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martes, 22 de octubre de 2019

El correo perdura

martes, 22 de octubre de 2019

¿Dónde está el fin de los ordenadores de sobremesa? ¿y el del correo electrónico? Se lleva años hablando del tema y no parece que se llegue a ninguna de las situaciones que algunos predecían. En el fondo puede que más que predicción sea un anhelo, como el CEO de la plataforma colaborativa Slack que pretende competir con el clásico método de mensajes de toda la vida.

Hubo un momento, con el auge de las redes sociales, los dispositivos móviles y las aplicaciones de mensajería instantánea, que parecía que iba a ser así. Al menos, eso era lo que ciertos vendedores de humo nos decían, pero la realidad, la de verdad, no la del mercado, se empeña en mostrarnos un mundo en el que el correo continúa inamovible en sus ámbitos de siempre: el corporativo o empresarial, como herramienta de marketing o de comunicación con usuarios o clientes mediante envío masivo de emails, en boletines de noticias y canales RSS —sí, no solo todavía existen, sino que hoy por hoy son la única alternativa a los contenidos confeccionados por algoritmos basados en criterios publicitarios— y como estándar seguro sobre el que descansan la mayoría de seguridad de las cuentas de esas redes sociales que se suponía que iban a sustituirle, pero en lugar de eso lo han convertido en prácticamente indestructible.

Alguno podrá apuntar que cierta famosa y multitudinaria aplicación de mensajería instantánea no requiere de un correo electrónico, es cierto, y probablemente sus usuarios no sepan ni lo que es salvo que era lo que necesitaban para activar los teléfonos donde ejecutan el Whatsapp. Cada teléfono, cada red social, cada cuenta de usuario de cada servicio, requiere de una cuenta de correo electrónico para confirmar la identidad del usuario.

A pesar de los muchos millones de usuarios de mensajería instantánea y redes sociales que van y vienen, a Whatsapp le surge como competencia Telegram, a Facebook Vkontak, pero da igual el país, da igual la plataforma, siempre aparece en algún momento el correo electrónico. Tal vez no será mayoritario ni multitudinario, pero es imperecedero y universal. Y como todas las cosas, requiere de un uso adecuado. Es más, es necesario usarlo adecuadamente para que tenga utilidad, al contrario que otros servicios basados en la adición, en el ego, en el narcisismo, en la visceralidad o en la vanidad.


El protocolo de correo es un estándar seguro sobre el que nadie tiene el monopolio. Eso le hace ser complicado de evolucionar, pero al mismo tiempo, sólido. Clásico, tal vez añejo o vintage, pero útil. Los jóvenes de ahora no lo conocen, pero para los adultos del mañana que trabajen en entornos tecnológicos, probablemente continuará siendo su principal herramienta de comunicación. Como a todo, le llegará su momento, sin duda. Pero cuando ocurra, será porque algo que verdaderamente valga la pena le sustituya. Y ese momento, aún no ha llegado.

lunes, 2 de julio de 2018

El correo en la empresa

lunes, 2 de julio de 2018

El correo electrónico de toda la vida continua inamovible en prácticamente los mismos ámbitos en los que siempre ha estado presente, como el email marketing gratis. Es evidente que ha aumentado el uso de la mensajería, pero en su mayor parte no ha sido un movimiento de sustitución, sino de aumento de usuarios en el uso de dispositivos móviles. Es decir, mientras que el número de usuarios de PC continua siendo similar, ha sido fuera de este ámbito donde se ha registrado un cambio significativo. Pero dicho ámbito no es otro que el mercado de consumo, clientes cuyas tendencias y gustos son mercancía para que otras compañías, con empleados dedicados trabajando en sus escritorios con flamantes computadores de oficina, comercien con ellos.

Se puede decir que en los aspectos verdaderamente importantes o necesarios se continúa usando el correo electrónico. La mensajería es rápida y es por supuesto muy útil, pero podemos atrevernos a afirmar que nunca sustituirá por completo al inseparable correo de los PC de escritorio, siendo un complemento más que un sustituto. Es cierto que en el entorno doméstico han dejado de crecer en número de usuarios para ceder a tabletas y por supuesto teléfonos móviles. Pero en los entornos corporativos o empresariales son sin duda «el rey» sin los cuales nada podría funcionar.

Si bien el correo todavía es una herramienta asequible y eficaz para realizar campañas publicitarias a través de sistemas de email marketing, también es igualmente indispensable para la comunicación interna. BlackBerry, pionera de la implantación de dispositivos móviles en empresas, usaba el correo electrónico como base de su sistema. Puede que la prueba de la solidez de este clásico sistema de mensajes es que no ha surgido un sustituto fuera del mercado de consumo. Los sistemas para trabajo en grupo, tanto en entornos domésticos como empresariales, continúan usando el correo electrónico como base de su sistema.

