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miércoles, 26 de diciembre de 2012

Auge y caída del Imperio

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Los siglos de oro (hace aprox. 500 años)

Prtada de Tirante el Blanco 1511Como es bien sabido, el matrimonio de los Reyes Católicos significó la unión política de los principales reinos de la península. Con la Conquista de Granada llevada a  cabo por estos monarcas, finalizó la presencia musulmana en la misma (hecho que es escogido por la historiografía nacional-católica como una de sus principales señas de identidad nacionalista)

No obstante, esta unidad política tenía ciertos matices, ya que las Coronas de Castilla y Aragón mantenían de forma independiente sus propias estructuras, leyes y normas internas. El latín se había relegado al ámbito religioso, y se habían comenzado a utilizar las «lenguas vulgares» para textos legales. Naturalmente, en un mundo en el que para ir al pueblo de al lado se tardaba un día entero, la evolución de estas transcurrió de forma bastante independiente al dejar de existir una referencia legal homogénea que sirviera de base, tal y cómo había sido el latín.

A grandes rasgos se puede decir que las diferencias lingüísticas fueron acentuándose con el paso del tiempo, hasta que llegó un momento en el que no pudo evitarse señalar las diferentes variantes lingüísticas de la península en función de su origen. Cervantes y otros autores mencionan las lenguas habladas en Portugal, Valencia, Cataluña, Castilla, Galicia, etc., además del vasco, que permanecía aislado durante todos estos siglos.

Un factor importante desde el punto de vista lingüístico, es que la estabilidad política conseguida tras varios siglos desde la caída de Roma, proporcionaron el desarrollo cultural y literario necesario que marcaría el inicio de la definición de los idiomas tal y como hoy los conocemos. El surgir de una literatura importante, el desarrollo de la imprenta, y la mejora de las comunicaciones (logísticamente hablando), haría que las lenguas que lograsen dicho estatus se expandieran y lograran reconocimiento fuera de las fronteras de la «nación» de origen. Este es el caso del Siglo de Oro Valenciano, cuya literatura ha sido utilizada artificialmente siglos después por el nacionalismo catalán, como base para definir su estándar lingüístico. El descubrimiento de América y la expansión del castellano (la variante del latín con la que se denominaba la lengua de la Corona de Castilla) propició el conocido Siglo de Oro Español, que estableció las bases de la literatura moderna(1).

La unidad de La Corona (hace aprox. 300 años)

Xàtiva. Almodí. Felip V i cadira (puesto del revés)
Con Carlos I (y V de Alemania), el Imperio Español disfrutó de la mayor gloria que cualquier otro imperio en la Historia haya conocido. Todo parecía ir relativamente bien(2) hasta que surgió el problema de la sucesión de Carlos II. Al no dejar descendencia, las diferencias entre los posibles aspirantes al trono y sus seguidores (y no ocurrírseles otra forma de dilucidar el problema) acabaron en una guerra civil en la que participaron en apoyo de los diferentes bandos, varios países del entorno europeo.

Antes de continuar, es necesario un pequeño paréntesis y volver a La Reconquista: los conflictos dinásticos o sucesorios que se sucedieron en la península en este periodo fueron en su mayoría de tipo diplomático, que acababan normalmente en forma de matrimonio(3). Además, los enfrentamientos militares entre señores feudales se llevaban a cabo con la participación de mercenarios a su servicio. El resultado en ambos casos consistía en la anexión o unificación política del territorio. En definitiva, se puede decir que por regla general, en la Reconquista los conflictos entre la nobleza no perjudicaban a la población, ya que el vencedor resultaba fortalecido y la estabilidad política mejorada, resultando beneficioso para sus intereses.

Sin embargo, en la Guerra de Sucesión Española se dieron varios factores que la diferenciarían de los anteriores enfrentamientos, y que es necesario analizar para comprender sus implicaciones posteriores:

Los motivos de la disputa fueron que la dinastía Borbón, originaria de Francia, pretendía de forma similar a aquel reino, unificar políticamente las dos coronas de Castilla y Aragón que mantenían sus diferencias internas, adoptando ambas el modelo de la Corona de Castilla. La estructura de la Corona de Aragón era de tipo federal (favorable al Archiduque Carlos de Austria), al contrario que la de Castilla que era centralista(4). Esto significaba que con la dinastía Borbón, las «naciones» inscritas en la Corona de Aragón perderían sus «fueros». Dicho de otra forma, perderían soberanía o autonomía.

Una de las consecuencia de esta situación es que el pueblo tomó parte o sufrió las consecuencias de este conflicto, de una forma más acentuada que en ocasiones anteriores. El bando perdedor lo hizo en algo más de una guerra. Sus leyes y su autogobierno, fruto del desarrollo histórico de siglos, se perdieron en un conflicto armado en la que los vencedores no poseyeron la legitimidad necesaria, tal y como debía ser percibida por los afectados. Por añadidura, algunas poblaciones sufrieron el castigo abusivo de Felipe V, al someter bajo pasto de las llamas a poblaciones enteras, como el caso de Játiva, solo por al apoyar al bando contrario.

Otra de las consecuencias de esta falta de legitimidad, es que al contrario que en la Reconquista, el pueblo no adoptó la lengua del poder político y continuó domésticamente (de forma similar al mozárabe) con sus lenguas locales propias. En definitiva, aunque la situación legal de un habitante de los territorios que apoyaron al bando perdedor no difería de la de cualquiera de otra parte, la perdida de capacidad para la autogestión era una falta que sólo podía comprender quien la había disfrutado.

