viene de: estudio de alternativas (1ª parte)
En el artículo anterior se mostraban algunas de la opciones que se podrían considerar en un sistema político para lograr aumentar la democracia, que a tenor de lo comentado no es de otra forma que aumentando la participación ciudadana. Un sistema basado especialmente en el gobierno por parte de representantes, siendo la única posibilidad del ciudadano para valorar su acción, la de votar que sean unos u otros cuando estos digan y a quienes estos digan, ya que no es posible elegir quienes son esos unos ni esos otros, ni lo que han de hacer o decidir, dando igual si lo hacen regular, mal o muy mal (que lo hagan bien ya se da por descartado), difícilmente puede ser democrático. Aunque quien sabe, dada la última tendencia a deformar el significado de las palabras. Pero entonces, si se desea mantener dicho significado fiel a los que la idearon, en un alarde de estoica heroicidad ¿donde quedarían los partidos políticos en este esquema?...
Los partidos
Para ser sinceros, un sistema basado en los representantes y que pretenda ser democrático, adolece de un defecto de base: la financiación. Desde el momento en que, el que tiene más dinero para promocionarse podrá llegar a más gente, y por lo tanto, resultar del agrado de una mayor cantidad y tener más opciones para ser elegido representante, el principio de igualdad inherente a una democracia queda al menos, alterado.
La solución española de financiarse a través del estado en función del número de votos obtenidos, es como permitir a los presos que se guarden ellos mismos la llave de la celda, sobre todo si una vez con el dinero, no existe apenas transparencia con lo que hacen, ni que decir tiene si llegan al gobierno. No es solución.
Teniendo en cuenta lo expuesto, un grupo de ciudadanos libres pero con ideologías afines, es decir, que coinciden en lo básico pero no desean renunciar a su libertad ideológica, podrían unirse y así co-financiarse y hacer frente a esos magnates. De esta forma la sociedad civil, a través del asociacionismo político podría competir en igualdad de condiciones frente a cualquiera. Nótese que no se ha hablado de escaños, ni votos ni nada por el estilo que tenga que ver con las instituciones del estado. Este debería mantenerse al margen, o en todo caso, intervenir para garantizar que el funcionamiento de esos partidos es democrático y sus cuentas completamente transparentes.
Naturalmente, en un sistema partidocrático, desear que un partido intente funcionar internamente como una democracia, es como pedirle peras a un olmo. Lo único que puede y debe funcionar democráticamente es la sociedad civil, y los partidos lo harán en la medida en que el sistema dependa de esta, y no de los partidos.
Por lo tanto, hasta que la sociedad civil no aprenda a organizarse democráticamente, logre arrinconar a los partidos tradicionales (y a los que aspiran a serlo), y una vez con el estado ya en posesión de la sociedad civil deje entrar a los partidos bajo las condiciones explicadas; no llegará la democracia. Jamás. Así que señoras y señores, vayan poniéndose a remojo, que hay para rato.
Independencia de poderes
Algo muy importante en toda democracia, más aún en la medida que sea representativa, es la independencia de los poderes. Nada de lo comentado aquí podría ser de verdadera utilidad si no existiera un poder independiente que vigilara por ejemplo, que las propuestas aceptadas incluso en referéndum democrático, no vulneran ciertos derechos individuales, aunque sea el de un solo individuo (p.ej.: la libertad religiosa, de expresión, etc.). De no ser así, el paso de una democracia a una dictadura de la mayoría1 sería casi inmediato, y los despropósitos podrían ser de verdadero escándalo. Este tal vez haya sido el fallo que llevara a las repúblicas españolas a su histórico fracaso.
Enlaces relacionados
(1) «Estas virtudes, sin embargo, sólo están presentes si el gobierno elegido democráticamente no excede sus funciones específicas. El poder ilegítimo "corrompe" cualquiera sea el origen de los mandatarios. Para esta corriente de pensamiento, entonces, la dictadura de la mayoría adolece de los mismos defectos que el absolutismo monárquico, y no es en esas circunstancias una herramienta idónea para asegurar la paz social» GALLO, E. Notas sobre el liberalismo clásico. [en línea]. Pág, 252-253. Documento PDF disponible aquí> [acceso: 12 jul 2019]
Tan bien está establecida la financiación de los partidos, que con que se saque un parlamentario, se pueden abolir todas las deudas que se generen, ya lo puse en un artículo mío, donde decía que UPyD, con los 303 mil votos obtenidos hubo conseguido 180 mil euros y con eso pagó todas las deudas iniciales obtenidas para darse a conocer en los primeros meses de vida. Todo un chollo, incluso para los partidos nacionalistas.
ResponderEliminarHola «si te dijera», bienvenida de nuevo.
ResponderEliminarPues si que es verdad, si que lo tienen bien montado el chollito. Ahora, una vez con la financiación asegurada, poseen una clara ventaja respecto al resto de formaciones. Como no hay control de representantes, solo las elecciones, la oferta electoral está controlada por el parlamento, una vez más, debiendo pasar por el partido para poder ejercer la libertad política.
Saludos
FELIZ NAVIDAD y 2009
ResponderEliminarMuchísimas gracias noecrof, te deseo igualmente una Feliz Navidad y un prospero año nuevo.
ResponderEliminarSaludos cordiales y gracias por la visita.
Saludos!
ResponderEliminarVeo la democracia representativa como un sistema político mas, al igual que la dictadura o la monarquía absoluta, solo que no es de por vida y las armas que se usan para llegar al poder no son físicas sino psicológicas y sociales.
