dicho trabajo desde un punto de vista objetivo y en base a unos parámetros que se establecerían dentro de esas competencias. Muy alejado de la igualdad en la incompetencia que pretende el gobierno.

Además, tener que hacerlo en un ámbito que engloba las principales áreas y recursos de cualquier empresa de hoy en día, sea del sector que sea. Se tiene miedo de tener que contratar a alguien y evaluarlo no por su grado de sumisión y obediencia, sino por su buen hacer en el trabajo. Tener que cumplir con los convenios laborales, sin tener más capacidad de coacción que la de la exigencia profesional. Una exigencia que no pueden pedir desde las altas jerarquías políticas y empresariales por ni siquiera saber como hacerlo, y porque ni que ellos mismos cumplen en su puesto. Porque casi nunca han dado ejemplo.

Eso es pedir mucho tal y como está el patio.

Actualización 21/11/2008:

El argumento dado por el gobierno es insuficiente, y lo más inquietante es lo que se esconde al no tener la voluntad de dar una explicación completa. Si la informática es una materia transversal y sus competencias va a ir a otras titulaciones ¿que impedimento habría en dar todas esas competencias a una sola titulación?

Se admite que, efectivamente y tal y como se está explicando, la informática es una materia que está presente en áreas transversales de la sociedad, industria, economía, etc. Pero esto no significa que no sea una materia perfectamente posible de de definir. No es este el problema.

La solución a esta incógnita, no tiene otra explicación mejor que la de que el dotar a un colectivo ajeno al propio del partido, de una relevancia indeseada, resulta muy incomodo. Claro que hay otros colectivos con esas competencias tanto o más relevantes: médicos, abogados, arquitectos y aparejadores... carreras tradicionales ocupadas en muchos casos por miembros de familias importantes, con un número importante de ellos con cargos en el gobierno o en sus correspondientes partidos. Familias que llevan a sus «jóvenes promesas» a estudiar carreras, principalmente para tener un curriculum adecuado al futuro puesto reservado casi desde que nacieron, y para el que apenas necesitaran hacer uso de lo aprendido, ya que siempre han existido subalternos que por «querer arrimarse a una buena sombra», hacen lo que se les pida .

La mayoría de cargos importantes en las empresas (por encima de jefe de equipo) son cargos políticos. Bien en relación a la política tradicional, o bien en referencia a la política de intereses interna de las cúpulas mandatarias empresariales.

En definitiva, que el pastel ya está repartido, y no están interesados en hacer que ese pastel sea accesible a todos, si demuestran merecérselo por motivos distintos al de pertenecer a una familia u otra, o tener buenos contactos con el partido o gobernante de turno.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Ser Ingeniero Informático es de derechas

jueves, 6 de noviembre de 2008
En esta ocasión, la actualidad es la protagonista. En EL MUNDO, se informa acerca de las protestas de varios colectivos de Ingenieros Informáticos debidas a la reforma universitaria prevista por el gobierno a través del ministerio correspondiente (Estrategia Universidad 2015) .

Según cuenta pormenorizadamente el Colegio Profesional de Ingenieros en Informática de Andalucía, esta titulación va a dejar de existir, al parecer, por lo siguiente:
«es una materia transversal, y por lo tanto no debe de concentrarse en una titulación concreta».

sábado, 1 de noviembre de 2008

Sectas y partidos políticos

sábado, 1 de noviembre de 2008
Para muchas personas el tener a un público a sus pies les resulta tan adictivo como una droga

¿Se puede diferenciar con facilidad un partido de una secta? En un primer momento se puede pensar que sí. Pero tal vez lo que ocurre es que los medios de comunicación, las ideologías y los prejuicios, «ayudan» a ver con un color determinado a aquellas agrupaciones más cercanas a cada persona, y de otro a las que no lo son tanto.

Para unos, un partido político les será poco menos que una secta, para otros lo será otro partido, el Opus Dei o la misma Iglesia Católica. Pero, ¿no es posible encontrar una definición precisa, que no dependa de la subjetividad de cada uno?

Iconos identificativos de las principales ordenes y sectas religiosasCuando en el seno de un grupo o sociedad no existe un acuerdo claro en encontrar un nombre adecuado a un concepto, el problema puede provenir básicamente de tres áreas: el concepto en si y cómo es interpretado por el grupo; por el grupo mismo, quien lo forma y como está organizado; y finalmente y tal vez el menos importante, por el vocablo a escoger.

Tal vez se pueda pensar que no existe tal problema. Inténtese pues buscar en nuestro lenguaje habitual una definición satisfactoria para «secta» de forma que permita identificar mínimamente sin ambigüedades, un grupo definido como tal de otro que no.