Precisamente, en un intento por emular situaciones anteriores en la que el poder político marcaba las pautas lingüísticas, una de las nuevas normas que estableció el nuevo dirigente fue la unificación y oficialización idiomática. El problema es que lo que en aquel momento parecía una buena idea al elegir al castellano como base para la lengua oficial, posteriormente se ha convertido en una fuente continua de problemas. El español, nombre como internacionalmente se denominaba al castellano gracias a su expansión por el continente americano, reconocido y hablado en otras cortes europeas como símbolo de distinción, nunca fue aceptado completamente como lengua propia en los territorios que habían apoyado al bando perdedor, por los motivos mencionados. La creación de la R.A.E. y su intento de hacer de la Lengua Española una lengua franca para todas las regiones de España; así como del resto de países de habla hispana a través de sus respectivas academias; no ha llegado a convencer al suficiente número de gente.

La posibilidad de participar en los beneficios de la colonización de América, hasta ese momento no permitida para los habitantes de la Corona de Aragón, hizo que las oligarquías locales aceptaran la derrota y calmaran los ánimos de la población bajo su influencia, en los siglos venideros. La posterior perdida definitiva de las colonias a finales del S. XIX provocó que determinados intereses políticos de estas oligarquías removieran estos antiguos sucesos, con otras motivaciones e interpretaciones diferentes, de aquellos hechos históricos.

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(1) El galaico-portugués, nombre con el que se denomina en la actualidad a la variante del latín que en su día se hablaba en lo que hoy en día es Galicia y Portugal, tuvo también su momento de esplendor gracias a Alfonso X «El Sabio», que además de impulsar la lengua castellana lo hizo también con lo que posteriormente se convertiría en dos lenguas diferenciadas debido a la desunión política, aunque algunos filólogos continúan considerando su unidad lingüística.

(2) Carlos I se tuvo que enfrentar a dos rebeliones en Cataluña y Portugal, debido a discrepancias relativas a continuar sufragando sus campañas militares, gasto que cada vez era mayor y que a la postre dificultó el desarrollo interno español, al no destinar dichos recursos económicos a otro tipo de inversiones más productivas.

(3) La mayoría de anexiones territoriales lo fueron por acuerdos matrimoniales que contaban con el visto bueno papal, imposibles de ocurrir con el entorno musulmán por motivos obvios. Debido a esto, la reconquista es entendida más como un conflicto religioso que por pretensiones territoriales, aunque finalmente la tendencia natural a expandirse y la dificultad para establecer otro tipo de negociaciones, provocasen que finalmente fuera la lucha armada la que decidiese la situación

(4) En este sentido, este conflicto guarda un gran paralelismo con la Guerra Civil Norteamericana, excepto que en el caso norteamericano si que hubo pretensión de secesión (separación), situación que estaba contemplada en el acuerdo de confederación

jueves, 20 de diciembre de 2012

De aquellos polvos, vienen estos lodos

jueves, 20 de diciembre de 2012

Llegan los bárbaros (hace más de 1500 años)


Fíbula aquiliforme (M.A.N. Madrid) 01La Europa con la que las tribus centro-europeas se encontraron tras la caída de Roma, poseía unas características únicas respecto a otros periodos históricos y zonas geográficas. Es importante por tanto, prestar atención a la situación político-cultural de aquel momento:
  1. Desaparición del Estado Romano. Queda mucho tiempo para llegar a las fronteras políticas actuales. Europa es un continuo organizado en señoríos feudales de tipo militar.
  2. Existencia del latín como lengua «formal» (documentos religiosos y/o legales)
  3. Existencia de incipientes variantes del latín o latín vulgar, como lenguas locales a consecuencia del contacto con las tribus bárbaras, sin identificaciones claras respecto al territorio ni denominaciones específicas de las mismas, debido al continuo cambio de las fronteras por temas de uniones y separaciones dinásticas tribales (feudales).
  4. Inteligibilidad notables entre estas lenguas gracias a su cercano parentesco con el aún vigente latín.
  5. Ausencia de regulación en materia lingüística debido a la inexistencia de un poder político estable.
  6. Existencia de una misma y primera religión monoteísta en la Historia, con un residuo del antiguo poder político romano centrado en El Vaticano, y el Papa como un equivalente del César (cesaropapismo).


Hablando en cristiano (hace 1200 años)

Mosque of Cordoba SpainEn estas condiciones, apareció un nuevo personaje en escena: el Islam. A grandes rasgos, los musulmanes tenían muchas similitudes con la Roma cristiana. Salvo la obvia diferencia de tener otro mesías, el Imperio Musulmán aunó a diferentes pueblos y los comunicó entre ellos gracias al árabe, lengua en la que está escrito el Corán y gracias a la cuál se pueden comunicar todos los musulmanes, incluso hoy en día.

Llegaron a establecerse en prácticamente toda la península Ibérica, a excepción del norte montañoso de la misma. A tenor de los escasos pero evidentes registros documentales, el pueblo nativo no llegó a adoptar el árabe en su totalidad más que como lengua legal, continuando domésticamente («en la intimidad») con las lenguas derivadas del latín, aunque con una gran influencia del árabe. A este fenómeno se le conoce como «lengua mozárabe», que se da con mayor acuse en las zonas en donde más tiempo duró el establecimiento musulmán. En concreto, Andalucía y la zona sur del Levante.

Probablemente por este motivo la expresión «hablar en cristiano»(1) que ha llegado hasta nuestros días, parece recordar la gran similitud e inteligibilidad entre las variantes del latín que se formaban en Europa, y su diferenciación con la cultura distinta que se estableció en el sur del continente, con la que no llegó a fusionarse. Todavía en este periodo histórico no había surgido la necesidad de denominar a la lengua propia, más que como una diferenciación muy gruesa de otra  distinta coetánea.

Esta diferenciación podría interpretarse como una falta de adaptación a la cultura musulmana, tal vez por resultar demasiado ajena a la europea, a pesar de los ocho siglos que los musulmanes ejercieron su influencia.

La Reconquista: de aquellos polvos, vienen estos lodos (hace más de 500 años)

Guerreros cristianos y musulmanesPor unos motivos u otros, los descendientes de los antiguos pueblos con cultura greco-romana-cristiana anteriores al establecimiento musulmán, continuaron organizados y de forma gradual, fueron recuperando terrenos que antaño les habían pertenecido. A este periodo se le conoce internacionalmente como La Reconquista.

