martes, 11 de septiembre de 2012

Guerra Samsung vs Apple, o la innovación engañosa

martes, 11 de septiembre de 2012
Comparativa Apple-Samsung
(Fuente: Cadena SER)
Es noticia estos días que un jurado de California ha sentenciado que "Samsung copió a Apple". La conclusion que pretenden transmitir algunos medios es la de que "Jobs tenía razón". Pero, ¿la misión de jueces y jurados es la de otorgar victoria moral dando la razón postuma a alguien, o es la de ser objetivo en la resolución de una acusación presentada de una forma concreta y ante la existencia (o ausencia) de una serie de pruebas, dentro de un marco legal preexistente? Desde luego, pienso que está más cerca de lo segundo.

No obstante, tampoco sería sensato obviar que esta resolución judicial, pone sobre la mesa diversas cuestiones importantes sobre el mundo empresarial actual, y cómo la tecnología está cambiando los modelos competitivos y la sociedad.
 

Las patentes

Los registros de patentes se idearon en una época en la que las ideas o conceptos no podían transmitise con la gran rapidez ni facilidad con las que ahora es posible realizar. Sería una cuestión demasiado larga de abordar en este artículo, pero hay que señalar que hasta ahora las patentes consistían principalmente en el registro de productos completos, con la inclusión de planos detallados y descripciones más o menos complejas de la funcionalidad del producto.

En los últimos tiempos, desde la proliferación de las nuevas tecnologías y la mejora en las comunicaciones, la industria se ha dedicado a proteger su negocio y buscar los tan asiados (a la vez que perdjudiciales) monopolios a base de patentar todo tipo de cuestiones anecdóticas (pellizcar la pantalla, recorrer una lista, rotar un documento, etc). En definitva, las empresas de tecnología, sobre todo las relacionadas con los dispositivos portátiles, están utilizando un anticuado modelo legal de registro de la propiedad intelectual como herramienta estratégica comercial, de dudosa utilidad al usuario.

Muchas de las patentes que Apple ha presentado en su denuncia frente a Samsung son de este tipo, y se puede decir que son una foma de utilizar los sistema legales para alcanzar las mayores cuotas de mercado posible. No es la primera vez que Apple la utiliza, ni es desde luego, la única empresa que lo esá haciendo. La propia Samsung también ha denunciado a Apple, así como Motorola a Blackberry, y otros casos más.
 

La innovación

Otra de las conclusiones que algunos medios deducen de esta resolución judicial, es la de que Apple innova, y Samsung no. Esto sólo se puede entender si reducen (de forma completamente irracional a mi entender) las trayectorias de ambas empresas a este único hecho.

Samsung es una empresa puntera en su campo tecnológico, es lider mundial en fabricación y venta de pantallas gracias entre otras cosas, a sus innovaciones en este campo. Es más, es proveedora de la propia Apple, la cuál, a pesar de ser vendedora de hardware, muy pocos de los componentes que utliza en sus equipos son ideados por ella. Entre otras empresas que si que son innovadoras en tecnología además de Samsung y que también proveen a Apple, destaca la japonesa Sony.

Apple ha destacado por aplicar de forma diferente dicha tecnología, y sobre todo, en la de aumentar la imagen de "valor añadido" de sus productos. Es decir, salvo en sus inicios con los computadores personales, la vuelta de Jobs a la empresa no ha implicado el desarrollo de nada que no existiera previamente, simplemente le ha cambiado la apariencia y lo ha acompañado de una campaña de imagen, eso si, revolucionaria. Apple ha innovado en marketing, no en tecnología.

QTek S100 (año 2005)
Por ejempo, el iPod muchos consideran el "primer" reproductor de MP3, cuando realmente fue el MPMan el primero de ellos. De forma similar, el iPhone no fue ni con mucho, el primer "smartphone". La primera empresa que unió los mundos de las PDA`s (dominada por Windows Mobile) con el de la telefonía (con Nokia y Motorola al frente), fue la empresa británica QTek (adquirida posteriormente por HTC). De nuevo, el concepto de "tablet" actual es poco más (o menos) que los tablet PC que Microsoft desarrolló orientados al mundo corporativo, pero adaptados al usuario "estandar" y un entorno más doméstico. La diferencia de los tablet PC con los de ahora, es que aquellos eran ordenadores completos de propósito general y los actuales son apenas algo más que ordenadores de mano con pantalla muy grande.