Si buscamos en la Wikipedia la definición de secta, se observa que está sujeta a un enconado debate. A saber: hay gente que, por ejemplo, considera al Cristianismo una secta. O se dan definiciones de forma que hasta una asociación de vecinos podría ser una secta. La acepción inicial y básica que se muestra en la enciclopedia libre mencionada es la siguiente:
Una secta es —desde el punto de vista sociológico— un grupo de personas con afinidades comunes (culturales, religiosas, políticas, esotéricas, etc).
Se puede comprobar fácilmente como esta definición carece de utilidad, por lo comentado en cuanto que cualquier grupo, asociación o comunidad se podría incluir en ella. Entonces ¿que hay de provecho en la información que se muestra en la Wikipedia?

Si buscamos en el artículo completo, tan solo se puede encontrar un par de conceptos que podrían ser válidos para una definición útil de secta, en el sentido mencionado anteriormente. Una de ellas sería la proporcionada por el filosofo Michael Langone:
Secta es un grupo o movimiento, que exhibe una devoción excesiva a una persona, idea o cosa y que emplea técnicas antiéticas de manipulación para persuadir y controlar (a sus adeptos); diseñadas para lograr las metas del líder del grupo; trayendo como consecuencias actuales o posibles, el daño a sus miembros, a los familiares de ellos o a la sociedad en general. [...] Dado que la capacidad para explotar a otros seres humanos es universal, cualquier grupo puede llegar a convertirse en una secta. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones institucionalizadas y socialmente aceptadas, tienen mecanismos de autorregulación que restringen el desarrollo de grupúsculos sectarios.

El filósofo Michael D. Langone
Habría que destacar de la definición de Langone dos cosas que permitirían distinguir una secta de otro grupo que no lo sea: el uso de técnicas antiéticas de manipulación para el exclusivo beneficio de la clase dirigente, y la necesidad de mecanismos de autorregulación que controlen estos comportamientos.

Por otro lado, en el diccionario de la RAE, tenemos la siguiente definición:
secta. (Del lat. secta).

1. f. Conjunto de seguidores de una parcialidad religiosa o ideológica.
2. f. Doctrina religiosa o ideológica que se diferencia e independiza de otra.
3. f. Conjunto de creyentes en una doctrina particular o de fieles a una religión que el hablante considera falsa.
Se observa como existe un tímido intento de inclinar hacia el lado de la religión el ámbito de aplicación del significado de la palabra, pero finalmente sucumben y le dotan de gran ambigüedad al introducir la ideología de por medio, ¿que tiene que ver la ideología con la religión? A causa de esta indefinición, las personas no tenemos las herramientas necesarias para distinguir e identificar unos grupos de otros. Nos falta algo que se ve y que se observa en las actitudes, pero que en la mayoría de ocasiones pasan desapercibidas al no poder darles nombre en nuestra mente. La carga peyorativa que pueda tener la palabra «secta», no es más que la carga subjetiva «ideológica» de cada uno.

Por esto mismo, tal vez la consecuencia más grave consiste en colocar al mismo nivel un grupo ideológico (escindido o no) de otro religioso. ¿Acaso se han de comportar igual los miembros del primero (p. ej.: un partido político) que los del segundo? Por lo visto en España si. Por lo visto es por esto por lo que no hay mecanismos de autoregulación en los partidos, ni en el sistema político. Por lo visto da igual la ética de las técnicas empleadas mientras sirvan al objetivo político. El de cada uno, el de «mi grupo», el «bueno». Da igual que sea el Cesar o el Papa (cesaropapismo), ideología que religión.

Pero, ¿que ocurre en otros lugares, en otras culturas o sociedades? Para no quedarse en la simple crítica sin dar alternativa u otra visión de estos conceptos, la propia Wikipedia brinda la oportunidad de comprobar como son interpretados y definidos los conceptos incluidos en ella, en otras lenguas e indirectamente, en las respectivas sociedades que las han utilizado para su desarrollo.

En cada artículo o entrada de la citada enciclopedia libre, existen en la parte inferior izquierda una serie de enlaces a través de los cuales es posible dirigirse hacia la definición equivalente en otras lenguas existentes en la Wikipedia. Si se prueba con las equivalencias en el idioma inglés, se obtiene un sorprendente resultado:

De Español a Inglés
Partido político Political party
Secta Sect
Culto Cult (religious practice)
De Inglés a Español
Cult ???
Sect Secta
Tabla 1. —
(Fuente: Wikipedia [acceso 1/11/2008])

Empezando desde la Wikipedia en Español, la primera definición entre las elegidas para este estudio tiene su equivalente en el idioma Inglés. Sin entrar en las propias descripciones de los artículos, hasta aquí no hay demasiados problemas. Estos aparecen al llegar a la definición de «Secta», que si se pulsa en su enlace correspondiente a la Wikipedia en Inglés, aparece el artículo de «Cult».

«The Cult», banda inglesa de «Hard Rock»Si se vuelve de nuevo a la Wikipedia en Español buscando lo que supuestamente debería corresponder a este concepto, «Culto», y se repite la operación, ahora si aparentemente en Inglés hay algo parecido, pero en referencia específicamente a la práctica religiosa —Cult (religious practice)—. Se podría decir que la definición en español de esta palabra, corresponde a lo que en inglés es esta en su parte relacionada con la religión, siendo «Culto» (Cult) en inglés algo que abarca un ámbito cultural mayor.