Una vez más, desde Mailrelay nos informan de su programa de correo masivo, que puede usarse tanto para promociones como para gestión de la comunicación interna. En el artículo del blog enlazado se detallan las funcionalidades y ejemplos de implantación en diversas empresas.

viernes, 21 de abril de 2017

Marketing de humo

viernes, 21 de abril de 2017

Bonitos humos de colores

¿Cómo sería el mundo sin publicidad? Vivimos en un mundo en el que una parte de él, el llamado occidental, vive inmerso en un continua incitación al consumo por un mundo publicitario basado en demasiadas ocasiones en sexismo, egolatría, protagonismo y superficialidad. Las técnicas de persuasión nos ayudan a salir de nuestra indecisión, pero en algunos casos lo logran apuntando directamente a nuestros más bajos y primitivos instintos ¿ha sido así siempre el marketing? ¿es inevitable? ¿es inherente a la economía de mercado?

Lío de términos

Antes de continuar es necesario ponerse de acuerdo sobre algunos conceptos que parece que difieren según el país o el ámbito cultural. Los términos publicidad, propaganda, relaciones públicas o mercadotecnia (marketing) no tienen exactamente el mismo significado ni las mismas connotaciones. En cualquier caso, es seguro que todos tienen un nexo en común que consiste influir en el comportamiento de las personas. Las diferencias estriban principalmente en la acción que se desea provocar, sea comprar un producto o lograr a adhesión ideológica de un individuo. No se hace diferencia en los métodos utilizados ni mucho menos, de la ética empleada. Por ello, no existen diferencias en este sentido entre la propaganda nazi o la publicidad que fomentaba el consumo de tabaco en los años 50. Para ello se usan técnicas basadas en psicología, antropología, sociología, comunicación y en definitiva, todo aquel conocimiento que sirva para lograr el propósito deseado: que un colectivo de personas hagan o piense lo que otros quieren, independientemente del ámbito en cuestión —político, económico, etc.— o de las consecuencias provocadas —daños a la salud, al medioambiente, a la sociedad, etc.—.

Los comienzos

La publicidad existe desde tiempos remotos. Desde el vendedor que a viva voz cantaba las virtudes de sus productos, hasta las monedas romanas acuñadas con el rostro del emperador. Desde entonces hasta principios de siglo pasado la publicidad se podría decir que cumplía una función imprescindible y básica: dar a conocer un producto destacando lo que puede hacer bien, o recordarnos cuales son las normas a cumplir, a grandes rasgos. El salto cualitativo se produce tras la Segunda Guerra Mundial cuando Edward Bernays sobrino de Sigmun Freud— crea las llamadas eufemísticamente «relaciones públicas», diseñadas para explotar nuestro subconsciente y sacar provecho de ello sin preocuparse del perjuicio que pueda ocasionar. Las principales victimas de aquella práctica fueron las mujeres, que con la excusa de la igualdad las convirtieron en igual de adictas al tabaco que los hombres. Una mujer precisamente fue la que inició una campaña legal para defenderse de una empresa que hacía uso de la publicidad para instigar al consumo de productos claramente perjudiciales para la salud, enfrentándose con éxito a una gran corporación tabacalera.

El consumismo

Habiendo logrado que un producto cancerígeno se comercialice al menos con una advertencia, nadie se había preocupado realmente de si otras tácticas de mercadotecnia podrían tener algún tipo de efecto secundario en ámbitos menos evidentes. Ahora está pasando con el azúcar y las grasas presentes en los alimentos, tras años de consumirlos y de generar problemas de obesidad en medio mundo, mientras el otro medio se muere de hambre. Entre tanto, con el desarrollo de la tecnología y sobre todo de la informática doméstica, se han advertido dos técnicas que son cuanto menos, discutibles: el diseño emocional y la obsolescencia programada. En las últimas décadas del siglo pasado los más maduros hemos vivido como cada año era «preciso» cambiar de tarjeta gráfica, de disco duro, de procesador, de monitor, o de todo ello junto. En este siglo, llegados ya al tope de velocidad de los procesadores, es el consumismo móvil el auténtico y aplastante protagonista que ha logrado aunar los intereses de fabricantes de hardware, programadores de software y los operadores de telefonía, por no hablar de todo tipo de servicios de pago como música en streaming o aplicaciones de running. Por si fuera poco, los Estados políticos, cuyas democracias deberían defender al más débil de los abusos de los más poderosos, se dedican a espiarnos. Entre otras cosas.

