Entrevista a Federico Mayor Zaragoza por Europa Press. Véase que dice el antiguo presidente de la UNESCO:
«En cuanto sale una cosa ya está todo el mundo criticando, y después resulta que (el Estatuto catalán) se aprueba en el Parlamento catalán por el 88% de los votos»
Relación artificiosa de dos conceptos. El hecho de que algo sea aprobado por los votos que sean, no significa que no sea criticable, entre otras cosas, simplemente por libertad de expresión. Es esto entendible si lo que está expresando es su propia opinión, la cuál es al parecer que le gusta el nuevo estatuto y que nadie puede estar en contra de el ni criticarlo. Tampoco menciona el hecho de que este estatuto puede afectar al resto de españoles y lo que podamos opinar sobre el en el Parlamento Español. Por otro lado, parece olvidar un detalle fundamental: algo que hace mucha gente no implica que esté bien ni que sea correcto, lo cuantitativo no implica ni afecta a lo cualitativo.
«No se pueden mantener estas posiciones totalmente estáticas de no querer cambiar nada y de tener siempre los privilegios las mismas personas»
Confieso que esto no sé que significa. No estoy seguro de si es una falacia o que está despistado. ¿A que personas se refiere? ¿políticos? Al parecer no sabe que en las últimas elecciones generales hubo un cambio de gobierno. O quiere decir entonces de que ya es hora de que ahora los privilegios también lo tengan los políticos catalanes, con lo cual se confirma que el verdadero carácter e intencionalidad del estatuto catalán es el de repartir estos privilegios que el menciona (no se menciona lo de la alternancia ni los derechos de los ciudadanos) entre más mandatarios. ¿O se refiere al resto de españoles no catalanes? No creo, ya que por lo que conozco los ciudadanos catalanes, gracias a la Constitución Española, no gozan de ni un solo privilegio menos que el resto de españoles.
«España como se rompería sería si llegara un momento en que hubiera insolidaridad manifiesta entre unas regiones y otras, y cuya unidad estuviera impuesta por la fuerza de los ejércitos, y no la España que tiene unos ciudadanos que en su inmensa mayoría quieren estar juntos y quieren tener relaciones solidarias»
Un absurdo. Lo que se critica del estatuto catalán es precisamente esa insolidaridad que el mismo dice puede poner en peligro la unidad de España. Parece que la insolidaridad que no es «manifiesta» es admisible. Por lo tanto, está admitiendo indirectamente que el estatuto mencionado representa ese peligro y además, que no podemos hacer nada para evitarlo.
calificó de «gran disparate» el decir «que no se toque la Constitución», porque «hay muchas cosas que hay que modificar siempre al cabo de unos años»
De nuevo nos confirma que el nuevo estatuto, de forma unilateral, sin debate, sin acuerdo y sin seguir los cauces adecuados y estipulados para su reforma, supone una modificación de la constitución, y por lo tanto, que es anticonstitucional.
Mayor Zaragoza se declaró partidario de la «evolución», porque «la naturaleza lo que nos ha enseñado es que hay que ir mutando» y «cuando no hay evolución, entonces hay alguien que añade una r» y eso «significa violencia y ruptura»
Amenaza encubierta. Revolución violenta y ruptura es a lo que nos enfrentaremos si no hacemos lo que nos pretender imponer.
A su juicio, «no hay que hacer tantos aspavientos diciendo que España se va a romper si (Cataluña) se llama nación» y recordó que «los Estados Unidos que tanto admiran (los populares)» son 51 Estados «que forman una nación», porque «lo más importante es que todos Estados aceptan que haya un único presidente y que haya un poder federal»
La verdad es que lo de este hombre es fantástico. En esta última frase el mismo se contradice, y reconozco que no sé con que resultado o intención. Lo de los EEUU es exactamente al contrario del problema que se nos presenta aquí, es decir, los EEUU son una nación con estados federales, mientras que lo que dice en la propuesta del nuevo estatuto de Cataluña (imponiendo la definición al resto de españoles) España sería «un estado plurinacional». En cualquier caso, confirma (¡una vez más!) y justifica de forma implícita, que esta propuesta de estatuto implica un cambio en el sistema político actual de España, con la añadidura de que se pretende imponer de forma unilateral.
¿Cuál es la realidad? No se puede hacer otra deducción más de que intenta transmitir su interés por que esta reforma se lleve a cabo pero ... sin que se note mucho.