sábado, 7 de noviembre de 2009
domingo, 1 de noviembre de 2009
¡Viva Honduras!
Tal vez recuerden los lectores aquella estrafalaria anécdota que protagonizó el inefable sr. Don Federico Trillo, en la que les hizo gritar a las tropas de EL Salvador un sonoro ¡viva Honduras!. Es más probable incluso que estén al tanto de la situación de crisis política que se está viviendo allí desde que el Jefe del Ejecutivo de aquel país decidió que la constitución le importaba un pimiento, y en vista de que se le acababa su mandato y no podía ser reelegido, puso a prueba el sistema a ver si podía cambiar por su cuenta esa situación. Como no podía ser de otra forma, la cámara de representantes que en este país centroamericano es elegida de forma directa por el pueblo, se opuso a esta violación de su principal texto legal y destituyó al que hasta ese momento era el jefe del Poder Ejecutivo: Manuel Zelaya.
Como se muestra de forma detallada en el blog Memento mori, esta destitución de Zelaya distaba bastante de ser anticonstitucional. Sin embargo, la comunidad internacional defendía lo contrario. Bueno, mejor dicho, los que defendían lo contrario eran los colegas de Zelaya, es decir, los jefes de estado de la comunidad internacional esa. Hablando claro, los que ocupan cargos similares a Zelaya como Obama o Zapatero, probablemente para que no cunda el ejemplo no vaya a ser que les toque a ellos ser los siguientes. Sin embargo, una parte de esa comunidad internacional que estaba tan de acuerdo en la ilegalidad de la destitución de Zelaya, ha resultado no estarlo tanto: un congresista de los EUA, Aaron Schock, se hace eco de un informe presentado por la Biblioteca del Congreso del mismo país donde afirma todo lo contrario.
Por si fuera poco, un diario de Honduras daba noticia de que la ONU disponía de un informe en donde se posicionaba de forma similar. Esta organización compuesta por políticos y diplomáticos designados por las jefaturas de los respectivos países (o sea, amigos de los jefes de estado), corrió despavorida al día siguiente a aclarar este asunto, con la escusa de que este era «uno de los muchos informes» que recibe esta organización internacional, pero que no era su postura final.
Parece bastante claro que las jefaturas de estado y los diplomáticos designados por ellos no van a aceptar nunca que su poder está a disposición de otros, que no son omnímodos, como seguramente les gustaría. Los Jefes de Estado de repúblicas presidencialistas como los EUA o los Jefes de Gobierno de sistemas partidocráticos como México, Italia o España, detentan un poder que es el que más se acerca al de las monarquías absolutistas. Paradójicamente, tienen más poder que los Reyes o Jefes de Estado actuales en los vestigios de estos sistemas de estado hereditarios. El mayor y más sagrado límite a esta acumulación de poder es precisamente el límite de mandato, que como queda claramente reflejado en la Constitución de Honduras ningún cargo publico puede ni tan siquiera promover su reelección. Cosa que Zelaya había infringido clara y descaradamente con el referéndum, fuera vinculante o no.
Pienso que dadas las circunstancias, los ciudadanos de Honduras se merecen todo nuestro ánimo para que sepan solucionar democráticamente este problema, que aprendan y que aprendamos todos de esta situación que pienso es un ejemplo del que hay que tomar nota, y a ver si la próxima vez no se exceden tanto como en esta ocasión y no se saca a punta de pistola a la gente de sus casas. Aunque se lo merezcan.
Por todo esto, propongo que (ahora si Sr. Trillo) dediquemos a sus ciudadanos un animoso ¡Viva Honduras!
lunes, 19 de octubre de 2009
El caso Gürtel (ahora ya en serio)
miércoles, 7 de octubre de 2009
La Ciencia en España NO necesita tijeras
Ver más en La aldea irreductible
Menos Plan E, y más ciencia e investigación, para no depender eternamente de los que si poseen una cultura basada en el esfuerzo y el mérito, y no en el caciquismo y enchufismo peloteril.
