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domingo, 29 de enero de 2017

Contaminación por CO2

domingo, 29 de enero de 2017
El CO2 no es tóxico. Su único efecto "contaminante" es el de "invernadero" que también es necesario

Cuando la política se mezcla con otros ámbitos el resultado suele ser un combinado complicado. El nacionalismo lo hace con la Historia, el fundamentalismo con la religión y se podría decir que a pesar de lo que los neoliberales predican, hacen lo propio con la economía. Otro es el del cambio climático. El periodista científico John Horgan explica que hay en este ámbito algunas partes demostradas con hechos y otras que no son más que meras opiniones. En política se ha de asumir que todo son opiniones ya que, si hay hechos que demuestren algo no es necesario ningún debate sobre ello. Sí debido a algún interés político se ha de cambiar una situación para que le sea más favorable a algún grupo, aún a pesar de ir en contra de los hechos, hay que lograr que las opiniones tengan tanto o más peso que los hechos. ¿Cómo lograrlo? Bien, una manera puede ser la de aumentar la confusión. Ya lo dice el dicho: a río revuelto, ganancia de pescadores.

Uno de los factores que contribuyen al cambio climático es el llamado «contaminación por CO2». Cuando se habla de él es habitual acompañarlo de imágenes en las que amenazadoras chimeneas industriales expulsan sus sucios y negros gases a la atmósfera. O bien se representa una «temible» planta de energía nuclear expulsando enormes cantidades de humo al espacio. Claro, la relación es inevitable: si es contaminación tienen que ser algo sucio, tóxico o radiactivo. El problema es que el gas mencionado no posee ninguna de estas características ¿A qué se refieren con contaminación? Si se acude a la Wikipedia, la contaminación atmosférica se define como:
la presencia en el aire de materias o formas de energía que implican riesgo, daño o molestia grave para las personas y bienes de cualquier naturaleza, así como que puedan atacar a distintos materiales, reducir la visibilidad o producir olores desagradables
Parece bastante adecuado. Sin embargo, en la lista de productos que pueden ocasionar esta contaminación nos encontramos al mismo nivel el mencionado CO2 o dióxido de carbono, junto al CO o monóxido de carbono. Claro, es necesario saber que a pesar de tener como diferencia un «simple» átomo en la molécula de oxigeno, los efectos de estos dos gases son completamente distintos. Un conocimiento para el que no debería ser necesario ir al congreso química 2017 para encontrarlo y al que se debe tener acceso desde la educación básica. El monóxido de carbono es mortal para los seres vivos y el dióxido de carbono no sólo no es tóxico, sino que forma parte fundamental del ciclo de la vida en la Tierra. Es lo que se le añade al agua para formar refrescos ¿Es serio colocar uno junto al otro cuando se habla de contaminación? ¿no debería añadirse otra categoría de elementos potencialmente peligrosos en función por ejemplo, de su concentración, de su cantidad o de según el modelo teórico utilizado? Un intento de aclaración nos lo proporciona National Geographic con la siguiente cita:
El dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero, es el contaminante que está causando en mayor medida el calentamiento de la Tierra. Si bien todos los seres vivos emiten dióxido de carbono al respirar, éste se considera por lo general contaminante cuando se asocia con coches, aviones, centrales eléctricas y otras actividades humanas que requieren el uso de combustibles fósiles como la gasolina y el gas natural. Durante los últimos 150 años, estas actividades han enviado a la atmósfera una cantidad de dióxido de carbono suficiente para aumentar los niveles de éste por encima de donde habían estado durante cientos de miles de años.
A pesar de que el dióxido de carbono no es en absoluto tóxico sino que todos los seres vivos lo producimos, se considera como contaminante sin embargo si es el resultado de ciertas actividades. En el caso de las centrales nucleares el gas expulsado no es más que vapor de agua, ya que a pesar de la tecnología empleada la generación de electricidad se produce de forma convencional. El factor diferenciador parece ser que si bien los seres vivos hemos estado sobre el planeta desde milenios —aunque el aumento exponencial de población también es causante de una mayor cantidad de CO2—, es la Revolución Industrial y las actividades que se han derivado de ella las que han incrementado de forma significativa la expulsión de dióxido de carbono —CO2— a la atmósfera, junto a otras sustancias tóxicas o mortales como el monóxido de carbono —CO—. Pero esos humos negros, sucios y desagradables no tienen ese aspecto por llevar CO2.

Es inevitable pensar que hay cierta intención de apelar al sentimiento —un sofisma patético— para no necesitar dar todas estas explicaciones. Una vez más, se infantiliza al ciudadano recurriendo a trucos visuales que realmente no arrojan ninguna luz sobre lo que ocurre verdaderamente. Paradójicamente, causa más preocupación un gas que no es tóxico que otros que sí son mucho más molestos o directamente mortales. Sin embargo, el poder visual de todas esas imágenes no proviene del mismo gas. En definitiva, una incongruencia que hace que se defiendan cosas opuestas a pesar de hablar de lo mismo. La rutina de todos los días, desgraciadamente, discusiones circulares que no llevan más que a mantener a la sociedad en eterno enfrentamiento, mientras los responsables continúan intocables. Una cosa es el cambio climático causado por el efecto invernadero y otra la contaminación atmosférica causada por la existencias de elementos tóxicos en el aire. Las dos son necesariamente evitables pero en un grado completamente distinto. Se trata de una cuestión de dosis. No es un problema nuevo, se trata tal vez del problema —o del reto, según como se quiera ver— que la humanidad todavía no ha aprendido a manejar desde que se convirtió en sedentaria: controlarse a si misma.


miércoles, 15 de octubre de 2014

catalán y castellano

miércoles, 15 de octubre de 2014
En la Edad Media habían muchos castillos en toda Europa, no sólo en "Castilla"
«porque el español nació en la calle, no en un monasterio ni debajo de ninguna piedra [..] los localismos [que pretenden vincular el nacimiento del idioma a un monasterio concreto] son una patochada»
Gonzalo Santonja, director del Instituto de la Lengua de Castilla y León
(Artículo de "20minutos")

El origen del castellano

La versión «oficial» sobre el origen de la lengua castellana establece que su nacimiento se remonta nada más y nada menos que a la propia formación del Reino de Castilla. La cuestión es, ¿puede un texto encontrado en un pequeño reino medieval ser el origen de una lengua que ha sufrido tantas transformaciones?