Con el sistema de patentes descrito, es muy difícil que una empresa no "copie" alguna de las características que otra compañía haya implementado previamente. Esto no significa que haya copiado el desarrollo de dicha idea, tan sólo su apariencia. Por otro lado, Microsoft ha cambiado su anterior interfaz de escritorio  por el nuevo sistema "Metro" que va a utilizar en los terminales móviles. La diferencia estética es clara, aunque funcionalmente es prácticamente lo mismo. Que los iconos sean monocolor y de forma cuadrada no creo que sea impedimento si llegará el caso a que Apple quisiera presentar otra demanda por cualquiera de las multiples y variopintas patentes que ha acumulado.

¿Cuál es la diferencia entre Windows Phone 7/8 y el sistema operativo Android que Samsung utiliza en sus dispositivos? Sobre todo, la cuota de mercado que le quitan a Apple. Que Google/Samsung ha copiado la estética de los productos de Apple es tan obvio como seguramente irrelevante. La cuestión importante es si el resultado es mejor o peor para el usuario, algo en lo que es este el que ha de tener la última palabra. No un juez.

Enlace relacionado:

sábado, 1 de septiembre de 2012

Guerra Adobe vs Apple, o cómo ignorar al usuario

sábado, 1 de septiembre de 2012
Cuando una empresa rompe con los «estándares» es normal que se susciten ciertas críticas al enfrentarse al status quo logrado por otras compañías que han apostado fuerte por dichos modelos. Por otro lado, muchas empresas intentan aprovecharse de su posición para imponer sus decisiones de diseño sobre otras soluciones más arraigadas. Aunque estas maniobras son apuestas muy arriesgadas, puede reportar grandes beneficios al monopolizar el mercado, en caso de salir bien. Como ejemplo de fracaso, Sony se equivocó cuando decidió no dar soporte al formato MP3 en sus «revolucionarios» MiniDisc, con un formato propietario de compresión llamado Atrac.

Apple por el contrario, constituye todo un paradigma exitoso de esta práctica, demostrándo una confianza excepcional y una fe ciega en el éxito comercial de sus productos a pesar de las grandes limitaciones que en algunos casos adolecen. La empresa de la manzana viene comercializando desde hace varios años en sus dispositivos portátiles (la principal brecha junto con «La Nube» para desbancar a Windows y sus PC's de escritorio) unos sistemas cerrados en los que resulta «imposible» instalar nada que no haya pasado por el consentimiento y caja de los propietarios. La justificación de esta práctica suele ser que esto es por el bien del usuario, al asegurar unos mínimos de fiabilidad y estabilidad del  producto final, no permitiendo que programas de terceros no aprobados estropeen la «imagen de perfección y pulcritud» que el fallecido Steve Jobs parecía desear proporcionar a los productos de la compañía que fundó junto con Stephen Wozniak.

Uno de estos programas que ha sido eliminado del universo Mac fue nada más y nada menos que el plugin para reproducir archivos Flash en los navegadores. La compañía Adobe, propietaria de este formato, había logrado prácticamente convertir a la tecnología Flash en un estándar, salvo en que requería demasiados recursos. No obstante, muchos sitios de Internet utilizan (todavía) este formato para sus presentaciones, vídeos, juegos, y animaciones de bienvenida en sus páginas de inicio.

Como respuesta a esta situación, antes de que el nuevo estándar HTML5 se presentara como una alternativa evidente, Adobe protestó lógicamente a este acto de «discriminación». Digo lógicamente ya que tratándose de dos empresas en un entorno altamente competitivo, estaba obligada al igual que la gran mayoría a defender su producto, fuera bueno o no, fuera mejor o no.