Transcurridos varios siglos de vacío político, el latín en Europa a duras penas subsistía más que como lengua estrictamente «legal», ámbito en el que la Iglesia influía notablemente, por lo que en ocasiones se confundía con lo religioso
 
Mientras tanto el pueblo, poco a poco, lo había ido adaptando a sus circunstancias y necesidades locales, sin ningún orden ni criterio . Fueron las entidades políticas que se fueron estableciendo las que, de forma similar a Roma, establecieron con el tiempo sus criterios lingüísticos oficiales (Alfonso X, 1252-1284), aunque no en todas partes se siguió el mismo modelo regulador.


La principal necesidad de los habitantes europeos se puede decir que consistía simplemente en poder vivir bajo cierto nivel de seguridad y comodidad. Por este motivo las poblaciones se reunían en las inmediaciones de las fortificaciones de los señores feudales.

La importancia pues del lugar de nacimiento, era determinante para la persona ya que marcaba completamente su futuro (de forma mucho más acentuada que en el mundo globalizado actual). En este marco se encuadran algunas teorías del concepto original de nación, que consistiría en la necesidad de la existencia de un entorno favorable al desarrollo social y cultural  de la persona desde su nacimiento, en clara analogía a la dependencia de la tribu.

Quien fuera el monarca y cualesquiera que fueran los símbolos que utilizase, era lo de menos mientras lograra dicho objetivo. De forma muy similar a lo que Roma consiguió otorgando la ciudadanía a los habitantes de aquellos pueblos cuyos dirigentes, no ofrecieran resistencia. Sin embargo, la dependencia y adoración hacía los símbolos tribales se comenzaría a dar en la medida se relacionase con la protección de la tribu o «nación» (en su sentido primitivo), llegando con el tiempo a convertirse en algo cercano a lo místico. La lengua tuvo que ser parte de este fenómeno, siendo las lenguas de los monarcas las variantes del latín que debido a su mayor prestigio, predominaran.

Mientras tanto, durante todo este periodo y antes de la expulsión de judíos y moriscos, en la península convivieron, se mezclaron y surgieron, nuevas variantes del latín con influencias del vasco, el árabe y las lenguas germánicas. Todo en una continua transformación e influencia mutua.

Con arreglo a estas premisas, se fueron configurando desigualmente «naciones» en forma de monarquías feudales. Estas, debido a su sistema rígido de formación y sucesión, además de todo tipo de enfrentamientos y disputas entre miembros de la nobleza, evolucionaron al capricho de los designios fortuitos del destino.


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martes, 18 de diciembre de 2012

Naciones hijas de Roma

martes, 18 de diciembre de 2012

Roma (hace 2000 años)

castilla-y-leon-el-acueducto-de-segovia-l4[1]Fueron necesarios unos tres siglos para que Hispania fuera enteramente Romana. Durante este tiempo algunos pueblos se resistieron con energía, sin embargo, muchos otros encontraron que les resultaba más conveniente realizar ciertos pactos y aliarse con Roma.
Esta situación podría explicarse gracias a dos factores principales: 1) Por un lado, el enorme poderío militar romano que provocaba que cualquier pueblo se lo pensase dos veces antes de enfrentarse a su poderosa máquina bélica. 2) y por otro, Roma había absorbido de la cultura clásica griega el concepto político de ciudadanía. Los pueblos vencidos en combate pasaban a formar parte del mercado de esclavos en la que Roma basaba gran parte de su sistema económico, pero los que adoptaban la cultura romana y se integraban en el imperio, pasaban a ser nuevos ciudadanos romanos de pleno derecho.
Con esta táctica de otorgar la ciudadanía romana a aquellas poblaciones que aceptaran integrarse en Roma, lograron que paulatinamente toda Hispania se convirtiera en una provincia más. Debido a esto, sus ciudadanos fueron adoptando el latín como lengua y las antiguas tribus fueron romanizadas, asimilando parte de su cultura al mismo tiempo (como ocurrió con Grecia).
Se puede observar que a pesar de poseer suficiente capacidad para barrer militarmente a un pueblo (como así hicieron en algunos casos), la oferta de integrarse en igualdad con el resto de romanos se podía considerar de una enorme generosidad. Puede intuirse con esta circunstancia que el grado de voluntariedad en la aceptación de un mayor poderío militar y cultural, y la identificación con el nuevo poder político además de la percepción de legitimidad que ofrezca este, influye notablemente en la absorción de la cultura invasora y en el grado de preservación de la nativa.

Naturalmente, hay una excepción. No toda la península fue asimilada y romanizada. Lo que actualmente recibe el nombre de País Vasco, se mantuvo aislado de los acontecimientos que en los siglos posteriores iban a sucederse.
No obstante, esta circunstancia no ha sido explicada con el suficiente detalle, por no hablar de cierto tabú. Los nacionalismos que surgirían a finales del S. XIX y principios del S. XX, tan vigentes hoy en día en pleno S. XXI, se caracterizaron por reinterpretar todos esos siglos para amoldarlos a sus propios intereses (falacia del historiador)
Los vascones originales, fueron uno de los primeros pueblos en evitar el enfrentamiento con Roma, constituyéndose como aliados suyos y abrazando con profusión la cultura romana. Hay que aclarar que este pueblo no ocupaba el territorio que actualmente corresponde al País Vasco, sino el de Navarra y parte de Aragón. Fue siglos después, cuando parte de aquellos vascos originales se retiraron por motivos desconocidos (falta de adaptación, renegados, necesitados de la protección imaginaria de la tribu, etc.) hacia el territorio montañoso que hoy se le conoce por tal nombre, en donde pudieron aislarse de la cultura greco-romana, que a la postre estaba llamada a moldear el mundo.

