Mostrando entradas con la etiqueta redes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta redes. Mostrar todas las entradas

martes, 22 de octubre de 2019

El correo perdura

martes, 22 de octubre de 2019

¿Dónde está el fin de los ordenadores de sobremesa? ¿y el del correo electrónico? Se lleva años hablando del tema y no parece que se llegue a ninguna de las situaciones que algunos predecían. En el fondo puede que más que predicción sea un anhelo, como el CEO de la plataforma colaborativa Slack que pretende competir con el clásico método de mensajes de toda la vida.

Hubo un momento, con el auge de las redes sociales, los dispositivos móviles y las aplicaciones de mensajería instantánea, que parecía que iba a ser así. Al menos, eso era lo que ciertos vendedores de humo nos decían, pero la realidad, la de verdad, no la del mercado, se empeña en mostrarnos un mundo en el que el correo continúa inamovible en sus ámbitos de siempre: el corporativo o empresarial, como herramienta de marketing o de comunicación con usuarios o clientes mediante envío masivo de emails, en boletines de noticias y canales RSS —sí, no solo todavía existen, sino que hoy por hoy son la única alternativa a los contenidos confeccionados por algoritmos basados en criterios publicitarios— y como estándar seguro sobre el que descansan la mayoría de seguridad de las cuentas de esas redes sociales que se suponía que iban a sustituirle, pero en lugar de eso lo han convertido en prácticamente indestructible.

Alguno podrá apuntar que cierta famosa y multitudinaria aplicación de mensajería instantánea no requiere de un correo electrónico, es cierto, y probablemente sus usuarios no sepan ni lo que es salvo que era lo que necesitaban para activar los teléfonos donde ejecutan el Whatsapp. Cada teléfono, cada red social, cada cuenta de usuario de cada servicio, requiere de una cuenta de correo electrónico para confirmar la identidad del usuario.

A pesar de los muchos millones de usuarios de mensajería instantánea y redes sociales que van y vienen, a Whatsapp le surge como competencia Telegram, a Facebook Vkontak, pero da igual el país, da igual la plataforma, siempre aparece en algún momento el correo electrónico. Tal vez no será mayoritario ni multitudinario, pero es imperecedero y universal. Y como todas las cosas, requiere de un uso adecuado. Es más, es necesario usarlo adecuadamente para que tenga utilidad, al contrario que otros servicios basados en la adición, en el ego, en el narcisismo, en la visceralidad o en la vanidad.


El protocolo de correo es un estándar seguro sobre el que nadie tiene el monopolio. Eso le hace ser complicado de evolucionar, pero al mismo tiempo, sólido. Clásico, tal vez añejo o vintage, pero útil. Los jóvenes de ahora no lo conocen, pero para los adultos del mañana que trabajen en entornos tecnológicos, probablemente continuará siendo su principal herramienta de comunicación. Como a todo, le llegará su momento, sin duda. Pero cuando ocurra, será porque algo que verdaderamente valga la pena le sustituya. Y ese momento, aún no ha llegado.

lunes, 29 de febrero de 2016

Multi-difusión del blog

lunes, 29 de febrero de 2016

¿Tiene cada red social como Facebook, Twitter o G+, un publico diferente? ¿Es Twitter de izquierdas? El cualquier caso, es razonable pensar que cada red social fomenta —por los motivos que sean— una manera de comunicarse y puede que también —en función de estos hábitos— unas inquietudes culturales —políticas, científicas, etc.— distintas. Por tanto en cada ámbito predomina una forma de participar diferente, en consonancia con cada uno de ellos: los contenidos, el enfoque, los títulos, etc. Incluso también, sus propias horas para publicar y con una frecuencia específica. En definitiva, lo ideal sería centrar tus esfuerzos en un medio de difusión y poner en él todo tu empeño.

Pero...

¿Qué pasa si el medio donde acostumbras a publicar tu actividad pierde popularidad y dejas de tener público —que es al fin y a cabo la motivación principal de todo aquel que inicia un proyecto de este tipo—? ¿te rindes y lo dejas? ¿cambias de medio? ¿a cuál? Llega un momento en que ves como la actualidad ha superado tus expectativas. La audiencia se mueve de un lado para otro y has de adaptarte. Si la motivación es dedicarte a algo que requiera manejar tu presencia en Internet —porque al fin y al cabo, no hay que olvidar que todo trata de «la red de redes», ese espacio supuestamente libre e igual para todos—, bien profesionalmente con un negocio o a sacar rendimiento al tiempo que dedicas a la escritura de artículos, ilustraciones o el ámbito cultural de tu inquietud, entonces no queda más remedio que hacer algo.

