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domingo, 29 de enero de 2017

Contaminación por CO2

domingo, 29 de enero de 2017
El CO2 no es tóxico. Su único efecto "contaminante" es el de "invernadero" que también es necesario

Cuando la política se mezcla con otros ámbitos el resultado suele ser un combinado complicado. El nacionalismo lo hace con la Historia, el fundamentalismo con la religión y se podría decir que a pesar de lo que los neoliberales predican, hacen lo propio con la economía. Otro es el del cambio climático. El periodista científico John Horgan explica que hay en este ámbito algunas partes demostradas con hechos y otras que no son más que meras opiniones. En política se ha de asumir que todo son opiniones ya que, si hay hechos que demuestren algo no es necesario ningún debate sobre ello. Sí debido a algún interés político se ha de cambiar una situación para que le sea más favorable a algún grupo, aún a pesar de ir en contra de los hechos, hay que lograr que las opiniones tengan tanto o más peso que los hechos. ¿Cómo lograrlo? Bien, una manera puede ser la de aumentar la confusión. Ya lo dice el dicho: a río revuelto, ganancia de pescadores.

Uno de los factores que contribuyen al cambio climático es el llamado «contaminación por CO2». Cuando se habla de él es habitual acompañarlo de imágenes en las que amenazadoras chimeneas industriales expulsan sus sucios y negros gases a la atmósfera. O bien se representa una «temible» planta de energía nuclear expulsando enormes cantidades de humo al espacio. Claro, la relación es inevitable: si es contaminación tienen que ser algo sucio, tóxico o radiactivo. El problema es que el gas mencionado no posee ninguna de estas características ¿A qué se refieren con contaminación? Si se acude a la Wikipedia, la contaminación atmosférica se define como:
la presencia en el aire de materias o formas de energía que implican riesgo, daño o molestia grave para las personas y bienes de cualquier naturaleza, así como que puedan atacar a distintos materiales, reducir la visibilidad o producir olores desagradables
Parece bastante adecuado. Sin embargo, en la lista de productos que pueden ocasionar esta contaminación nos encontramos al mismo nivel el mencionado CO2 o dióxido de carbono, junto al CO o monóxido de carbono. Claro, es necesario saber que a pesar de tener como diferencia un «simple» átomo en la molécula de oxigeno, los efectos de estos dos gases son completamente distintos. Un conocimiento para el que no debería ser necesario ir al congreso química 2017 para encontrarlo y al que se debe tener acceso desde la educación básica. El monóxido de carbono es mortal para los seres vivos y el dióxido de carbono no sólo no es tóxico, sino que forma parte fundamental del ciclo de la vida en la Tierra. Es lo que se le añade al agua para formar refrescos ¿Es serio colocar uno junto al otro cuando se habla de contaminación? ¿no debería añadirse otra categoría de elementos potencialmente peligrosos en función por ejemplo, de su concentración, de su cantidad o de según el modelo teórico utilizado? Un intento de aclaración nos lo proporciona National Geographic con la siguiente cita:
El dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero, es el contaminante que está causando en mayor medida el calentamiento de la Tierra. Si bien todos los seres vivos emiten dióxido de carbono al respirar, éste se considera por lo general contaminante cuando se asocia con coches, aviones, centrales eléctricas y otras actividades humanas que requieren el uso de combustibles fósiles como la gasolina y el gas natural. Durante los últimos 150 años, estas actividades han enviado a la atmósfera una cantidad de dióxido de carbono suficiente para aumentar los niveles de éste por encima de donde habían estado durante cientos de miles de años.
A pesar de que el dióxido de carbono no es en absoluto tóxico sino que todos los seres vivos lo producimos, se considera como contaminante sin embargo si es el resultado de ciertas actividades. En el caso de las centrales nucleares el gas expulsado no es más que vapor de agua, ya que a pesar de la tecnología empleada la generación de electricidad se produce de forma convencional. El factor diferenciador parece ser que si bien los seres vivos hemos estado sobre el planeta desde milenios —aunque el aumento exponencial de población también es causante de una mayor cantidad de CO2—, es la Revolución Industrial y las actividades que se han derivado de ella las que han incrementado de forma significativa la expulsión de dióxido de carbono —CO2— a la atmósfera, junto a otras sustancias tóxicas o mortales como el monóxido de carbono —CO—. Pero esos humos negros, sucios y desagradables no tienen ese aspecto por llevar CO2.

Es inevitable pensar que hay cierta intención de apelar al sentimiento —un sofisma patético— para no necesitar dar todas estas explicaciones. Una vez más, se infantiliza al ciudadano recurriendo a trucos visuales que realmente no arrojan ninguna luz sobre lo que ocurre verdaderamente. Paradójicamente, causa más preocupación un gas que no es tóxico que otros que sí son mucho más molestos o directamente mortales. Sin embargo, el poder visual de todas esas imágenes no proviene del mismo gas. En definitiva, una incongruencia que hace que se defiendan cosas opuestas a pesar de hablar de lo mismo. La rutina de todos los días, desgraciadamente, discusiones circulares que no llevan más que a mantener a la sociedad en eterno enfrentamiento, mientras los responsables continúan intocables. Una cosa es el cambio climático causado por el efecto invernadero y otra la contaminación atmosférica causada por la existencias de elementos tóxicos en el aire. Las dos son necesariamente evitables pero en un grado completamente distinto. Se trata de una cuestión de dosis. No es un problema nuevo, se trata tal vez del problema —o del reto, según como se quiera ver— que la humanidad todavía no ha aprendido a manejar desde que se convirtió en sedentaria: controlarse a si misma.


