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lunes, 9 de enero de 2012

Lengua y simbolismo

lunes, 9 de enero de 2012
La multitud de lenguas representa las distintas formas de relacionarse con el mundo, en función de cada forma local de hacerlo

¿Que diferencia a unas lenguas de otras? ¿son igual de útiles? Millones de años de  lentos cambios biológicos fueron necesarios para que un ser vivo desarrollara la capacidad de emitir sonidos y de utilizar estos para comunicarse con sus congéneres. Varias son las especies que actualmente hacen uso de esta habilidad, pero si hay una cualidad que distingue a los homínidos del resto de las que pueblan o han poblado este planeta, es seguramente la capacidad de representación simbólica.

Gracias a esta característica, los primitivos seres humanos tenían la facultad de identificar aquello que les era de necesidad o les preocupaba: peligros, seres mitológicos que representaban fuerzas de la naturaleza, etc. Y así, de esta forma, abstrajeron y sintetizaron en símbolos todas aquellas cosas de su entorno natural que eran capaces de interpretar. Con la intención de enfrentarse con mayores garantías a la gran cantidad de peligros del durísimo mundo prehistórico en el que la especie humana comenzó su andadura, los seres humanos se dispusieron a organizarse alrededor de tótemes, que representaban para ellos todo aquello gracias a lo cual lograban sobrevivir un día más. Con esta forma de representar e intentar comprender a la naturaleza, esta tenía por fin a alguien que le escuchara y que poco a poco, empezaba a entenderla.(1)

El tótem es aún hoy una forma de representación simbólica que de alguna forma aúna toda la creencia mística del grupoEstos símbolos alrededor de los cuales se organizaban las personas, poseen desde entonces por este motivo una característica fundamental: no son exclusivos de un solo individuo. Un símbolo que sólo es entendido por una persona no es útil, no cumple su función básica. Se puede suponer que el descubrimiento de un símbolo implica la existencia tras él de un grupo de personas para las cuales tiene el mismo significado o muy similar. Se desprende de esta circunstancia otra peculiaridad, como consecuencia de que cada grupo desarrollara su propio código simbólico, pasando a formar parte de su bagaje cultural: su carácter eminentemente tribal.

Considerando el concepto «nación» como un concepto evolucionado de tribu con similares elementos identificativos, la lengua es también uno de ellos y de las que más reacciones suscita entre los miembros del grupo en cuanto la ven «atacada». Reacción que como se puede comprobar parece que ha perdurado en la memoria colectiva, y que se hace notar en aquellos colectivos que viven sujetos fuertemente a su pasado.

Paradójicamente, a pesar de su origen, una lengua adquiere mayor importancia por cuanto es capaz de transcender de su carácter local y sirve como herramienta de comunicación de pueblos, razas y culturas distintas. Es de esta forma como acaba perdurando en el tiempo y como una lengua se expande geográficamente: por su universalidad.

escritura_modernaPara que se dé esta circunstancia no basta con disponer de un conjunto de símbolos representados en imágenes o monumentos, que definan conceptos abstractos y poco definidos. Si bien el lenguaje sonoro y el uso de símbolos fueron logros importantes, mucho más especial fue el «milagroso» surgir de la habilidad mental y cultural de elaborar un lenguaje sofisticado capaz de transmitir ideas y conceptos elaborados, mucho más allá de las necesidades primarias animales. Hace unos 6000 años aproximadamente, esta capacidad de representación simbólica y de comunicación mediante un lenguaje con estructuras sintácticas dio como fruto otro de los grandes hitos de la humanidad: el lenguaje escrito.

