Mostrando entradas con la etiqueta universidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta universidad. Mostrar todas las entradas

martes, 17 de junio de 2014

La educación necesaria

martes, 17 de junio de 2014
La autoeducación es, creo firmemente, el único tipo de educación que existe.
Isaac Asimov

Imagen: Flickr
 ¿Está la educación diseñada para ayudarnos, o realmente de lo que se trata es formar a carne de cañón para el mundo laboral? ¿qué función cumple la universidad en este ámbito? En la oferta laboral de un país cuya economía consiste en servicios y turismo, los puestos que venían siendo desempeñados por técnicos provenientes de la Formación Profesional, son ahora ocupados en muchas ocasiones por universitarios que han pasado años hacinados en las universidades de la época de la burbuja, estudiando unas carreras que ahora no pueden aprovechar como pensaban. Esto hace preguntarse a mucha gente si realmente no será más práctico hacer un curso a distancia como por ejemplo los de la conocida CEAC.

Isaac Asimov, conocido divulgador científico y escritor de ciencia-ficción, autor de la frase que encabeza el artículo, opinaba que la educación tradicional tenía un excesivo carácter impuesto: todo el mundo ha de aprender lo mismo, en el mismo lugar y al mismo ritmo, sin tener en cuenta los gustos, las necesidades y las capacidades de cada alumno. Asimov venía a decir que por encima de un mínimo necesario para asegurar una base educativa común, debería existir un punto en donde fueran las circunstancias de cada persona las que decidieran la línea futura, sin estar constreñidos por los actuales rígidos patrones educativos.


El educador y escritor Sir Ken Robinson, opinaba unos años después de forma similar. Para él, la educación sigue unos patrones obsoletos, originados en la época de la Revolución Industrial y orientados a formar a la gente en las áreas más técnicas, dejando la parte más creativa y artística en segundo lugar. Robinson critica que actualmente en las escuelas se forma a los alumnos para desenvolverse en entornos ordenados y predecibles, donde las matemáticas ocupan un papel primordial. Sin embargo, es cuando ocurre lo inesperado y los planes se vienen abajo —como en la crisis actual—, cuando hay que usar esa parte creativa e imaginativa actualmente menospreciada, para salir del atolladero.


El todo caso, cualquiera de los que hemos recibido educación pública en los últimos 40 años podemos coincidir en que ésta no se corresponde adecuadamente con lo que posteriormente, en el mundo adulto y laboral, nos encontramos. Durante la Transición, con el advenimiento de las nuevas fuerzas políticas, se transmitió un optimismo que esas mismas fuerzas políticas destrozaron con su mal ejemplo. En el ambiente laboral, el caciquismo, el peloteo, la sumisión y el nepotismo, conceptos que no entraban en ninguna asignatura, son sin embargo una norma excesivamente necesaria para desenvolverse.

Nos vendieron un mundo en el que la lógica, la educación y el respeto entre iguales debía ser la norma. Pero la diferencia con el mundo que uno se encuentra cuando acaba la formación académica es de tal calibre, que difícilmente se puede evitar pensar que de lo que se trataba —y probablemente se trate— en el fondo, es crear a marionetas al servicio de unos intereses que poco tienen que ver con nuestro desarrollo personal.

Ahora bien, lo queramos o no, ese es el mundo que nos ha tocado vivir. Lamentarnos no sirve de nada, y es necesario conocer cómo funciona y cuales son esas normas reales que nadie nos ha contado, para encaminar nuestra vida lo más cerca posible de nuestros objetivos y nuestros sueños.

Los títulos oficiales en España tienen el mismo valor que algunos artículos de la Constitución Española de 1978. Aquellos que defienden la igualdad de los ciudadanos, por ejemplo. Ambos casos son igualmente oficiales y defendidos por el Estado, pero los problemas que estas afirmaciones adolecen en su realización práctica, responden a una laxitud legal y formal que se arrastra desde sus orígenes, a la que las instituciones oficiales y empresas se acogen para lo que les interesa. Como consecuencia, los títulos apenas tienen mayor valor que para establecer filtros en convocatorias, normalmente de puestos por debajo de la capacitación teórica de lo que se exige.

En definitiva, dentro de los engranajes del funcionamiento de la sociedad, los títulos son necesarios y hasta cierto punto convenientes. Pero se ha de tener muy en cuenta que por ellos mismos, no te aseguran absolutamente nada. Es en tu día a día laboral, donde vas a forjar tu futuro, y donde te van a ser necesarias todas las aptitudes posibles. Estas las habrás obtenido probablemente durante tu vida académica, pero con toda seguridad que te serán necesarias muchas otras —seguramente, inconexas con tu formación anterior— si no deseas verte arrollado por la realidad.

sábado, 30 de septiembre de 2006

La universidad acientífica

sábado, 30 de septiembre de 2006
Entre la documentación que se adjunta con la información relativa a la matricula para la Universidad Politécnica de Valencia, se encuentra un calendario promocional del Àrea de Promoció i Normalització Lingüistica de dicha universidad.

En este calendario se dan las instruciones necesarias para matricularse en la universidad con la preferencia de valenciano para recibir la docencia. A cambio de ello, se regalan una serie de obsequios diversos, que no dejan de ser curiosos por su peculiar relación con la lengua o el estudio universitario, como un paraguas o un delantal.