Me explico. El texto más antiguo en castellano es un documento que es tan parecido con la actual lengua llamada de esta manera, como lo pueden ser un huevo y una castaña. Sí, está claro que las lenguas evolucionan, pero, ¿precisamente de ese texto? Según el análisis filológico mostrado en la Wikipedia hay una serie de notas técnicas muy especializadas —tanto que parecen buscadas con lupa— que sugieren que aquel es un texto protocastellano. De cualquier manera, ¿quien lo va a discutir en una España en donde las mayorías dictan la realidad de las cosas?

Puede que se encuentren en ese texto algunos detalles que sean el germen de lo que luego se llamaría «el castellano». Necesariamente, en la lengua que hablamos hoy en día hay elementos que se han de encontrar en el latín vulgar hablado hace casi mil años. Pero escoger un texto concreto como «el fundador» es una «patochada», como unos de sus propios descubridores afirma.

Podría escogerse como «fundador» cualquier texto que haya contribuido de alguna manera decisiva a la formación de la lengua, todo estriba en el momento que se desee escoger como «punto de partida». Por ejemplo, la lengua vasca es una de las que ha aportado un elemento diferenciador único al castellano, ¿significa eso que todos los aportes anteriores o posteriores –íberos, celtas, etc.– que diferenciaban a ese latín vulgar del resto no importan?

Otro ejemplo. El Cantar del mío Cid, un texto de referencia del castellano antiguo, en su versión original. En el se observa un texto sin «ñ» con la «ç» y con palabras como «exida» —muy similar a la forma valenciana «eixida» («salida»)— o «finiestra» —equivalente a «finestra» («ventana» en «catalán genérico»)—. Estas palabras se han perdido y en su lugar se han introducido otras, como consecuencia de la evolución posterior que es la que realmente ha dado forma a la lengua, no un simple texto de hace diez siglos.

Se puede decir que originalmente, las diferencias entre lo que hoy en día insisten en decirnos que se llamaba «catalán», «aragonés», «castellano» o «gallego», no eran apenas tales, sino en todo caso, diferentes formas de denominar al latín vulgar. De alguna manera, el punto de partida era en todos los casos prácticamente el mismo.

El castellano no ha surgido en Castilla, y de ahí se ha extendido al resto, de la forma en la que nos lo quieren hacer entender. Ha sido la evolución política posterior y su intervención en asuntos lingüísticos la que ha dado forma a estas lenguas, tal y como hoy las conocemos. Para ilustrar mejor la idea, pensemos en una historia ficticia alternativa, pero que pudo haber sido totalmente posible:

«leonés» en lugar de castellano

Supongamos que en lugar de «Castilla» hubiera sido «León» el título que la corona hubiera recibido. Para no aburrir al lector, se puede resumir que en aquel entonces los territorios se los repartían entre los herederos como si fueran trufas —a la gente casi le daba igual un rey que otro—. La cuestión es que el Rey de Castilla, Fernando III, heredó de carambola el Reino de León. A la formación política resultante le llamó Corona de Castilla, porque para eso era rey.

Bueno, rey, pero no como los del absolutismo que vendría siglos después. Entonces debían ser magnánimos con el pueblo, por eso el latín se relegó a ceremonias religiosas, y los reyes comenzaron a usar «la lengua del pueblo». Pero claro, ¿de qué pueblo, el de León o el de Castilla?

Este proceso es el que no nos han contado nunca, pero fuera lo que fuera que hablaban en León —¿porque en León hablarían «algo», no?— no podría ser muy distinto al latín vulgar que se hablaba en Castilla. Pensemos en Fernando III —el primer rey de Castilla y León— en algo que no se suele mencionar cuando de un estudio de este tipo se trata: ¿qué clase de latín vulgar hablaba?

No existe una manera precisa de conocer cómo se formó la lengua que se hablaba en la Corona tras la unificación de los reinos de Castilla y León, pero sabemos tres cosas:
  1. Que el padre de Fernando III era originario del antiguo Reino de León y su madre, de Castilla. No se sabe qué peso tendría cada vínculo en la lengua final que el monarca usara, pero sabemos que el infante Fernando pasó la mayor parte de su infancia y juventud en el entorno de su padre, la corte del Rey de León,
  2. Que aunque el pueblo poco podía aportar en una época en la que no existían escuelas públicas,  era sin embargo el que «daba vida» a la lengua.
  3. Que la Iglesia utilizaba el latín, todavía considerada como la «lengua culta», por lo que se mantenía al margen salvo para recoger y guardar los textos.
Lo que parece más sensato suponer —y lo más importante— es que el latín vulgar hablado en la Corona de Castilla resultante de la unificación, fue una combinación natural entre lo hablado previamente en los respectivos reinos, sin que resulte relevante el peso de las distintas variantes. No obstante, resulta curioso comprobar como en el trabajo de Alfonso X —El hijo de Fernando— y su iniciativa de proyectar una importante literatura en latín vulgar, hay una especial predilección lingüística por la parte oriental de la península. Es así hasta tal punto que el origen literario de lo que hoy en día algunos llaman galaico-portugués, está en este trabajo.

Por lo tanto, el llamado «castellano» podría ser perfectamente un «leonés» llamado así por tomar el nombre de la propia Corona de Castilla. El «leonés» que se habla ahora sería un «residuo» de todo lo que no pudo ser incluido en el nuevo castellano de Alfonso X —al crear un estándar siempre hay partes «periféricas» que quedan fuera—

¿Qué hubiera ocurrido de llamarse «Corona de León» en lugar de «Corona de Castilla»? Sospecho que el castellano que hablamos ahora hubiera pasado a llamarse «leonés» y hoy en día estaríamos situando el origen de la lengua en algún lugar del antiguo Reino de León, convenientemente escogido. Todo esto suponiendo que el nombre de «castellano» provenga del nombre de la Corona de la que «heredaba» su nombre, ya que podrían existir otros motivos que modificarían sustancialmente nuestra impresión de los hechos y la idea de que «lo castellano» se extendía por la península.

«Señores del castillo»

En algunos pasajes de El Quijote se puede comprobar como el vocablo «castellano» tenía significados distintos a los usados actualmente. Existía otro que, sorprendentemente, está ignorado en la Wikipedia en español —existe sin embargo en la versión en catalán— y que puede resultar fundamental para una mejor comprensión de las cosas. Ese otro significado de «castellano» es mucho más prosaico y completamente obvio: el señor encargado de la custodia del castillo —«Alcaide» sería lo usado en la Wikipedia—.

Viendo don Quijote la humildad del alcaide de la fortaleza, que tal le pareció a él el ventero y la venta, respondió:
-Para mí, señor castellano, cualquiera cosa basta, porque mis arreos son las armas, mi descanso el pelear, etc.
El Quijote, Don Miguel de Cervantes

La «lengua castellana» por tanto, podría tratarse de una manera genérica de referirse a la lengua de los señores feudales, los cuales normalmente usaban la lengua de la corte real, lo que sería un símil de «lengua oficial» En cualquier sitio, llamaban «castellano» a la lengua «legal» o lengua de la autoridad, independientemente de donde viniera aquella.