Desde la antigüedad hasta la actualidad

¿Que determina el éxito de una lengua?. Pregunta muy ambiciosa la que enfrentarse. En principio, se puede suponer que cualesquiera lenguas que cumplan las características citadas son teóricamente iguales. Pero en la práctica vemos que no todas lo son, por diversas causas:
  • El número de hablantes.
  • La existencia dentro de entornos sociales distintos.
  • El desarrollo histórico y político.
  • La existencia de una literatura importante.  
Todos estos factores están interrelacionados. Unos influyen en el resto recíprocamente, lo que obliga a considerar todo en su conjunto. Una lengua permite a una sociedad desarrollarse, al poder compartir y transmitir conocimientos y soluciones de problemas. Dicho desarrollo permite la existencia de una mejor educación, lo que hace que la lengua se enriquezca, lo cuál a su vez provoca que el intercambio de conocimientos sea más eficiente y más complejo, repitiendose el ciclo. Pero si tenemos que escoger un factor que puede influir con mayor fuerza que otras en el desarrollo y expansión de una lengua, ese no es otro que el poder político. 

Desde el momento en que una entidad política decide sobre un símbolo tribal, puede hacerlo para superar esa forma de organizarse basada en el miedo hacia peligros externos, con imaginarios enemigos acechando por doquier; hacía otra basada en otros conceptos más racionales. No siempre se hace bien, ya que generalmente, el poder político se ha limitado a imponer su criterio particular, no necesariamente mejor que cualquier otro.

O puede hacerlo para todo lo contrario. Hacer uso de las herramientas políticas que un sistema ofrece, para difundir la supuesta existencia de enemigos externos al mismo, estimulando el miedo tribal atávico de los seres humanos. De esta forma, lograr que se reúnan imaginariamente convencidos de alcanzar la seguridad, alrededor de un tótem adecuadamente escogido, como una lengua local. Y así, obtienen además el apoyo necesario que esas herramientas políticas requieren dentro del sistema, para su beneficio.


(1) Arsuaga, J. L., "Capitulo 9. Y el mundo se hizo transparente", El collar del neandertal: en busca de los primeros pensadores. 8ª ed. Madrid: Temas de Hoy, 1999

Nota: este artículo ha sido modificado y reeditado. La anterior versión está aquí.

miércoles, 14 de abril de 2010

Teoría Memética: ingeniería social

miércoles, 14 de abril de 2010
«Máquinas de memes»
 
Portada del libro de la psicologa británica susan Blackmore Una de las discusiones más importantes sobre los memes es que una parte de la comunidad científica, entre ellos los británicos Richard Dawkins y Susan Blackmore, consideran que el ser humano no es más que una «máquina de memes» (ver art. anterior). Personalmente, creo que despreciar la existencia del «Yo» o del «Libre Albedrío» es ir demasiado lejos, por mucho que no se tenga hoy en día una explicación totalmente satisfactoria de cómo se generan o en qué lugar se almacenan, estos conceptos, siendo esta una actitud claramente cientifísta. Sin ir más lejos, todos ustedes que están leyendo estas líneas, los autores mencionados, incluso el que les escribe, estamos hablando y teniendo conciencia sobre ello. Existen una forma de demostrar que14, una máquina definida como tal no puede demostrar que lo es a su vez, por lo que en caso de hacer como hacemos las personas al descubrir el funcionamiento de nuestra mente, muestra que detrás de todo existe un nivel de conciencia superior. La replicación memética existe, pero esto no prueba que no haya algo más.
 
Por lo tanto, manteniendo la posibilidad de que en algún momento el ser humano como individuo pueda «despertar» y coger las riendas de su destino, las evidencias de que en ciertos momentos la Humanidad se comporta como un «ente automático» replicando ciertas consignas o dogmas inconsciente y sistemáticamente, son notorias. En la medida que esto es así y ocurre, todo parece indicar que la cuestión más importante de los memes que nos debe preocupar es si es posible conocer qué meme es necesario aplicar para provocar un efecto determinado en la sociedad que lo asimila. Hasta ahora, se observa como lo que se ha estudiado de los memes es una teoría de apoyo al estudio y comprensión de la evolución cultural de las sociedades, aunque no es utilizada normalmente en la comunidad científica más purista, debido seguramente a la dificultad para establecer una relación experimental y medible entre un meme y su efecto, o viceversa.
 