Repitiendo las mismas operaciones esta vez desde la Wikipedia en Inglés, y empezando la prueba con este última concepto, «Cult», se comprueba como no existe equivalente en la Wikipedia en el idioma Español. Se carece de dicha definición... ¿donde está entonces?

En el Idioma Inglés (según la Wikipedia), la diferencia entre Cult y Sect es clara. Se diferencia entre una «Secta» (ámbito estricto religioso y referido únicamente a escisiones de otra religión mayor) y «Culto» como corrientes genéricas culturales de todo tipo dentro de otras. Se diferencia incluso entre culto religioso y secta. En la Wikipedia en Español las corrientes culturales o ideológicas se entienden como sectas religiosas, o al menos se confunden. No sirve.

¿Cuál es la realidad?: la próxima vez que vayan a votar, tengan cuidado, no vaya a ser que voten a una secta ya que estas en España, pueden ser cualquier cosa. No hay costumbre ni al parecer, necesidad, de diferenciar entre comportamientos sectarios, radicales y perjudiciales para el individuo como los pueden haber en los partidos al supeditarse de forma total al líder, y una afinidad o corriente cultural natural entre las personas pero que no debe llegar a los niveles de una secta. El hecho de que no haya una palabra para diferenciar una cosa de otra es sintomático de que en la realidad cotidiana, se confunden.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Ministerio de Ambigüedad

miércoles, 6 de agosto de 2008
Las palabras con un significado ambiguo (con más de una interpretación posible) tienen el inconveniente de requerir más palabras o más información necesaria para poder conocer a cuál de esas posibles interpretaciones se refiere.

«Igualdad» es una de ellas. Decir que dos cosas son iguales casi resulta inútil, sino se acompaña de algo más. Siendo estrictos, no hay nada bajo el sol que sea igual ... perdón, exactamente igual entre si.

Por lo tanto, ya es necesario indicar hasta que punto se da esa igualdad mencionada, o también no vendría mal, aclarar en que facetas existe la misma. Sería interesante a su vez, discernir entre si esa igualdad es conveniente o no, y en que aspectos. De la misma forma, será necesario averiguar cómo se puede lograr dicha igualdad en caso de ser adecuada, o cómo evitarla en caso contrario:
Estos dos automóviles son iguales
¿En qué? ¿de rápidos? ¿de malos? ¿de color? ¿de tono de color? ¿de marca? ¿son cabriolet? ¿son deportivos?... es necesario e indispensable que se nos facilite más información, de lo contrario puede significar cualquier cosa. Lo normal es que dentro del contexto se pueda encontrar respuesta a todas estas consideraciones.
La nueva y joven ministra al frente del nuevo Ministerio de la Igualdad
El actual gobierno Español decidió incluir una nueva cartera ministerial sumándola a las existentes, poniendo además al frente de la misma a la persona más joven que jamás ha tenido nuestro país en dicho puesto, provocando una gran repercusión mediática. Dicho ministerio es el ya conocido Ministerio de Igualdad, cuyas competencias estaban antes incluidas dentro del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Hasta ahora, el campo de actuación de los planes de igualdad, se enmarcaban dentro de lo laboral y en lo social en aquellos casos en los que la Constitución no llegara:
Constitución Española de 1978, artículo 14.
Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Aunque parece que queda bastante claro, sin embargo existen todavía casos en los que esta igualdad ante la ley, no se cumple. Lo racional es que en primera instancia, sea el Ministerio de Justicia a través de las fuerzas de seguridad los que hagan cumplir la ley citada. No obstante, puede ocurrir que la denuncia de alguna irregularidad sea más problemática que aceptar la discriminación, debiéndose intervenir para impedir estas injusticias estableciendo regulaciones o sistemas de denuncia distintos a los civiles o penales para facilitar este proceso y evitar esta situación. No debería ser necesario aclarar que esa intervención debe ser igualmente acorde a todo lo anterior en cuanto a la igualdad y legalidad, en los términos explicados.

Con la creación de este ministerio y la inclusión en el de las llamadas «políticas de igualdad», lo primero que logra el gobierno con esta medida es descontextualizar las funciones que antes competían al anterior ministerio. Solo por esto, no se ha ganado mucho de momento, más que añadir algo de confusión. Los posibles motivos para este cambio pueden ser:
  • Las anteriores funciones han de ser ampliadas en su ámbito de aplicación fuera del marco socio-laboral en donde se encontraban, continuando no obstante todavía sin definir con claridad.
  • Lograr una repercusión mediática tanto por la persona puesta al frente, como por el hecho en si mismo de la creación de esta cartera ministerial.
  • Poder intervenir en la sociedad a todos los niveles con un supuesto respaldo mediático y moral.
Para averiguar de que trata todo esto sobre la búsqueda de la igualdad por parte de este ministerio, sería necesario leer varios documentos algo extensos. Con el objeto de ahorrar esfuerzo al lector, tal vez el siguiente resumen le sea útil:

Para tener una idea de que tipo de actuaciones va a emprender el gobierno, ojeando el documento sobre la Ley de Igualdad (LEY ORGÁNICA 3/2007, de 22 de marzo) se puede leer el siguiente párrafo:
Artículo 11. Acciones positivas.
1. Con el fin de hacer efectivo el derecho constitucional de la igualdad, los Poderes Públicos adoptarán medidas específicas en favor de las mujeres para corregir situaciones patentes de desigualdad de hecho respecto de los hombres. Tales medidas, que serán aplicables en tanto subsistan dichas situaciones, habrán de ser razonables y proporcionadas en relación con el objetivo perseguido en cada caso.
Queda claro que para lograr esa ansiada igualdad se aplicarán por ley medidas desiguales según el sexo. Lo que no queda muy claro es a que clase de igualdad se refiere, ya que según esto, ya no es la de ante la ley tal y como marca la Constitución. Más adelante se encuentra una orientación de las actuaciones previstas, a saber: aplicación de medidas de igualdad de número de hombres y mujeres en cargos administrativos, en las plantillas de empresas de más de 250 trabajadores o para confeccionar listas electorales, entre otras; sin especificar otro criterio de valoración además del sexo, y en todo caso el de los alcanzados en los respectivos convenios colectivos. Parece ser que los jueces encuentran correcta la exigencia de la «paridad» hombre/mujer en la confección de listas electorales. En este caso, mientras los que hagan las listas sean exclusivamente los partidos y no sus genuinos responsables, los ciudadanos, no importa mucho una cosa que otra.

Para profundizar aún más en los motivos y en el espíritu de estas medidas y acciones ya especificadas y las futuras que puedan venir, se puede probar con el Plan Estratégico de igualdad de Oportunidades (2008~2011), en donde claramente se puede leer:
PRINCIPIOS INSPIRADORES
(..)
Igualdad: La igualdad debe ser considerada como un valor en sí mismo. Las mujeres constituyen, al menos, el 50% de la población. No se trata, por tanto, de un colectivo. Ninguna sociedad puede permitirse el lujo de prescindir de la mitad de su potencial intelectual y humano. Desde esta perspectiva, lo importante no es sólo reparar situaciones de discriminación, sino recuperar el valor de la incorporación de las mujeres en paridad para el crecimiento económico y la modernización social.
Según esto, no se trata de aprovechar el capital humano de la mejor forma, sino de que obligatoriamente al menos la mitad de ese capital humano tiene que ser el proporcionado por personas de sexo femenino. Si ese capital humano es desempeñado mejor por personas mayoritariamente de un solo sexo, no interesa, y si son hombres, menos. Muy «igualitario», si señor, pero no se sabe en que. Se asume sin justificar debidamente la igualdad aritmética hombre/mujer en la sociedad como la mejor forma de aprovechar el capital humano, cuando la lógica dice que esto es más una traba que otra cosa, y que sería la igualdad de oportunidad sin distinción de sexo y en función principalmente de su valía intrínseca como ser humano, lo que se habría de buscar. Se descarta esta búsqueda y se aplica el rasero burdo del 50%, desechando igualmente que se pueda valorar a las personas como tales y por su capacidad y no por el sexo, justo lo contrario de lo que se deseaba, con lo que las políticas de elegir «a dedo» van a seguir existiendo exactamente igual que antes, puede que más.

Se sustituye además la tradicional y caduca obligación doméstica prácticamente superada al fin en cuanto a deber femenino, y se cambia por la pretensión de imponer un obligado modelo social y familiar en el que los dos componentes necesariamente han de trabajar fuera de casa. En este sentido, otra cosa preocupante es cuando se manifiesta en concreto lo siguiente:
Ninguna sociedad puede permitirse el lujo de prescindir de la mitad de su potencial intelectual y humano (...) recuperar el valor de la incorporación de las mujeres en paridad
Por supuesto que, como se decía, las personas más cualificadas han de estar donde mejor desempeñen su valor, independientemente del sexo o cualquier otra condición, como igualmente pone en el artículo indicado de la Constitución. El problema de esta frase es lo que da a entender de lo que es «prescindir», pareciendo que se refiere a los trabajos domésticos. De esta forma se menosprecia y se descartan definitivamente las labores domésticas como la educación de los hijos, por ejemplo, como algo «sin valor», independientemente de quien la desempeñe. Continuando con el mismo documento un poco más adelante, se van aclarando las cosas:
PRINCIPIOS RECTORES
(...)
1. La redefinición del modelo de ciudadanía en concordancia con la igualdad de género, que entiende la igualdad más allá de la equiparación de lo femenino con lo masculino y considera lo femenino como riqueza (...) De ahí que lo masculino deba, ya, dejar de ser considerado como referencia universal y medida de la experiencia humana (...)
(...)
Por si quedaba alguna duda, uno de los objetivos finales es nada más y nada menos que redefinir todo el concepto de ciudadanía, lo que define a la persona en el ámbito político y social, algo que es realmente muy propio de un gobierno socialista. Y algo que evidencia la tremenda empanada mental de al menos, los redactores del documento en cuestión, es la última frase reseñada:
De ahí que lo masculino deba, ya, dejar de ser considerado como referencia universal y medida de la experiencia humana
Esta aseveración se supone que tiene su origen de ser en el convenio lingüístico de utilizar el género neutro como coincidente con el masculino (o viceversa), siendo el género femenino una excepción o incluso una distinción, cosa que coincidiría paradójicamente bastante con el deseo de considerar lo femenino (en referencia al sexo... o no) como sinónimo de riqueza.