Las naciones (hace 1000 años)

58616_157402630939543_100000094205543_526907_1932136_n[1]Es difícil conocer qué sentirían los antiguos europeos tras los siglos que sucedieron a la caída de Roma. Se puede afirmar que el ser humano seguía siendo el mismo que aquellos antiguos cazadores-recolectores, los cuales día a día se forjaban un futuro que para ellos no tenía mayor horizonte que el próximo amanecer. Se puede suponer por tanto que desde lo más profundo del ser humano, retornaba de nuevo aquel mismo sentimiento de desprotección que movió a las sociedades primitivas a organizarse alrededor de tótems.

Sin embargo, salvo el reducto Papal, con Roma tan sólo existente en la memoria  y con una Europa perdida y dejada al capricho de bandidos, piratas y señores feudales ansiosos de poder y gloria, se tuvo que partir de una situación muy distinta con la que Roma se encontró en su momento.

Las tribus bárbaras del norte, que hasta ese momento habían mirado con asombro la magnificencia de Roma, ahora podían entrar en los territorios que antaño la formaban sin relativa oposición. Los habitantes europeos, de cultura greco-romana todavía (con el latín como lengua y de religión monoteísta), recibieron a estas tribus fusionándose con ellas y creando un nuevo concepto de organización social que marcaría la evolución política del mundo hasta nuestros días: la nación.

Continua en Ensalada de lenguas (III): llegan los barbaros
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sábado, 15 de diciembre de 2012

Ensalada de lenguas

sábado, 15 de diciembre de 2012
¿Qué ocurre con los idiomas en la península Ibérica? ¿qué significa hablar catalán «en la intimidad»? ¿hablan portugués los gallegos, o hablan gallego los portugueses? ¿que pasa con el catalán y el valenciano que hasta hay peculiares sentencias judiciales? ¿se habla castellano o español? ¿es el andaluz un idioma?

Para comprender el origen de todas estas cuestiones es necesario armarse de una buena objetividad, y desprenderse de todos aquellos tópicos y tendenciosas comprensiones de la Historia, modificada y manipulada la mayor parte de las veces por intereses muy alejados de la precisión académica. Hasta la misma tradición universitaria ha acabado condicionada por intereses políticos, sucumbiendo al partidismo general, prácticamente omnipresente en la sociedad.

Es importante establecer un punto de partida adecuado, sorteando aquello de «¿qué fue primero, el huevo o la gallina?». Por tanto, se entiende que hay que volver atrás en el tiempo, al punto mismo en el que no existían ni naciones, ni lenguas.

Índice

  1. Los primeros balbuceos
  2. El nombre de las lenguas
  3. La lengua franca
  4. Roma
  5. Las naciones
  6. Llegan los barbaros
  7. Hablando en cristiano
  8. La Reconquista: de aquellos polvos, vienen estos lodos
  9. Los siglos de oro
  10. La unidad de La Corona
  11. Los nacionalismos
  12. El futuro lingüístico

Los primeros balbuceos(hace más de 100.000 años)

Independientemente de cuál fue el momento y lugar preciso en el que la especie humana comenzó a emitir sus primeras palabras, nos basta ahora mismo con ser conscientes de que con estas, los seres humanos primitivos fueron capaces de expresar ideas abstractas, más allá de las meras necesidades animales. Parece suficiente con suponer que en aquellos momentos, cada tribu utilizó los sonidos que mejor les parecieron con los que representar e identificar a sus temores, sus necesidades, y sus virtudes.

El nombre de las lenguas

Aunque puede parecerlo, determinar el  momento a partir del cuál estos grupos comenzaron a ponerle un nombre a su propio lenguaje no es tan evidente.  Es decir, mientras que la tribu identificaba mediante símbolos (escritos o sonoros) lo que le era de necesidad o utilidad según sus creencias (utensilios, peligros, dioses, etc.), la perentoriedad o urgencia de hacerlo con el propio idioma se intuye que debía ocupar un segundo plano.

Se puede asumir perfectamente que las tribus de la antigüedad se identificaban con su habla, en el momento encontraron otras tribus que utilizaban un código o idioma distinto. Parece muy probable por tanto, que el habla de un grupo reconocible como tal no recibiera más nombre que «la lengua de» el grupo o tribu en cuestión (independientemente de las variantes que dentro de esta lengua existieran).

Por ejemplo, la «lengua ibera» recibe tal nombre al ser la que utilizaba dicha tribu. Pero este es el nombre que el resto de culturas e historiadores le han puesto, asociando cada tribu con una lengua. Además de la confusión que esto puede llevar, tampoco se está seguro de cuál era el nombre que el propio grupo le daba. La necesidad de denominar a una lengua apenas era necesario más que para diferenciarla del resto, ya que la lengua propia era la habitual y no necesitaba de mayor seña.

En la medida las lenguas poseen un elevado carácter simbólico como elemento de identificación tribal, provoca que las diferencias lingüísticas hayan sido la causa de enfrentamientos sociales en diversos momentos de la Historia. El contacto con otros grupos y el uso de distinto bagaje cultural, hacía tambalear la propia esencia de la tribu, símbolo máximo de seguridad y protección real que conocían. En este miedo atávico reside con toda probabilidad el origen de la xenofobia. Es necesario aún hoy en día, un fuerte componente racional para no verse sometido a su influencia.

Sin embargo, según este razonamiento no es la lengua en sí misma lo que importaba, sino su identificación con la tribu y su relación con la protección que se supone ofrecía el seno de la misma, como una extensión del útero materno. Si llegado el caso este temor al alejamiento de la tribu «de nacimiento» se superaba, la lengua no era más que una herramienta para la comunicación y con ello, un beneficio de los interlocutores.