El problema de esta situación es su gran similitud con la política: dos grandes partidos mayoritarios que se tiran constantemente los trastos a la cabeza, con unos objetivos que consisten en sacar el mayor rédito electoral antes que el de satisfacer las necesidades políticas de sus representados. En este caso, dos grandes empresas compiten por defender sus productos, enfocados casi exclusivamente en su éxito comercial, quedando relegado a un plano completamente anecdótico las necesidades, gustos y preferencias de los usuarios.

Hace poco tiempo Adobe admitió que desistía en mejorar su producto para dispositivos móviles, para dedicarse al HTML5, y más recientemente Android anuncia que retira de su "Market" en-línea la aplicación para reproducir Flash. De nuevo, algunos medios vuelven a mirar el dedo cuando se señala a La Luna y afirman que «Jobs tenía razón».

Si bien es cierto que desde un punto de vista puramente técnico Flash adolecía de graves puntos débiles y que la defensa de su producto respondía simplemente a autoprotección, también es cierto que la alternativa a este formato no estaba preparada. Además, parece que el mercado se olvida de otro factor que si bien no pertenece al ámbito tecnológico es igual o más importante: el usuario.

«JailBroken iPhone»

Una cosa es no dar soporte como va a hacer Android, y otra muy distinta es lo de Apple, al imposibilitar o dificultar enormemente que un usuario instale la aplicación, aunque asuma riesgos, y opte por ejecutar animaciones Flash a pesar de los recursos que vaya a suponerle en cuanto a batería, memoria, estabilidad, seguridad o los que sean, siempre y cuando sea conocedor de ello. Al fin y al cabo se trata de más ni menos que la libertad de elección del usuario.

Por algún motivo, Apple tiene algún problema con este tema, y por ello, a pesar de que sus clientes gastan bastantes «recursos monetarios» en comprar sus productos, estos se encuentran con que no pueden hacer con ellos lo que deseean. Sus motivos tendrán y sus cosas desearan. Mientras tanto, la cuota de mercado baja un día tras otro frente a productos con el sistema operativo Android, sin que parezca que entiendan el «mensaje» que los usuarios les envían.

Enlaces relacionados

domingo, 17 de junio de 2012

La otra cara de la crisis

domingo, 17 de junio de 2012
'Burbuja de ladrillos'
¿Era similar la situación en cada país antes de la crisis? En función de esta premisa, ¿en qué medida la crisis ha afectado por igual a cada uno de ellos?. A pesar de la creación de la Unión Europea, lo cierto es que ésta tan sólo se ha materializado en una unión monetaria que dejó al libre albedrío de cada país, cómo gestionar los fondos de cohesión que recibía.

Debido a esto y a las peculiares características y costumbres de cada país, muchos de estos fondos no se han destinado a mejorar la capacidad industrial ni la productividad, más bien han ido a parar a la creación de unas infraestructuras de comunicaciones que permitieran de forma fluida el libre comercio con los países productores como Alemania, y que además sus bonitos coches pudieran circular adecuadamente por las playas del mediterráneo.

Si nos remontamos a la entrada en el €, muchos podremos recordar la fiebre de inversiones que se sucedieron para realizar presuntamente blanqueos de capital. Todo el dinero negro que había en pesetas se podía perder con la llegada de la nueva moneda comunitaria. Una de estas inversiones fue principalmente la de bienes inmuebles: así empezó la burbuja inmobiliaria española.

Claro, este dinero había que recuperarlo. Esto explicaría los aumentos del 50% del precio de la vivienda, que de un año para otro se convirtieron en habituales. Se inició así una carrera de crecimiento ficticio que todos ya conocemos: el paro disminuyó, la inmigración aumentó, los créditos se concedían indiscriminadamente, el consumo se disparó. Unos ganaron mucho dinero, otros creyeron que eran ricos, sin serlo en absoluto. El Estado tenía dinero para todos: subvenciones a «grupos culturales», sanidad «gratuita», privilegios para los cargos públicos y sus amigos, 400 € por el morro, miles de representantes laborales liberados, etc. «España iba bien», la demagogia funcionaba a las mil maravillas, el dinero «fácil» huía a los paraísos fiscales a toda velocidad mientras los políticos miraban para otro lado. Ganó Zapatero, nos fuimos de Irak y por fin daba gusto ser español. Lástima que durase poco.