En este blog tenemos poco tiempo —o nos gusta aprovecharlo en otras cosas— y no podemos estar, una por una, atendiendo los detalles de cada comunidad en la que deseamos participar con nuestros artículos —bien de nuestra autoría o compartidos—. Así que para algunos de nosotros, blogeros clásicos, no tenemos más remedio que usar otras herramientas que han ido surgiendo que permiten automatizar todos estos procesos. Así que una vez convencidos de que según los expertos hay que gestionar cada red social de forma completamente diferenciada y una vez convencido el lector de que es lo mejor, a continuación nos olvidaremos de todo ello y se tratará lo que se puede hacer si a pesar de todo, por las circunstancias que sean no puedes llevar con total pulcritud a término la ortodoxia de un community manager o de un experto en marketing digital en redes sociales.

Un poco de historia

A finales del siglo pasado algunos entusiastas de la tecnología tenían una página web, como experimento. Los entornos corporativos no comenzaron de veras a sumarse al nuevo entorno hasta que surgió no se sabe donde, la burbuja de las punto.com. Hace una década aproximadamente los blogs —BloggerWordpres, etc— experimentaron un auge inusitado al contar con entornos pre-diseñados y organizados por fechas. Con sus canales RSS y suscripciones de correo. Surgieron «directorios de blogs» por doquier: temáticos, corporativos, personales, colectivos, etc. Hace algo menos las redes sociales han comenzado a acaparar la atención de una mayoría del público, y es cuando comenzaron a surgir sistemas para compartir los artículos del blog mediante un botón o 'widget'. Hay multitud de redes sociales como TuentiInstagramPinterest, y plataformas de blogs con estructura y funcionalidades —y estética— de red social como TumblrMedium Kinja. Ahora, casi nadie se acuerda de los blogs de siempre.

Las opciones

Facebook y Twitter se pueden interconectar de manera que lo que publicas en un lado se replica en el otro. La red social profesional Linkedin permite conectarse con Twitter —imagino que Facebook la ven «para otras cosas»—. Los canales RSS eran usados por herramientas de terceros para funcionar e interconectar diversos entornos sociales. Hootsuite permite gestionar diversas redes, aunque para obtener pleno rendimiento es necesario pagar por el servicio. Pero no hace mucho surgió la que es «la madre» de todas la herramientas de automatización: IFTTT. Con ella se pueden automatizar diversos tipos de tareas. En esta ocasión se va a mostrar una las muchas posibilidades tanto en el objetivo como en la manera de llevarlo a cabo: servir de multidifusión a un sistema de curación de contenidos

    Curación de contenidos

    La «curación de contenidos» es a grandes rasgos la intención descrita en el punto dos anterior. Una selección de artículos, documentales, comentarios, etc, de temática relacionada con el blog y de relevancia destacada. Esta relativamente nueva especialidad ha surgido precisamente, debido a la creciente cantidad de información y de medios a través de los cuales se difunde, representando un trabajo y dificultada añadida para el usuario, al tener que buscar, comparar y seleccionar de entre gran cantidad de ruido, la información relevante. Esta —la relevancia— siempre va a ser distinta según el usuario —es un parámetro bastante subjetivo—, por este motivo no se pretende sustituir su criterio, simplemente facilitarle la tarea.

    El resultado

    La propuesta siguiente no pretende ser un modelo, ni nada que se le parezca. Simplemente es la opción que se ha tomado para este caso, en función de las circunstancias y necesidades particulares del que escribe estas líneas. No obstante, espero que pueda proporcionar una orientación para que los lectores confeccionen sus propias soluciones:


    ¿Un poco de lío?

    Resumen

    Gráfico dividido en tres partes: fuentes, canales y destinos

    Fuentes

    1. Este blog que están leyendo
    2. Lo compartido en la página de Facebook, que suele consistir en, además de los propios artículos del blog, en otras noticias de relevancia encontradas en la red a través de los canales y fuentes a las que se está suscrito.

    Canales

    1. IFTTT
    2. Sindicación RSS en Feedburner
    3. Conexión con G+ desde Blogger
    4. Conexión con G+ desde Wordpress
    5. Suscripción por correo electrónico
    6. Entradas compartidas de forma manual

    Destinos

    Este blog y lo compartido puede ser visto en:
    1. Facebook
    2. Twitter
    3. Wordpress
    4. Google+ 
    5. RSS (solo el blog)
    6. Suscripción por correo electrónico (solo el blog)
    Y puede accederse a través de la opción  «conectar por» del menú horizontal bajo justo la cabecera

    Herramientas y enlaces

    sábado, 7 de febrero de 2015

    Volviendo a la «normalidad»

    sábado, 7 de febrero de 2015

    Los cambios en el blog que se anunciaron hace unos días se han anulado, y se ha restablecido la situación de siempre. Excepto por supuesto, en el cambio de plantilla a otra más moderna y limpia.