La lengua franca (hace 2300 años)

Guerrero de Moixent. Mejor ejemplo arqueológico de guerrero íberoEn virtud de que la mayoría de los estudios apuntan a que los Iberos eran un conjunto de varias castas y grupos culturales no necesariamente homogéneos, y de los diferentes tipos de escrituras hallados relacionadas con el íbero, hay teorías que sugieren que la lengua ibera era lo que se denomina una «lengua franca», es decir, una lengua que es usada por varios pueblos o tribus con el ánimo de la mutua compresión y entendimiento. El cualquier caso, parece que en las lenguas de los pueblos que poblaban Iberia (incluyendo el vasco) se podían encontrar ciertas similitudes que sin llegar a emparentarlas, denotaban una intención de intercambio social.

El surgimiento de este tipo de lenguas interculturales o inter-tribales, viene a demostrar cómo la convivencia entre pueblos hace que tiendan a converger hacia signos culturales comunes que conviven en paralelo con los antiguos. Estos pueden llegar a ser sustituidos o no, según se desarrolle el transcurso de los siglos. Si la convivencia es pacífica y no hay otros intereses, lo natural en el ser Humano es establecer lazos culturales y de comunicación con otras tribus, etnias o grupos, simplemente si representa un beneficio muto. El miedo atávico de «separarse de la tribu» al hablar otra lengua, aunque sigue existiendo, se diluye y se transforma, al sentir la protección de algo mayor que ella misma.

No me imagino a nadie en la antigüedad diciendo cosas como «derecho a vivir en íbero», «en suevo», o cualquier cosa equivalente a la época. Sólo la enemistad por disputas por algún recurso (agua, bosques, etc.), o por intereses de los dirigentes políticos (que tanto en aquella época como tristemente aún ahora, lo son porque saben manejar y manipular a los miembros de su tribu) podría tener como consecuencia la prohibición o el rechazo a establecer algún lazo cultural con otra tribu.

Un hecho que alteró esta convivencia para bien o para mal, y que a la postre constituyó un hito fundamental en la Historia de la Humanidad, fue la llegada de los Romanos, la creación del Estado como un concepto capaz de superar definitivamente al de tribu, y la implantación de una lengua oficial como una lengua franca, que permitía la comunicación entre los pueblos que formaban la República y a posteriori, el vasto Imperio Romano: el latín.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

El error informático

miércoles, 14 de noviembre de 2012

¿Se equivocan los ordenadores? ¿Por qué la informática tiene esa mala imagen? ¿Por qué se achacan con total naturalidad errores graves a «errores informáticos»? ¿Por qué no se solucionan? ¿Acaso los ordenadores toman decisiones por su cuenta, como en las películas? ¿Qué clase de ciencia es la informática? Algunas personas —paradójicamente no suelen estar especializadas en informática— opinan que esta área de la ingeniería no es una «ciencia exacta», y que por ello la programación de estos dispositivos esta sujeta a ambiguos vaivenes político-sociales. Si bien puede haber algo de cierto en esto, no es debido a la propia tecnología en concreto.

El Mark II (1947) fue un proyecto construido en la universidad de Harvard y financiado por la Marina de los Estados Unidos. En su diseño y construcción participaron algunos de los mejores ingenieros y científicos del momento, tras la Segunda Guerra Mundial. Hasta ese momento estas máquinas eran fiables y totalmente precisas, y sobre todo, hacían lo que se les pedía. Por ello, se utilizaban para tareas que requerían de gran seguridad y precisión, como trayectorias balísticas y órbitas de vuelos estratosféricos. Pero un día, el Mark II dejó de responder como se esperaba. No es difícil imaginar la sorpresa que experimentarían los científicos que lo manejaban, al comprobar como un ordenador matemáticamente preciso hasta ese instante, se «equivocaba».

La causa del error no fue que el programa hizo algo distinto para lo que estaba concebido. El Mark II no realizaba muchas operaciones —comparado con los actuales— pero las que hacía obedecían a un determinismo completamente científico. Cada línea de código debería estar validada según la lógica matemática, y debía ajustarse a la arquitectura física del ordenador, compuesta de circuitos electromecánicos regidos por las leyes de la física. La causa fue ni más ni menos que una polilla. Un «bicho», bug en inglés. Al introducirse una de ellas en la enorme circuitería del voluminoso Mark II, impidió el funcionamiento de uno de sus miles de aparatosos relés electromagnéticos, que en los albores de la ingeniería informática, formaban la mayor parte de su interior. Desde entonces, cada «sorpresa» que dan los programas informáticos se le denomina como bug. Por lo mismo, depurar un programa se traduce en inglés como debugger —quitar los bichos—.

La informática ha evolucionado hacia algo muy distinto de un proyecto científico y tecnológico como empezó siendo, como tampoco la propia Internet se parece a lo que en su día se pensó. Los programadores ya no son exactamente matemáticos o físicos, son en algunos casos, simples aficionados autodidactas. Los equipos se fabrican en serie, en abarrotadas fábricas en China, y las motivaciones que mueven a todos ellos son muy distintas de las de aquellos profesores de universidad, científicos y militares. Y por supuesto, los errores informáticos no son causados por «bichos».

Para entender lo que le ha pasado a la informática propongo explicar otra rama de la ingeniería: la Arquitectura. La Wikipedia la define al mismo tiempo como «Arte o técnica». Qué duda cabe que tiene algo de ambas. Para diseñar un edificio, hay que tener en cuenta la resistencia estructural del mismo, lo que implica el cálculo matemático de resistencias, tensiones, presiones y todo un gran número de parámetros físicos. Para su funcionalidad, hay que tener un gran conocimiento del entorno social y de los usuarios. Para su estética, hay que tener una sensibilidad y gracia especial. En resumen, la Arquitectura se compone de varias capas, desde la basada en la propia realidad física, hasta el más puro arte conceptual.

