¿Qué es
la comunicación? ¿hacen los medios supuestamente destinados a establecerla, honor a su nombre? Ya que es un concepto del que se hablará bastante en esta bitácora, es recomendable que veamos con algo más de detalle, en qué consiste. Aunque se va a seguir la interpretación más clasica de este concepto, esta es suficiente para extraer conclusiones interesantes, como se verá.
Definición
La comunicación la forman dos «entes» que intervienen no necesariamente de forma voluntaria (pueden ser una o varias personas, animales u objetos, por ejemplo, dos o más ordenadores, y en el caso de ser personas, pueden ser receptores sin ser conscientes de que lo son -
subliminal-), uno es el
emisor, que con un determinado
código, desea enviar un
mensaje a un
receptor, empleando para ello un determinado
canal de comunicación (de forma oral, postal, electrónica, escrita, etc.), y todo ello dentro de un determinado
contexto formado a su vez por todos los elementos anteriores, incluidos emisor y receptor.
A todo esto se le añaden otros elementos, como el ruido, que lo forma todo aquello que dificulta la comunicación, es decir, que complica la llegada y la lectura al receptor, del mensaje que envia el emisor. Para evitar esto se usan las redundancias, que son duplicidades de la información, para minimizar el efecto del ruido.
Las comunicaciones que nos ocuparan serán normalmente de tipo unidireccional o unilateral, o sea, que el emisor emite el mensaje esperando que el receptor lo recoja y lo entienda. La comunicación solo será efectiva cuando se cumpla esto último. La comunicación será bidireccional o bilateral, cuando el receptor devuelva al emisor algun tipo de respuesta.
Ahora bien, dependiendo del motivo de la comunicación o del contenido del mensaje, este producirá un efecto en el receptor (función apelativa o conativa). Es perfectamente posible que el motivo del emisor sea precisa y únicamente causar un efecto en el receptor y para ello utilizará un determinado mensaje, con un determinado código y en un determinado contexto, todo perfectamente estudiado. Y si además el emisor puede comprobar el efecto causado en el receptor, verificará la adecuación del mensaje o en caso contrario, podrá modificar el mismo para lograr el objetivo o efecto en el receptor (realimentación, por ejemplo, las encuestas). Pongamos un ejemplo imaginario:
Ejemplo
Tenemos un partido politico que desea causar un determinado efecto en el electorado (que le voten). Para ello utlizará mitines, ruedas de prensa y declaraciones en los medios de comunicación. El Emisor será el partido político, el mensaje será su programa electoral, el código todo el conjunto de expresiones, lenguas y gestos utilizados, el contexto el conjunto de la sociedad y su problemática, el receptor el electorado o el público en general y el canal los medios de comunicación.
Es decir, se puede llegar a lo siguiente: que la búsqueda de que el mensaje (programa electoral) sea del agrado del receptor deje de tener importancia (es decir, el satisfacer las necesidades de los ciudadanos, en la forma requerida por ellos), ya que se puede modificar al contexto, en el que se incluye el ciudadano (receptor), para que le guste el mensaje que se quiere inculcar, a conveniencia del grupo político y mediatico. De la misma forma, sería factible manipular el contexto para impedir que partidos políticos competidores transmitan su mensaje al público en condiciones adecuadas (introducción de ruido).
Conclusión
De esta forma, el objetivo deja de ser, si es que alguna vez lo fue, el satisfacer las necesidades políticas de representación de los ciudadanos, para pasar a ser el encontrar las formas de modificar el contexto y al público en consecuencia, para que sea receptivo, a la vez que se determina qué tipos de ruido son más efectivos para entorpecer a los mensajes competidores.
Esto es solo imaginario...¿no?
Fuentes