La crisis crediticia en los EUA acabó con todo esto, en la medida los bancos y entidades financieras europeas habían invertido ciega e incongruentemente en productos financieros de aquel país. Y en España nos afecta de forma diferente al resto, ya que no sólo no se ha desarrollado ningún modelo productivo alternativo, sino que la base del crecimiento ha sido una mentira que nos hacía creer que sólo por tener una mal llamada democracia, nos hacía más listos, más altos, y más guapos. El crecimiento sólo lo ha sido de población, de una que ahora va a tener que emigrar. La sociedad continúa más que nunca pendiente del fútbol o de los programas de cotilleo; la educación no ha hecho más que empeorar; la ciencia, la investigación y el desarrollo tecnológico han sido ridículos. ¿Hay alguna forma de continuar como funcionábamos hasta ahora?, yo no la veo por ninguna parte.

¿Es la austeridad una solución? Desde luego que mejor que el despilfarro habitual hasta ahora sí. Sin embargo, aunque podrá ayudar a rescatar a los bancos, aplicada sistemáticamente y en ámbitos como educación o investigación, es totalmente perjudicial para mirar el futuro con garantías. Y no es lo adecuado para reactivar la economía ni reducir el paro.

Hay quien dice que hay suficiente dinero para paliar la crisis sin recurrir a estos métodos socialmente traumáticos: que si los clubes de fútbol pagaran sus deudas, que si metieran a políticos y banqueros en la cárcel y devolvieran el dinero enviado a paraísos fiscales, etc. Es cierto. Desde luego que tendrían que pagar todos los culpables antes que los ciudadanos, pero esa cuestión está hoy en día muy complicada. Pero sobre todo, es demasiado tarde para plantearla.

No nos sorprendamos ahora si se crean fondos de rescate, se reducen las subvenciones y se instaura el copago. Nunca hemos hecho nada para tener un sistema político que nos permita decidir en estos asuntos. La sociedad española lleva conformándose con lo que le dan los políticos de uno u otro color durante 30 años. Ahora en cuatro días no se va a solucionar esto, y además, el partido actual ganó con mayoría absoluta, gracias a la propia sociedad. Es lo que hay, y lo que ha habido siempre: desigualdad, pelotazos, enchufismo y mamoneo.

La cuestión es: suponiendo el caso hipotético de que pagaran todos los culpables, devolvieran el dinero, se perdonara la deuda, se expropiaran viviendas y se alquilaran con precios asumibles, etc., etc., ¿qué hacíamos después? ¿cuanto podríamos aguantar con esa situación? Es decir, estas medidas solucionarían la crisis social actual, pero en cualquier caso ya no podríamos continuar con el modelo productivo que se tenía, ni llevar el mismo nivel de vida que hasta ahora. Por tanto, el  verdadero problema de la crisis es que nos está obligando a mirarnos al espejo cómo país. Nos fuerza a retrotraernos a niveles de los años 70, los de la España de «Sol y Playa», caciquil y atrasada, que no creo que nos guste a la mayoría.

Por tanto, tampoco le encuentro mucho sentido que algunos grupos tan sólo se paren en la superficie, se limiten a la protesta, a reivindicar más demagogia y no planteen el verdadero problema de fondo, que es el de encontrar un camino alternativo a través de reformas profundas necesarias, no sólo a los políticos, si no sobre todo a nosotros mismos como sociedad civil, para no pasar por estos o similares errores de nuevo.

Mas información: enlaces sobre la crisis

sábado, 16 de junio de 2012

La crisis del disparate

sábado, 16 de junio de 2012
Con todo esto de la crisis actual y sus recortes para poder satisfacer la deuda «del Estado», parece que no nos acordamos que todo empezó con aquello de la crisis «del crédito» o de las hipotecas subprime. No sería de extrañar que todo fuera un desvío de atención por parte de los grandes medios para una vez más, enfocar nuestra atención fuera de los verdaderos problemas.