Sin embargo, en el terreno de las Ciencia Sociales o Humanistas (ámbito en el que se incluye la Documentación —Ciencia de la Información—) cuyos objetos de estudio son personas o las sociedades en las que se desenvuelven, es habitual el estudio de colectivos humanos siguiendo variaciones del método científico basadas en los objetivos como aproximaciones sucesivas5, ante la dificultad de aislar dicho colectivo para experimentación, lo que además de complicado sería contraproducente, ya que se modificarían las condiciones del entorno social (por ejemplo: lo que ocurre en el programa de Reality Show «Gran Hermano», no se corresponde con otra cosa que no sea la actitud de un grupo de personas encerradas. Es un estudio social, pero no un estudio de la sociedad)
 
Para poder realizar esta manipulación sobre un grupo, sería necesario lo siguiente:
  1. Información suficiente del grupo (datos estadísticos, censos, etc.)
  2. Planteamiento de objetivos y diseño de las correspondientes ideas o conceptos mediáticos atrayentes.
  3. Difusión al grupo.
Si se considera el grupo como el conjunto de la sociedad, resulta evidente que el que posee el mejor perfil para poder desempeñar la ingeniería social correspondiente es el binomio Estado/Medios de comunicación, al poseer el primero toda la información posible de la sociedad bajo su «tutela». Todo el ejercito de asesores que tienen los jefes de gobierno al frente del mismo, albergan los conocimientos suficientes para diseñar los conceptos o memes a transmitir, para luego difundirlos a las generaciones venideras a través del sistema público de educación. Por último, los medios de comunicación normalmente al servicio del poder político, pueden transmitir de forma masiva dichas ideas al mayor número de individuos posible de forma simultánea, de forma que se pierda lo mínimo en transmisiones en cadena.
 
Figura 3.— Ciclo de ingeniería social (fuente: elaboración propia)
La fase que completaría el proceso, sería la de obtener de nuevo toda la información disponible de la sociedad para comparar resultados con la situación anterior y de esta forma, comprobar el nivel de adecuación del meme transferido y su efecto (tal vez con esto se entienda mejor la costumbre de los famosos «globos sonda» con los que los gobiernos nos suelen obsequiar de vez en cuando). Todo este proceso formaría un ciclo (figura 3) con el que se podría realizar ingeniería social, «lanzando» noticias a través de los medios de comunicación sobre nuevas leyes, casos de corrupción que se destapan de sorpresa, mientras que tantos y tantos otros son silenciados, maniobras de distracción con casos truculentos en momentos adecuados, programas de televisión «ad-hoc» para este tipo de noticias (programas de crónica social o «rosa», deportivos, de debate como «59 segundos», etc), y por qué no, atentados supuestamente perpetrados por grupos terroristas.
 
La difusión
 
Cartel de la polémica película  «La ola», en la que se relata el resurgir de un régimen fascista en Alemania Se podría profundizar algo más, especulando sobre algunos aspectos y personajes que normalmente acompañan a todo ciclo de ingeniería social, aunque la mayoría de las veces no se asuma con este nombre. En todo grupo humano, siempre surgen determinados «roles», que se repiten. Por ejemplo, se atribuye a los lideres de ciertos grupos la difusión de una idea que el grupo sigue casi como autómatas. ¿Es esto posible? ¿puede un solo individuo «contagiar» de un meme a un grupo, y que decir de una sociedad entera? ¿cómo si no han surgido las religiones del Cristianismo o el Islamismo, las cuales a la postre han definido culturas dominantes?
 
Personalmente, creo que la explicación de este fenómeno es que en ocasiones ciertos individuos saben conectar con la gente o simplemente tienen la fortuna suficiente para aprovechar ciertos memes que ya están presentes entre la sociedad o incluso son inherentes a la condición humana, y que le permiten ser a su vez «fuentes» de otros memes8. En el caso de la religión, el misticismo, la creencia en Dios, la necesidad de acudir a un «padre protector», y conceptos o memes de este tipo serían los causantes, convirtiendo a la multitud en simples «receptores», «portadores» o «transmisores» de memes. En casos generales, sería seguramente la mera necesidad de sentirse protegido, a salvo del atávico temor a «amenazas externas» que seguramente mantenemos de nuestro ¿pasado? tribal.
 