domingo, 11 de diciembre de 2016

Cambio climático: hechos contra opiniones (por John Horgan)

domingo, 11 de diciembre de 2016
Los datos muestran que hay un cambio climático en el que el ser humano tiene mucho que ver
Es un hecho, no una opinión, que el consumo humano de combustibles fósiles ha incrementado las temperaturas globales en el último siglo. Fuente: NASA

¿Qué hay realmente tras la polémica relacionada con el aumento de temperatura o calentamiento global, también conocido como «cambio climático»? ¿absolutamente todas las medidas políticas que se proponen tienen su correspondiente justificación científica? Para intentar contestar a esta pregunta tal vez lo mejor sea el siguiente texto, extraído, traducido y adaptado de un artículo de John Horgan para Scientific American. El texto intenta según el autor, diferenciar de la forma más clara posible entre hechos probados y opiniones subjetivas. Las conclusiones puede extraerlas el propio lector:

Cambio climático: hechos contra opiniones

Por John Horgan el 1 de octubre de 2015 para Scientific American
La próxima semana, voy a asistir a una reunión de académicos, periodistas, activistas y otras personas sobre la polarización política en la ciencia. Me la han pedido para dar inicio a una discusión de "lo que está establecido y lo que está en duda" en el debate sobre el cambio climático. En otras palabras,  ¿cuáles son los hechos y cuáles son las opiniones?

Este post es una vista previa de lo que planeo intentar decir en la reunión. Mi primer punto será que no hay nada decidido. Cada llamamiento sobre el cambio climático es impugnado por alguien —fanfarrones que trabajan para el presidente, por ejemplo. Así que la siguiente lista, sesgada hacia los temas que he escrito, representa mi opinión de lo que son hechos y opiniones. Los comentarios son bienvenidos.

Hechos sobre el cambio climático

HECHO: El dióxido de carbono, un subproducto de la combustión de combustibles fósiles, es un gas de efecto invernadero, que atrapa la radiación solar en la atmósfera. (Fuentes de mis primeros siete "hechos" incluyen la NASA y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático).

HECHO: El aumento del consumo humano de combustibles fósiles durante los últimos dos siglos ha aumentado los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera. El CO2 atmosférico ha superado recientemente las 400 partes por millón, el nivel más alto en los últimos 800.000 años.

HECHO: Como resultado del aumento de dióxido de carbono en la atmósfera, las temperaturas superficiales globales han aumentado alrededor de un grado centígrado desde 1880. Los 10 años más cálidos jamás registrados, con la excepción de 1998, se han producido desde el 2000. El 2014 fue el año más caluroso jamás registrado.

HECHO: El hielo del Ártico y los glaciares en todo el mundo se han reducido notablemente en las últimas décadas, aunque en 2014 "El hielo que rodea La Antártida alcanzó un nuevo máximo histórico", según la NASA.


HECHO: El nivel del mar ha aumentado 17.02 centímetros durante el siglo pasado como resultado del calentamiento global inducido por el ser humano. Este aumento del nivel del mar, que está acelerándose, hace que las tormentas costeras sean más destructivas.


HECHO: En extrapolaciones razonables a partir de las tendencias actuales sugieren que un consumo incontrolado de combustibles fósiles aumentará el riesgo de inundaciones costeras, sequías, tormentas, olas de calor, escasez de alimentos y agua, y otros efectos nocivos.


HECHO: Un consenso de los expertos científicos cree que el consumo de combustibles fósiles está impulsando el calentamiento global.


HECHO: Los expertos científicos pueden estar equivocados.


HECHO: Algunas críticas influyentes del consenso científico sobre el cambio climático han sido motivadas por ideologías pro-capitalistas y anti-socialistas.


HECHO: No todos los que dudan del consenso científico sobre el cambio climático están ideologizados o son idiotas.


HECHO: Algunos activistas de izquierda han utilizado el cambio climático para promover una agenda socialista.


HECHO: El consumo de combustibles fósiles que fue clave para la revolución industrial, en los últimos dos siglos ha incrementado los ingresos globales en un promedio de seis veces y ha disminuido la proporción de personas que viven en la pobreza extrema.


HECHO: Estados Unidos, históricamente, ha sido el mayor emisor de dióxido de carbono y por lo tanto tiene la mayor responsabilidad por el cambio climático.


HECHO: Los que están de acuerdo en que el cambio climático representa una amenaza significativa difieren sin embargo acerca de la propia gravedad de la misma, de como debe ser contrarrestada y de cómo debe ser discutida en público.


HECHO: La contaminación por el carbón provoca cientos de miles de muertes prematuras cada año.

Opiniones sobre el cambio climático

OPINIÓN: Si la humanidad no toma medidas drásticas para reducir el consumo de combustibles fósiles, la civilización puede colapsar.

OPINIÓN: El cambio climático podría hacer más probables los conflictos armados, como las guerras por el agua.

OPINIÓNEl calentamiento global ya está causando eventos "extremos" climatológicos, como los huracanes Katrina y Sandy y la actual sequía en California.


OPINIÓNLa energía nuclear es necesaria para contrarrestar el cambio climático.


OPINIÓN: El auge del gas natural, hecho posible gracias a los avances el fracking, ha implicado un equilibrio positivo en el medio ambiente, ya que se ha reducido la dependencia del carbón, un contaminante mucho más perjudicial.


OPINIÓNEl optimismo es un enfoque más constructivo que el pesimismo en la lucha contra el cambio climático y otras amenazas a la humanidad.

OPINIÓN: Los esfuerzos de 
Al Gore por contrarrestar el calentamiento global han sido perjudiciales, al causar una asociación en la mente de muchos estadounidenses entre esta postura con una perspectiva política liberal. (Algunos de mis colegas en el Instituto Stevens de Tecnología han expresado esta opinión).



Fuente: Scientific American
Traducido por Lino Moinelo