Es decir, el sexo masculino dejó de ser hace tiempo todo eso que se afirma, si es que alguna vez lo fue en otro sito que no sea la calenturienta mente de algunas personas, que no se duda que las hay, empezando por los que elaboran semejantes informes. Confundirlo con el uso del género masculino en estos términos es sencillamente, no tener ni idea.

Dejando aparte la cuestión ideológica con la que se puede estar o no de acuerdo, es una lástima que intenten todo esto de forma un tanto artera y engañosa bajo la escusa de la igualdad de sexos y amparándose en la ambigüedad de algunas palabras, elevándolas a ministerios.

martes, 24 de junio de 2008

Consecuencias

martes, 24 de junio de 2008
En un artículo anterior, se comentaba acerca del comportamiento y estrategia del actual partido en el gobierno en la pasada campaña electoral para las Elecciones Generales de 2008, así como del programa propuesto por este partido para la actual legislatura. Como ya saben los lectores de esta bitácora, el hecho de que el resultado les haya sido favorable no es un factor útil para valorar el contenido de la misma, aunque si para constatar que fue acertada dicha estrategia electoralista para conseguir estar otros cuatro años más ocupando los cargos públicos y políticos, que los ciudadanos españoles sustentamos con nuestro esfuerzo diario.


Se decía en el artículo mencionado y los comentarios, que el programa ofrecido a los ciudadanos aportaba soluciones ambiguas a problemas igualmente indefinidos. El fundamento consistía principalmente en señalar los errores del contrario, estigmatizarlo, demonizarlo y aprovechar la imagen del candidato principal, Don José Luis Rodriguez Zapatero, dándole un aire mesiánico que el mismo promueve cuanto puede. El resto eran promesas y buenas intenciones para ocultar la realidad de la situación, para poder continuar adelante con la espiritualidad y buenísmo de su oferta.

Ahora que ya nada podemos hacer los ciudadanos hasta dentro de cuatro años, se ha podido constatar que esto era una mentira deliberada, llevada hasta tal término de irresponsabilidad que no se tomo en su día ninguna acción para contrarrestar la ya tristemente famosa «desaceleración», para no provocar sospechas.

No desear aceptar la realidad, vivir en el útero e intentar infantilizar a la sociedad en su provecho es un arma de doble filo, ya que aquellos que realmente padecen los rigores de las carestías provocadas a consecuencia de esta actitud, no son susceptibles al engaño.

Los transportistas y la huelga

Los transportistas han protagonizado con su reciente huelga un episodio de protesta que ha llegado ha adquirir en ocasiones tintes dramáticos. Si bien es verdad que los medios de comunicación en su tónica habitual de servicio al poder establecido han demonizado igualmente a los huelguistas y seguramente exagerado algunas informaciones, los trabajadores de este sector, viendo como se ignoraban los problemas que afectaban a su sustento vital, optaron por solucionarlo a la tremenda llevándonos al resto de ciudadanos a pasar por una situación no deseable, aunque merecida en buena parte.

Se ha hablado mucho sobre la forma en cómo los transportistas que han participado en la huelga han llevado a cabo dicha protesta. En esta ocasión se van a señalar otros puntos que no se han mencionado en los canales principales, y que se consideran importantes a la hora de comprender al menos, que opciones existían y que posibilidades de éxito tenían, que es al fin y al cabo lo que presuntamente se pretende: conseguir que las reivindicaciones sean atendidas suficientemente.

Se decía al final del mismo artículo de esta bitácora que está siendo recordado, que cualquier autónomo sabe valorar las acciones de gobierno sin tener titulaciones universitarias de ciencias políticas o económicas, al sufrir las consecuencias en su propia persona y negocio. De la misma forma se ha podido advertir, que en esta partidocracia aquellas minorías que no tienen un grupo de presión importante que les defienda (llámense sindicatos mayoritarios o partidos políticos), asisten impotentes a como sus problemas son sistemáticamente ignorados mientras que su gobierno negocia para conseguir la paz, con delincuentes que provocan ellos mismos la guerra.

Ejercicio de lógica

No es necesario tampoco poseer un título universitario en matemáticas ni en filosofía para extraer una conclusión lógica a la situación planteada: hasta que no se corten carreteras no nos van a hacer ni puto caso. De esta forma, se cumple con una sencilla premisa planteada hasta la saciedad en la famosa Ley de Murphy:
Si algo puede salir mal, saldrá mal
Si se dan las condiciones para el desastre y no se hace nada, tan solo será necesario esperar para que ocurra.