No necesariamente esta capacidad ha de ser negativa, dependerá en última instancia de la intención del que conoce el efecto que un mártir, por ejemplo, puede causar entre la gente. Aunque por regla general no se puede esperar otra cosa distinta a la de que algunos se sirven de estas debilidades o características humanas para satisfacer su propia vanagloria, cuyas intenciones distan muy mucho de convertirse en mártires al servicio del pueblo. Más bien esperan que sean otros.
 
El macaco del Japón
 
macaco_japones La que puede ser la única evidencia experimental de los memes, su transmisión y el efecto producido sobre un colectivo social, no es de humanos sino de monos, lo que no le resta ni un ápice de importancia ya que es al mismo tiempo una importante evidencia de la existencia de patrones culturales en especies distintas del ser humano. El macata fustata es un sorprendente primate oriundo de la Isla de Koshima (Japón) acostumbrado a vivir en temperaturas gélidas, que un día por puro azar descubrió lo que era la higiene alimentaria y su «aliño», al tener que ingerir una batata sacada de las saladas aguas marinas, adonde había ido a parar por accidente6. Lo realmente fascinante de este suceso, es que este descubrimiento fue aprendido por el primate y transmitido al resto de sus compañeros por imitación. No acaba aquí el fenómeno, ya que este proceso originado por un meme simple, de gran poder atrayente y muy fácil de replicar, continua su expansión horizontalmente al resto del grupo y verticalmente a sus descendientes, sobreviviendo a los que lo iniciaron (considérese la transmisión de una generación a otra descendiente como «vertical», y la transmisión dentro de una misma generación como «horizontal»).
 
En este caso, un suceso aleatorio había cambiado claramente el curso de la historia de estos primates, y modificado sus costumbres. Seguramente a ninguno de los especímenes se le hubiera ocurrido que con algo tan simple se podía lograr que sus congéneres actuaran de una forma determinada, pero ¿y un humano?. Si alguno de nosotros tuviera la clave para lograr que los demás le consideraran alguien especial, un mesías, un elegido, ¿no haría uso de esa capacidad?. Más espeluznante es pensar ¿y si ha ocurrido ya?

martes, 13 de abril de 2010

Teoría Memética: introducción

martes, 13 de abril de 2010

Símil gráfico del proceso de inoculación de memes en la mente de una persona

A pesar de lo que sugiere el nombre, la teoría memética o de los memes no es ninguna tontería. El punto central sobre el que gira esta teoría es el concepto denominado meme por el zoólogo Richard Dawkins, tal y como explica en su libro El Gen Egoísta (The Selfish Gene)1.

Lo primero que uno puede pensar es qué tendrá que ver un zoólogo en todo esto, y qué demonios es un meme. La conexión es al parecer que, de la misma forma que en biología los genes son la unidad básica de información genética que se transmite de generación en generación, el meme sería el equivalente en el que se pudiera dividir el acervo cultural o herencia intelectual de una sociedad, que perdura a lo largo de los años.

Es decir, la mayor parte de cuanto la humanidad ha aprendido podría dividirse o clasificarse en un enorme conjunto de memes, con algunas diferencias según los grupos sociales de los que se trate. Serían memes por ejemplo, una idea, una melodía, una moda, etc. También lo serían según esta definición, las famosas cadenas de mensajes en los que es necesario «replicar» el mismo, prometiendo de hacerlo «bienaventuranza», o de lo contrario «infortunios» de todo tipo. Aunque pienso que el concepto de meme del que trata la teoría propuesta por el famoso zoólogo británico, es algo más sutil y no tan evidente, refiriéndose a la propagación inadvertida de ideas que calan de manera especial en nosotros, las cuales solo en algunas ocasiones son conscientemente modificadas o transferidas con propósito «evangelizador».