Parece como si se hubieran aprovechado de esta polisemia para utilizar sólo el significado que les convenía, ignorando el resto, pretendiendo que Castilla y su «castellano original» se extendía por la península. La realidad parece indicar por el contrario, que «el castellano» era en realidad una denominación ambigua y genérica de una lengua desprovista de identidad. Una lengua que se construía «sobre la marcha» en el uso por parte de una gente que, en aquellos pretéritos tiempos, carecía de «nacionalismo lingüístico».

El catalán

¿Qué tiene que ver el catalán con el castellano? Pues más de lo que mucha gente cree, por varios motivos:
  1. Parten de un similar latín vulgar, en el que las distintas influencias originales marcaron un papel importante, pero no mayor que la evolución posterior que es la que marcó realmente las diferencias.
  2. El origen de la denominación de «catalán» es probablemente el mismo que «castellano». Eran distintas formas de llamar al mismo concepto.
  3. La teoría de «expansión» del castellano denota un nacionalismo que es imitado por el nacionalismo catalán, el cual se basa en la idea de que «el catalanismo» se expandió por la Corona de Aragón, de habla no castellana. Este «nacionalismo castellano» fue utilizado por el franquismo para su teoría de «construcción nacional».
Los puntos nº 1 y 2 se han visto en la primera parte de este artículo. El punto nº 2 proviene de varias teorías que intentan explicar el origen del término «catalán», o «cataluña», que a día de hoy hasta los más acérrimos catalanistas admiten no conocer. Consiste en asumir que «catalán» y «castellano», significan lo mismo, es decir, los encargados de la custodia del castillo.

Versiones —actuales— de «castellano»
LenguaTraducción
 Catalán «castellá»
 Gallego «castelá» o «castelán»
 Occitano «castelhan»
Tabla 1.—

Versiones —actuales— de «catalán»
LenguaTraducción
 Catalán «catalá»
 Gallego «catalán»
 Occitano «catalan»
Tabla 2.—

El termino «catalán» es muy similar a «castellano», en lenguas que no tienen nada que ver entre sí —salvo por supuesto, en que tienen el mismo origen— como gallego —«castelán»— y occitano —«castelhan»—, donde son interpretadas como «lengua castellana» —o «español»— en la mayoría de los casos, ignorando otros significados que eran comúnmente usados en la antigüedad.

Hoy en día ya nadie vive en los castillos y por tanto, la figura del «alcaide» o «señor del castillo» ya no existe. Con el paso de las centurias, el termino «castellano» se centró en su significado más «localista». La progresiva diferenciación lingüística hizo que lo que en su día tenía el mismo significado, paso a definir cosas —falacia del historiador— que para muchos implican un abismo insalvable: Castellano y catalán. Catalán y castellano.

Y el punto nº 3 es el mejor de todos, ya que paradójicamente, el nacionalismo catalán imita punto por punto al nacionalismo castellano impuesto por el dictador Franco. La teoría castellanista fue en su día defendida por Menendez Pidal, y el franquismo pronto la convirtió en su guía de referencia. Sin ánimo de poner en duda el importante trabajo de este filólogo, lo que parece claro es que ha existido una utilización política de su trabajo que lo ha llevado hasta extremos cercanos al límite de lo aceptable. 

El nacionalismo catalán, conocedor de los prejuicios grabados a fuego en el acervo cultural español, cincelado a partir del castellano, ha creado una teoría similar pero aplicada a su caso particular, que resulta irrefutable por la «España castellana» sin que se tengan que poner en tela de juicio las propias suposiciones, prejuicios y nacionalismos no reconocidos. Desmontar el nacionalismo catalanista implica desmontar primero el nacionalismo castellano.

Enlaces

miércoles, 11 de junio de 2014

Las 20 falacias más comunes, según Carl Sagan

miércoles, 11 de junio de 2014
Foto: ver fuente del artículo
El conocido científico Carl Sagan siempre mostró preocupación por el camino que la sociedad tomaba respecto a la ciencia y el conocimiento. Como divulgador, aconsejaba hacer uso del marco científico como la forma más eficiente de enfrentarse a los problemas. Además del llamado Kit del Esceptico y sus normas o consejos para eludir engaños o equivocaciones existentes en los medios de comunicación y redes sociales, también aconsejaba sobre cómo evitar que las cometamos nosotros mismos. Estas eran sus palabras:
Además de enseñarnos qué hacer cuando se evalúa un reto al conocimiento, cualquier buen kit de detección de tonterías —kit del escéptico— también debe enseñarnos qué no hacer. Debe ayudar a reconocer las falacias más comunes y peligrosas de la lógica y la retórica. Muchos buenos ejemplos se pueden encontrar en religión y política, donde sus practicantes se ven a menudo obligados a defender proposiciones contradictorias. 

