sábado, 8 de julio de 2006

Estado, gobierno, política y ciudadanía

sábado, 8 de julio de 2006
Congreso de los Diputados (España)

Con la intención de comprender diversos problemas existentes en algunos países occidentales teóricamente democráticos —como España, por ejemplo— se analizarán los sistemas políticos y su estructura, para luego aplicarlos a nuestro problema. Para confeccionar el esquema siguiente se ha resumido la información de la Wikipedia, tomándola como base y adaptándola al propósito mencionado:

Los elementos de un sistema político

Estado: entidad institucional burocrática con autoridad para establecer normas de regulación de una sociedad en un determinado territorio. Normalmente, el hecho de su existencia no está en función de los conceptos a continuación, aunque si puede influir en sus características .

Gobierno: conjunto de organismos que está al frente del estado, pero no es dueño de el ni parecido, es decir, es el encargado. En realidad, en una democracia los dueños del estado son los ciudadanos. En la medida en que estos puedan ejercer sus derechos decidiendo en el gobierno (por ejemplo, en asuntos así, o así) se clasificará a este. Dicha clasificación se puede efectuar en base a varios criterios, pero en esta ocasión se van a destacar los dos siguientes aspectos:


Los gobiernos conocidos adoptan formas y maneras resultantes de la combinación de ambas. Por ejemplo: los gobiernos soviéticos son una combinación de socialismo y totalitarismo. En España tenemos oligarquía y monarquía, en el Reino Unido algo más parecido a una democracia y monarquía, y finalmente, en los Estados Unidos democracia y república. Si alguien conoce algún sitio donde haya socialismo (como forma de gobierno) y democracia, le estaría muy agradecido si nos lo comunicara. Por lo tanto, se supone que todos somos demócratas. Si alguno me dijera que es simplemente monárquico, republicano o socialista, me preocuparía.

Por otro lado, el que una sociedad o gobierno, sea democrática o no, no supone para nada que sea mejor ni peor que otra. En caso de que sea democrática será lo que llegue a ser por si misma, sencillamente, existiendo la posibilidad de auto-corregirse (y aprender) si la sociedad así lo entendiera. Para que exista esta auto-corrección (y por lo tanto la democracia), debe existir la disparidad de opiniones y pareceres, cosa que en el seno de algunos partidos no parecen entender, a no ser que sean, como muchos nos tememos, simplemente socialistas, monárquicos o republicanos.

Política
Ciudadanía

Sus características

La principal diferencia a destacar entre estos dos conceptos —política y ciudadanía— es la ideología. Es decir, los grupos englobados dentro del primero, son normalmente aquellos que siguen o representan a una determinada ideología, de forma que aquel individuo que no la comparta, no tiene sentido que pertenezca al mismo. Una persona podría considerarse socialista como ideología, pero ser demócrata en cuanto a las formas utilizadas de gobierno. Los motivos para la expulsión o expediente de alguno de sus miembros por parte de la dirección (o parte de ella) de un partido, puede darnos una idea de la naturaleza del mismo.

En principio, no cabe realizar una identificación ideológica entre los miembros de un movimiento ciudadano. Sin embargo, los objetivos de los grupos de ambos conceptos, aunque previsiblemente distintos desde varios puntos de vista, son políticos. Es decir, tendrán que ver con el sistema político o gobierno, bien para estar al frente (partido político), o para cambiarlo o mejorarlo (movimientos y asociaciones ciudadanas).

Hay que indicar que algunos grupos podrían ser encuadrados con cierta dificultad en alguno de los conceptos mencionados, o bien, tener una denominación o configuración externa, junto con unas características internas, correspondientes a una distinta combinación de ambos. Por ejemplo:
  • Un grupo configurado externamente como partido político, podría tener características de movimiento o plataforma ciudadana —ejemplo: Podemos—
  • Pueden haber otros que, si bien tienen una denominación y tal vez, unos objetivos de cambio de sistema político, sus formas y configuración internas sean de partido político — ejemplo: Ciudadanos
¿Cuál es la realidad? La ausencia de formación en la cultura democrática que se ha padecido en España a lo largo de su historia, ha sido aprovechada desde la transición hasta ahora por los partidos políticos mayoritarios para permanecer en su oligarquía, al igual que por otro tipo de asociaciones, contagiando al resto de la sociedad (sindicatos, asociaciones de vecinos, etc...). Sin embargo ahora, finalizando el pacto establecido desde entonces, parece que se pretenda desplazar o impedir a uno de ellos, el realizar su función de oposición leal necesaria en una democracia, al ejercer el partido en el gobierno su función totalitaria propia de la oligarquía instaurada hace 30 años.

Algunos movimientos que desean cambiar esta situación, lo hacen como otra fuerza política.

Falta que los ciudadanos lo hagamos ...
simplemente como ciudadanos.



Actualización (07/05/2009): aunque no dejan de ser una alternativa a los partidos existentes, lo cierto es que organizaciones nacidas con pretensiones de movimiento ciudadano como Ciutadans o UPyD, han acabado siendo unos movimientos ideológicos o partidos como cualquier otro, con un ideario definido y electoralista, en función del sistema partitocrático al que de momento no hacen más que alimentar.

Actualización (20/02/2013): Fracasó la «era Zapatero» la cual, no sólo no logró sus objetivos sino que dejó a la izquierda más dañada que nunca. La derecha continúa sin hacer nada para ganarse legitimidad. Los medios de comunicación más importantes, así como una creciente corriente de opinión pública, se manifiestan claramente en contra de los partidos mayoritarios. Con esta situación se puede decir que el pacto de la transición está definitivamente acabado y que se busca un nuevo «contrato social».

Actualización (08/04/2016): el caso de Podemos es similar en el fondo al de Ciudadanos. Una vez adoptan la forma de partido y se engranan en un funcionamiento que durante 30 años se ha visto que es fraudulento e ineficaz, corren el riesgo de caer en los mismos vicios. La sociedad y su actitud responsable es la única garantía que siempre va a quedar, incluso aunque el sistema se vaya corrigiendo.

Nota : artículo revisado, modificado y reeditado. Artículo original
Nota : artículo revisado, modificado y reeditado, por segunda vez. Artículo original