Con la informática es muy similar, con la diferencia que la gente no se mete dentro de los ordenadores y no existe el riesgo de que al derrumbarse, queden sepultados dentro de ellos. Por ello, nadie en su sano juicio dejaría en manos de una PC clónica con W95, el cálculo de la trayectoria de un satélite orbital, o la gestión de un sistema de monitorización médica a enfermos graves. Sin embargo, la informática se utiliza, y bastante, en estas áreas, lo que pasa es que los criterios de calidad y márgenes de error que se utilizan en estos sistemas, no tienen nada que ver en absoluto con los de «ir por casa». A pesar de la lógica aplastante de este argumento continúa existiendo una gran confusión con este asunto.

Como se ha visto, la informática parte de leyes físicas, ecuaciones matemáticas y proposiciones lógicas, básicamente. Todas ellas ciencias exactas. Sin embargo, su evolución y mejora de procesamiento, la ha llevado a realizar programas más complejos y para funciones muy diversas. Los programadores han de tener cierto «toque» personal, que en algunos casos podría considerarse alguna forma de arte. Y esto es debido a que los ordenadores no tienen que tratar únicamente con fórmulas matemáticas, sino que han de dedicarse a cosas como la llamada «interfaz gráfica de usuario».

Los recientes sistemas operativos dedican una gran parte del tiempo en el procesamiento de gráficos y en organizar la información para que el usuario sin preparación pueda utilizar un computador, algo que en los primeros años no era necesario, ya que antes de la aparición del ordenador doméstico, sus usuarios asumían que debían conocer las herramientas y adaptarse a ellas, y no al revés —cuando aprendemos a conducir un coche nos adaptamos su funcionamiento, y no al contrario—.

Con los nuevos entornos gráficos iniciados por Apple en 1983, los requerimientos de consistencia lógico-matemáticos no eran los mismos que con los computadores dedicados al cálculo matemático y cuya forma de comunicarse era mediante tarjetas perforadas. Ahora lo importante es que el usuario tenga un escritorio con iconos bonitos. A partir de este momento el computador se convirtió en un producto comercial, alejándose de su pasado y comercializándose aún sabiendo que su código estaba sin verificar acorde a criterios científicos —es muy caro hacer esto—, o directamente estaba repleto de errores—los Windows 95~XP—. Sabían que al usuario no le iba a importar, bien por lo cool que era su producto, o bien porque se lo habían pasado en un DVD «pirata».

La excepción a esta situación podría ser el sistema UNIX, un SO (sistema operativo) creado por dos científicos del MIT. Este SO funciona como un reloj, es preciso y siempre hace lo que ha de hacer y lo que se espera de él, salvo ciertas tolerancias presentes en todo proyecto de ingeniería. Basándose en él han surgido otros SO que han heredado parte de su eficacia, pero al que le han añadido la mencionada interfaz de usuario personalizada a criterio de los programadores (Linux, Mac OS X).

Por tanto, el error informático no es debido a un «defecto», o a una «imprecisión» o característica propia e inherente a la informática. Ni tampoco es ineludible. Por el contrario, los problemas típicos de la informática son debidos a la introducción de criterios alejados de su naturaleza, fundamentalmente los comerciales. Allá donde los criterios de programación pasan por filtros distintos que los de la lógica o la propia construcción física, hacen que la informática pierda su carácter de ciencia y no se le pueda exigir la precisión que se pueda esperar de una de ellas. Salvo que se refleje en el contrato comercial, claro.

Enlaces

miércoles, 14 de abril de 2010

Teoría Memética: ingeniería social

miércoles, 14 de abril de 2010
«Máquinas de memes»
 
Portada del libro de la psicologa británica susan Blackmore Una de las discusiones más importantes sobre los memes es que una parte de la comunidad científica, entre ellos los británicos Richard Dawkins y Susan Blackmore, consideran que el ser humano no es más que una «máquina de memes» (ver art. anterior). Personalmente, creo que despreciar la existencia del «Yo» o del «Libre Albedrío» es ir demasiado lejos, por mucho que no se tenga hoy en día una explicación totalmente satisfactoria de cómo se generan o en qué lugar se almacenan, estos conceptos, siendo esta una actitud claramente cientifísta. Sin ir más lejos, todos ustedes que están leyendo estas líneas, los autores mencionados, incluso el que les escribe, estamos hablando y teniendo conciencia sobre ello. Existen una forma de demostrar que14, una máquina definida como tal no puede demostrar que lo es a su vez, por lo que en caso de hacer como hacemos las personas al descubrir el funcionamiento de nuestra mente, muestra que detrás de todo existe un nivel de conciencia superior. La replicación memética existe, pero esto no prueba que no haya algo más.
 
Por lo tanto, manteniendo la posibilidad de que en algún momento el ser humano como individuo pueda «despertar» y coger las riendas de su destino, las evidencias de que en ciertos momentos la Humanidad se comporta como un «ente automático» replicando ciertas consignas o dogmas inconsciente y sistemáticamente, son notorias. En la medida que esto es así y ocurre, todo parece indicar que la cuestión más importante de los memes que nos debe preocupar es si es posible conocer qué meme es necesario aplicar para provocar un efecto determinado en la sociedad que lo asimila. Hasta ahora, se observa como lo que se ha estudiado de los memes es una teoría de apoyo al estudio y comprensión de la evolución cultural de las sociedades, aunque no es utilizada normalmente en la comunidad científica más purista, debido seguramente a la dificultad para establecer una relación experimental y medible entre un meme y su efecto, o viceversa.
 