Para ello, elaboró una lista de las 20 falacias y aberraciones lógicas más habituales con ejemplos de cada una de ellas. Algunos de los casos no me parecen del todo acertados, pero ¿quien soy yo para criticar al gran Carl Sagan? —bueno, estoy seguro que él no me dejaría caer en un argumento de autoridad del él mismo:
    1. ad hominem —del latín «contra el hombre», significa que se ataca al argumentador y no el argumento (por ejemplo: el reverendo Dr. Smith es un fundamentalista bíblico conocido, por lo que sus objeciones a la evolución no será necesario tomar en serio)
    2. argumento de autoridad (por ejemplo: el presidente Richard Nixon debería ser reelegido porque tiene un plan secreto para acabar con la guerra en el sudeste asiático —pero como era secreto, no había forma de que el electorado lo evaluara por sus méritos, el argumento se convertía en un «confiar en él porque él era el presidente»: un error, como se vio después)
    3. argumento ad consequentiam [o de las consecuencias adversas] — (por ejemplo: un Dios que castiga y recompensa debe existir, sino la sociedad sería mucho más anárquica y peligrosa quizás incluso ingobernable. O también: el demandado en un juicio por asesinato ampliamente publicitado debe encontrarse culpable, de lo contrario, será un estímulo para los demás hombres a asesinar a sus esposas)
    4. argumento ad ignorantiam [o apelar a la ignorancia] la afirmación de que todo lo que no se ha demostrado falso debe ser cierto, y viceversa (por ejemplo: no hay evidencia convincente de que los ovnis no están visitando la Tierra, por lo que existen los ovnis y vida inteligente en otros lugares del Universo. Otro ejemplo: pueden haber tropecientos millones de otros mundos, pero no hay constancia de que alguno de ellos tenga la calidad moral de la Tierra, por lo que seguimos siendo el centro del Universo). Esta ansia por aprovechar la ambigüedad a su favor es lo que se critica con la frase: la ausencia de evidencia no es evidencia de su ausencia.
    5. alegato especial, a menudo usada para rescatar una proposición en serios problemas retóricos (por ejemplo, ¿cómo puede un Dios compasivo condenar las generaciones futuras al tormento porque, violando las normas, una mujer indujo a un hombre a comer una manzana? alegato especial: no entiendes la sutil Doctrina del Libre Albedrío. Otro ejemplo ¿cómo puede ser igualmente la misma persona un Dios Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?, alegato especial: no entiendes el misterio divino de la Trinidad. Otro más: ¿cómo pudo Dios permitir que los seguidores del Judaísmo, el Cristianismo y el Islam cada uno a su modo siguiendo medidas heroicas de amabilidad y compasión amorosa cometieran tanta crueldad durante tanto tiempo? alegato especial:: usted no entiende el libre albedrío de nuevo, y de todos modos, Dios se mueve en formas misteriosas)
    6. petición de principio, también llamada asumir la respuesta (por ejemplo, debemos instituir la pena de muerte para desalentar el crimen violento, pero, ¿es un hecho que la tasa de delitos violentos descienda cuando se impone la pena de muerte?. Otro caso: el mercado de valores cayó ayer a causa de un ajuste técnico y venta de acciones con beneficios de los inversionistas —pero ¿hay alguna evidencia independiente para el papel causal del «ajuste» y la venta con beneficios; ¿hay alguna utilidad en esta supuesta explicación?)
    7. sesgo de selección [o selección observacional], también llamada la enumeración de circunstancias favorables, o como el filósofo Francis Bacon describió, contar los éxitos e ignorar los errores (por ejemplo, un Estado se jacta de los presidentes que ha producido, pero no dice nada sobre sus asesinos en serie)
    8. generalización apresurada —un pariente cercano del sesgo de selección (por ejemplo, se dice que 1 de cada 5 personas es china. "¿Cómo es esto posible? conozco a cientos de personas, y ninguna de ellas es china. Atentamente" O: "he sacado tres sietes seguidos. Esta noche no puedo perder.")
    9. malinterpretar la naturaleza de la estadística (por ejemplo, el presidente Dwight Eisenhower expresa asombro y alarma al descubrir que la mitad de todos los estadounidenses tienen inteligencia inferior al promedio);
    10. inconsistencia (por ejemplo, ejecutar un plan de prevención para el peor de los males que un un potencial adversario militar sea capaz, pero ignorar de manera parsimoniosa proyecciones científicas sobre los peligros ambientales porque no están completamente "probados". O también: atribuir la disminución de la esperanza de vida en la antigua Unión Soviética a las fallas del comunismo hace muchos años, pero nunca atribuir la alta tasa de mortalidad infantil en los Estados Unidos (en la actualidad la más alta de las principales naciones industriales) a los fracasos del capitalismo. Otro caso: considerar razonable que el universo siga existiendo siempre en el futuro, pero juzgar absurda la posibilidad que haya tenido duración infinita en el pasado);
    11. non sequitur —del latín «no se sigue» (por ejemplo: nuestra nación prevalecerá porque Dios es grande. Pero casi todas las naciones asumen que esto se cumple para ellas también; la expresión alemana era «Gott mit uns» [Dios está con nosotros]). Normalmente, los que caen en la falacia non sequitur suele ser por no tener en cuenta las alternativas posibles;
    12. post hoc, ergo propter hoc — del latín «sucedió después, por lo que fue causada por» (por ejemplo, Cardenal Jaime Sin, Arzobispo de Manila: «conozco a... una persona de 26 años de edad que parece de 60 porque toma pastillas [anticonceptivas]» O: Antes de que las mujeres pudieran votar, no había armas nucleares)
    13. pregunta sin sentido (por ejemplo, ¿Qué pasa cuando una fuerza irresistible se encuentra con un objeto inamovible? Pero si hay una cosa tal como una fuerza irresistible no puede haber objetos inamovibles, y viceversa)
    14. falsa dicotomía —considerar sólo los dos opciones extremas en un continuo de posibilidades intermedias (por ejemplo, «claro, póngase de su parte, mi marido es perfecto, yo siempre estoy equivocada» O bien: «Si usted no ama a su país, es que lo odia» O bien: «Si no eres parte de la solución, eres parte del problema»)
    15. a corto plazo frente a largo plazo —un subconjunto del Principio del tercero excluido, pero tan importante como para prestarle una atención especial (un ejemplo, no podemos costear programas para alimentar a niños desnutridos y educar a los niños en edad preescolar. Necesitamos hacer frente con urgencia a la delincuencia en las calles. Otro: ¿por qué explorar el espacio o el ejercicio de la ciencia fundamental cuando tenemos tan enorme déficit presupuestario?);
    16. pendiente resbaladiza, relacionado con el Principio del tercero excluido (por ejemplo, si permitimos el aborto en las primeras semanas de embarazo, será imposible impedir la muerte de un bebé a término. O a la inversa: si el Estado prohíbe el aborto incluso en el noveno mes, pronto nos dirá que hacer con nuestros cuerpos en el momento de la concepción);
    17. confusión de correlación y causalidad (por ejemplo, una encuesta muestra que más graduados universitarios son homosexuales que aquellos con menor educación, por lo que la educación hace a las personas gay. O: los terremotos andinos están correlacionados con las aproximaciones más cercanas del planeta Urano, por lo que —a pesar de la ausencia de correlación alguna con el más cercano y masivo Júpiter— ésta las provoca)
    18. hombre de paja —caricaturizar una posición para que sea más fácil de atacar (por ejemplo, los científicos suponen que los seres vivos simplemente aparecieron juntos por casualidad —una formulación que ignora deliberadamente la visión darwiniana central, que la Naturaleza aprovecha lo que funciona y desecha lo que no. O —esto también es una falacia de corto frente a largo plazolos ecologistas se preocupan más por los caracoles y búhos manchados que por las personas)
    19. evidencia suprimida o medias verdades (por ejemplo, una «profecía» increíblemente precisa y ampliamente citada del intento de asesinato del presidente Reagan se mostró en la televisión, pero —un detalle importante— ¿fue grabado antes o después del evento? Otro ejemplo: los abusos del gobierno exigen un revolución, hasta para hacer una tortilla se han de romper algunos huevos. Sí, pero es probable que se convierta en una revolución en la que mueran más personas incluso que bajo el régimen anterior? ¿Qué sugieren la experiencia de otras revoluciones? ¿Todas las revoluciones contra regímenes opresivos son deseables y por los intereses del pueblo?)
    20. uso de ambigüedades para evadir la cuestión [palabras de comadreja] (por ejemplo, la separación de poderes de la Constitución de los EE.UU. especifica que los Estados Unidos no pueden llevar a cabo una guerra sin una declaración por el Congreso. Sin embargo, a los presidentes se les da el control de la política exterior y la dirección de las guerras, las cuales son herramientas potencialmente poderosas para conseguir que ellos mismos sean reelegidos. Por tanto, Presidentes de cualquier partido político pueden verse tentados de organizar guerras mientras agitan la bandera y hablan de «acciones policiales», «incursiones armadas», «ataques preventivos», «pacificación» , «salvaguarda de los intereses americanos», y una amplia variedad de «operaciones», como la «Operación Causa Justa». El uso de eufemismos para la guerra son uno más de la amplia clase de reinvenciones del lenguaje con fines políticos. En palabras de Talleyrand, «el arte importante de los políticos es el de encontrar nombres nuevos para instituciones que bajo sus nombres antiguos se han convertido en odiosas para la gente» )