Creo que una solución mas justa e iluminada (que es lo que se espera de la democracia) es la democracia directa sectorial:
A mi ver el sistema debería involucrar al pueblo por sectores de interés, y en el momento que surgiera la necesidad social de crear una nueva ley esta seria propuesta por especialistas en el tema, debatida a nivel multi-sectorial para verificar que no afecta negativamente a ningún otro sector y votada por todos los ciudadanos pero pidiendo el voto obligatorio de el sector concreto interesado.
Es, a mi ver, la manera de hacer una verdadera democracia, donde la gente se siente realmente interesada en lo que se va a votar pues la división por sector aumenta el interés de las propuestas (y reduce el desinterés provocado por la masificación de opiniones). Por supuesto el sistema interno seria mas complejo, con grupos consultores de sociólogos, economistas, psicólogos, filósofos y científicos moderando y ayudando a los especialistas de cada sector. La infraestructura de voto esta muy claro que seria informática, la manera mas rápida (y hoy en día sencilla) de reunir tantos votos y opiniones.
"Un mundo feliz" a mi manera, jejeje.
Te invito a visitar mi blog.
ResponderEliminarHola Widabal. Me alegra ver que estos asuntos también te interesan.
ResponderEliminarHombre, lo que pasa es que en este caso, poner juntas representativa y democracia, es lo que está mal. No porque no puedan ir juntas, sino porque el problema no es la representación, tanto como que no es democracia, directamente.
Al menos teoricamente, la representatividad no es incompatible con la democracia, lo que está claro es que los mecanismos de democracia directa así como los de control de esos representantes, han de existir con claridad. En el caso español practicamente ninguno de esos mecanismos existe, así que la discusión de que la representatividad en la práctica es o no democractica no es necesaria en ese caso: simplemente no hay democracia, y la representatividad de haberla, es por pura casualidad.
Saludos y gracias por la visita.
Bienvenido «Un día salio el sol», gracias por la invitación y espero igualmente volverte a ver de nuevo por aquí.
ResponderEliminarSaludos
Hola Lino, feliz año.
ResponderEliminarNo hay democracia si no hay representatividad de la sociedad civil y representación por los diputados de los electores. Hoy tanto una como otra, corresponde a los aparatos de los partidos políticos.
Has descrito en palabras claras y llanas lo que es nuestra libertad política.
Y la necesidad de los ciudadanos de organizarse para implantar en el estado la democracia que debe garantizar aquella.
Enhorabuena. Nos vemos en Valencia el 24 de enero.
Hola «Luis alonso Quijano». Exacto. Llamar a este sistema «democracia representativa» es en efecto, un doble error. Ni hay democracia, y por lo tanto la represntatividad es «de churro».
ResponderEliminarGracias por el aviso por correo. Tengo curiosidad por ver que pasa ese día, no se si asistiré, pero lo seguiré con interés. Me llama la atención que haya sido en Valencia donde comiencen las concentraciones.
Saludos y Feliz año igualmente.
Saludos a todos,
ResponderEliminarHe leído vuestros comentarios y me gustaría aclarar un punto: en que os basáis para decir que no hay democracia actualmente?
Naturalmente. Intentaré exponer mi punto de vista, y para ello usaré tus proias palabras, Widabal.
ResponderEliminarTu mismo has dicho que este sistema, suponiendo que te refieras al español que se suele considerar dentro de los llamados «democracia representativa», que es el que más conoce la sociedad en general, apenas difiere de una «monarquia absoluta» o una «dictadura».
Esto es lo que se podría decir una «reducción al absurdo», en el sentido que, si llamando democracia al actual sistema, concluimos que funciona igual que una dictadura, es que la premisa de la que se parte, es falsa.
Democracia ha de ser democracia, y da igual que funcione con representantes o sin ellos. El problema es que con estos, hay que tener mucho ciudado. Hay que establecer mecanismos de control, por ejemplo:
- Elección directa de cada representante (no con listas cerradas y bloqueadas)
- Candidaturas independientes (de forma que un diputado pueda seguir su carrera por separado del partdo, si así cumple con la voluntad del electorado, no con los designios del partido)
- Independencia de los poderes (elección por separado de ejecutivo y legislativo, y reivindicar mecanismos de elección de jueces para que no dependa exclusivamente del parlamento)
- Estabelcer vinculos entre los representantes y el electorado (para que este pueda revocar al primiero o mostrar su disconformidad. Esto se haría por circunscripciones electorales)
- Aumentar la democacia directa (la gran mayoría de decisiones que se toman son cuestiones apolíticas o no ideológicas, que compete a la sociedad en exclusiva. Los partidos ideologizan todo hasta el absurdo, para justificar sus decisiones electoralistas. Por este motivo no son representantes de la sociedad, y actuan en base a sus intereses)
- Etc.
Así que en efecto, este sistema no es una democracia, sino que sería más preciso considerarlo una «dictadura de partidos», ya que el ciudadano solo puede efectuar una única decisión, bajo una enomra presión psicologica y mediatica, y sin apenas elementos de decisión, ya que la oferta es totalmente controlada por la clase política. El voto se otorga a una entidad política llamada partido, el cual decide quienes serán tus representantes (diputados) y toma todas las decisones posibles sin contar con el ciudadano durante el resto de la legislatura. De vez en cuando se lanzan «globos sonda» para ver hasta que punto la sociedad ha de manifastarse y protestar energicamente, y solo así pueden matizar su decisión. Y en todo caso, el poder judicial rara vez actua con un rigor aceptable, de forma que en algunas comunidadaes se está alterando la convivencia sin que nadie haga nada, solo porque hay acuerdos políticos que lo permiten y toleran.
En el resto de artículos y en el blog de CiuDem, encontrarás más información.
Saludos y gracias por el interés.
¡Ah! un detalle importante.
ResponderEliminarPor supuesto que todos estos mecanismos, no son invenciones mías, existen desde hace siglos incluso, y en otros países lo tienen implementado y en funcionamiento.
Saludos