Sin embargo, en el terreno de las Ciencia Sociales o Humanistas (ámbito en el que se incluye la Documentación —Ciencia de la Información—) cuyos objetos de estudio son personas o las sociedades en las que se desenvuelven, es habitual el estudio de colectivos humanos siguiendo variaciones del método científico basadas en los objetivos como aproximaciones sucesivas5, ante la dificultad de aislar dicho colectivo para experimentación, lo que además de complicado sería contraproducente, ya que se modificarían las condiciones del entorno social (por ejemplo: lo que ocurre en el programa de Reality Show «Gran Hermano», no se corresponde con otra cosa que no sea la actitud de un grupo de personas encerradas. Es un estudio social, pero no un estudio de la sociedad)
 
Para poder realizar esta manipulación sobre un grupo, sería necesario lo siguiente:
  1. Información suficiente del grupo (datos estadísticos, censos, etc.)
  2. Planteamiento de objetivos y diseño de las correspondientes ideas o conceptos mediáticos atrayentes.
  3. Difusión al grupo.
Si se considera el grupo como el conjunto de la sociedad, resulta evidente que el que posee el mejor perfil para poder desempeñar la ingeniería social correspondiente es el binomio Estado/Medios de comunicación, al poseer el primero toda la información posible de la sociedad bajo su «tutela». Todo el ejercito de asesores que tienen los jefes de gobierno al frente del mismo, albergan los conocimientos suficientes para diseñar los conceptos o memes a transmitir, para luego difundirlos a las generaciones venideras a través del sistema público de educación. Por último, los medios de comunicación normalmente al servicio del poder político, pueden transmitir de forma masiva dichas ideas al mayor número de individuos posible de forma simultánea, de forma que se pierda lo mínimo en transmisiones en cadena.
 
Figura 3.— Ciclo de ingeniería social (fuente: elaboración propia)
La fase que completaría el proceso, sería la de obtener de nuevo toda la información disponible de la sociedad para comparar resultados con la situación anterior y de esta forma, comprobar el nivel de adecuación del meme transferido y su efecto (tal vez con esto se entienda mejor la costumbre de los famosos «globos sonda» con los que los gobiernos nos suelen obsequiar de vez en cuando). Todo este proceso formaría un ciclo (figura 3) con el que se podría realizar ingeniería social, «lanzando» noticias a través de los medios de comunicación sobre nuevas leyes, casos de corrupción que se destapan de sorpresa, mientras que tantos y tantos otros son silenciados, maniobras de distracción con casos truculentos en momentos adecuados, programas de televisión «ad-hoc» para este tipo de noticias (programas de crónica social o «rosa», deportivos, de debate como «59 segundos», etc), y por qué no, atentados supuestamente perpetrados por grupos terroristas.
 
La difusión
 
Cartel de la polémica película  «La ola», en la que se relata el resurgir de un régimen fascista en Alemania Se podría profundizar algo más, especulando sobre algunos aspectos y personajes que normalmente acompañan a todo ciclo de ingeniería social, aunque la mayoría de las veces no se asuma con este nombre. En todo grupo humano, siempre surgen determinados «roles», que se repiten. Por ejemplo, se atribuye a los lideres de ciertos grupos la difusión de una idea que el grupo sigue casi como autómatas. ¿Es esto posible? ¿puede un solo individuo «contagiar» de un meme a un grupo, y que decir de una sociedad entera? ¿cómo si no han surgido las religiones del Cristianismo o el Islamismo, las cuales a la postre han definido culturas dominantes?
 
Personalmente, creo que la explicación de este fenómeno es que en ocasiones ciertos individuos saben conectar con la gente o simplemente tienen la fortuna suficiente para aprovechar ciertos memes que ya están presentes entre la sociedad o incluso son inherentes a la condición humana, y que le permiten ser a su vez «fuentes» de otros memes8. En el caso de la religión, el misticismo, la creencia en Dios, la necesidad de acudir a un «padre protector», y conceptos o memes de este tipo serían los causantes, convirtiendo a la multitud en simples «receptores», «portadores» o «transmisores» de memes. En casos generales, sería seguramente la mera necesidad de sentirse protegido, a salvo del atávico temor a «amenazas externas» que seguramente mantenemos de nuestro ¿pasado? tribal.
 
No necesariamente esta capacidad ha de ser negativa, dependerá en última instancia de la intención del que conoce el efecto que un mártir, por ejemplo, puede causar entre la gente. Aunque por regla general no se puede esperar otra cosa distinta a la de que algunos se sirven de estas debilidades o características humanas para satisfacer su propia vanagloria, cuyas intenciones distan muy mucho de convertirse en mártires al servicio del pueblo. Más bien esperan que sean otros.
 
El macaco del Japón
 
macaco_japones La que puede ser la única evidencia experimental de los memes, su transmisión y el efecto producido sobre un colectivo social, no es de humanos sino de monos, lo que no le resta ni un ápice de importancia ya que es al mismo tiempo una importante evidencia de la existencia de patrones culturales en especies distintas del ser humano. El macata fustata es un sorprendente primate oriundo de la Isla de Koshima (Japón) acostumbrado a vivir en temperaturas gélidas, que un día por puro azar descubrió lo que era la higiene alimentaria y su «aliño», al tener que ingerir una batata sacada de las saladas aguas marinas, adonde había ido a parar por accidente6. Lo realmente fascinante de este suceso, es que este descubrimiento fue aprendido por el primate y transmitido al resto de sus compañeros por imitación. No acaba aquí el fenómeno, ya que este proceso originado por un meme simple, de gran poder atrayente y muy fácil de replicar, continua su expansión horizontalmente al resto del grupo y verticalmente a sus descendientes, sobreviviendo a los que lo iniciaron (considérese la transmisión de una generación a otra descendiente como «vertical», y la transmisión dentro de una misma generación como «horizontal»).
 
En este caso, un suceso aleatorio había cambiado claramente el curso de la historia de estos primates, y modificado sus costumbres. Seguramente a ninguno de los especímenes se le hubiera ocurrido que con algo tan simple se podía lograr que sus congéneres actuaran de una forma determinada, pero ¿y un humano?. Si alguno de nosotros tuviera la clave para lograr que los demás le consideraran alguien especial, un mesías, un elegido, ¿no haría uso de esa capacidad?. Más espeluznante es pensar ¿y si ha ocurrido ya?

martes, 13 de abril de 2010

Teoría Memética: introducción

martes, 13 de abril de 2010

Símil gráfico del proceso de inoculación de memes en la mente de una persona

A pesar de lo que sugiere el nombre, la teoría memética o de los memes no es ninguna tontería. El punto central sobre el que gira esta teoría es el concepto denominado meme por el zoólogo Richard Dawkins, tal y como explica en su libro El Gen Egoísta (The Selfish Gene)1.