En definitiva, el término escogido de «meme» lo ha sido por su relación con la «memoria», en este caso se asume que la memoria colectiva. Los memes importantes serían aquellas determinadas ideas básicas que han influido o pueden hacerlo, sobre el colectivo, de forma que el papel que estas ideas han tenido sobre su configuración ha sido decisivo.

Como ya se ha mencionado, según la teoría los memes serían el equivalente del «código genético» de una sociedad ya que, de la misma forma que un gen en concreto causa un efecto en el desarrollo y evolución de un individuo y/o de su especie, un meme causaría un efecto determinado en el individuo poseedor del cerebro que lo porte, y por consiguiente, dadas las equivalentes propiedades autoreplicantes de los memes, un efecto a su vez en una sociedad al ser difundido en esta misma.

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Figura 1.— Influencia de los memes (fuente: elaboración propia)

Algunos de estos tipos de memes que tal vez han desempeñado un papel principal en la Historia, podrían ser por ejemplo los relacionados con la religión, que causaría un determinado efecto según las diferentes formas de conceptualizarla en las respectivas culturas y sociedades donde se desarrollase. En este sentido, la religión estaría basada en el mismo meme que las cadenas de mensajes mencionadas anteriormente, al utilizar la incertidumbre de la promesa de bienes en caso de seguirla o en caso contrario, de la desgracia2.

Otros memes también significativos y dignos de estudio por separado serían el mercado libre, la propiedad privada, el comunismo, etc. Cada meme podría según su potencia generar toda una filosofía o forma de vida, cambiando el curso de la humanidad.

La replicación

Una de las principales características de los memes y al mismo tiempo la principal diferencia con los genes, sería en la forma de autoreplicarse. Considérese la transmisión de una generación a otra descendiente como «vertical», y la transmisión dentro de una misma generación como «horizontal». Teniendo en cuenta esos criterios, mientras que los genes se transmiten de forma «vertical» por herencia a la descendencia y se replican de forma bastante fiel, los memes se transmiten tanto verticalmente a las futuras generaciones por medio de la cultura y la educación, como «horizontalmente» al resto de la sociedad y a otras vecinas, por medio de la comunicación, pero sufriendo muchas más mutaciones por cada replicación y transmisión que la genética, cuanto mayor sea el número de transferencias en cadena efectuadas3.

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Figura 2.— Transmisión de los memes (fuente: elaboración propia)

De forma algo peyorativa, en ocasiones se les considera como virus4, por una parte por la capacidad mencionada para transmitirse y replicarse en otros individuos y sociedades, y por otra, en los casos en los que el meme absorbe al individuo y lo domina. Probablemente serían estos casos los de los radicalismos nacionalistas o fundamentalismos religiosos, en los que las gentes afectadas por este meme replican una idea cuyo parecido con la original es la utilización de la misma simbología, quedando el significado que en su día y en su momento particular tuvo, como una grotesca caricatura en la actualidad.

  • (1) Dawkins, R. El Gen Egoísta, (citado en Barrow J.D. La Trama Oculta del Universo (Pi in the sky), Barcelona: Critica, 1996, p. 263)
  • (2) Blackmore, S. about memes . Definición de meme de la psicóloga británica.
  • (3) Teoría memética. Artículo en el Ateneo de Madrid.
  • (4) Dawkins, R. Viruses of the mind. Artículo del propio autor del concepto.

Nota: este artículo ha sido modificado y reeditado. La anterior versión está aquí.

viernes, 14 de marzo de 2008

El gobierno de las personas (1 ª parte)

viernes, 14 de marzo de 2008
Planteemos la siguiente situación: un grupo de personas sin determinar y sin ninguna conexión entre si, se encuentra de repente en una amplia zona por poblar. Supongamos que estas personas parten con una educación previa, similar a la de cualquiera de nosotros, una educación media.