Burbujas

Desde entonces hasta nuestros días se libra una batalla continua en la que el publico menos preparado apenas tiene a nadie que le defienda. Grandes empresas, bancos, políticos, parece que todos basan su trabajo en explotar y sacar provecho de todos y cada uno de los numerosos defectos y debilidades que tenemos las personas. Lo peor desde luego, son los políticos, ya que se supone que representan a la sociedad. El resto simplemente quieren ganar dinero como pueden, les dejan y les dejamos, sin que nadie les ponga límites claros. El problema de que nadie haga realmente nada de auténtico provecho es que al final, tras inflar una burbuja de vacuidad presuntuosa, todo explota. Lo pagan una vez más los más débiles, y además, se les culpa por «tener defectos». Como si alguien no los tuviera. Las recientes burbujas económicas se deben a actividades financieras cuyo único producto es el propio dinero, cuando este, la moneda, debería ser un medio de intercambio de otros productos y servicios de verdadera utilidad. La especulación no es más que humo, cuyo objetivo es llenar con él burbujas para hacerlas pasar por otra cosa. En los últimos tiempos proliferan «emprendedores» cuyo producto es al parecer, cursos de técnicas para lograr atraer y convencer a otros «emprendedores» a que hagan lo mismo que ellos, en resumen, estructuras piramidales con otro nombre cuya base no es nada de lo que aparentan vender, sino el propio hecho de captar clientes.
El producto 'on-line' no es el contenido, el producto es usted
Douglas Rushkoff (Life Inc, 2009) 

Alternativas

Es cómodo hablar de la ética de una determinada actividad cuando no se depende de ella para el sustento diario. Pero también es cierto que si no se hace, si nadie marca algún límite, la realidad nos muestra que acaba abarcando toda nuestra capacidad de decisión, nuestro día a día, convirtiéndonos en meros consumidores pasivos, en poco más que simple mercancía. La publicidad, propaganda, marketing o como queramos llamar, deben ser técnicas para poner en contacto un producto con los clientes que lo necesiten, como crear textos que atraigan el interés de los clientes potenciales y poco más. Poner límites legales es un arma de doble filo a la que hay que acudir en casos de total necesidad, más que nada porque hecha la ley, hecha la trampaSin embargo, es igualmente acuciante que se le ponga algún freno. De no ser así, tampoco habrá freno en el rechazo producido. Al final, somos las personas las que con nuestras decisiones y con nuestro criterio las que ponemos los límites. Decidamos bien.

lunes, 31 de octubre de 2016

Burbuja tecnológica

lunes, 31 de octubre de 2016

Cuando en la década de la carrera espacial la sociedad se imaginaba el futuro, lo hacía pensando en un mundo utópico rodeado de tecnología. En cuanto a la ubicuidad de esta se acertó, pero pocos pensaron en los problemas que un desarrollo mal entendido podría conllevar, lo que ha devenido el la distopía actual. El postmodernismo que vino a continuación se obcecó en el lado más negativo, olvidando proponer otras visiones cuyo realismo no implicara necesariamente un pesimismo enfermizo. Hoy en día el consumismo es el protagonista, esa técnica de mercadotecnia que consiste en crear necesidades allá donde sus usuarios no las tienen, que lleva a crear burbujas si con ello aumentan las ventas. No importa si estas necesidades son inventadas, no importa qué haga falta para satisfacerlas ni qué efectos secundarios puedan tener. Lo único que importa son los beneficios y el «libre mercado».
Los clientes no saben lo que quieren hasta que alguien se lo muestra
Steve Jobs

La tarifa plana de datos no es gratis

La tecnología mejora nuestras vidas pero en aspectos que no hemos podido elegir conscientemente la mayoría de las veces —lo que choca con el concepto original del marketing—. Funcionalidades como la del Whatsapp que «alguien» puso en el lugar y momento adecuados —Blackberry, iPhone— se transmitieron como un meme a un público que hasta ese momento no sabía que lo necesitaba. Ni sabía que de ser así ya tenía soluciones de mensajería instantánea para hacerlo. Por no hablar del correo electrónico que es una aplicación universal y fiable al contrario que la famosa aplicación mencionada, la cual pocos caen en la cuenta que es una empresa que vende un producto invasivo y hasta hace muy poco completamente desprotegido. El email de siempre —que en lugar de desaparecer puede convertirse en inmortal— puede cumplir una funcionalidad muy similar en la mayoría de los casos —para algo existe la tecnología push— sobre todo si dejamos de lado las habituales conversaciones banales que se suelen ver en el programa de mensajería famoso, aprovechando que es «gratis», como si la tarifa plana de datos y el smartphone lo fueran.

En los sistemas educativos actuales en lugar de mejorar para que el alumnado pueda aprender más y mejor en el mismo tiempo, lo que se hace es bajar el listón de un modelo obsoleto basado en la enseñanza dirigida. Tan sólo algunos países están introduciendo la programación como troncal en sus sistemas educativos de manera que el estudiante tenga criterio en un mundo rodeado de tecnología y no necesite depender de lo que otros decidan. Al hablar de programación y de informática no se refiere a manejar como usuario programas de ofimática, sino comprender realmente cómo funcionan los sistemas informáticos desde edades tempranas de manera que resulte tan natural para ellos como dividir y multiplicar. Hasta ahora, el hecho de que las calculadoras de bolsillo existiesen no evitaba que los alumnos continuasen aprendiendo a realizar operaciones básicas. Pero dentro de poco, operaciones imprescindibles de un mundo tecnificado al máximo serán incomprensibles para la mayoría de los que dependan de su uso.