Falta de memoria

Se suele decir que el ciudadano español tiene poca memoria. Cada cuatro años vota solo valorando lo ocurrido en el último mes, como mucho. Pretender entonces que se conozca la Historia es una pretensión condenada presumiblemente al fracaso. Teniendo en cuenta las diferencias existentes debidas a la perspectiva y coyuntura histórica, en la Historia Española han ocurrido sucesos parecidos en donde el pueblo llano no tubo más remedio que sublevarse ante los continuos despropósitos de los gobernantes: la Revuelta de los Comuneros en la Corona de Castilla (1520-1522); y la Revuelta de las Germanías, en el Reino de Valencia (Corona de Aragón, 1519- 1523), las cuales fueron igualmente sofocadas por el poder, llevándonos a la situación actual tras muchos tropezones graves.

Para no irse tan lejos en el tiempo, tan solo hay que volver a la última campaña electoral y recodar la burla de la que eran objeto aquellos que, obstaculizando los objetivos electoralistas del actual partido en el gobierno, se mostraban escépticos y críticos ante la situación de precrisis en clara actitud sacrílega. Vean, vean y recuerden, seguro que si es usted transportista, posee una inmobiliaria o es vendedor de automóviles, se va a descojonar:


También en este blog se advertía: si no es usted de los colectivos profesionales mencionados y la próxima vez le toca pasarlas canutas, acuérdese de esto y no se pregunte por qué es tan desgraciado.

lunes, 16 de junio de 2008

El espíritu humano

lunes, 16 de junio de 2008
... porque quien quiera verdades absolutas, dogmas incuestionables e inamovibles, debe mirar hacia otro lado, que no es el de la ciencia. Ésta solo elabora hipótesis, vacilantes aproximaciones a la verdad, que siempre pueden ser modificadas total o parcialmente por la fuerza de los hechos: pero es lo mejor que el espíritu humano es capaz de crear.

Arsuaga, J. L., El collar del neandertal: en busca de los primeros pensadores. 8ª ed. Madrid: Temas de Hoy, 1999, p. 40

viernes, 2 de mayo de 2008

El gobierno de las personas (4ª y última parte)

viernes, 2 de mayo de 2008
Los Estados Unidos y el concepto de democracia en España

Los Estados Unidos son un problema para la democracia en España y en gran parte del resto del mundo. Lo son porque pueden elegir directamente a su presidente o Jefe de Estado y del ejecutivo. Además, pueden elegir por separado a los congresistas del poder legislativo, y lo pueden hacer por distritos y al candidato que elijan. Los ciudadanos tienen también, la posibilidad de protestar oficialmente a sus representantes, incluso en caso extremo, revocarlo de su cargo.


Por otro lado, su poder judicial es seguramente el que goza de mayor autonomía en el mundo, consiguiendo que un ciudadano este bastante más a salvo que en prácticamente cualquier otro sito, de los desmanes que pueda tener un gobernante si todos los filtros anteriores fallasen.

Los partidos tienen mecanismos democráticos por los cuales se eligen a los que luego serán los candidatos para finalmente ocupar los cargos públicos. En definitiva, en cuanto a democracia representativa los EUA son seguramente el país que mejor y más modélicamente ha conseguido implementar esta para su gobierno.

Sin embargo...

El gobierno federal mantiene unas instalaciones en Guantánamo en donde se tortura y se recluye de forma penosa a presos políticos. Dicho gobierno, se cree con legitimidad para intervenir militarmente donde le plazca, y su Jefe de Estado goza de más poder que ningún otro ser humano sobre el planeta. Aunque dicho poder no pueda caer sobre los ciudadanos de su pais, si que decide sobre los del resto. La permisividad en la tenencia de armas y la cultura pistolera tradicional americana, crea en la juventud serios problemas como el del Instituto Columbine, además de una gran inseguridad en las calles. La cultura exageradamente capitalista fomenta la ausencia de valores, midiéndose casi todo en función del rendimiento económico. La propiedad intelectual no existe, solo la capacidad de explotar una idea (explotarla económicamente, claro), o se encuentra normal que los políticos se sometan a los patrocinadores económicos. El pavor al régimen comunista, heredado de la Guerra Fría (algo así como en España, la repulsa heredada de la Guerra Civil a todo lo que huela aunque sea de lejos, a antiguo régimen) provoca que tener un sistema de seguridad social, por ejemplo, sea casi pecado.

En definitiva, que los americanos han decidido utilizar uno de los sistemas más democráticos que existen, de la forma explicada. Ya, en realidad no tiene nada que ver una cosa con la otra, es su cultura y tienen derecho a tenerla como prefieran, pero, a ver quien explica esto aquí. A ver quien explica que esa es su forma de hacer las cosas y que un sistema democrático como en El Canadá, en Nueva Zelanda o incluso Chile (dejando aparte el sistema binomial), no tiene que acabar igual, como de hecho, no acaba.

