lunes, 14 de noviembre de 2005

Parliament Bombing

lunes, 14 de noviembre de 2005

De forma similar a la del «e-mail bombing», en la que se satura un servidor de correo mediante el envío masivo de mensajes, acuñamos el nuevo concepto de «parliament bombing» en el que se puede saturar un parlamento de un gobierno democrático mediante la propuesta de textos legales plagados de inconstitucionalidades o excesos, que se han de corregir, aprobar y, eventualmente, denunciar, procesar y, en caso de decisión judicial no favorable, derogar, volver a proponer... repitiéndose el proceso.

Todo esto, en uno de los mejores casos.

Editado el 05/05/2023 para añadir la imagen generada con tecnología DALL-E

viernes, 4 de noviembre de 2005

La falacia preventiva o reciproca

viernes, 4 de noviembre de 2005
Como una variante o simplificación de la falacia predictiva vista en la anterior publicación, surge la que se podría llamar preventiva o reciproca, que consiste en lo siguiente. Dados dos supuestos oponentes A y B:
El oponente A acusa al oponente B de lo que él mismo está haciendo o pensaba hacer, sólo conocido por A, aunque sospechado, posiblemente conocido o con el riesgo de serlo por el oponente B. De esta forma evita que si eventualmente B llega a descubrir lo que está haciendo A, no pueda acusarle de ello con credibilidad, al ser una acusación devuelta y repetida.
Por este motivo es preventiva. Al saber A que le pueden acusar de algo (porque es cierto y aunque puede ser sospechado por el resto, lógicamente solo él lo sabe con total seguridad), al acusar a B de eso mismo, este último se encuentra con que cuando descubre la verdad, tiene que acusar a A de lo mismo exactamente que le han acusado a él. Ejemplo (fuente: Boletín nº 4 (31/10/2005) PSOE, página 3)

Palabras del Secretario de Organización socialista, José Blanco:

don José Blanco en una de sus intervenciones orales
En su intervención, Blanco dijo que Rajoy, Acebes, y Zaplana, mienten igual que otros acuden todos los días al gimnasio: para mantenerse en forma.
Esta estrategia se apoya en la falacia de la afirmación gratuita, ya que en ningún momento argumenta sus palabras (no podría hacerlo), sino que simplemente las afirma, como si el mero hecho de pronunciarlas le dieran otra validez, aparte de la mediática.

sábado, 29 de octubre de 2005

La falacia predictiva

sábado, 29 de octubre de 2005
Le llamo falacia predictiva a la estrategia consistente en lo siguiente. Supongamos dos oponentes, A y B:
En primer lugar, se ha de suponer cómo va a reaccionar un supuesto oponente B, ante una determinada acción del oponente A, que va a hacer, la ha hecho, estaba pensándosela y solo es conocida por él. En su defecto, averiguar qué mejores o únicas opciones de salida serian viables para B, para poder contraatacar o defenderse de la acción del oponente A, una vez sea conocida o sospechada por aquel.

Una vez determinado esto, A acusa anticipadamente a B de intentar hacer esto mismo, dejándolo prácticamente sin defensa, al no poder utilizar las opciones que tiene, ya que se le acusa de ellas mismas.

En caso de que la acción evasiva o defensiva de B no sea constitutiva de crítica y, por lo tanto, de valor para ser utilizada como acusación por parte de A, se puede optar por una solución más efectiva y demoledora aún, que es relacionar esta acción con otra, que aún sin estarlo realmente, lo parecen, ya que al saber cómo va a reaccionar el oponente B, da validez a la acusación del oponente A. Esto incluye la posibilidad de imputar al oponente B, ¡de lo que el propio oponente A va a hacer o ha cometido ya!
De esta forma, y ejecutada con habilidad, se puede acusar o imputar a cualquiera que se conozca su situación y como puede reaccionar, de cualquier cosa y además, sin apenas defensa posible.

viernes, 21 de octubre de 2005

Principio de la comunicación y el papel de los medios

viernes, 21 de octubre de 2005

¿Qué es la comunicación? ¿hacen los medios supuestamente destinados a establecerla, honor a su nombre? Ya que es un concepto del que se hablará bastante en esta bitácora, es recomendable que veamos con algo más de detalle, en qué consiste. Aunque se va a seguir la interpretación más clasica de este concepto, esta es suficiente para extraer conclusiones interesantes, como se verá.

Definición

La comunicación la forman dos «entes» que intervienen no necesariamente de forma voluntaria (pueden ser una o varias personas, animales u objetos, por ejemplo, dos o más ordenadores, y en el caso de ser personas, pueden ser receptores sin ser conscientes de que lo son -subliminal-), uno es el emisor, que con un determinado código, desea enviar un mensaje a un receptor, empleando para ello un determinado canal de comunicación (de forma oral, postal, electrónica, escrita, etc.), y todo ello dentro de un determinado contexto formado a su vez por todos los elementos anteriores, incluidos emisor y receptor.

A todo esto se le añaden otros elementos, como el ruido, que lo forma todo aquello que dificulta la comunicación, es decir, que complica la llegada y la lectura al receptor, del mensaje que envia el emisor. Para evitar esto se usan las redundancias, que son duplicidades de la información, para minimizar el efecto del ruido.

Las comunicaciones que nos ocuparan serán normalmente de tipo unidireccional o unilateral, o sea, que el emisor emite el mensaje esperando que el receptor lo recoja y lo entienda. La comunicación solo será efectiva cuando se cumpla esto último. La comunicación será bidireccional o bilateral, cuando el receptor devuelva al emisor algun tipo de respuesta.