    Los cambios recientes que se han vuelto atrás, consistieron en modificar la URL del blog para que fuera acorde con la del nombre, el cuál se cambió en el 2012. Aquel cambio de nombre tuvo una repercusión en el posicionamiento en los buscadores —Google, claro— negativa, cosa que he descubierto recientemente gracias a la herramienta Panguin Tool.

    La idea era volver al nombre anterior en este blog, y reenviarlo a la nueva dirección, para continuar allí, recuperando al mismo tiempo el posicionamiento en los buscadores. Teóricamente, si la redirección  301 es correcta, la autoridad —una manera de establecer la importancia de una dirección web— pasa a la dirección redireccionada. La institución principal que se encarga de establecer esta medición de la autoridad de un sitio es MOZ Open Site Explorer.

    Pues resulta que no hay forma de mantener todos esos parámetros de un blog de Blogger o otro. —parece que si se puede hacer de Blogger a Wordpress—. Las redirecciones 301 sólo son posibles dentro del propio blog, —de una entrada a otra— en la página de configuración. O como mucho, de un blog a un dominio propio. Cosa que de momento, no contemplo.

    Así que de retomamos la marcha habitual.

    martes, 15 de julio de 2014

    Sociopatía en las redes

    martes, 15 de julio de 2014
    Yao Ming, el meme de intenet más famoso
    ¿Están cumpliendo las redes sociales con su cometido? ¿cuál se supone que es este? ¿están mejorando la comunicación entre las personas, o simplemente están trasladando un problema de un medio natural a otro tecnificado?

    Son varios los medios especializados los que advierten que las redes sociales mal utilizadas pueden hacer padecer a sus usuarios algún tipo de principio de sociopatía, entendida esta como una desconexión de la sociedad real, creándose una imagen y un entorno social en la red a medida de sus sueños, aislándose en él sustituyendo incluso a las relaciones de persona a persona. El usuario, se encuentra con que no soporta cómo el resto de la sociedad le ve, debido a lo cuál necesita construirse un «nuevo perfil», en donde de forma virtual vuelca en él sus anhelos, miedos y esperanzas. Como consecuencia, nunca soluciona verdaderamente su auténtico problema.

    Esta situación no es distinta sustancialmente a lo que ha ocurrido desde la misma aparición del teléfono, en donde mucha gente se pasaba horas hablando de temas intrascendentes, dejando a un lado otros aspectos de la vida que podrían reportarle un mayor beneficio personal que perder horas colgado de un terminal —procrastinación—. La diferencia es que la tecnología ahora es mejor, pero los avances logrados sólo se dirigen a cumplir de forma eficiente con el cometido básico de comunicar mediante el envió de un mensaje —voz o sonido, texto o imagen— a un destinatario. Para qué es el mensaje y cuantas veces lo utilicemos y cuando, es algo que sigue siendo potestad de la persona. Si no se es capaz de autocontrolarse y ponerse límites, la mejora tecnológica no sólo no va a solucionarnos la vida, sino que nos la va a complicar más.

    Always BHappy
    Tal vez conocedores de este problema, ha surgido entre otras la aplicación Always Bhappy, que intenta marcar una serie de pautas en el usuario que se supone «saludables». Según aseguran en la página de descarga de Always BHappy, el conjunto de actividades que se proponen está respaldado por profesionales de la comunicación y la psicología.



    Personalmente, creo que lo mejor es dejar de depender totalmente del teléfono móvil, pero para los más «enganchados», para los que han perdido la capacidad de organizar sus vidas fuera de una red social, tal vez pueda serles útil.

    lunes, 21 de abril de 2014

    Marketing y redes sociales

    lunes, 21 de abril de 2014
    Parece lógico que empresas relacionadas con la comunicación y la tecnología ―informática, medios de comunicación, entretenimiento y similares― dispongan de una gran presencia en las redes sociales ―en definitiva es otro modo de comunicarse usando la tecnología―. Pero, siendo como son los usuarios un público general ¿acaso no lo es también que empresas de otras ramas usen estos medios dentro de su estrategia de marketing comercial?

