miércoles, 12 de noviembre de 2025

Decálogo del Método Abierto

miércoles, 12 de noviembre de 2025
Decálogo del método abierto

  1. El dogma es arrogante. El método es humilde.
    El dogma es arrogante: cree tener la razón a pesar de la evidencia. El método abierto es humilde: parte de la conciencia de no tenerla. Esa humildad, paradójicamente, lo coloca en la mejor posición para acercarse a la verdad.

  2. No busca una Verdad, sino un consenso funcional.
    La verdad absoluta pertenece al ámbito personal; el conocimiento colectivo surge del acuerdo comprobable. Lo importante no es en qué creemos, sino qué podemos confirmar juntos.

  3. No se apoya en una supuesta objetividad, sino en un arbitraje externo.
    Nadie es completamente objetivo, y precisamente por eso es necesaria una instancia común: la evidencia material, juez imparcial de nuestras ideas.

  4. No censura; clasifica.
    La experiencia personal no se niega, simplemente se distingue del conocimiento compartido. Uno pertenece al ámbito íntimo, el otro a lo que resiste la prueba de todos. El método abierto se ocupa del segundo.

  5. Reconoce los límites de su campo.
    No niega lo no falsable ni combate las creencias metafísicas o espirituales: simplemente reconoce que están fuera de su alcance. Frente a ellas, adopta una postura agnóstica y honesta.

  6. Usa el error como motor de evolución.
    El dogma justifica el fracaso; el método lo estudia. Si la realidad contradice una teoría, esta debe ser corregida o abandonada. Ninguna idea está por encima del resultado material.

  7. Distingue la herramienta del usuario.
    El mal uso del conocimiento no invalida al conocimiento mismo. La crítica debe dirigirse a quienes lo manipulan, no a la herramienta. La solución es democratizar su acceso, no destruirlo.

  8. Es de código abierto.
    Ninguna institución puede ni debe apropiarse de las leyes naturales. La misma física que impulsa un cohete privado sostiene el GPS, las previsiones meteorológicas o la resonancia magnética. El método no tiene bando ni dueño.

  9. Es dinámico porque es lógico.
    La lógica no congela la realidad, sino que permite describir su cambio. Para hablar de movimiento, primero hay que reconocer lo que se mueve. Solo así la razón se vuelve dialéctica y viva.

  10. Permanece abierto e incompleto por definición.
    Todo sistema que pretende explicarlo todo se cierra sobre sí mismo. En cambio, un método falsable depende del contacto constante con la realidad. Esa necesidad de contraste es su mayor fortaleza.