Ahora bien, dependiendo del motivo de la comunicación o del contenido del mensaje, este producirá un efecto en el receptor (función apelativa o conativa). Es perfectamente posible que el motivo del emisor sea precisa y únicamente causar un efecto en el receptor y para ello utilizará un determinado mensaje, con un determinado código y en un determinado contexto, todo perfectamente estudiado. Y si además el emisor puede comprobar el efecto causado en el receptor, verificará la adecuación del mensaje o en caso contrario, podrá modificar el mismo para lograr el objetivo o efecto en el receptor (realimentación, por ejemplo, las encuestas). Pongamos un ejemplo imaginario:

Ejemplo

Tenemos un partido politico que desea causar un determinado efecto en el electorado (que le voten). Para ello utlizará mitines, ruedas de prensa y declaraciones en los medios de comunicación. El Emisor será el partido político, el mensaje será su programa electoral, el código todo el conjunto de expresiones, lenguas y gestos utilizados, el contexto el conjunto de la sociedad y su problemática, el receptor el electorado o el público en general y el canal los medios de comunicación.

Ahora bien, supongamos que el partido político controla al medio de comunicación más importante. En este caso, podría adecuar además de su mensaje y código utilizado, también el canal y el contexto (los medios de comunicación puede crear un ambiente determinado, modificando el contexto de esta forma, destacando un determinado tipo de noticias y ocultando otras) para acomodarlos a sus propios intereses.

Es decir, se puede llegar a lo siguiente: que la búsqueda de que el mensaje (programa electoral) sea del agrado del receptor deje de tener importancia (es decir, el satisfacer las necesidades de los ciudadanos, en la forma requerida por ellos), ya que se puede modificar al contexto, en el que se incluye el ciudadano (receptor), para que le guste el mensaje que se quiere inculcar, a conveniencia del grupo político y mediatico. De la misma forma, sería factible manipular el contexto para impedir que partidos políticos competidores transmitan su mensaje al público en condiciones adecuadas (introducción de ruido).

Conclusión

De esta forma, el objetivo deja de ser, si es que alguna vez lo fue, el satisfacer las necesidades políticas de representación de los ciudadanos, para pasar a ser el encontrar las formas de modificar el contexto y al público en consecuencia, para que sea receptivo, a la vez que se determina qué tipos de ruido son más efectivos para entorpecer a los mensajes competidores.

Esto es solo imaginario...¿no?

Fuentes

miércoles, 19 de octubre de 2005

¡Atención! Cambios en los enlaces del El País.

miércoles, 19 de octubre de 2005
Cuidado por que acabo de advertir que el contenido del enlace de El País de la noticia analizada en la publicación anterior ha sido modificado sensiblemente sin conocer que ha ocurrido con el artículo anterior. Solo es parecido en su 2ª mitad, así que lo digo por si se encuentra alguna diferencia entre las citas textuales y el texto enlazado. A continuación están los artículos escaneados:

Articulo original usado en el análisis:



Articulo posterior que lo sustituye:


Las falacias de Zapatero

En relación a las declaraciones en el senado del actual presidente del gobierno de todos los españoles.

El presidente del Gobierno de España, en una de sus intervenciones en el Congreso de los Diputados

Zapatero ha subrayado que hay que reconocer la existencia de sentimientos identitarios diversos entre los españoles, y ha dicho que la grandeza de la convivencia es saber integrarlos y respetar los sentimientos profundos de una Comunidad por su historia, su cultura o su lengua. «Eso cabe en la Constitución», ha dicho Zapatero, quien ha añadido que es posible una denominación de Cataluña respetuosa con su «fuerte identidad» y con el artículo 2 de la Constitución, «tanto en su letra como en su espíritu».

martes, 18 de octubre de 2005

La falacia vacía

martes, 18 de octubre de 2005
En ocasiones se observa en los medios de comunicación y en otros ámbitos de la vida cotidiana, algo que se le podría llamar falacia vacía. ¿De qué se está hablando? Pues de aquellos casos en los que el mensaje consiste en una serie de retóricas, escritas o dichas con un estilo prepotente y aparentemente culto, pero que si son sometidas a una lectura serena y analítica, se observa que el mensaje en cuestión no es más que un conjunto de palabras escogidas por su carga demagógica o por su aporte a la confusión del receptor del mensaje (lector, oyente, etc.), ya que al no encontrar motivos para oponerse le crea la falsa sensación de que debe estar de acuerdo, sin advertir de que en realidad la información contenida en el mensaje no está realmente relacionada con la materia de la que se trata.

¿Por qué se le puede llamar falacia? En mi opinión, se le debe llamar así por la confusión generada, ya que la ausencia de información relevante o relacionada con una determinada problemática o materia en discusión (de ahí que le llamemos vacía) impide el rechazo claro, y que el lenguaje escogido induce al público receptor a creer una serie de ideas que corresponden con una voluntad oculta del autor o emisor del mensaje.

Se espera poder proporcionar algún ejemplo más adelante.

martes, 11 de octubre de 2005

La falacia bifacética

martes, 11 de octubre de 2005
Conviene tener en cuenta que detrás de una falacia se esconde una motivación para usarla. Según la definición que se estableció, la falacia se usa cuando se busca convencer al público de algo para lo cual no se encuentran argumentos reales o válidos.

Es decir, no se pretende mostrar o explicar una situación real, sino que se busca manipular al público para que esa situación que desea (el manipulador) se haga efectiva, se materialice, se haga realidad.

Así que se debe en primer lugar detectar esa falacia, y a continuación, intuir que se pretende con ella, que se oculta, o a que huerto se nos quiere llevar.