Gobierno y oposición, enfrascados en sus disputas partidistas e incapaces de ofrecer otra solución, logran que tan solo se aplique el método paliativo de crear empleo publico para subsistir hasta que Alemania o Francia previsiblemente, nos saquen del atolladero. Para agravar aún más el problema arrastrando un mal endémico desde hace décadas, y para poseer de un mayor presupuesto para las subvenciones que agotaran todo el disponible sin aportar solución alguna, se pretende reducir el destinado a la investigación y desarrollo, únicos ámbitos capaces de ofrecer soluciones reales.
viernes, 25 de septiembre de 2009
Los Zapamonster
sábado, 5 de septiembre de 2009
Lo que esconde Rubalcaba
- Dictadura de la mayoría: un parlamento, aún por el hipotético supuesto de ser democrático, no le habilita para decidir sobre cualquier cosa, menos aún si es uno autonómico. Para que una democracia no se convierta en una dictadura de la mayoría, ha de tener límites, asegurar la igualdad ante la ley del «demos» y no decidir cualquier cosa. Por lo tanto, el argumento básico es falaz.
- Independencia de poderes: por buenas que sean las intenciones; para asegurar esa igualdad ante la ley que capacita (en principio y a falta de mostrar sus capacidades como gestor y comprobar cual es la voluntad de los ciudadanos en las urnas) a todos los ciudadanos por igual para ser por ejemplo, presidente del gobierno; los representantes una vez con el poder que le delegan los electores han de estas sujetos a un sistema que los limite, y que no dependa de esa «buena voluntad», que seguro que al poco de ir en los coches oficiales se les olvida. Si no existen estos límites, llamarle democracia es una burla.
- Soberanía: ahora viene lo que esconde Rubalcaba. Los parlamentos de los países que los tienen (sistemas parlamentarios) representan la soberanía de ese país. Lo que dice ese parlamento va a misa, y el nivel de barbaridades que se decidan en el vendrá determinado por los puntos anteriores. En este caso el País es España, no Cataluña, es decir, Cataluña no es soberana para tomar todo tipo de decisiones, sea o no democrático el parlamento. España sí es soberana para decidir apoyar la Guerra de Irak, o aprobar la nueva Ley de Costas, por ejemplo, nos guste o no, duela a quien duela y mientras no se cambien las cosas, porque ningún ciudadano ni ningún representante elegido por los mismos ha podido intervenir en dichas decisiones.
- Legitimidad democrática: las posibles argumentaciones de que el parlamento autonómico no puede elegir cualquier cosa porque el parlamento y poder judicial central (Español no, ya que los dos son Españoles) defiende a todos los ciudadanos no es útil, porque dicho parlamento no es democrático aunque los políticos que lo ocupan nos intenten convencer de lo contrario, y no hay igualdad, aspecto manifiesto y que es la baza fundamental que utilizan los nacionalistas de forma victimista. Habría que decir que: «todos los ciudadanos españoles están sujetos al la ley de España, que se decide en el parlamento central y vigilada [teóricamente] por el poder judicial». Las autonomías son extensiones del estado o divisiones territoriales sujetas a la misma ley (La Constitución, sea buena o mala). Por lo tanto, el parlamento autonómico carece igualmente de legitimidad democrática.
- Electoralismo: el gobierno central con el PSOE al frente, renuncia lograr la legitimidad democrática del parlamento central Español, y solo le interesa seguir en el poder. Para ello y obtener el favor del electorado nacionalista, prefiere hacer dejación de funciones al perder o ceder parte de la soberanía de la que es responsable, antes que obtener una legitimidad democrática, ocultando sus verdaderas pretensiones.
- Cesión de soberanía: no hay que confundir la división territorial autonómica del estado, con la cesión de soberanía. Como se ha explicado, la soberanía de un área es la que permite a dictaduras como Cuba o la China tomar todo tipo de decisiones, perjudiquen a quien perjudiquen, encarcelen a quien encarcelen, sin importar los derechos humanos o la igualdad de los ciudadanos ante la ley. La cesión de soberanía que desde el gobierno central Español se está efectuando paulatinamente desde la transición, implica que las leyes que gobiernan en el estado español sobre estos derechos, aun defectuosamente defendidos, no son válidos en esta parte de su territorio, dándose casos como coacción o multa a particulares por usar una lengua determinada infringiendo derechos lingüísticos, cierre de emisoras solo por ser criticas con el gobierno autonómico arremetiendo contra la libertad de prensa o represión brutal de manifestaciones de inofensivos estudiantes, entre otros. No hay una propuesta autonómica para mejorar la legitimidad democrática, sino que se utiliza el nacionalismo como elemento electoralista. Seguir en el poder es lo importante, y cuanto más , mejor.
lunes, 17 de agosto de 2009
«los regalos»
Artículo 426. La autoridad o funcionario público que admitiere dádiva o regalo que le fueren ofrecidos en consideración a su función o para la consecución de un acto no prohibido legalmente, incurrirá en la pena de multa de tres a seis meses.
