«En la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos,pero no tanto como para satisfacer la codicia de algunos»
Mahatma Gandhi
«En la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos,pero no tanto como para satisfacer la codicia de algunos»
Mahatma Gandhi
Si no estoy mal informado, se va a mantener la velocidad a la cual se disparan los sistemas de radar (unos 135 km/h, igual que antes). Esto significa que podrás ir exactamente a la misma velocidad, 120 km/h, pero únicamente si infringes los límites como pudieras hacer anteriormente al superar los 135 km/h, la multa será más abultada. La verdad, no veo el ahorro de gasolina por ninguna parte, pero si un incremento encubierto de la cuantía de las multas, estupendamente maquillado con el pretexto por del ahorro por obligación. Desde Franco, la obediencia es una cualidad que sigue siendo bien valorada por encima de otras.
Los fósiles tienen que ser hallados. Precisamente estos descubrimientos tan escasos, como son los restos de hombres fósiles, no son fáciles de conseguir. Para encontrarlos se necesita fe, paciencia, y suerte. Fe compuesta por partes iguales de experiencia, conocimientos y esperanza...
El éxito actual de las redes sociales y la web en general, han ocasionado que se hayan convertido el lugar por excelencia donde la gente puede manifestar sus preocupaciones, protestas, reivindicaciones, y, en definitiva, su opinión ante la marcha que su país o su entorno social sufre debido a los actos que los políticos, en el supuesto acto de representarles, efectúan. Cada vez son más los grupos y páginas que proliferan por La Red manifestando lo deficiente del sistema político
Aunque esta situación debe ser común a todos los países(1), en España resulta especialmente llamativo el contraste entre la visceralidad que se emplea en muchas de las clásicas conversaciones de barra de bar en donde se ponen verdes a los políticos, frente la escasa o nula posibilidad de participación social en la vida política. Tal vez una sea consecuencia de la otra. Aunque muchas de las veces se dice mucho pero se hace poco, y cuando se hace, es para criticar al vecino, es muy probable que si existieran mecanismos para que los políticos tuvieran que dejar su cómodo asiento de representante en caso de disgusto de su electorado, estos muy probablemente actuarían con más cuidado y las enconadas discusiones en los numerosos bares que dominan la geografía española no serían tan habituales, o algo más sosegadas. Con Internet, esta situación se ha generalizado mucho más, ampliando la tertulia a mucha más gente.
Diría que debido a esto, y ante el temor de la posibilidad de que los ciudadanos se comuniquen mejor y aúnen fuerzas en el objetivo de solucionar problemas comunes, los políticos han decidido involucrarse en las redes para no quedarse apartados, descolgados y sin posibilidad de influencia. Como chiquillos que se sienten despachados por su grupillo de amistades que no les «ajuntan», parece ser que la última moda es meterse en medio de los que hasta hace poco no querían saber nada de ellos, más que para obtener su voto.
El problema es cuando estos políticos se han de medir a otros ciudadanos, en un medio no controlado por ellos y en una igualdad a la que no están acostumbrados. Con la prudencia que la distancia de los hechos aconseja, parece que esto es lo que le ha ocurrido al presidente de México, Felipe Calderón, el cual no le ha venido nada bien rodearse de sus conciudadanos y menos aún, escuchar lo que tienen que decirle, a pesar de que como representante, eso es precisamente lo que ha de hacer. Le guste o no, es su trabajo.
Mucho más cerca, en España, la inminencia de las primarias del Partido Socialista para la Comunidad de Madrid, ha provocado que uno de sus candidatos poco menos que «acose» a los usuarios con mensajes de campaña que no les han pedido.
Para mi el mensaje es claro: si los políticos no dejan meternos en su vida política para valorarla, entonces que no se metan en la vida de los que sufren dichas consecuencias, y que les pagan a pesar de ello.
↑(1) Según este estudio visto en Ciudadanos en la red (nombre muy propio para el asunto en cuestión), en los países del área mediterránea parece que hay un mayor desfase entre los ciudadanos y sus representantes, dando lugar al fenómeno del anti-partido.