domingo, 7 de marzo de 2010

Ingeniería social inversa

domingo, 7 de marzo de 2010
Si se fusionan los conceptos de «ingeniería social» y el de «ingeniería inversa», probablemente conocidos por el lector, el resultado que se obtiene podría ser el que da título a este artículo. El primero de ellos puede referirse a ciertas practicas delictivas en el ámbito de la informática realizadas con el objetivo de obtener información confidencial, pero el significado utilizado en este blog, es el del diseño de determinadas coyunturas socio-culturales desde el poder político o mediático; los únicos con la suficiente capacidad de influir en la sociedad a gran escala; destinadas a obtener un comportamiento predeterminado de la misma.

Manipulación socialPor supuesto, cualquier acción tomada por el poder político-mediático provocará necesariamente algún efecto en la sociedad. Lo que se pretende entonces es averiguar cuales de esas acciones son tomadas con el objetivo expreso de lograr un efecto calculado. El filtrado de noticias, la elección de determinados titulares, la creación de leyes de escaso valor social pero de gran poder provocador en ciertos sectores de la misma  no afines políticamente hablando, son algunas de las herramientas posibles. Yendo más lejos, existen algunos grupos que sostienen que los sucesos traumáticos del 11M o del 11S, y otros como el de la Gripe A, son también herramientas cuyo objetivo pasaría por la utilización política de la supuesta reivindicación sectaria a través del terror.

De la misma forma que la ingeniería inversa pretende descifrar los códigos fuente de los programas a partir del comportamiento de sus ejecutables, o pretende descubrir el principio de funcionamiento del «man nen dokey» partiendo del funcionamiento de sus piezas mecánicas, con la ingeniería social inversa se intenta descubrir por donde pretenden los dirigentes de la sociedad encaminar nuestras necesidades y temores, y con qué objetivos, partiendo de los actos que perpetran cada día. Para ello, la principal técnica que se propone será la de demostrar las falacias en las que necesariamente han de incurrir los «ingenieros sociales» para lograr este tipo de objetivos.

4 comentarios:

  1. Una pregunta: ¿cuándo yo busco información acerca de una persona en internet con, simplemente, teclear su nombre, ¿también se podría llamar ingeniería social?, no es un hecho delictivo por lo tanto entraría dentro del concepto de ingeniería social.

    ResponderEliminar
  2. ¡Hola Conchita! Bueno, la ingeniería social a la que te refieres es la ingeniería social de seguridad informática, que no es la ingeniería social política a la que deseaba referirme principalmente en el artículo. Y esa ingeniería que comentas, si no es delictiva en todos los casos, es bastante cuestionable en la mayoría.

    Respecto a tu interesante pregunta, sinceramente no estoy seguro. Si te refieres al acto de buscar información de alguien mediante una búsqueda, creo que no es ingeniería social informática ya que tan solo estás accediendo a información que está disponible públicamente en la red. Es decir, los que han realizado algún tipo de ingeniería son los que han diseñado los motores de búsqueda y te presentan la información de una determinada forma accesible, usable, etc, pero no han obtenido esta información mediante trucos «sociales», engañado o manipulando a los usuarios.

    Aunuqe supongo que todo es según para que quieras utilizar esos datos. Es un tema el que intuyo al que te refieres, que hay que analizar con detenimiento. No sé si te habré respondido satisfactoriamente.

    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
  3. Sí, sí, perfectamente, gracias. La ingeniería social que utilizan los políticos, ¿tiene que ver con el marketing político?, porque de eso sabe un poco el Sr. Bono, ese busca y rebusca entre lo más profundo de la persona y si es del partido de enfrente tira a matar.

    ResponderEliminar
  4. Pues si, el marketing político es una herramienta más de la ingeniería social política. No es lo mismo, pero puede ser utilizada para fines de manipulación social.

    Un ejemplo, creo que bastante claro que además destaca por que lo hacían abiertamente, es el tristemente famoso ministro («minijjtro») de propaganda del III Reich: Joseph Goebbels, un verdadero ingeniero social, nefasto eso sí.

    ¡Saludos!

    ResponderEliminar

Sólo son permitidos los comentarios identificados. Le rogamos se identifique con algunas de las posibilidades que el sistema le ofrece.

Gracias y bienvenidos.

Lino (Información y realidad)
(cualeslarealidad@gmail.com)
(Seguir al autor en Twitter)