La tendencia iniciada por algunas marcas de convertir la informática en un producto de consumo ha obligado a simplificar y a bloquear la mayoría de funcionalidades para que el usuario no se vea en tesituras incómodas que le hagan enfrentarse a la pregunta de si se está o no lo suficientemente preparado. Es decir, en lugar de tener un público más formado, se le proporciona un producto de estética atractiva pero cerrado y preconfigurado para que todas las decisiones hayan sido tomadas por la compañía vendedora, previo acuerdo comercial con fabricantes de hardware y proveedores de software a los que se les ofrece un numeroso público que va a usar sus programas y a conectarse a través de sus conexiones de datos. El uso del llamado «big data» es una arma de doble filo que algunos medios comienzan a advertir. Esta tecnología facilita a las empresas y emprendedores crear técnicas de marketing muy precisas, pero es necesario establecer límites. En general, la recolección de datos para ser usado en marketing es admisible y útil como explican en el blog de Neil Patel, pero cuando se trata de entidades gubernamentales sin que haya transparencia, tiene grandes probabilidades de acabar en abuso sabiendo lo que ocurre con el poder y los políticos.

En definitiva, promover un desarrollo tecnológico basado en el consumismo sin que exista un desarrollo paralelo en educación, a la larga va a provocar una diferencia mayor entre productores acomodados y consumidores ignorantes, olvidando que la mayor fuente de ideas y de creatividad está en la sociedad compuesta en su mayor parte por estos últimos. Los recursos son limitados, a pesar de ello, se produce sin cesar en infestadas fábricas en China extrayendo materiales de países del tercer mundo gobernados por dictaduras apoyadas por países «democráticos». Cuando sea necesario encontrar nuevos caminos o soluciones para problemas que hoy no podemos o no deseamos ver, pero que tarde o temprano aparecerán, ¿quién las encontrará?

jueves, 2 de junio de 2016

La era post-correo

jueves, 2 de junio de 2016

Se habla de la llamada era post-PC en la que se considera a este una especie de dinosaurio a punto de extinguirse. La revolución de los dispositivos móviles y la creación de un mercado de servicios, ha eclipsado el que hasta hace pocos años era la principal fuente de ingresos en el ámbito de la informática. Las cifras empequeñecen la relevancia de un dispositivo que ha sido fundamental en la construcción de la sociedad del conocimiento actual. Pero ¿son los fríos números y las abultadas cifras suficiente evidencia como para mostrar lo que ocurre? ¿Está sufriendo realmente el PC? ¿Está siendo olvidado? Probablemente no.

El pistoletazo de salida de la dinámica del mercado tecnológico actual vino con el iPod de Apple, cuyo verdadero negocio fue —es— la venta de canciones en línea. Se consolidó definitivamente con el iPhone, un terminal móvil que requería necesariamente de una tarifa plana de comunicaciones. Las necesidades de marketing disfrazaron de revolución tecnológica aquel momento, pero como se ha comentado en otra ocasión, de lo que se trató realmente fue de revolución comercial. Así es como se ha de llamar a aprovechar una tecnología existente y convertirla en un producto de consumo distinto. La clave de aquel entonces fue precisamente no competir con con el gigante Microsoft, líder indiscutible del mercado tecnológico, huyendo de los PC de escritorio. Había que inventarse un mercado nuevo, y este llego con «la nube». Todo es historia a partir de aquel momento, y la jugada no cabe duda de que les ha salido a la perfección. Microsoft ha intentado subirse al carro con su Windows Phone, pero lo ha hecho sin ganas. Tan pocas que ha admitido su fracaso, sumándose a otras victimas como Blackberry, marcas que dominaban el mercado corporativo. Pero en el caso del gigante de Redmon, ha sabido reconducir su camino contraatacando con una evolución del PC como son las Surface. Unas tablet con capacidad de computador portátil. Pero volviendo a la pregunta ¿ha quedado desterrado el PC? Para contestar a esta pregunta hay que hacerse otra: ¿en qué dispositivo se programan las aplicaciones que llevan todos nuestros dispositivos móviles? Pongo la mano en el fuego, y no me la quemaría, a que lo que sostiene verdaderamente todo el mercado tecnológico continua siendo el viejo y buen PC de escritorio de toda la vida, sinónimo de trabajo, estudio, desarrollo e innovación. Todo parece indicar que si bien el mercado móvil ha alejado al PC de los focos y de la fama, sin embargo, lo ha convertido en un imprescindible tras las bambalinas. Lejos de matarlo, le ha convertido en inmortal.

