¿Es un mercado libre síntoma inequívoco de una sociedad libre? ¿proporciona un mercado ausente de regulación una prueba evidente de libertad en una sociedad? ¿una sociedad libre no ha de permitir ninguna regulación en su mercado?
Desde el entorno llamado liberal claman por un mercado libre como si del principal estandarte de dicha corriente ideológica se tratara. Sin embargo, el resultado de dejar alegremente que las principales entidades bancarias del país que más presume de su libertad engordaran de flatulencias hasta liberar un enorme pedo financiero mundial, es un hecho sintomático evidente de que algo funcionó mal. Pero lo que en un primer momento parece una refutación del liberalismo, al menos el del mercado, resulta ser todo algo más complicado si examinamos detenidamente el problema.
Allá por el año 2002, un tal Alan Greenspan por aquel entonces presidente de la Reserva Federal de los EUA, en un acto a mi entender de inusitada prepotencia y enorme irresponsabilidad, decidió que las entidades bancarias iban a dejar de tener apenas margen para sus ganancias.
Qué duda cabe que si todo el mundo hubiera sido mejor, menos avaricioso, menos ambicioso, menos despreocupado, en definitiva, si se hubiera tenido una mayor cultura del coraje, cuando al listo de turno se le ocurrió lo de las hipotecas subprime y la titulización en paquetes juntando churras con merinas, la mayoría, desde las agencias de rating pasando por las entidades bancarias y llegando hasta, no nos olvidemos, los clientes que aplaudían contentos la hipoteca interminable de alto riesgo que les acababan de regalar con tan solo presentar cromos del coyote, hubieran actuado de otra forma y muy probablemente, poco de todo lo que está ocurriendo ahora hubiera sucedido.
No tener en cuenta todos estos aspectos de la condición humana y quitarles las ganancias a unas organizaciones que tienen como principal cometido conseguir el mayor número de ellas(1) y lo peor, despreocupándose de lo que ocurra luego, ponen a Mr. Greenspan como alguien más peligroso que un mono con una cuchilla de afeitar.
Si la intervención de la Reserva Federal fue desacertada, y la posterior dejadez fue peor, yo me pregunto si el problema es la intervención en si misma o la verdadera cuestión que nos debería interesar es de donde sale el poder que detenta dicha organización y otras como en Banco Central Europeo o el Fondo Monetario Internacional. Es decir ¿por qué se habla de la necesidad de un mercado libre, y no de una sociedad libre? ¿por qué se asume que las organizaciones monetarias internacionales o supraestatales forman un oligopolio invulnerable? ¿qué clase de mercado libre puede haber existiendo semejantes monstruos de poder absoluto sobre todo el orbe?
Tanto si admitimos que los ciclos económicos son consecuencia de las intervenciones al no dejar que el mercado fluya, se reorganice y se autoregule en función de la oferta y la demanda, como si es por basar la economía en un crecimiento ilimitado que ha de sufrir recesiones periódicas inevitables; el desastroso resultado es similar: la sociedad ha de estar al pairo de lo decidan unos señores sin su control, o de los vaivenes de un mercado que se les escapa igualmente por no disponer de las herramientas o controles adecuados a pesar de padecer sus consecuencias.
¿Qué es más liberal entonces, anhelar la libertad del mercado, o la de las personas de una sociedad que sufre en conjunto males que no controla?
(1) Hay que aclarar que los Bancos y otras entidades financieras actuaron exactamente igual que si a cualquiera de nosotros nos redujeran el sueldo a la mitad (y si no, que se lo pregunten a los ciudadanos Griegos que se han manifestado multitudinariamente por el mismo motivo), aunque hay que aceptar por supuesto, las diferencias insalvables entre las ganancias de unos y otros. No obstante, que haya gente peor no suele ser una buena excusa (en La India o en África hay mucha gente peor que en Grecia) y en cualquier caso, el problema surge cuando los recortes vienen de una autoridad no lo suficientemente legitima y representativa.