    Aunque se ha convertido en un tópico decirlo, lo cierto es que la tecnología se ha introducido definitivamente en lo cotidiano. Cualquier empresa de cualquier ámbito debería entenderlo como una oportunidad, aunque en una primera instancia se aleje de su actividad primaria. No se trata de «aprovechar una burbuja» como ocurrió en la época de las «.com» ―finales de los 90― sino que los departamentos de las empresas que han de estar en comunicación con sus clientes ―publicidad, relaciones públicas o atención al cliente, entre otros― aprovechen con efectividad estos nuevos entornos de comunicación ya consolidados.

    En este caso lo más inmediato es acudir a las propias empresas que han estudiado cómo pueden aprovechar estos nuevos canales de comunicación, aunque su actividad principal se salga de dicho ámbito. Los puntos siguientes se han extraído y adaptado de un artículo de 2012 de Candace Adrian, especialista en marketing de comunicaciones en Industrial Scientific Corporation , empresa líder en el sector de detectores de CO (Monóxido de Carbono).


    El éxito de la estrategia «social»


    Las empresas utilizan su presencia en las redes sociales con el objetivo básico de lograr una mayor interacción con sus clientes. Para ello, comparten regularmente contenido relacionado con su actividad y de interés de su público potencial, con la intención de obtener buenos resultados en estos indicadores:

    Crear «conciencia de marca»

    Para Gini Dietrich y Geoff Livingston (Marketing in the Round), las redes sociales tienen como una de sus funciones el proporcionar a la empresa la imagen adecuada para identificarse mejor con el público. Por ejemplo, transmitir conceptos como: «empresa responsable», «seria» o incluso «divertida», en función de la actividad de la empresa o de la imagen que se desee mostrar. De esta manera, aportan el elemento humano que el marketing  corporativo tradicional es a menudo incapaz de hacer.

    Mayor cobertura mediática

    Gracias a las redes sociales, pueden cultivarse grupos de «clientes de base» involucrados de alguna manera con la marcha de la empresa y con los que se mantiene una comunicación periódica. Estos grupos de «fans» difunden tanto historias de éxito como otro tipo de anécdotas que en cualquier caso, supone dar a conocer los productos de la empresa a un mayor público.

    Aumentar la satisfacción del cliente

    El contacto regular y mantenido con los clientes ayuda a conocer más sobre sus necesidades, así como la opinión del usuario final sobre la calidad de los productos o servicios. Esta información es tenida en cuenta y puede aplicarse posteriormente en su diseño y definición futuros, con el objeto de mejorar la experiencia del cliente.

    Por supuesto, aumentar los ingresos

    Naturalmente, el objetivo final y primordial de lo anterior es el de aumentar los ingresos. Sólo de esta manera es posible reinvertir en mejoras sobre los productos o en la creación de otros que cubran necesidades aún no satisfechas por el mercado.


    Impacto en ámbitos distintos a las nuevas tecnologías de la información


    Hasta ahora se ha mostrado la situación en términos genéricos que pueden ser aplicados a cualquier campo de actividad. Pero todavía existe la duda del impacto que pueden producir en otros ámbitos como el industrial —continuando con el ejemplo escogido—, cuyos profesionales son de mediana edad en su mayoría, y se cree que tengan poca presencia en las redes sociales. 

    Sin embargo, según un estudio de Tom Webster —investigador de medios de comunicación social de Edison Research—, el mayor crecimiento en los EEUU en el 2012 de cualquier grupo de edad en el uso de redes sociales, fue de 45 a 55 años de edad. También hay que señalar que un 55 % de la población de dicho país tiene un perfil en una red social, lo que da unas cifras de publico potencial que, aun descontando menores de edad, son relevantes.

    En los reportes anuales que la compañía GlobalSpec emite para los EEUU se observa que, aunque el uso de los medios sociales para fines relacionados con el trabajo se centra en un selecto grupo de plataformas, la adopción es cada vez mayor.

    Algunos datos tomados de los informes para el periodo 2010~2011:
    • La participación en LinkedIn creció de un 37% en 2010 a un 55% en 2011.
    • En Facebookla plataforma de medios sociales de mayor adopción entre los profesionales de la industria se acostumbra a mezclar las actividades relacionadas con el trabajo, con las personales. El 60 por ciento le da al «me gusta» en temas de negocios relacionados con su sector industrial, el 39 por ciento participa en debates sobre en el trabajo y el 37 por ciento lee artículos relacionados con el trabajo.
    • Un 29% de los profesionales del sector industrial de los EEUU ha creado un perfil en la red social Google+, creada en el 2011.
    Notas (del autor): aunque estas cifras son de hace dos años, la situación se ha mantenido en aumento hasta el 2013 según el reciente estudio publicado en el 2014, al menos para LinkedIn —un 73% en el 2013—. No es el caso de Facebook cuyo número de usuarios sufre oscilaciones y se mantiene en el 60%. En el caso de España habría que revisar presumiblemente a la baja estas cifras, aunque es de esperar que la evolución en años venideros registre aumentos similares.