      Sagan termina el capítulo con una advertencia necesaria :

      Como todas las herramientas, el kit del escéptico y demás recomendaciones pueden ser mal utilizadas, aplicadas fuera de contexto, o incluso como una rutina sin llegar a ser meditadas. Pero aplicadas juiciosamente pueden ser una herramienta que marque la diferencia —y no menos importante, permite evaluar nuestros propios argumentos antes de ser presentados a los demás.

      Nota: traducido por el autor del artículo (manteniendo el ratón por encima se accede al original en inglés). En aquellos casos en los que ha sido necesario, se ha optado por la denominación en latín —u otra alternativa más adecuada en nuestro idioma—, dejando entre corchetes la traducción literal. Aquí una lista de falacias en el idioma inglés.
       
      Fuente: Brain Picking


      viernes, 21 de septiembre de 2007

      La falacia del historiador

      viernes, 21 de septiembre de 2007
      Profesor de Historia de la Brandeis University, David Hackett Fischer¿Tiene sentido juzgar hechos de la antigüedad con un conocimiento adquirido posteriormente? Si cada época está marcada por su correspondiente grado de evolución social, cultural y conocimiento, no parece que sea correcto hacerlo. Sin embargo, en ciertos ámbitos sobre todo políticos, parece ser una práctica habitual juzgar sucesos históricos desde la óptica actual. ¿Esto significa que lo que era válido hace siglos no pueda ser criticado ahora? Bueno, por supuesto que puede ser criticado —de hecho, ya lo fue— por eso transcurrió la Historia tal y como la conocemos. Pero no tiene sentido aplicar conceptos o valores surgidos en una época, a los de otra. Mucho menos juzgar a los descendientes de aquellos que cometieron unos actos, que sólo hoy son considerados como errores.

      La posibilidad de aplicar el método científico en la Historia y Ciencias Sociales es complicada, pero dentro de la definición del mismo, es posible aprovechar el trabajo de un investigador independiente, en base a aplicarlo a diferentes casos de interés y estudiar las conclusiones. Existe un estudio, poco conocido, pero de gran ayuda para entender estas interpretaciones más que discutibles de la Historia. Se trata de la llamada Falacia del Historiador. El artífice de este concepto es David Hackett Fischer, profesor de Historia de la Brandeis University, y nos cuenta, dicho en pocas palabras, que interpretar la historia o sucesos ocurridos en la antigüedad en base a un conocimiento adquirido con posterioridad —por lo tanto desconocido por los protagonistas de entonces— es un error. Por tratarse de un autor proveniente de la historiografía anglosajona, y por su relación con la Historia española, se ha escogido el siguiente fragmento de un documento (Las falacias del historiador) donde se resume su trabajo:
      Considérese, por ejemplo, un problema interpretativo mayor, la derrota de la Armada española en 1588. Algunos estudiosos han sugerido que este suceso causó el declive del imperio español y el ascenso del británico. Pero Garrett Mattingly replica que “es difícil verlo de ese modo. En 1603 España no había perdido ni una sola de sus posiciones marítimas ante los ingleses, mientras que la colonización británica de Virginia se había pospuesto por el momento”. Otros argumentan que la derrota de la armada española provocó el traspaso del control de los mares, de España a Inglaterra. El Profesor Mattingly contesta que antes de 1588 el poder marítimo inglés en el Atlántico había sido normalmente superior a las fuerzas conjuntas de Castilla y Portugal, y que así seguía siendo, pero tras 1588 el margen de superioridad disminuyó. La derrota de la Invencible no fue el final, sino más bien el comienzo de la Armada española”.
      (...)
      En breve, parece que la derrota de la Armada española, por potente y melodramática que fuera, pudo bien ser claramente algo inútil en sus resultados. Dicha derrota no parece haber conllevado grandes efectos, excepto acabar con la estrategia española que la tenía como maniobra principal. Este criterio seguro que viola los instintos patrios de todo inglés y la sensibilidad estética de todos nosotros. Un gran suceso debe tener grandes resultados, pensamos. Pero esta es la falacia de la identidad, que trataremos después.
      Este es un ejemplo autocrítico —desde el punto de vista de su autor, en relación al de la historiografía clásica anglosajona— donde se muestra cómo la Historia es interpretada acorde con sus deseos nacionalistas, considerando la derrota de la Armada Invencible el punto de inflexión hacia el declive del dominio español y comienzo del británico, culminándose en la Batalla de Trafalgar .

      Como se puede leer, la derrota de La Armada española —en 1588— no supuso ningún declive —más bien al contrario—. Este se sucedió siglos después en Trafalgar —1805—. Los historiadores nacionalistas británicos sin embargo, aprovechan la derrota posterior para tratar a la primera —por su carácter más «mediático»— como un suceso distinto a lo que podría haber sido, pero que sencillamente, no lo fue —no solo esto, sino que ignoran bochornosamente la hazaña del Almirante español Blas de Lezo (Pasajes, Guipúzcoa, 1687), y la colosal derrota a la que fueron sometidos en el Sitio de Cartagena de Indias—.

      Y como muestra de algo más cercano y de lo que podrá ser si el nacionalismo catalán continua por la línea actual, según un estudio de la Fundació d'Estudis Històrics de Catalunya, el Descubrimiento de América ... ¡fue catalán!