Pero lo más interesante está, en los motivos utilizados para demostrar la conveniencia de escoger esta lengua como la preferente en la docencia, como se puede observar en el siguiente recorte:
 


 

Se lee (traducido):


Estudiar en valenciano te permitirá
  • continuar los estudios en la lengua propia del país
  • Por una parte, no dice de que lengua se trata ni de que país. Se puede deducir por el contexto, pero llama la atención la «timidez» a la hora de nombrar a la Lengua Valenciana. Lo del país es todavía más llamativo, ya que por esa frase podría referirse igualmente al castellano, que también es lengua propia, del país España, y del ... País Valenciano, denominación no oficial de la Comunidad Valenciana. Y si nos remitimos al contexto, la ayuda que nos dará este nos provoca terribles dudas, como en el caso del mapa de distribución de ... «la lengua»

     
  • adquirir los conocimientos propios de tu titulación
  • ¡¡Pues menos mal que además del valenciano, aprenderemos algo de la carrera!! (Falacia de Elusión de la Carga de la Prueba, se dan argumentos obvios que no aportan nada)


  • tener un buen dominio del lenguaje de tu especialidad
  • Se supone que se refiere a los términos de la especialidad, en valenciano, aunque no lo tengo muy claro. Tampoco estoy seguro de cuál es la utilidad de esto en la mayoría de carreras de la politécnica. Por ejemplo, saber términos informáticos en valenciano en lugar de en inglés. Parece como si pusieran como una ventaja el propio hecho en si mismo, lo que constituye una Falacia de Petición de Principio, es decir, dar como prueba lo mismo que se pretende demostrar (según este folleto de la UPV, el valenciano sería útil para conocer la especialidad en tu idioma, pero ¿y cuál es la ventaja de esto mismo?)
     
  • facilitarte el acceso al trabajo (tanto público como privado), en nuestro país, en las Islas Baleares, en Cataluña, en Andorra ...
  • Vale. Ahora ya sabemos que nuestro país no es Cataluña, ni las Islas Baleares. Nos vamos acercando. Según lo que pone, se supone que es el conocimiento del castellano y valenciano, lo que te facilita el acceso al trabajo tanto en lo público como en lo privado. Vamos a admitir que es correcto, aunque también lo es que el castellano es suficiente para el resto de España, y la práctica totalidad del continente americano, incluidos los EUA (un detallito importante son los puntos suspensivos después de Andorra, me pregunto cuál más puede haber).
     
  • trabajar y hacer relaciones en valenciano
  • Por fin se nombra la lengua, pero de nuevo nos encontramos con la Falacia de Petición de Principio. Se ofrece como argumento, lo mismo que se desea demostrar. Pero en este caso hay algo más. Como se decía, no se argumenta que beneficios tiene trabajar y hacer relaciones en valenciano, sobre todo si se pueden hacer también en castellano. ¿Menosprecio, quizás? Se podría haber indicado en su lugar «... hacer relaciones también en valenciano ...». Tal vez por este motivo especifican, en este caso, de qué lengua se trata.
     
  • observar la realidad desde otra perspectiva, y abrir la mente a un mundo más plural
  • No sabemos muy bien si es necesario aprender, hablarlo, o recibir la docencia en valenciano para ver la realidad desde otra perpectiva. Yo diria que no hace falta en absoluto y ademas, no tiene nada que ver (Generalización Precipitada). ¿Se pretende decir que los que no hablamos o usamos esta lengua normalmente, somos algo mas ... «cerrados»? ¿o que no es suficientemente plural, una lengua hablada en los cinco continentes, por más de 400 millones de personas, como lo es la Lengua Española, con decenas de variedades y academias lingüísticas independientes? ¿Es más plural ignorar en lo posible la variedad del valenciano y el derecho de este pueblo a hacer con su lengua lo que desee?. Me parece que no. En cualquier caso, no es una argumentación válida, y denota cierta falta de pluralidad.
     
  • poder obtener la capacitación docente en valenciano
  • Aquí me pierdo. ¿Para obtener dicha capacitación, es necesario haber cursado los estudios -sin especificar la especialidad y sin hacer referencia al nivel de dicción y escritura que se posean previamente- en valenciano? Muy «plural», si señor.
     
  • abrirte a nuevas perspectivas en el multilingüismo y el Espacio Europeo de Educación Superior.
  • Esto tiene toda la pinta de estar puesto de relleno.

    ¿Cuál es la realidad? La universidad citada; dentro de la responsabilidad que se tenga a la hora de vigilar el contenido adjunto a la documentación oficial de la matricula; no sabe dar motivos para promocionar la docencia en valenciano, sin caer en falacias, absurdos, obviedades y vacuidades, además de rozar en algunos casos de cierto menosprecio y desacreditación a culturas distintas, y dar preferencia a estandarizaciones no aceptadas plenamente -o aceptadas únicamente por oligarquías políticas- de lenguas heterogéneas, ignorando la existencia de variedades dentro de las mismas. Estos errores y criterios coincidentes con el nacionalismo catalán, denotan una influencia político-oligárquica que invalida a la universidad para realizar criterios científicos, más que en aquellos ámbitos del conocimiento alejados de toda sospecha de polémica e interéses ajenos.
     
    Para no igualarme, se propondrán a continuación los que deberían ser los motivos autenticos para proporcionar y promocionar esta lengua, en un país democrático:
    • Es la usada como lengua principal por varios milones de ciudadanos de la Comunidad Valenciana.
    • Estos ciudadanos tienen derecho, si así lo deseasen, a recibir la docencia en esta lengua.
    • Es una lengua latina de gran tradición, con literatura importante, traducida a varios idiomas, y con lazos de hermandad con las regiones de la provenza medieval u Occitania y de la Antigua Corona de Aragón, que conservan sus respectivas lenguas romances distintas del castellano.