Ciencia y tecnología
Uno de los grandes problemas que la actual crisis ha evidenciado en España es la inexistencia de un sector tecnológico, industrial y científico, con capacidad de innovar y desarrollar alternativas que permitan abrir nuevas rutas para salir de la misma. En más de 30 años de supuesta democracia, las principales vías de ingresos siguen siendo ahora que la burbuja inmobiliaria ha estallado, los servicios, el turismo y el comercio interno. La ciencia y la tecnología continúan al margen de los grandes proyectos. En las altas esferas apenas existe nadie de estos sectores en comparación con otros cuyos colegios profesionales disfrutan de grandes privilegios concedidos por el poder político, mientras el resto se esfuerzan por subsistir. Pero, ¿ha sido siempre así?. Al parecer no solo no ha sido así sino que a poco que se hubiera dedicado un poco de cuidado a reconocer la labor de muchos científicos, ingenieros e industriales emprendedores e innovadores, la situación podría haber sido totalmente distinta.
Además de los clásicos conocidos del autogiro de De la Cierva, el Submarino de Monturiol y Peral, el Talgo, la fregona, el chupa-chups; o los premios nobel de Ramón y Cajal y Severo Ochoa, existen otros logros científicos y de ingeniería españoles apenas conocidos y que pueden sorprender a más de uno. A mi por lo menos me causó ese efecto:
Diego Marín Aguilera: primer aviador español y pionero de la ciencia aeronáutica (1793):

El primer helicóptero funcional (1924):

Leonardo Torres Quevedo, ingeniero español artífice del Spanish AeroCar y creador del primer robot teledirigido, el Telekino (1852-1936):
Nota (12/06/2020): Torres Quevedo posee otro logro relevante como fue construir la primera máquina de ajedrez autónoma inteligente, capaz de jugar contra un humano.
Hispano-Suiza, precursora de las grandes marcas industriales europeas (1901~1946):
Casi todo el mundo conoce esta marca española de automóviles y sus bonitos deportivos, lo que puede que no conozca tanta gente, yo al menos era uno de ellos, es que esta marca española era un referente industrial en la fabricación de motores de aviación, entre otras cosas. Era así hasta el punto de que la gran mayoría de aviones aliados que participaron en la Primera Guerra Mundial llevaban un motor de esta marca en sus entrañas, contribuyendo decisivamente a la victoria final. Las causas que favorecieron la aparición de esta marca en España fue el excepcional desarrollo industrial que se produjo en Cataluña a principios del Siglo XX. Las causas de su desaparición fueron los prejuicios antiburgueses de la Segunda República al estar esta marca relacionada con los automóviles de lujo, y posteriormente su absorción en el INI durante la dictadura franquista (desembocando en la actual Pegaso, prácticamente desaparecida). En ambos casos la empresa se colectivizo y se nacionalizó, sin existir ningún motivo para ello. Fueron las intervenciones políticas, más interesadas en sus propios intereses que en los de la sociedad, las que acabaron con esta insigne marca industrial.
Emilio Herrera, inventor del traje para vuelo estratosférico, precursor del traje de astronauta (1935):

Eduardo Barreiros, uno de los artífices de las recuperaciones industriales de España y Cuba, auténtico emprendedor ejemplar (1919~1992):

La ciencia ficción
El género de la ciencia-ficción en España está considerado como algo minoritario, menospreciado por regla general, y mal comprendido la mayoría de las veces. Largo sería de contar los motivos, pero digamos que a la clase dirigente nunca les ha gustado este género por cuanto requiere de una mente abierta a otras posibilidades, mentes que no desean someterse a los caminos preestablecidos. Fuera de España sin embargo, la ciencia-ficción es un género que destaca en los principales países, desde la antigua Unión Soviética y la actual Rusia, hasta los EUA, pasando por Alemania o el Reino Unido. En España esta situación anómala respecto del resto de países desarrollados no es consecuencia de la inexistencia de escritores y aficionados, más bien lo es debido a la falta de conexión entre la clase dirigente y la sociedad que los padece.
Enrique Gaspar, primera novela en la que aparece una máquina del tiempo, anterior a la célebre de H. G. Wells (1887):