      Por lo visto, deducen lo dicho en función de algunos descubrimientos relativos al origen incierto del navegante y descubridor, que lo situarían en las Islas Baleares —han leído bien: Baleares, no Cataluña—. Independientemente del origen de Cristóbal Colón —el cual era obviamente el mismo entonces que ahora—, la Historia se ha desarrollado como la conocemos. La asociación del descubrimiento de América con España no es una decisión moderna, sino que forma parte del proceso histórico. El argumento del organismo catalán al asociarlo con personajes como Fernando de Aragón —esposo de la Reina Isabel de Castilla, y Rey de la Corona de Aragón, como todo el mundo sabe— no es válido, ya que ese hecho es probablemente lo que evita que se asocie en exclusiva con La Corona de Castilla, y se haga con el conjunto de ambas coronas —España—. Si se descubriera que Colón era chino —por ejemplo—, sería indudablemente una sorpresa, pero apenas cambiaría nada.

      «La Historia la escriben los vencedores»: este es uno de los tópicos más conocidos sobre la Historia y probablemente es cierto. En todo caso, algo veraz que se puede extraer de esto es precisamente, quién fue el vencedor y lo que ocurrió a continuación. La diferencia con la Falacia del Historiador, es el uso posterior y consciente de esta última, mientras que los vencedores carecían de la certeza de las consecuencias históricas de sus actos, que ni ellos ni sus descendientes cercanos iban a conocer.

      El recurso de esta reinterpretación histórica es probablemente para lograr la victoria en terrenos distintos a los de antaño, o para justificar los abusos de una hegemonía lograda de forma no tan noble como las luchas a espada de entonces. Se aprovechan las debilidades actuales, para intentan justificar demagógicamente su supremacía en lo político, lo militar, o lo económico. Últimamente en lo mediático también pero,...  casi nunca en lo moral.


      Nota : artículo revisado, modificado y reeditado. Artículo anterior publicado el 28/10/2006

      La falacia como herramienta de comunicación

      La falacia es la principal herramienta del manipulador, ya que la verdad no le basta para conseguir sus propósitos. Los fines para los cuales son necesarios estos medios pueden ser de distinta naturaleza, no necesariamente negativa. No obstante, el uso de este tipo de recursos indica que hay dudas sobre su legitimidad.

      El poder del manipulador se basa en enmascarar la verdadera situación, aún a costa de los que necesita para continuar en su estatus
      Por convencido que se esté para defender un fin, si para ello son necesarios unos medios que pasan por manipular a aquellos que han de aceptarlo, indica que hay algún problema. El fin no siempre justifica los medios.

      Es más, en algunos casos —como cuando se trata de la defensa del bien común— los medios son tan importantes como los fines. Se podría argumentar incluso que en una democracia, por ejemplo, la corrección de los medios empleados son el fin en si mismo.

      La cuestión es que identificando las falacias y señalando los caminos hacía donde nos llevan, es posible encontrar en las alternativas que quedan cuál es la realidad.

      ¿Qué es una falacia? Se puede considerar como tal a aquella deformación de la realidad presentada de forma que la propia confusión provocada dificulte ver la falsedad de la misma

      En ocasiones puede tratarse de una simple equivocación al aplicar un razonamiento, pero las ocasiones en las que se hace complicado lograr presentar esta deformación de la realidad, indican una intencionalidad para el engaño, además de aquellos otros motivos que lleven a emprender este tipo de informaciones, y que por alguna razón, no pueden ser mostrados tal y como son.

      Enlaces


      sábado, 30 de septiembre de 2006

      La universidad acientífica

      sábado, 30 de septiembre de 2006
      Entre la documentación que se adjunta con la información relativa a la matricula para la Universidad Politécnica de Valencia, se encuentra un calendario promocional del Àrea de Promoció i Normalització Lingüistica de dicha universidad.

      En este calendario se dan las instruciones necesarias para matricularse en la universidad con la preferencia de valenciano para recibir la docencia. A cambio de ello, se regalan una serie de obsequios diversos, que no dejan de ser curiosos por su peculiar relación con la lengua o el estudio universitario, como un paraguas o un delantal.

      Pero lo más interesante está, en los motivos utilizados para demostrar la conveniencia de escoger esta lengua como la preferente en la docencia, como se puede observar en el siguiente recorte:
       


       

      Se lee (traducido):


      Estudiar en valenciano te permitirá
    • continuar los estudios en la lengua propia del país
    • Por una parte, no dice de que lengua se trata ni de que país. Se puede deducir por el contexto, pero llama la atención la «timidez» a la hora de nombrar a la Lengua Valenciana. Lo del país es todavía más llamativo, ya que por esa frase podría referirse igualmente al castellano, que también es lengua propia, del país España, y del ... País Valenciano, denominación no oficial de la Comunidad Valenciana. Y si nos remitimos al contexto, la ayuda que nos dará este nos provoca terribles dudas, como en el caso del mapa de distribución de ... «la lengua»

       
    • adquirir los conocimientos propios de tu titulación
    • ¡¡Pues menos mal que además del valenciano, aprenderemos algo de la carrera!! (Falacia de Elusión de la Carga de la Prueba, se dan argumentos obvios que no aportan nada)


    • tener un buen dominio del lenguaje de tu especialidad
    • Se supone que se refiere a los términos de la especialidad, en valenciano, aunque no lo tengo muy claro. Tampoco estoy seguro de cuál es la utilidad de esto en la mayoría de carreras de la politécnica. Por ejemplo, saber términos informáticos en valenciano en lugar de en inglés. Parece como si pusieran como una ventaja el propio hecho en si mismo, lo que constituye una Falacia de Petición de Principio, es decir, dar como prueba lo mismo que se pretende demostrar (según este folleto de la UPV, el valenciano sería útil para conocer la especialidad en tu idioma, pero ¿y cuál es la ventaja de esto mismo?)
       
    • facilitarte el acceso al trabajo (tanto público como privado), en nuestro país, en las Islas Baleares, en Cataluña, en Andorra ...
    • Vale. Ahora ya sabemos que nuestro país no es Cataluña, ni las Islas Baleares. Nos vamos acercando. Según lo que pone, se supone que es el conocimiento del castellano y valenciano, lo que te facilita el acceso al trabajo tanto en lo público como en lo privado. Vamos a admitir que es correcto, aunque también lo es que el castellano es suficiente para el resto de España, y la práctica totalidad del continente americano, incluidos los EUA (un detallito importante son los puntos suspensivos después de Andorra, me pregunto cuál más puede haber).
       