Prejuicios

Esto se relaciona con el error común que pensar que ser democrático, es ser tolerante, enrollao, solidario hasta bajarse los pantalones (o sea, al contrario que en los EUA, supuestamente), pero al mismo tiempo, se piensa también que dejar que el gobierno esté bajo un mayor control de los ciudadanos es un peligro, ya que estos tiraran todos para su casa y se armará una buena. O sea, que tenemos que hacer lo que nos digan para ser buenos.

La solución no es que unas personas coarten la libertad a la del resto, con el pretexto de que son los gobernantes, o están al frente de un estado. Para que haya democracia, es decir, libertad e igualdad entre las personas, ha de haber una separación o independencia de poderes correcta, que limite que hayan excesos por parte de algún sector que ha acaparado un poder excesivo. En definitiva, lo que se ha estado hablando en los artículos anteriores del problema de la humanidad durante toda su existencia.

Conclusión

Para no engañarse, hay que ser conscientes de que todo sistema se basa por desgracia, en saber aprovecharse del de abajo en la jerarquía. Desgraciadamente, en todo grupo humano se cumplen una serie de premisas: aquel que o bien como antaño mediante la fuerza o el acaparamiento de recursos, o como antes y ahora mediante el fanatismo fundamentalista de cualquier índole, o en cualquier caso, mediante la manipulación y el convencimiento haciendo uso de las habilidades persuasivas, de su inteligencia o de su experiencia; unos seres humanos acaban aprovechándose de la falta de capacidad de otros.

Los logros de la humanidad a lo largo de su historia, los que la gente buena y capaz han podido llevar a cabo ayudados por otros, han sido precisamente los de limitar el grado de aprovechamiento de las clases gobernantes, además de lograr que esta, la clase dirigente, no sea siempre la misma. Como se decía al principio, contrariamente a lo que piensa mucha gente, la democracia no es un sistema político en donde todo el mundo ha de ser gente dialogante, guay, enrollada, no, la democracia basa su principio en justamente lo contrario. Es un sistema férreo en donde se vigila que nadie, sea quien sea y ocupe el cargo o posición que ocupe, ponga la pierna encima al de al lado: es un sistema que se basa en la desconfianza.

Las personas nos comportamos de forma egoísta, y a poco que tenemos la oportunidad nos aprovechamos del inferior cuanto podemos. Gracias a que hay leyes, ese aprovecharse de los demás está regulado. Según como sean las leyes, se logrará en mayor o menor medida que todos tengamos igualdad de oportunidades, y seamos libres de actuar. El resto corre de nuestra cuenta.

Creer que las personas no podemos idear un sistema político justo y eficaz en nuestros momentos de lucidez, es como creer que las personas no somos capaces de crear un programa de ordenador lógico, optimizado y correcto, para por ejemplo, escribir este artículo y que ustedes lo puedan leer, cuando lo deseen.

jueves, 1 de mayo de 2008

El gobierno de las personas (3ª parte)

jueves, 1 de mayo de 2008
Algunas respuestas a los artículos anteriores

Existen determinados vicios meméticos fácilmente observables en la sociedad española que impiden a esta superar ciertas fases. Maniqueísmos, sectarismos, envidias y algunos defectos más, parecen unirse para apuntar en la misma dirección y sentido negativo. Los factores positivos que tiene la sociedad española que podrían compensar, parecen apuntar en otra dirección, ignorando los males mencionados al ir por otro lado. Precisamente el primer punto que se va a exponer trata de esto:

...yo de política no opino...

Esta expresión, recogida incluso en un blog, evidencia la incomodidad habitual de la gente para hablar de política, cosa hasta cierto punto comprensible por los motivos que se verán más adelante. El problema es que parece que se ha automatizado este comportamiento, se ha generado un rechazo sistemático, tal vez ante la perspectiva de lo que se nos avecina cuando alguien menciona un temita de estos.

Esta auto-exclusión de la política, arraigada en la ciudadanía, es nefasta a la hora de pretender que los políticos actúen por el interés común. Si el ciudadano se desentiende y deja a los políticos que hablen, discutan y peleen por «sus asuntos»... ¿que se puede esperar de ellos?

No se trata de arreglar el mundo, pero, alguna opinión tendremos que tener. ¿Por qué ha de valer más la opinión de un político, que tampoco va a arreglarlo y que la mayoría de las veces se mueve más por motivos personales, enchufes, prebendas y pelotazos? Puede que hasta lo estropee más. Realmente, rara vez lo arreglan.

En una democracia funcional, la opinión de los ciudadanos es la verdaderamente importante si se desea tener un control sobre las acciones y resultados de las mismas, que protagonizan nuestros representantes políticos. Dicho de otra forma, no se trata de decidir aspectos de gobernación, esta labor la cumplen esos representantes que se han elegido para la que supuestamente tienen capacidad, sino precisamente de evaluar el grado de esta en función del resultado y de como afecta a la sociedad. No es únicamente la discusión en el Bar de la esquina, sino la posibilidad de intervenir en el gobierno que efectúan nuestros representantes ¿que otra cosa puede ser sino, la democracia?