Al parecer, pese a las alarmantes voces neoliberales que señalaban el despilfarro del Estado como el problema,  el reciente rescate al sistema financiero Español viene a demostrar cuál era su auténtico origen. El que en la legislatura anterior calificaban como el «sistema bancario más fuerte del Mundo» ha acabado desplomándose, en otra clara "zapaterización" de la realidad que imita a marchas forzadas el actual presidente del gobierno.

Sin ánimo de sumergirse en aburridas y técnicas cuestiones económicas, el problema se podría resumir de forma muy breve de la siguiente manera: el origen de la deuda de un país puede ser pública (la contraida por el Estado) o privada (por entidades privadas). Y esta deuda puede ser interna o externa. La que está causando la crisis actual (y al decir actual es la de los últimos meses, o semanas), es la deuda del Estado o deuda pública. De ahí las voces alarmistas que aclaman una reducción del gasto público. Pero lo que ignoran de forma bochornosa estas voces es que gran parte de esa deuda pública ha sido contraida debido a las inyecciones de capital para los rescates bancarios, como viene sucediendo desde la creación del FROB, con Zapatero de presidente. La deuda pública es debida en gran parte a satisfacer la deuda privada. En este sentido encuentro incomprensible que desde los representantes de algunos grupos defiendan un «recorte profundo, radical y veloz del gasto público». Un poco exagerado, ¿no?

Está claro que el gasto público en asuntos como el patético «Plan E», no han servido para nada. Y está claro que es admisible criticar muchos aspectos de cómo funcionan la sanidad pública o el gasto en educación, pero lo cierto es que aunque pudieran considerarse como un problema, no son las causantes de la crisis. Y en todo caso, también habría que considerar otros aspectos como los gastos de los cargos publicos en sueldos, coches y todo un sin fin de privilegios que aunque tampoco son causa de la crisis, pueden y deben ser, objeto de crítica. Y esto sin hablar de la corrupción, que merece un trato aparte.

Y el problema de la deuda privada no es por su tamaño, si no por la capacidad de líquidez o capacidad para satisfacerla dentro de los plazos. Esto significa que aunque un país como Alemania tenga una mayor deuda, tiene sin embargo una mayor capacidad para devolverla. Esto es, es más productivo. Esto significa que su PIB (producto interior bruto) es mayor, y posee por tanto una mayor capacidad de autofinanciación como país.

Las formas por las que un Estado puede financiarse y saldar dicha deuda son básicamente (fuente: Wikipedia):
  1. Impuestos y otros recursos ordinarios (precios públicos, transferencias recibidas, tasas, etc.).
  2. Creación de dinero, mediante un proceso de expansión monetaria.
  3. Emisión de deuda pública.
La emisión de deuda pública en forma de bonos, letras y productos de este tipo, no está teniendo mucho éxito debido a la falta de confianza e interés de los inversores. La creación de dinero se ha de descartar, ya que con la unión monetaria esto no es posible (por este motivo se está llegando a hablar de la salida del € de paises como Grecia), salvo que como ha ocurrido, la propia Unión Europea se haga cargo de la cuestión bajo una serie de condiciones. El problema es que la única sálida que les queda a estas contrapartidas para poder exigir la devolución de la deuda es la nº1, o sea, la financiacion a costa de los ciudadanos, en la que no podemos esperar que nuestros representantes políticos aporten mucho de su propio trabajo.

Por tanto, para que nuestras empresas tanto públicas como privadas sean más productivas y podamos tener una mayor capacidad de devolución sin necesariamente tenerlo que coger de sueldos o impuestos, lo necesario es una mayor inversión en investigación y tecnología, así como en educación, justo lo contrario que se está haciendo o que se va a hacer, que son recortes en I+D+I y bajar los sueldos a los trabajadores (aunque bien es cierto que esto es un plan a largo plazo).

En definitiva, para que el Estado pueda devolver una deuda de la que no es causa, ha de recurrir a los que se supone que somos sus soberanos (de ahí lo de deuda soberana), aunque carecemos de dicha capacidad para tomar decisión alguna, salvo en la de elegir a los que ahora toman estas medidas, controlados por la Unión Europea. Un auténtico disparate.