    Dirigirse a la audiencia


    Este crecimiento constante sugiere que es razonable que empresas de ámbitos de actividad diferentes a los de las redes sociales, enfoquen su atención a la integración de herramientas de este tipo en sus estrategias de marketing. La decisión de cuales utilizar se deberá tomar teniendo en cuenta las preferencias de uso del público objetivo, escogiendo aquellos canales que lógicamente, registren una mayor participación de potenciales clientes. Estas herramientas pueden resumirse en las siguientes.

    Blog corporativo

    En un blog pueden compartirse con la audiencia recomendaciones de seguridad, tendencias, desarrollos de nuevos productos, etc. Si se cuenta con la participación de líderes de opinión, puede convertirse en una referencia en asuntos relacionados con la actividad principal de la empresa.

    Grupos de LinkedIn

    Estos grupos permiten tener un canal de comunicación permanente entre toda la comunidad relacionada con la empresa y su actividad: desde usuarios finales, proveedores, ingenieros hasta empleados o representantes de empresas de ensamblado de productos manufacturados. Se puede considerar la creación de grupos de usuarios relacionados con un producto o servicio determinado, para compartir experiencias con la empresa.

    Vídeos de YouTube

    «Una imagen vale más que mil palabras». Los vídeos permiten transmitir casi cualquier concepto de una forma creativa y atractiva. Su contenido puede variar desde testimonios de clientes hasta demostraciones de productos, y permiten ser incrustados dentro de otras paginas web para facilitar su acceso.

    En definitiva, las redes sociales permiten a cualquier empresa independientemente de su sector industrial, hacer llegar su imagen y mensajes más rápido y a un mayor público concreto que nunca. Los informes periódicos consultados indican que esta situación va en aumento, con un 61% en 2012 de encuestados que indican que utilizan las redes sociales para estar al día con las últimas noticias de las empresas, sus productos y de la tecnología.

      martes, 15 de mayo de 2012

      Intercambio de rumores

      martes, 15 de mayo de 2012
      Los rumores ya no tienen límite tecnológico para difundirse como antaño


      Dicen que el rumor es «la antesala de la noticia», pero llamar así a los rumores cuyas principales características son sus dudosas fuentes y veracidad más que discutible, es con toda probabilidad un disparate. Debería ser justamente todo lo contrario de la noticia.

      Lo que pasa es que todos quieren ser los primeros. Y la audiencia lo aplaude. Además, el boom de las redes sociales amplifica los rumores de forma descontrolada. La inmediatez de la información que brinda Twitter, por ejemplo, tiene la contrapartida de difundir a gran velocidad todo tipo de bulos y leyendas urbanas, medias verdades cuya condición de dudosas les aleja de lo que ha de ser una información en condiciones. Un ejemplo concreto que tuvo una gran repercusión pero cuya veracidad pasó rápidamente a segundo plano, es el de un vídeo de una pareja aparentemente practicando sexo en la Universidad Politécnica de Valencia.

      ¿Era real? Es decir, ¿les han pillado in-fraganti o es todo un montaje para viralizar un vídeo? 

      ¡Qué más daba!

      El problema de la «prensa al servicio del poder político tradicional», es que no puede competir con esta rapidez en la difusión, a pesar de intentarlo «haciéndose eco» de muchos de estos rumores. Como si quitarse la responsabilidad de su origen, le eximiera de la de difundirlos.

      Este problema de los grandes medios es muy similar a la de las grandes compañías distribuidoras de contenidos, cultura, e información, que no les gusta que la gente pueda compartirla. Música, libros,... ¿por qué no los «rumores» también? Y la ceguera a la hora de solucionarlo es muy parecida, que suele pasar por bloquear Internet y las redes con medidas de censura. El monopolio de los rumores también desean controlarlo.

      En el caso de los medios de información, la solución debería pasar, en lugar de intentar competir en inmediatez con  las redes mucho más eficaces para ello, su oferta debería ser aquella que no pueden ofrecer las redes sociales y microbloggin: la de dar noticias objetivas, contrastadas y de fuentes fiables y conocidas.

      Pero me temo que esto no les interesa.