Junto a este escenario ha surgido de forma paralela el fenómeno de las redes sociales y la mensajería instantánea, productos que no tendrían sentido sin la necesaria revolución de las telecomunicaciones, que trajo consigo la necesidad de las tarifas planas de datos. De forma similar a lo que ha ocurrido con el PC, ha pasado con el correo-electrónico. La omnipresencia del Whatsapp o del Facebook ha generado la falsa impresión de que el clásico correo-e de siempre ha quedado obsoleto, ahogado entre miles de intrascendentes chismorreos, selfies y otras poco edificantes muestras de exhibicionismo. Pero tal vez lo que ocurre es que el usuario habitual de estos productos no lo era del correo. O al menos, no era un usuario que le diera un uso adecuado, yendo a caer en «La Red Social». Puede decirse por tanto que el correo electrónico continua gozando de una estupenda salud, con todo tipo de aplicaciones clientes y servicios de suscripción. Entre ellos, el ya visto de MailRelay. Así que tal vez sea esta una era post-correo, en el que paradójicamente al igual que ocurre con su compañero el PC de escritorio, están más vivos que nunca.


lunes, 29 de febrero de 2016

Multi-difusión del blog

lunes, 29 de febrero de 2016

¿Tiene cada red social como Facebook, Twitter o G+, un publico diferente? ¿Es Twitter de izquierdas? El cualquier caso, es razonable pensar que cada red social fomenta —por los motivos que sean— una manera de comunicarse y puede que también —en función de estos hábitos— unas inquietudes culturales —políticas, científicas, etc.— distintas. Por tanto en cada ámbito predomina una forma de participar diferente, en consonancia con cada uno de ellos: los contenidos, el enfoque, los títulos, etc. Incluso también, sus propias horas para publicar y con una frecuencia específica. En definitiva, lo ideal sería centrar tus esfuerzos en un medio de difusión y poner en él todo tu empeño.

Pero...

¿Qué pasa si el medio donde acostumbras a publicar tu actividad pierde popularidad y dejas de tener público —que es al fin y a cabo la motivación principal de todo aquel que inicia un proyecto de este tipo—? ¿te rindes y lo dejas? ¿cambias de medio? ¿a cuál? Llega un momento en que ves como la actualidad ha superado tus expectativas. La audiencia se mueve de un lado para otro y has de adaptarte. Si la motivación es dedicarte a algo que requiera manejar tu presencia en Internet —porque al fin y al cabo, no hay que olvidar que todo trata de «la red de redes», ese espacio supuestamente libre e igual para todos—, bien profesionalmente con un negocio o a sacar rendimiento al tiempo que dedicas a la escritura de artículos, ilustraciones o el ámbito cultural de tu inquietud, entonces no queda más remedio que hacer algo.

En este blog tenemos poco tiempo —o nos gusta aprovecharlo en otras cosas— y no podemos estar, una por una, atendiendo los detalles de cada comunidad en la que deseamos participar con nuestros artículos —bien de nuestra autoría o compartidos—. Así que para algunos de nosotros, blogeros clásicos, no tenemos más remedio que usar otras herramientas que han ido surgiendo que permiten automatizar todos estos procesos. Así que una vez convencidos de que según los expertos hay que gestionar cada red social de forma completamente diferenciada y una vez convencido el lector de que es lo mejor, a continuación nos olvidaremos de todo ello y se tratará lo que se puede hacer si a pesar de todo, por las circunstancias que sean no puedes llevar con total pulcritud a término la ortodoxia de un community manager o de un experto en marketing digital en redes sociales.

Un poco de historia

A finales del siglo pasado algunos entusiastas de la tecnología tenían una página web, como experimento. Los entornos corporativos no comenzaron de veras a sumarse al nuevo entorno hasta que surgió no se sabe donde, la burbuja de las punto.com. Hace una década aproximadamente los blogs —BloggerWordpres, etc— experimentaron un auge inusitado al contar con entornos pre-diseñados y organizados por fechas. Con sus canales RSS y suscripciones de correo. Surgieron «directorios de blogs» por doquier: temáticos, corporativos, personales, colectivos, etc. Hace algo menos las redes sociales han comenzado a acaparar la atención de una mayoría del público, y es cuando comenzaron a surgir sistemas para compartir los artículos del blog mediante un botón o 'widget'. Hay multitud de redes sociales como TuentiInstagramPinterest, y plataformas de blogs con estructura y funcionalidades —y estética— de red social como TumblrMedium Kinja. Ahora, casi nadie se acuerda de los blogs de siempre.

Las opciones

Facebook y Twitter se pueden interconectar de manera que lo que publicas en un lado se replica en el otro. La red social profesional Linkedin permite conectarse con Twitter —imagino que Facebook la ven «para otras cosas»—. Los canales RSS eran usados por herramientas de terceros para funcionar e interconectar diversos entornos sociales. Hootsuite permite gestionar diversas redes, aunque para obtener pleno rendimiento es necesario pagar por el servicio. Pero no hace mucho surgió la que es «la madre» de todas la herramientas de automatización: IFTTT. Con ella se pueden automatizar diversos tipos de tareas. En esta ocasión se va a mostrar una las muchas posibilidades tanto en el objetivo como en la manera de llevarlo a cabo: servir de multidifusión a un sistema de curación de contenidos

    Curación de contenidos

    La «curación de contenidos» es a grandes rasgos la intención descrita en el punto dos anterior. Una selección de artículos, documentales, comentarios, etc, de temática relacionada con el blog y de relevancia destacada. Esta relativamente nueva especialidad ha surgido precisamente, debido a la creciente cantidad de información y de medios a través de los cuales se difunde, representando un trabajo y dificultada añadida para el usuario, al tener que buscar, comparar y seleccionar de entre gran cantidad de ruido, la información relevante. Esta —la relevancia— siempre va a ser distinta según el usuario —es un parámetro bastante subjetivo—, por este motivo no se pretende sustituir su criterio, simplemente facilitarle la tarea.

