martes, 22 de enero de 2008

Libertad de elección

martes, 22 de enero de 2008
La reciente exclusión de A. Ruíz-Gallardón de la lista electoral de su partido, ha provocado no pocos debates en todo tipo de medios. Sin embargo una vez más, la discusión no se centra el el problema principal, origen de todas estas polémicas.

Los respectivos contertulios, normalmente afines a uno u otro bando, y muy probablemente con alguna «bonificación» por participar en el programa en cuestión, se devanan los sesos y discuten acaloradamente sobre aspectos como: ¿se ha equivocado el Partido Popular? ¿Le influirá en las elecciones? ¿Se retirará Gallardón de la política?

Resulta especialmente llamativo, que en muy pocas ocasiones se mencione a un protagonista fundamental en una elecciones: el elector. ¿Nadie tiene objeciones a que se les impida a los ciudadanos el poder elegir a un político sobradamente conocido?

Al no existir candidaturas independientes, A. Ruiz-Gallardón no puede presentarse a las elecciones y permitir a los electores poder elegir si desean votarle o no.

Al ser listas cerradas y bloqueadas, únicamente las cúpulas de los partidos eligen a los elegibles.

Al no existir tampoco mecanismos para asegurar un mínimo de obligación del político elegido al mandato imperativo o representativo (estos dos conceptos ni siquiera están en la Wikipedia) por el cuál este ha de efectuar su labor de representación, esta función la han de realizar los partidos, filtrando a aquellos políticos que se alejen de la corriente de la cúpula. De esta forma, todas las opciones políticas están decididas por las altas jerarquías de todos los partidos, primando su propio interés.

La falta de cultura democrática es un obstáculo para implantar esos mecanismos por los cuales los ciudadanos realizaríamos esa función de selección previa, excluyendo nosotros mismos de las listas a los políticos que no nos gustasen. La comodidad y la falta de responsabilidad entre otras cosas, provocan que a nadie le importe que otros hagan esa faena por nosotros.

Bueno, pues, vale. Pero el próximo nueve de marzo el día de las próximas elecciones generales recuerden: podrán votar, pero no elegir.

Luego, cuando vayan cabreados a alguna manifestación, no digan que no se les advirtió.

10 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Votamos pero no elegimos. Si algún día hubiera listas abiertas algunos se llevarían una sorpresa morrocotuda. Albertito incluido.

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  2. A ver si algún día lo vemos, Harto.

    En todo caso, hay que ser conscientes de que las personas que acceden a puesto de responsabilidad han de ser auditadas, no por partidos, sino por los electores. La decisión de estos no debe limitarse al papelito en la urna.

    Saludos

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  3. Hola,

    Creo que la cuestión radica no solo en la poca cultura democrática que tenemos, sino en el conformismo con respecto a todo que nos caracteriza. Un conformismo que se convierte en pasividad con un sola excepción: cuando nos tocan el bolsillo. Por eso la opción que siempre utilizan los políticos: aborregar y amansar con promesas de subidas de pensiones, subvenciones y demás.

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  4. Bienvenido Butzer. Completamente de acuerdo.

    saludos

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  5. Nuestros Respetos y Saludos

    Movimiento Argenlibre

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  6. Saludos de nuevo a Movimiento Argenlibre, y enhorabuena por su estupendo trabajo.

    saludos cordiales

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  7. Lino,

    Esto son luchas internas de los partidos que no saben vivir de otra manera. Vamos a ver las consecuencias y a lo mejor de aquí sale algo bueno.

    Un abrazo.

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  8. Hola Pakithor.

    Pies si, ya veremos a ver que sale de esta.

    Saludos

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  9. Hola Lino. Veo que sigues en tu brecha de dar sentido a la realidad paralela. Tu pundonor es envidiable.

    En Humanidad y Tiempo tienes un premio por si tienes a bien recogerlo.

    Enhorabuena por el blog.

    Un abrazo, Clandestino

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  10. Hola Clandestino, encantado de contactar de nuevo contigo.

    El premio suficiente para mi es ese precisamente, que coincidamos de nuevo y hayas pasado por aquí a dejar un comentario. Gracias

    Ahora pasaré por tu bitácora, la cuál ha dejado a Voto en Blanco sin uno de sus comentaristas más mordázes.

    Saludos

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Lino (Información y realidad)
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