Uno de los problemas que el exceso de información provoca es perderse en ella. La oferta es de tal magnitud y los criterios para seleccionarla tan complicados en algunas ocasiones, que el deseo de conocer puede convertirse en frustrante logrando lo contrario de lo que se pretende. A este exceso de información y a la falta de criterios para filtrar el ruido de la información relevante, se le ha llamado recientemente infoxicación (una especie de unión de los términos intoxicación+información)
Puede ocurrir también que se encuentre tanta cantidad de cosas interesantes que no se sepa cuando parar, ocupándonos demasiado de nuestro tiempo hasta dejar de hacer otras de mayor o igual importancia. En estos casos llega un momento en el que las personas en esta situaciónson incapaces de realizar planes a largo plazo, ya que siempre estan ocupados en otras pequeñas cosas que no aciertan a posponer. A este mal se le llama (no se asusten) procrastinación.
En este enlace hay una serie de consejos para poder evitar todos estos problemas, y organizar la lectura (digital o analógica, claro) de una manera óptima y consciente. El artículo está en inglés. Un día de estos lo traduciré o lo trataré con mayor profundidad, ya que lo merece. Pero básicamente se trata de aplicar el sentido común (como todas las cosas), definiendo nuestos objetivos personales, nuestro tiempo y recursos disponibles, y aplicando criterios objetivos para seleccionar las lecturas, si es posible.
Yo todavía estoy aplicando algunas cosas. Como ayuda he encontrado una herramienta que me ha parecido bastante buena: Instapaper. Tal vez la conozcan ya. Se trata de un servicio web que te permite almacenar o guardar enlaces, además de su contenido. Es decir, no sólo es posible volver a la fuente original, sino que esta puede ser leída dentro de la propia herramienta. El servicio convierte la página web fuente en un texto formateado, extrayendo la información principal. Para ello tan sólo es necesario tener un enlace (un bookmarlet) en la barra de favoritos. Una vez en la página de interés, se pulsa dicho enlace y se guarda automáticamente en tu cuenta de Instapaper.
Adicionalmente, es posible convertir uno o todos los enlaces de tu cuenta a un archivo de texto en varios formatos: de impresión, para el Kindle (moby) o en ePub (otro formato de eBook). También es posible exportar todo a un archivo con extensión .csv. Gracias a esta funcionalidad nos permite salvar el escollo de tener que leerlo en la pantalla o gastar papel, llevando toda la información en un lector electrónico. Si además tiene wifi o 3G, se puede disponer de todos estos servicios directamente en el lector. Gracias al formateado de texto, que lo adapta para su lectura en este tipo de dispositivos, la lectura es mucho más satisfactoria que accediendo a ella directamente en el navegador web. Otra herramienta similar en cuanto a que permite guardar enlaces para su posterior estudio es Bundlr.com. Esta, aunque los organiza de forma más visual, no tiene funcionalidades de formateo de texto ni exportación.
No obstante hay que recordar que no son más que herramientas. No hacen el trabajo. Este, lo ha de hacer la persona. Si bien gracias a estos servicios es posible almacenar información de interés, en cualquier momento y desde cualquier lugar para tenerla disponible de igual forma; por este motivo se corre el riesgo de guardar indiscriminadamente demasiada información.
Con esta herramienta se facilita aprovechar el tiempo, posponiendo la lectura en los momentos que decidamos dedicar, sin ataduras físicas o temporales. Pero la tarea de seleccionar lo principal, esa, todavía la has de hacer tu.
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