    El resultado

    La propuesta siguiente no pretende ser un modelo, ni nada que se le parezca. Simplemente es la opción que se ha tomado para este caso, en función de las circunstancias y necesidades particulares del que escribe estas líneas. No obstante, espero que pueda proporcionar una orientación para que los lectores confeccionen sus propias soluciones:


    ¿Un poco de lío?

    Resumen

    Gráfico dividido en tres partes: fuentes, canales y destinos

    Fuentes

    1. Este blog que están leyendo
    2. Lo compartido en la página de Facebook, que suele consistir en, además de los propios artículos del blog, en otras noticias de relevancia encontradas en la red a través de los canales y fuentes a las que se está suscrito.

    Canales

    1. IFTTT
    2. Sindicación RSS en Feedburner
    3. Conexión con G+ desde Blogger
    4. Conexión con G+ desde Wordpress
    5. Suscripción por correo electrónico
    6. Entradas compartidas de forma manual

    Destinos

    Este blog y lo compartido puede ser visto en:
    1. Facebook
    2. Twitter
    3. Wordpress
    4. Google+ 
    5. RSS (solo el blog)
    6. Suscripción por correo electrónico (solo el blog)
    Y puede accederse a través de la opción  «conectar por» del menú horizontal bajo justo la cabecera

    Herramientas y enlaces

    domingo, 17 de enero de 2016

    Safe Harbor y el email marketing

    domingo, 17 de enero de 2016

    Este enero se cumple el plazo de la decisión de la Unión Europea por la que se anula el acuerdo de transferencia de datos con EEUU vigente desde 1998. Este acuerdo —«Safe Harbour» (Puerto Seguro)— consistía en que este país era considerado seguro por la vieja Europa, pero tras todo lo revelado por el conocido Edward Snowden, ha dejado de serlo. Todo empezó en Irlanda, donde el ciudadano austriaco Max Schrems denunció que el uso de los datos personales de usuarios de la Unión Europea en los EEUU ponía en riesgo la privacidad de los mismos.

    Debido a esta medida, los datos de los usuarios europeos que manejan estas empresas para ofrecer sus servicios no pueden ser transferidos a servidores en su país de origen. Por parte de estas empresas, implica que han debido adaptar sus sistemas a la nueva situación. Por parte de los usuarios y empresas europeas que hacen uso de sus servicios implica asegurarse que los datos de los clientes cumplen con el Safe Harbor, que como se ha explicado no se cumple para estas empresas salvo que sea acreditado.

    En estos momentos un gran número de empresas del país norteamericano están en manos de los estados europeos. Google, Apple y Microsoft ya han sufrido en alguna ocasión las decisiones de los tribunales de justicia del viejo continente, y ahora les toca el turno —además de las mencionadas— a aproximadamente otras 4500 empresas norteamericanas que operan en Europa debido a la decisión tomada el año pasado por el Tribunal de Justicia de este continente. Entre estas empresas se encuentra el conocido servicio de marketing por correo electrónico MailChimp.

    El gobierno de los EEUU está dando asistencia a las empresas de su país para que puedan continuar ofreciendo sus servicios en nuestro continente. No obstante, tal vez sea un buen momento para considerar otras opciones. Recientemente he recibido por correo información sobre el servicio de marketing por correo Mailrelay —del que ya se habló en otra ocasión—. En su comunicado proporcionan información importante sobre cómo eludir todos estos inconvenientes sin más que usar su servicios, ya que sus servidores cumplen 100% el requerimiento del Safe Harbor al operar todos en la Unión Europea. La oferta anuncia las siguientes ventajas:
    1. 6 meses gratis al pasar de Mailchimp a Mailrelay: aunque el servicio gratuito cumple las expectativas de la mayoría, ofrecen 6 meses gratis para ofrecer cobertura completa al pasar de un servicio a otro.
    2. Evitar problemas legales: para evitar que algún problema legal relacionado con el cumplimiento del Safe Harbour afecte al servicio de email marketing de tu proyecto, Mailrelai ofrece una guía paso por paso para efectuar la migración desde Mailchimp.
    3. Nueva interfaz: simple, moderna, fácil de usar y cumple con lo necesario desde el primer momento.
    4. En general, la empresa se puede calificar como el mejor servicio de email marketing en España por su adaptabilidad y constante evolución, además del resto de características que ofrece como listas, autorespondedores, formularios de inscripción, idioma, soporte técnico, etc.
    Es una buena opción a tener en cuenta. Para más información puedes consultar sus manuales y el siguiente vídeo:



    miércoles, 28 de octubre de 2015

    El email marketing en el mundo del Whatsapp

    miércoles, 28 de octubre de 2015
    Los 7 aspectos clave del éxito en email marketing [eBook]
    ¿Tienes una empresa y no te aclaras con la promoción? ¿Vives angustiado a expensas de los vaivenes del mercado? ¿Deseas dejar de tener un papel pasivo en tu futuro? Hoy en día, en esta época de carencias económicas, tal vez no veamos otras posibilidades que un mundo conectado nos brinda. Una de ellas puede ser la utilización del correo electrónico. El ahora ya clásico medio de comunicación, continúa —a pesar de todo— todavía vigente y puede ser utilizado para llegar a un público más amplio o mejorar la comunicación con ellos.