Conclusión
No era intención de hacer una serie de artículos «españolistas», de carácter sesgado y de apología nacionalista, pero se hace difícil hablar de estas cosas sin que a alguien le haya parecido así. La intención en todo caso era la poner las cosas en su sitio, ya que una cosa es no caer en tópicos de exaltación patriotera, y otra es caer por pasividad y tener que tragar, con los de otros lugares.
El caso es que a principios de siglo pasado, España era líder en la industria de la automoción, aeronáutica, marina, sistemas de telecontrol, y la incipiente tecnología espacial. Ahora España es un país en quiebra, a punto de ser rescatado. Los únicos responsables de esto somos nosotros mismos. No se trata de darnos un valor especial, ni reclamar «nuestro glorioso destino unido en lo universal», ni nada por el estilo. Se trata sencillamente de superar ese «inferiorismo» que se arrastra desde la autocracia de la posguerra, y de saber que podemos ser tan buenos como cualquier otro país. Sólo hay que trabajar un poco, en la dirección correcta. Ya estamos tardando.
Lino, por curiosidad ¿Como se llamaba el primer aviador español ?
ResponderEliminarPor cierto muy interesante el articulo.
Saludos
Hola «bestia parda», si te soy totalmente sincero, no lo sé. En este caso se trata del primero que realizó un vuelo de forma autónoma.
ResponderEliminarY ¡gracias!
Ahora he entendido a lo que te referías, que no he puesto el nombre de la persona a la que me refeiro en el primer punto, sobre el primero que realizó el vuelo (Diego Martín Aguilera). Gracias por la indicación y en cuanto pueda lo corregiré. No obstante, puedes verlo tu mismo si pulsas en el enlace que lleva a la wikipedia (que si estaba puesto) y explican más sobre aquel peculiar, importante y lamentablemente olvidado evento.
ResponderEliminar¡Saludos!
Blog interesante. Entrada tanto igual.
ResponderEliminarEn España parece que el I+D+i no se lo terminan de tomar en serio. La fuga de cerebros (hacia el extranjero) y el desaprovechamiento de los mismos en nuestro propio país, a falta de ese necesario tejido industrial, tecnológico ámbito académico y de las universidades públicas (y, si quieres, privadas). El tema es especialmente sangrante en la "periferia" de españa (dicho con todo mi cariño por dichos lugares). Caso sangrante es el de Cádiz, donde lo poquito que hay está siempre en el filo de la navaja (por no mencionar casos, ya pasados a navaja, como los de Visteon y Delphi).
Hola Viajero del Tiempo, gracias y bienvenido.
ResponderEliminarNo solo es la periferia (aunque excluiría al eje mediterráneo), en los grandes centros urbanos también existe el problema, pero ocurre que al ser más poblados hay algo más de oportunidades. Pero parece ser que nuestros líderes políticos nunca han tenido verdadera intención de aprovechar ese capital humano, provocando que las verdaderas oportunidades, o al menos las valiosas, sean en el extranjero.
¡Saludos!
Hola Lino.
ResponderEliminarTe agradezco tu interés por contestar a mi comentario y visitar mi blog.
Realmente, cuando hablo de periferia no lo digo en sentido literal (geográfico), si no en sentido figurado, pensando en terminos de economía. Efectivamente el eje mediterraneo tiene un tejido industrial importante, y yo no lo consideraría por tanto como parte de la periferia.
Pero lo de no tomarse en serio el I+D+i no solo es problema son nuestros políticos. En realidad creo que es un problema cultural, de cultura empresarial (descartando obviamente a empresas cuyo desarrollo depende de forma importante de invertir en I+D+i).
En fin. Saludos y, esta vez sí, desde aquí, enhorabuena por tu blog.
PD: Para poder escribir, lo estoy haciendo desde el formato clásico de los comentarios.
Pues tienes razón Viajero del tiempo, no había entendido el uso de las comillas en tu anterior comentario.
ResponderEliminarRespecto a lo del problema cultural, yo pensaba como tu, pero desde hace un tiempo, vengo observando que es más complicado. Desde luego que hay un problema cultural, pero una gran parte de ese problema cultural, es responsabilidad también de los políticos. Pero claro, esos políticos están ahí porque la gente les apoya, debido a su problema cultural. Este circulo vicioso en la que ganan siempre los más destructivos, los que no aportan apenas, es desde luego el principal problema cultural que tenemos.
Pero desde nuestra posición (desde los que en principio, no padecemos ese problema o al menos, somos conscientes de que hay que mejorar en ese aspecto) debemos responsabilizar a los políticos que son los responsables y los que tienen la "llave" para poder solucionar esto. Si hacemos ver que el problema está ahí en primera instancia, tal vez tengan menos apoyo y así, ese circulo vicioso se vaya deshaciendo.
Gracias por indicarme los problemas con el formulario. Tal vez sea algo que ocurre en otros blogs también y que parece que sea un problema interno de Blogger. En ocasiones tampoco puedo dejar comentarios en formularios ajenos ya que por más que le pongo mi cuenta de Blogger, no la reconoce y me sale como anónimo. Si es esto lo que ocurre, me temo que poco puedo hacer.
ResponderEliminarSaludos y gracias por la visita