Que es inevitable que las personas hemos de tener ideologías, es tan cierto como que su aplicación estricta en la política puede resultar nefasta. En la medida en que sean simples y puros dogmas similares a los religiosos, se puede comprobar lo nefasto de su utilización sin más que observar a los países que no han superado su fase teocrática. Sin embargo, mucho más cerca, uno de los efectos del #15M en la occidental España, ha sido comprobar como oscuros y profundos dogmas grabados a fuego afloran tristemente todavía con demasiada fruición entre las personas.
La economía y el #15M
domingo, 17 de julio de 2011