    • trabajar y hacer relaciones en valenciano
    • Por fin se nombra la lengua, pero de nuevo nos encontramos con la Falacia de Petición de Principio. Se ofrece como argumento, lo mismo que se desea demostrar. Pero en este caso hay algo más. Como se decía, no se argumenta que beneficios tiene trabajar y hacer relaciones en valenciano, sobre todo si se pueden hacer también en castellano. ¿Menosprecio, quizás? Se podría haber indicado en su lugar «... hacer relaciones también en valenciano ...». Tal vez por este motivo especifican, en este caso, de qué lengua se trata.
       
    • observar la realidad desde otra perspectiva, y abrir la mente a un mundo más plural
    • No sabemos muy bien si es necesario aprender, hablarlo, o recibir la docencia en valenciano para ver la realidad desde otra perpectiva. Yo diria que no hace falta en absoluto y ademas, no tiene nada que ver (Generalización Precipitada). ¿Se pretende decir que los que no hablamos o usamos esta lengua normalmente, somos algo mas ... «cerrados»? ¿o que no es suficientemente plural, una lengua hablada en los cinco continentes, por más de 400 millones de personas, como lo es la Lengua Española, con decenas de variedades y academias lingüísticas independientes? ¿Es más plural ignorar en lo posible la variedad del valenciano y el derecho de este pueblo a hacer con su lengua lo que desee?. Me parece que no. En cualquier caso, no es una argumentación válida, y denota cierta falta de pluralidad.
       
    • poder obtener la capacitación docente en valenciano
    • Aquí me pierdo. ¿Para obtener dicha capacitación, es necesario haber cursado los estudios -sin especificar la especialidad y sin hacer referencia al nivel de dicción y escritura que se posean previamente- en valenciano? Muy «plural», si señor.
       
    • abrirte a nuevas perspectivas en el multilingüismo y el Espacio Europeo de Educación Superior.
    • Esto tiene toda la pinta de estar puesto de relleno.

      ¿Cuál es la realidad? La universidad citada; dentro de la responsabilidad que se tenga a la hora de vigilar el contenido adjunto a la documentación oficial de la matricula; no sabe dar motivos para promocionar la docencia en valenciano, sin caer en falacias, absurdos, obviedades y vacuidades, además de rozar en algunos casos de cierto menosprecio y desacreditación a culturas distintas, y dar preferencia a estandarizaciones no aceptadas plenamente -o aceptadas únicamente por oligarquías políticas- de lenguas heterogéneas, ignorando la existencia de variedades dentro de las mismas. Estos errores y criterios coincidentes con el nacionalismo catalán, denotan una influencia político-oligárquica que invalida a la universidad para realizar criterios científicos, más que en aquellos ámbitos del conocimiento alejados de toda sospecha de polémica e interéses ajenos.
       
      Para no igualarme, se propondrán a continuación los que deberían ser los motivos autenticos para proporcionar y promocionar esta lengua, en un país democrático:
      • Es la usada como lengua principal por varios milones de ciudadanos de la Comunidad Valenciana.
      • Estos ciudadanos tienen derecho, si así lo deseasen, a recibir la docencia en esta lengua.
      • Es una lengua latina de gran tradición, con literatura importante, traducida a varios idiomas, y con lazos de hermandad con las regiones de la provenza medieval u Occitania y de la Antigua Corona de Aragón, que conservan sus respectivas lenguas romances distintas del castellano.

      jueves, 16 de marzo de 2006

      Las Falacias de El PAÍS y compañía

      jueves, 16 de marzo de 2006
      La noticia aparecida el 13/03/2006 en el El MUNDO sobre una supuesta manipulación en las pruebas relativas al atentado del 11-M de Madrid, ha desencadenado toda una serie de reacciones en los días posteriores.

      Las declaraciones del funcionario encargado de la custodia de dichas pruebas al no identificar una de ellas, son como poco, dignas de mención y provocan por sí mismas cierta intranquilidad. No hacerlas públicas y esperar a una resolución definitiva es decisión y responsabilidad del medio de comunicación en cuestión, debiendo valorar la eterna cuestión entre la información puntual y veraz, y la responsabilidad ciudadana.

      Ahora bien, en este tema en concreto, los únicos que tenían algo que perder son los responsables del actual gobierno, dada la relación de la autoría del atentado con las elecciones del 14-M —la cuál por si misma es objeto igualmente de debate—, y por contra, si se aclaraba todo de forma más o menos adecuada, los que perdían eran los de la oposición al actual gobierno, que se apresuraron a realizar declaraciones en un sentido que posteriormente han tenido que matizar, para ser objeto de crítica —algo facilona, todo hay que decirlo—.

      Pero dejemos a un lado el debate sobre la conveniencia o no para determinados grupos políticos, en la publicación de estos hechos por parte de El MUNDO. Hay más cosas que aclarar:

      Según lo publicado el día 15/03/2006 en El PAÍS:

      ... el magistrado ha querido citarles para despejar cualquier rastro de duda sobre la actuación policial después de lo publicado por El Mundo y de las manifestaciones de algunos dirigentes del PP ...
      Parece como si la decisión de citar a declarar a los policías fuera motivada exclusivamente por la acción conjunta del diario El MUNDO y el Partido Popular. Sin embargo, en este último periódico mencionado:
      ... Tras leer la información que publicó EL MUNDO, el juez Del Olmo pidió que se le remitiese el escrito del inspector jefe Álvarez y, a la luz de lo expuesto en el mismo, pudo comprobar que la Dirección General se lo había ocultado durante casi 17 meses ... ... Ante el juez, el funcionario de Policía insistió en la imposibilidad de mantener que la bolsa que contenía la Goma 2 Eco, con la metralla, el detonador y el teléfono móvil, formara parte de los objetos recogidos en El Pozo, ya que en el lugar de los hechos la juez no ordenó que se hiciera un inventario de los mismos ...
      El diario El PAÍS, en lugar de corregir esta información en caso de ser incorrecta o falsa, la omite cuidadosamente, sin tener en consideración que la decisión del Juez Del Olmo puede haber sido motivada por el propio interés profesional en esclarecer estas cuestiones que todavía son una incógnita, aunque no nos acordemos (ni nos los recuerden), ya que el tema de la mochila o bolsa ha eclipsado el resto de asuntos.

      El PAÍS publica también el día 16/03/2006 dos noticias más relacionadas con esto:

      ... Quedan otros dos agentes por declarar, pero el juez ya ha considerado suficientemente certificada la cadena de custodia de los efectos personales hallados en los trenes. Del Olmo también considera desmontada la teoría conspirativa de que alguien pudo colocar la bomba para implicar a los islamistas ...
      Por lo visto ya se ha celebrado el juicio y Del Olmo ha dictado sentencia, pese a ser solo el juez instructor, y ha descubierto lo que ya sabíamos naturalmente, que eran islamistas (sic).