Según esta norma, la oposición se agarra al clavo ardiendo del tecnicismo legal para intentar lograr lo que las urnas le niegan. Los críticos a Camps, ya sean de su mismo partido o de cualquier otro que le interese, se suben al carro de la protesta partidista y piden su dimisión. Se mezcla todo con el caso Gürtel de corrupción, pero solo dejándolo caer, sin aportar prueba alguna salvo la del propio regalo, que de por si, sea legal o no, no le relaciona con la trama.
Algunos me achacan que defiendo a Camps, pero no es así. Si en lugar de este político estuviera otro, y de otro partido, pensaría exactamente lo mismo: que nadie defiende la persecución de la corrupción, sino que lo importante es cargarse a un político, utilizando las acusaciones y resoluciones judiciales como herramienta política. Que el impedimento de recibir regalos como control de cohecho es un absurdo, como matar moscas a cañonazos, y encima, sin cargarse ni una sola mosca. Que lo que interesa es que los casos de corrupción que hay por toda la geografía española, desde el más pequeño de los ayuntamientos hasta el gobierno central, queden a salvo mientras no reciban «regalos», pero si puedan recibir maletines secretos repletos de dinero de los ciudadanos.
No se exige de una vez la independencia de los representantes políticos para minimizar los amiguismos, o las del propio poder judicial para que investigue por su cuenta esos casos. Eso si, luego lloran por que las resoluciones judiciales no les gustan, el mismo PSOE que ha fomentado la federalización asimétrica del poder judicial haciéndolo depender del ejecutivo autonómico. Un ejecutivo por el que disputan su control, y para el que no se exigen medidas de control y cuya ausencia facilita que los que lo ocupan puedan hacer lo que les da la gana, tal y como el PSPV denuncia que hace el PP, y que ellos podrán hacer si llegan al mismo. Por eso no exigen medidas de control, ni independencia de los cargos públicos, el chollo para el partido ha de mantenerse intacto.
La cuestión es que recibir regalos de gran cuantía de alguien que está además relacionado con la mencionada trama de corrupción y cohecho, es algo que a los ciudadanos debe preocupar enormemente, pero no es de por sí una prueba jurídica suficiente, salvo que el juez observe otros factores y hechos. El problema es la mencionada ausencia de controles de forma que los ciudadanos bien a través de iniciativas o a través de nuestros representantes en caso de que estos existieran y no estuvieran al servicio de los partidos, pusieran límite a esta y otras muchas situaciones lamentables.
El delito existe, el delito de falta de respeto a los ciudadanos por aceptar regalos de forma vanidosa de alguien de dudosa reputación, lo que no significa que sea un delito penal. Es un delito democrático y no son los jueces los encargados de resolverlo, ya que ni disponen de las herramientas ni son ellos los responsables de hacerlo. Los abusos del ejecutivo, sean o no delito penal, deben ser limitados por el legislativo, si fuera independiente. Pero no lo es y parece que a nadie le importa. El problema no son los regalos, pero si la falta de decencia democrática, y de eso no se salva ni un solo político de este país.
El artículo 426 del Código Penal indicado arriba, es una aberración. ¿No es suficiente con especificar de forma general el cohecho o la prevaricación, de forma similar a como se hace para diferenciar entre robo, hurto o sustracción? ¿no es evidente que recibir regalos a cambio de favores (con lo que no sería un regalo, sino un pago) es un delito para el que ostenta un cargo público y sobre todo, un insulto a la confianza que los ciudadanos depositan en el, independientemente de la cuantía?. Por lo visto, no. De esta manera, elevando a leyes tonterías de este tipo no se persigue el delito, se persiguen los «regalos». Hecha la ley, hecha la trampa.
Puedo entender que los partidos políticos sean los protagonistas de este juego sucio y adulterado, en donde los ellos mismos deciden las normas según les conviene, pero no entiendo que muchos bloggeros y periodistas supuestamente independientes, entren también en dicho juego tramposo. En cuanto a la sociedad civil, ya tiene bastante con seguir los resultados deportivos en La Sexta (sic). En definitiva: no entiendo nada.