    Para serles sincero, no soy quien para hablar con autoridad de marketing como vendedor o empresario, pero sin duda que sí puedo hacerlo como consumidor o usuario. Como tal, puede decirse que la popularidad de las redes sociales y los sistemas de mensajería instantánea es cada vez mayor. Que surjan nuevas formas de comunicarse es tan inevitable como conveniente. También se oye comentar que se ha llegado a la era Post-PC, y hay quien habla de su desaparición. Sería un tema que podría dar para un artículo dedicado, pero de lo que se trata en realidad es que ahora, a cada herramienta se le dota de un uso más específico, acorde a su verdadera naturaleza. 

    Con el correo está ocurriendo algo parecido. La mensajería instantánea en lugar de ser lo que acabe con el correo electrónico, puede que sea lo que lo está convirtiendo en la herramienta seria y útil que nunca tuvo que dejar de ser, no solo en entornos corporativos sino también en la comunicación con los clientes. Gracias al Whatsapp se acabaron aquellos montones de correos con Power Point de dudoso gusto y menor utilidad. Es sin duda, la hora del correo electrónico.

    Ahora bien, ¿por dónde empezamos? Recientemente ha llegado a mis manos —por correo electrónico, claro— una herramienta que promete ser muy interesante. Atrae desde un primer momento por su carácter de suscripción gratuita y por proporcionarnos, gracias a diversos manuales y vídeos de gran valor formativo, un valor añadido. Esta herramienta es Mailrelay y puedes acceder a dichos contenidos en su sección de manuales sobre email marketing.

    Los manuales están en formato ebook, siendo el más reciente de ellos el que lleva el título Los 7 aspectos clave del éxito en email marketing. Hay varias opciones de descarga —entre ellas la descarga directa— pero si deseas estar al tanto de las novedades lo mejor es la suscripción —naturalmente, por correo electrónico— a su blog. Creo que es una buena oportunidad para empezar




    lunes, 21 de abril de 2014

    Marketing y redes sociales

    lunes, 21 de abril de 2014
    Parece lógico que empresas relacionadas con la comunicación y la tecnología ―informática, medios de comunicación, entretenimiento y similares― dispongan de una gran presencia en las redes sociales ―en definitiva es otro modo de comunicarse usando la tecnología―. Pero, siendo como son los usuarios un público general ¿acaso no lo es también que empresas de otras ramas usen estos medios dentro de su estrategia de marketing comercial?

    Aunque se ha convertido en un tópico decirlo, lo cierto es que la tecnología se ha introducido definitivamente en lo cotidiano. Cualquier empresa de cualquier ámbito debería entenderlo como una oportunidad, aunque en una primera instancia se aleje de su actividad primaria. No se trata de «aprovechar una burbuja» como ocurrió en la época de las «.com» ―finales de los 90― sino que los departamentos de las empresas que han de estar en comunicación con sus clientes ―publicidad, relaciones públicas o atención al cliente, entre otros― aprovechen con efectividad estos nuevos entornos de comunicación ya consolidados.

    En este caso lo más inmediato es acudir a las propias empresas que han estudiado cómo pueden aprovechar estos nuevos canales de comunicación, aunque su actividad principal se salga de dicho ámbito. Los puntos siguientes se han extraído y adaptado de un artículo de 2012 de Candace Adrian, especialista en marketing de comunicaciones en Industrial Scientific Corporation , empresa líder en el sector de detectores de CO (Monóxido de Carbono).


    El éxito de la estrategia «social»


    Las empresas utilizan su presencia en las redes sociales con el objetivo básico de lograr una mayor interacción con sus clientes. Para ello, comparten regularmente contenido relacionado con su actividad y de interés de su público potencial, con la intención de obtener buenos resultados en estos indicadores:

    Crear «conciencia de marca»

    Para Gini Dietrich y Geoff Livingston (Marketing in the Round), las redes sociales tienen como una de sus funciones el proporcionar a la empresa la imagen adecuada para identificarse mejor con el público. Por ejemplo, transmitir conceptos como: «empresa responsable», «seria» o incluso «divertida», en función de la actividad de la empresa o de la imagen que se desee mostrar. De esta manera, aportan el elemento humano que el marketing  corporativo tradicional es a menudo incapaz de hacer.