      Otros personajes intervienen, como el Sindicato de Policías:

      ... Las insinuaciones del PP han crispado los ánimos de los investigadores. Ayer, los sindicatos policiales hicieron público un comunicado en el que defendían "la profesionalidad, imparcialidad y neutralidad política de la inmensa mayoría de los funcionarios del cuerpo ...
      sin embargo:
      ... y lamentaban que algunos de sus compañeros se prestaran "a difundir e incluso a inventar noticias, rumores y suposiciones" por "su ambición o ausencia de escrúpulos", con lo que a su juicio "contribuyen a crear una confusión" que es "aprovechada por otros para descalificar a quien sólo expone hechos" ...
      No estoy muy seguro de a quien se refiere. Sí es a sus compañeros policías, no los deja muy bien que digamos, contradiciendose a sí mismo. Si por el contrario se refiere a compañeros de los periodistas a los que da la rueda de prensa, parece que a estos si que se le puede acusar tranquilamente de ambición, difamación y ausencia de escrúpulos. Se incide en la crispación para apelar al sentimiento, eludiendo la posible importancia de las sospechas.
      El comisario José Cabanillas:
      ... En esa línea, el responsable de la investigación policial del atentado, el comisario José Cabanillas, ha expresado su "dolor" y "malestar" en declaraciones a la Cadena Ser por dichas insinuaciones. El jefe de la Unidad Central de Inteligencia (UCI) ha afirmado estar "satisfecho con el trabajo hecho", aunque desde algunos sectores le "señalen como alguien que no quiere esclarecer la verdad y que encubre a otros" ...
      Más nos duele a los ciudadanos el pensar en una posible manipulación, y más aún que nos la oculten. Otra apelación al sentimiento.
      ... Cabanillas ha vuelto a insistir en que establecer relación entre islamistas y ETA es "disparatado". "Los atentados del 11-M fueron cometidos por individuos procedentes del Magreb", y su origen hay que buscarlo "dentro del ámbito de la Yihad islámica", ha afirmado el comisario, para añadir a continuación: "No tenemos ningún indicio de que ETA participara en los atentados" ...
      Aún suponiendo que fueran todos del Magreb (creo que no), el pensar que al ser de allí (incluso de cualquier otro sitio), no tuvieran otra motivación más que la de la Yihad, es mera suposición (siendo benévolos). Respecto a esto y la posible existencia de pruebas contra ETA..., bueno pues, ejem, ¿no era secreto el sumario?.

      El Comisario General de la Policía Científica, Miguel Ángel Santano, nos calma los ánimos a todos para que no pensemos cosas malas:
      ... No es posible que alguien hubiera puesto una mochila falsa, la zona siempre estaba supervisada y custodiada por algún funcionario de policía en todo momento y esa es una de las cosas que quedará demostrada" cuando finalice la instrucción del juez, según Santano ...
      Pues eso, que tenemos que esperar a que finalice la instrucción de Del Olmo y... el juicio. Pero mientras tanto un alto cargo policial dependiente del Ministerio del Interior nos da su opinión particular en lugar de mostrarse neutral y esperar a la «resolución oficial».

      ¿Cuál es la realidad? Si alguien quería que no pensáramos en una conspiración, la acción combinada del Gobierno, PSOE, el Sindicato de Policías y el Comisario General de la Policía Científica, entre otros, no nos ayuda mucho. Además de esto y en base a lo explicado en una publicación anterior, la posible implicación de medios de comunicación importantes en ayudas a grupos políticos, hace que todo el sistema político-social se desmorone por completo, al verse modificado el contexto social por la influencia interesada de estos medios.

      miércoles, 23 de noviembre de 2005

      Saturación

      miércoles, 23 de noviembre de 2005
      Estimada audiencia. Me encuentro tan saturado por la cantidad de hechos con los que me encuentro, que dan muestra de la magnitud de la manipulación a la que nos vemos sometidos los ciudadanos, que el desanimo y la indecisión dominan mi voluntad a la hora de añadir publicaciones en esta humilde bitácora.

      Además de esto, las tareas habituales a las que este ciudadano se dedica, dejan en ocasiones y en determinados periodos de tiempo, poca cantidad de este último para poder acometer con garantías la enorme tarea a la que pienso en ciertos momentos que me enfrento.

      Hasta ahora me he desahogado en cierta medida y he contado la mayor parte de las inquietudes, que más me preocupaban. Llegados hasta aquí, nos encontramos con la repetición sistemática de los mismos errores, las mismas falacias.

      No se trata de vencer a nuestro enemigo con más mentiras, por que este no es otro que la misma mentira. Existen los problemas, la escasez de recursos, la solidaridad en su reparto y la búsqueda de formas de su máximo aprovechamiento, entre otros muchos. Puede que sea un utópico, pero creo sinceramente que todo discurso que se aleje de este objetivo es proporcional en su misma medida a su ineficacia.

      En fin, como pequeña muestra de todo esto, un comentario sobre una noticia más:

      El presidente del gobierno español en defensa de la nueva ley de educación, LOE:

      El presidente del Gobierno Español don José Luis Rodrigez Zapartero

      En su turno de palabra, el presidente del Gobierno ha defendido la solidez del sistema educativo español y el "formidable avance" que ha experimentado en los últimos treinta años. En este contexto ha opinado que esa solidez la demuestra el hecho de que el sistema educativo no se haya resentido de ministros "tan nulos" como Mariano Rajoy, que ocupó, entre otras, la cartera de Educación durante los años de gobierno del PP

      Para empezar, tenemos una afirmación gratuita, ya que no demuestra de que forma ha avanzado el sistema educativo. Peor aun, como simulacro de esto, lanza una acusación que roza el insulto, llamando nulo al presidente de la oposición, (¿cómo puede algo nulo demostrar la solidez de otra cosa?) que ocupó la cartera de educación en la anterior legislatura. Por lo visto, para el propio presidente, lo peor que se hizo en el anterior gobierno fue el no modificar el sistema educativo que el propio Partido Socialista instauró en su día, antes de las elecciones. Bueno, en realidad si que lo hicieron, pero de nuevo surge el presidente actual, derogando la LOCE, propuesta por la actual oposición cuando no lo eran. En definitiva, no dice absolutamente nada de la ley propuesta actual, y acusa al gobierno anterior de no modificar a tiempo la aun ley vigente que su partido instauró en su día, ¡¡¡antes de que ellos mismos se lo impidan!!!

      Superior a mis fuerzas

      Por cierto, si cambian el contenido del artículo por el motivo que sea, lo tengo impreso en papel.