Mas información: enlaces sobre la crisis

lunes, 4 de junio de 2012

Recordando los inicios de la crisis

lunes, 4 de junio de 2012
Euros¿Es la deuda la causa de la crisis o es esta la que ha causado el déficit público?.   Para refrescar la memoria y no aburrir demasiado, en el vídeo al final del artículo, John Bird and John Fortune nos lo explicaban de una manera muy sencilla y amena hace ya cuatro años.

Por resumir, todo empezó cuando Alan Greenspan (presidente de la Reserva Federal o FED) decidió, sin que nadie le preguntara, limitar los intereses que los bancos podían cobrar por sus préstamos. Dicen que era por preocuparse de la gente sin ingresos, para que no tuviera que verse ahogada por préstamos a un gran interés.
 
El resultado, que nadie se preocupó en comprobar, limitar, ni regular (ni políticos, ni el FED), es que los Bancos y todo el tinglado de alrededor (agencias de valoración, etc), se buscaron la vida para mantener los ingresos (como la mayoría de nosotros hubiera hecho, todo hay que decirlo). El problema es que traspasaron cierto límite ético a la hora de llevar adelante las «habituales» practicas comerciales. Especularon, y no contentos con ello, mintieron, manipularon, estafaron y engañaron, vendiendo sin cuidado ni miramiento productos que no valían ni una décima parte de lo que aparentaban, a inocentes, ignorantes y por qué no vamos a decirlo, estúpidos ciudadanos. O simplemente, ciudadanos que pensaban que las leyes e instituciones estaban para protegerles.
 
Esto fue en los EUA. En Europa, con un sistema económico aún más compactado e indistinguible del poder político que al otro lado del océano, fue todo mucho más sencillo. A pesar de la jactancia de algunos sectores que critican la ausencia de intervención en la economía de los EUA, y se les llena la boca del sistema «de bienestar» europeo, en este continente sus políticos, completamente conchabados con el sistema financiero, carentes de iniciativa y de legitimidad, habían mirado hacía otro lado mientras se imitaban uno por uno los pasos que desde la otra orilla les decían. Nada les impedía haberlo evitado, pero no lo hicieron porque seguramente participan de ello. Un delito aún peor que el de los bancos.

lunes, 21 de mayo de 2012

El problema de la ciencia en España

lunes, 21 de mayo de 2012
Fuente: Muycomputer
El gobierno ha reducido nada más y nada menos que en un 25% el presupuesto en i+d+i. Esto al parecer supondrá un descalabro en el trabajo de muchos científicos que a duras penas habían logrado desempeñar su pasión en España. La mayoría de ellos han de volver al extranjero, comprobando desesperanzados como no hay futuro para la ciencia en España.

Todo país avanzado sabe que la ciencia no debe entenderse como un gasto, sino como una inversión. Yo añado que todo lo relacionado con las TIC comparte un grado de importancia similar. Esta radica en que la experiencia ha demostrado durante décadas que lo invertido en estas materias a la larga proporciona un capital de conocimiento que marca diferencias con el resto de países. Ayuda a crear soluciones y a abrir nuevos caminos cuando los viejos ya no valen, como por ejemplo basar la economía en los bienes inmuebles. En el ladrillo.

Las sociedades que han apostado en los últimos tiempos por la investigación, que tienen métodos para valorar las capacidades y de dar oportunidades a todo aquel que tiene una buena idea, son las que ahora lideran el gobierno mundial. Una única buena idea que logre fructificar, aunque tarde años en salir, puede cambiar el destino para las próximas décadas y ser rentabilizada con creces. Así ha ocurrido con Internet, con las redes sociales, con el buscador Google, y otros ejemplos que a buen seguro se podrían encontrar en otros ámbitos del conocimiento.