Al muy poco tiempo, estas personas tendrían que comenzar a proveerse de recursos para subsistir. Tendían que empezar a buscarse cada uno un pedazo de tierra en caso de desear establecerse, y construirse una vivienda —propiedad privada—. O por otro lado podrían dedicarse a la caza y recolección como hace miles de años. Pero esto último es muy poco probable, dado el sedentarismo arraigado en la sociedad. Supongamos entonces que estas personas no tuvieran problema para aposentarse en un lugar.

Mientras vivieran separados no habría problema, cada unidad familiar se dedicaría a su propia subsistencia (las unidades familiares serían heterosexuales por pura necesidad biológica, lo cuál no significa que no se tuvieran todo tipo de relaciones sexuales). Pero en el momento tuvieran que organizarse para hacer frente conjuntamente a alguna dificultad del entorno (necesidad de construir diques, canales, aljibes, puentes, problemas con animales que atacasen al ganado, etc...) o las propias de los individuos —educación, salud, justicia, comunicaciones, etc...— surgirían curiosamente las primeras dificultades internas del grupo o sociedad recién formada por pura necesidad.

¿Quien decide? ¿quien tiene razón? ¿que opción es la mejor? Nadie lo sabe. En los tiempos antiguos, el más fuerte, o el que antes lograba obtener los recursos suficientes para dotarse de armas, por ejemplo, dominaba al resto por la fuerza. El instinto dominaba a la razón. Cuando todo esto fallaba, se daban explicaciones místicas y se hacían sacrificios, pensando equivocadamente que servían para algo. La creencia mística dominaba a la razón.

Tras siglos de esfuerzo y de descubrimientos, el ser humano se fue dando cuenta de que las cosas del día a día podían explicarse con algo mucho mejor: el pensamiento racional o La Ciencia. Sin embargo, esta ha caminado y lo sigue haciendo, muy lentamente y nos da solución tanto para construir un cohete espacial, como para diseñar un mocho —fregona—. Pero quedan muchas otras cosas que no nos explica, por ejemplo, cuál es la mejor manera de repartir en la práctica los recursos —el agua o la energía, por ejemplo—, donde estaría mejor un puente, que nombre le ponemos a la plaza del pueblo, que nombre le ponemos a una lengua o cuales son los límites que marcan la necesidad del aborto, y muchas otras cosas más para las cuales no existe algo que se pueda definir como solución científica.

También se acabó por dar cuenta el ser humano que las continuas disputas la mayoría de veces bélicas, entre grupos rivales para resolver este tipo de conflictos no conducían mas que a un consumo precipitado de los recursos mencionados anteriormente. Como intento desesperado de solucionar esto de forma al menos igual de mala para todos, surgió una solución digamos que de compromiso, por no haber otra mejor, una chapucilla, un apaño: la decisión de la mayoría.

De esta forma, el grupo de personas del párrafo inicial, conociendo y recordando todos esos siglos de historia, se dispondrían a organizarse de forma que la opinión de cualquiera de ellos tuviera en principio el mismo valor que la de los demás, y que las decisiones se tomarían por el mayor número de coincidencias entre ellos, dejando por fin las guerras y disputas a un lado. Si las circunstancias demuestran que la decisión estaba equivocada, se decide de nuevo por mayoría a la luz de la nueva situación. Y así hasta dar con la opción correcta o mejor.

Pero no está todo solucionado, más bien, esta situación presenta más dudas todavía. No es tan sencillo como parecía. ¿Que pasa si la mayoría decide que hay que excluir, robar, discriminar o cualquier otro tipo de fastidio a un miembro del grupo? Inmediatamente, a todas las personas les surge la necesidad de definir una serie de derechos individuales, los cuales han de ser inviolables, «sagrados» en su sistema de gobierno, y lo ha de ser para todos igual.