    Mayor cobertura mediática

    Gracias a las redes sociales, pueden cultivarse grupos de «clientes de base» involucrados de alguna manera con la marcha de la empresa y con los que se mantiene una comunicación periódica. Estos grupos de «fans» difunden tanto historias de éxito como otro tipo de anécdotas que en cualquier caso, supone dar a conocer los productos de la empresa a un mayor público.

    Aumentar la satisfacción del cliente

    El contacto regular y mantenido con los clientes ayuda a conocer más sobre sus necesidades, así como la opinión del usuario final sobre la calidad de los productos o servicios. Esta información es tenida en cuenta y puede aplicarse posteriormente en su diseño y definición futuros, con el objeto de mejorar la experiencia del cliente.

    Por supuesto, aumentar los ingresos

    Naturalmente, el objetivo final y primordial de lo anterior es el de aumentar los ingresos. Sólo de esta manera es posible reinvertir en mejoras sobre los productos o en la creación de otros que cubran necesidades aún no satisfechas por el mercado.


    Impacto en ámbitos distintos a las nuevas tecnologías de la información


    Hasta ahora se ha mostrado la situación en términos genéricos que pueden ser aplicados a cualquier campo de actividad. Pero todavía existe la duda del impacto que pueden producir en otros ámbitos como el industrial —continuando con el ejemplo escogido—, cuyos profesionales son de mediana edad en su mayoría, y se cree que tengan poca presencia en las redes sociales. 

    Sin embargo, según un estudio de Tom Webster —investigador de medios de comunicación social de Edison Research—, el mayor crecimiento en los EEUU en el 2012 de cualquier grupo de edad en el uso de redes sociales, fue de 45 a 55 años de edad. También hay que señalar que un 55 % de la población de dicho país tiene un perfil en una red social, lo que da unas cifras de publico potencial que, aun descontando menores de edad, son relevantes.

    En los reportes anuales que la compañía GlobalSpec emite para los EEUU se observa que, aunque el uso de los medios sociales para fines relacionados con el trabajo se centra en un selecto grupo de plataformas, la adopción es cada vez mayor.

    Algunos datos tomados de los informes para el periodo 2010~2011:
    • La participación en LinkedIn creció de un 37% en 2010 a un 55% en 2011.
    • En Facebookla plataforma de medios sociales de mayor adopción entre los profesionales de la industria se acostumbra a mezclar las actividades relacionadas con el trabajo, con las personales. El 60 por ciento le da al «me gusta» en temas de negocios relacionados con su sector industrial, el 39 por ciento participa en debates sobre en el trabajo y el 37 por ciento lee artículos relacionados con el trabajo.
    • Un 29% de los profesionales del sector industrial de los EEUU ha creado un perfil en la red social Google+, creada en el 2011.
    Notas (del autor): aunque estas cifras son de hace dos años, la situación se ha mantenido en aumento hasta el 2013 según el reciente estudio publicado en el 2014, al menos para LinkedIn —un 73% en el 2013—. No es el caso de Facebook cuyo número de usuarios sufre oscilaciones y se mantiene en el 60%. En el caso de España habría que revisar presumiblemente a la baja estas cifras, aunque es de esperar que la evolución en años venideros registre aumentos similares.


    Dirigirse a la audiencia


    Este crecimiento constante sugiere que es razonable que empresas de ámbitos de actividad diferentes a los de las redes sociales, enfoquen su atención a la integración de herramientas de este tipo en sus estrategias de marketing. La decisión de cuales utilizar se deberá tomar teniendo en cuenta las preferencias de uso del público objetivo, escogiendo aquellos canales que lógicamente, registren una mayor participación de potenciales clientes. Estas herramientas pueden resumirse en las siguientes.

    Blog corporativo

    En un blog pueden compartirse con la audiencia recomendaciones de seguridad, tendencias, desarrollos de nuevos productos, etc. Si se cuenta con la participación de líderes de opinión, puede convertirse en una referencia en asuntos relacionados con la actividad principal de la empresa.

    Grupos de LinkedIn

    Estos grupos permiten tener un canal de comunicación permanente entre toda la comunidad relacionada con la empresa y su actividad: desde usuarios finales, proveedores, ingenieros hasta empleados o representantes de empresas de ensamblado de productos manufacturados. Se puede considerar la creación de grupos de usuarios relacionados con un producto o servicio determinado, para compartir experiencias con la empresa.

    Vídeos de YouTube

    «Una imagen vale más que mil palabras». Los vídeos permiten transmitir casi cualquier concepto de una forma creativa y atractiva. Su contenido puede variar desde testimonios de clientes hasta demostraciones de productos, y permiten ser incrustados dentro de otras paginas web para facilitar su acceso.

    En definitiva, las redes sociales permiten a cualquier empresa independientemente de su sector industrial, hacer llegar su imagen y mensajes más rápido y a un mayor público concreto que nunca. Los informes periódicos consultados indican que esta situación va en aumento, con un 61% en 2012 de encuestados que indican que utilizan las redes sociales para estar al día con las últimas noticias de las empresas, sus productos y de la tecnología.