El evitar opinar ni tan siquiera, o hacerlo a escondidas o con temor a la contestación, es síntoma claro de la falta de libertad política que el actual sistema propicia, incluyendo en este a la propia sociedad.

La crítica entendida como elemento totalitario

Es difícil opinar cuando el mero hecho de hacerlo, es interpretado como un ataque directo a la otra persona (o grupo) en caso de no coincidir. Se está tan acostumbrado a la polémica dialectal, que el dar tu propia versión te convierte en un adversario para los que no opinan de la misma forma.

La sucesión en la Historia Española de sistemas de gobierno autoritarios, incluido en gran medida el actual, en donde el ganador del poder posee una capacidad de decisión que hace tambalear (dictadura de la mayoría) la garantía de los derechos individuales (educación, lengua, justicia...), o en donde las decisiones tomadas lo son por motivos electoralistas, sin creer en ellas, ni ser verdaderamente demandadas por la sociedad, es con toda probabilidad el causante de este vicio. La pluralidad se convierte en temor, en un defecto en lugar de en una virtud, y el dialogo se hace muy difícil. Se asume que la opinión distinta está en contra tuya, sin entender que simplemente es eso, distinta. Se sustituye el debate por la polémica.

Política y principios

Estos ticks nefastos vistos hasta ahora, se resumen y se pueden ejemplificar en los debates suscitados en torno a dos sucesos recientes: la acusación a Aznar por «crímenes de guerra» y el «no a la guerra», protagonizados en parte ambos por el actor Javier Bardem, recientemente oscarizado.

Se asume con normalidad pasmosa que se ataque políticamente a algún gobernante (o ex) utilizando cualquier pretexto sin creer en absoluto en el. Se defiende la difamación y la calumnia del adversario, y se utilizan eslóganes mediáticos y demagógicos como el «no a la guerra», admitiendo final y abiertamente que se hace únicamente por motivos políticos, y que la carga humanitaria que pueda tener el mensaje, solo es útil y válida cuanto más daño cause en la imagen social del adversario. Esto que puede tener algún tipo de sentido en profesionales de la política, resulta descorazonador cuando es protagonizado por un ciudadano cualquiera, haciendo suyo lo que en realidad son estratagemas políticas urdidas por las «inteligencias» de los partidos.

Sectarismo, maniqueísmo, confundir la parte por el todo

Este sectarismo arraigado prácticamente desde chiquillos, se extiende a todos los ámbitos sociales y se manifiesta de varias formas. Uno de los más habituales es el de confundir la parte por el todo. Se asume que en cuanto varias personas se agrupan, se crea como una especie de amalgama impersonal (colectivismo), que hace desaparecer cualquier atisbo de independencia o individualidad, de forma tal que lo opinado por alguien es admitido y asimilado tanto externamente como por los propios integrantes del grupo, como perteneciente a todos y cada uno de sus componentes.

Claramente se puede observar este fenómeno, en los partidos políticos, donde la discrepancia está prácticamente prohibida, o se interpreta esta como «división», tal y como está ocurriendo últimamente en el Partido Popular tras las últimas elecciones. Están conmocionados por haberse dado cuenta de algo sorprendente ¡¡cualquiera puede ser elegido por votación a presidente del partido, sin que lo elijan a dedo!!

Otro ámbito fuente o sumidero, según se analice, de estos comportamientos es el Fútbol. Un escenario en donde el espectador prácticamente se olvida que existe el resto del mundo. Únicamente dos opciones sobre el terreno, y durante la contienda, los seguidores de un bando no verán nada de lo bueno que haga el contrario, y al mismo tiempo, cualquier trampa, argucia o falta cometida por el propio, es ignorada, admitida e incluso aplaudida. Si si, estoy hablando ahora de fútbol, no del último debate electoral.

Como ejemplo ilustrativo de estos conceptos, puede valer este enlace de un artículo de un blog, en donde además de justificarse veladamente la negociación con terroristas, se pretende incapacitar al PP al completo para criticar esta medida, mostrando únicamente a Zaplana reunido con unos señores desconocidos que según se dice, son terroristas. La cuestión de si la critica a la negociación está justificada o no, carece de importancia, solo importa que está mal criticar, según a quién, y según quien lo haga.

Relativismo

Esta carencia de posturas firmes imposibilita estipular un camino determinado, fijarse unos objetivos a cumplir y evaluar los logros alcanzados. Pero eso si, permiten a los que lo practican, permanecer en el poder todo el tiempo que quieran y bajo cualquier situación. Se puede ser nacionalista catalán si se requiere para ganar las elecciones, juguetear si hace falta con grupos y asociaciones pro-terroristas e independentistas, y al mismo tiempo ser más españolista que nadie (aunque tengan que copiar).

Como dijo aquel gran personaje de la historia moderna de España: im-presionante (en dos palabras)


continuará...