Para garantizar esta situación, se requiere de un poder imparcial, a ser posible independiente, que garantice el cumplimiento de estas normas. Normas que han de ser a su vez, decididas por otro poder distinto del anterior ya que de otra forma ostentarían unos privilegios inmerecidos mayores aún, que cuando dependía de conflictos bélicos y rebeliones. Naturalmente, estos poderes no serán divinos, serán esas mismas personas representantes de esos poderes, que sujetas como cualquiera a todo tipo de defectos, deberan vigilarse entre si para detectarlos y denunciarlos. De no cumplirse alguna de estas premisas, se volvería a alguna de las situaciones anteriores, en donde las cosas se decidían por la fuerza y no todas las personan tenían los mismos derechos. Estos dependían del grupo al cual pertenecieras.

A medida que el grupo en su conjunto crece, cada vez resulta más difícil reunirse todos para tomar las decisiones, dado el gran número de concurrentes. Se hace necesario delegar responsabilidades y parte de la libertad individual, para que otra persona o grupo de ellas, tomen decisiones por ti que afectarán a la forma de vida del grupo y por lo tanto, a la de la persona.

Esta medida implica que la igualdad de los componentes del grupo en la que se basaba el acuerdo de gobierno, se ve modificada, ya que en esos momentos unos señores disponen de un poder de decisión que tu no tienes, y que encima, se lo has dado tu. Se hace más necesario por lo tanto que, a medida de que las decisiones no sean tomadas directamente por los ciudadanos, la separación de poderes ha de ser más efectiva , y la creación de unos mecanismos de control de poder de esos representantes, para ser revocados de sus puestos en cuanto dejen de cumplir esa función de representación que se les asignó en su día: mandato imperativo.

Otros caminos posibles

No, no es este el único camino posible. En otros lugares, otras sociedades formadas todavía se regirían por la fuerza —dictaduras— o por creencias místicas —teocracias—.

También podría ocurrir que al asentarse en un terreno, estas personas que nacen en ellos se identificaran de tal forma con el mismo, que llegaran incluso a adorarlo. Sin darse cuenta, estas personas dejarían de ser tales para ser simplemente habitantes de un terreno. Se elegirían elementos identificativos de la zona con los cuales sentirse ellos igualmente identificados: surge el nacionalismo.

En algunos casos, los grupos que llegaron a ostentar el poder por la fuerza abusaron de el de tal forma, que acabaron siendo derrocados por la fuerza del mayor número de los oprimidos (revolución). Estos, para que no se volviera a repetir esta situación, optan por que nadie pueda tener nada en propiedad: comunismo. De esta forma las personas dejan de serlo y pasan a ser «obreros». Para siempre.

En el lado opuesto, las personas dan una importancia exagerada a la propiedad. Negocian con ella y se convierten en empresas individuales, «personales». Se crea una serie de relaciones entre las personas en función del intercambio que realizan de dichas propiedades: capitalismo. En algunos casos ya no es la opinión de la mayoría lo válido, sino el propio mercado entre las personas el que marca la pauta —anarcocapitalismo—.

También surgen ideologías. Ideologías que pretenden explicar aquellas cuestiones para las cuales no existe una solución clara y definitiva. Las personas dejan de ser tales para ser, de esto o de lo otro. Siempre, de forma irrenunciable: sectarismo.

Con el tiempo, estos grupos homogéneos se formarán alrededor de creencias varias, nacionalismos y otro tipo de intereses, y se disputarían el poder, dejando ser elegidos por el conjunto de la sociedad para establecerse en el poder durante un tiempo determinado, para luego ser elegido otro o el mismo grupo o partido: oligarquías.

España

Esta última situación es la que hemos alcanzado en España. Aquí, no existen ciudadanos, existen votantes de uno u otro partido. No hay separación de poderes que vigile el cumplimiento de esas normas que garantizan la igualdad, ni los ciudadanos podemos revocar a los gobernantes en caso de inconformidad con la decisión que se tomo en su día. No es posible rectificar. La elección de los gobernantes no es una solución para elegir un camino, es una forma de llegar al poder por parte de una oligarquía.

¿Por qué es esto así? La respuesta en el próximo artículo.