Es incoherente que se admita la necesidad de cambiar el modelo productivo y se recorte en este área. Alguno podrá pensar, ¿y las empresas? ¿acaso no se reivindica desde ciertos sectores que las subvenciones no son productivas?. Esto tiene gran parte de razón, pero el problema es que la tradición empresarial española es completamente contraria a estas ideas. Peor aún, cometen el error similar de recortar todavía más de donde no deben. Si ya las empresas dedicaban poco a la investigación y a la reinversión en su propio negocio para mejorarlo, para dar oportunidades a proyectos de cientificos e ingenieros, ahora todavía menos. Si alguien ha de cambiar esto son los únicos que el actual sistema permite que lo hagan: los políticos.
Fuente: Noticias Orange

Carmen Vela, secretaria de Estado para i+d+i, explica que con este presupuesto que se va a hacer ciencia «de calidad». Esto es como decir que hasta ahora no lo era. Haciendo de abogados del diablo, puedo creerme que gracias a las subvenciones hubiera mucha gente que vivía de ellas y no producía los resultados obtenidos. Pero si ahora ya se afirma disponer de una forma de conocer qué proyectos son los adecuados, lo que deberían hacer es aplicarlos, no reducir la inversión. Me temo que lo que se esconde es una confusión de conceptos al creer que lo mismo por menos dinero es «más calidad». Aún suponiendo que realmente se logre un rendimiento similar, lo que hace falta es una mayor apuesta por la investigación como principal forma de salir del atolladero, no mantenerse en los parámetros actuales que se han evidenciado como insuficientes. 

¿Que parte de culpa la tenemos la sociedad en España? ¿hasta que qué punto los partidos, tanto unos como otros, son los únicos responsables de la escasa tradición científica?

Creo que como dirigentes, son los políticos los principales y directos responsables. Si el sistema lo permitiera podríamos conocer el grado de implicación de la sociedad, la cual presumiblemente tiene poca voluntad y poca sensibilidad en este aspecto con lo que somos también culpables; pero ya que no nos dejan decidir, son los dirigentes los que acostumbrados a gobernar a golpe de decreto, sin embargo en este caso, no hacen nada o empeoran la situación.
Más información:

martes, 15 de mayo de 2012

Intercambio de rumores

martes, 15 de mayo de 2012
Los rumores ya no tienen límite tecnológico para difundirse como antaño


Dicen que el rumor es «la antesala de la noticia», pero llamar así a los rumores cuyas principales características son sus dudosas fuentes y veracidad más que discutible, es con toda probabilidad un disparate. Debería ser justamente todo lo contrario de la noticia.

Lo que pasa es que todos quieren ser los primeros. Y la audiencia lo aplaude. Además, el boom de las redes sociales amplifica los rumores de forma descontrolada. La inmediatez de la información que brinda Twitter, por ejemplo, tiene la contrapartida de difundir a gran velocidad todo tipo de bulos y leyendas urbanas, medias verdades cuya condición de dudosas les aleja de lo que ha de ser una información en condiciones. Un ejemplo concreto que tuvo una gran repercusión pero cuya veracidad pasó rápidamente a segundo plano, es el de un vídeo de una pareja aparentemente practicando sexo en la Universidad Politécnica de Valencia.

¿Era real? Es decir, ¿les han pillado in-fraganti o es todo un montaje para viralizar un vídeo? 

¡Qué más daba!

El problema de la «prensa al servicio del poder político tradicional», es que no puede competir con esta rapidez en la difusión, a pesar de intentarlo «haciéndose eco» de muchos de estos rumores. Como si quitarse la responsabilidad de su origen, le eximiera de la de difundirlos.

Este problema de los grandes medios es muy similar a la de las grandes compañías distribuidoras de contenidos, cultura, e información, que no les gusta que la gente pueda compartirla. Música, libros,... ¿por qué no los «rumores» también? Y la ceguera a la hora de solucionarlo es muy parecida, que suele pasar por bloquear Internet y las redes con medidas de censura. El monopolio de los rumores también desean controlarlo.

En el caso de los medios de información, la solución debería pasar, en lugar de intentar competir en inmediatez con  las redes mucho más eficaces para ello, su oferta debería ser aquella que no pueden ofrecer las redes sociales y microbloggin: la de dar noticias objetivas, contrastadas y de fuentes fiables y conocidas.

Pero me temo que esto no les interesa.