Lo primero que uno puede pensar es qué tendrá que ver un zoólogo en todo esto, y qué demonios es un meme. La conexión es al parecer que, de la misma forma que en biología los genes son la unidad básica de información genética que se transmite de generación en generación, el meme sería el equivalente en el que se pudiera dividir el acervo cultural o herencia intelectual de una sociedad, que perdura a lo largo de los años.

Es decir, la mayor parte de cuanto la humanidad ha aprendido podría dividirse o clasificarse en un enorme conjunto de memes, con algunas diferencias según los grupos sociales de los que se trate. Serían memes por ejemplo, una idea, una melodía, una moda, etc. También lo serían según esta definición, las famosas cadenas de mensajes en los que es necesario «replicar» el mismo, prometiendo de hacerlo «bienaventuranza», o de lo contrario «infortunios» de todo tipo. Aunque pienso que el concepto de meme del que trata la teoría propuesta por el famoso zoólogo británico, es algo más sutil y no tan evidente, refiriéndose a la propagación inadvertida de ideas que calan de manera especial en nosotros, las cuales solo en algunas ocasiones son conscientemente modificadas o transferidas con propósito «evangelizador».

En definitiva, el término escogido de «meme» lo ha sido por su relación con la «memoria», en este caso se asume que la memoria colectiva. Los memes importantes serían aquellas determinadas ideas básicas que han influido o pueden hacerlo, sobre el colectivo, de forma que el papel que estas ideas han tenido sobre su configuración ha sido decisivo.

Como ya se ha mencionado, según la teoría los memes serían el equivalente del «código genético» de una sociedad ya que, de la misma forma que un gen en concreto causa un efecto en el desarrollo y evolución de un individuo y/o de su especie, un meme causaría un efecto determinado en el individuo poseedor del cerebro que lo porte, y por consiguiente, dadas las equivalentes propiedades autoreplicantes de los memes, un efecto a su vez en una sociedad al ser difundido en esta misma.

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Figura 1.— Influencia de los memes (fuente: elaboración propia)

Algunos de estos tipos de memes que tal vez han desempeñado un papel principal en la Historia, podrían ser por ejemplo los relacionados con la religión, que causaría un determinado efecto según las diferentes formas de conceptualizarla en las respectivas culturas y sociedades donde se desarrollase. En este sentido, la religión estaría basada en el mismo meme que las cadenas de mensajes mencionadas anteriormente, al utilizar la incertidumbre de la promesa de bienes en caso de seguirla o en caso contrario, de la desgracia2.

Otros memes también significativos y dignos de estudio por separado serían el mercado libre, la propiedad privada, el comunismo, etc. Cada meme podría según su potencia generar toda una filosofía o forma de vida, cambiando el curso de la humanidad.

La replicación

Una de las principales características de los memes y al mismo tiempo la principal diferencia con los genes, sería en la forma de autoreplicarse. Considérese la transmisión de una generación a otra descendiente como «vertical», y la transmisión dentro de una misma generación como «horizontal». Teniendo en cuenta esos criterios, mientras que los genes se transmiten de forma «vertical» por herencia a la descendencia y se replican de forma bastante fiel, los memes se transmiten tanto verticalmente a las futuras generaciones por medio de la cultura y la educación, como «horizontalmente» al resto de la sociedad y a otras vecinas, por medio de la comunicación, pero sufriendo muchas más mutaciones por cada replicación y transmisión que la genética, cuanto mayor sea el número de transferencias en cadena efectuadas3.

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Figura 2.— Transmisión de los memes (fuente: elaboración propia)

De forma algo peyorativa, en ocasiones se les considera como virus4, por una parte por la capacidad mencionada para transmitirse y replicarse en otros individuos y sociedades, y por otra, en los casos en los que el meme absorbe al individuo y lo domina. Probablemente serían estos casos los de los radicalismos nacionalistas o fundamentalismos religiosos, en los que las gentes afectadas por este meme replican una idea cuyo parecido con la original es la utilización de la misma simbología, quedando el significado que en su día y en su momento particular tuvo, como una grotesca caricatura en la actualidad.

  • (1) Dawkins, R. El Gen Egoísta, (citado en Barrow J.D. La Trama Oculta del Universo (Pi in the sky), Barcelona: Critica, 1996, p. 263)
  • (2) Blackmore, S. about memes . Definición de meme de la psicóloga británica.
  • (3) Teoría memética. Artículo en el Ateneo de Madrid.
  • (4) Dawkins, R. Viruses of the mind. Artículo del propio autor del concepto.

Nota: este artículo ha sido modificado y reeditado. La anterior versión está aquí.

miércoles, 18 de marzo de 2009

España: marzo de 2004

miércoles, 18 de marzo de 2009

El 11 de septiembre de 2001, menos de tres años antes de la fecha que abre el título de este artículo, la mayoría de ciudadanos de todo el mundo observamos atónitos como un par de aviones comerciales se estrellaban contra los tal vez, edificios económicos más emblemáticos y representativos del capitalismo del mundo, y de a la vez, nación más poderosa del mismo.

La indefensión y pánico por la que es imaginable pasarían los desdichados pasajeros de los aviones, o la visión de gente del interior de los edificios que prefieren lanzarse al vacío a una muerte segura, antes que pasar por otra igualmente certera pero tal vez más horrible aún a causa del fuego; son una conjunción de factores que no pueden ser considerados como simples hechos traumáticos: conmoción, sorpresa, temor, desconcierto. Los esquemas hasta ese momento habituales, en cuanto al orden establecido, a la seguridad, a la falta de enemigos que occidente y su máximo representante había dejado de tener desde que cayera la antigua Unión Soviética, parecía que se desmoronaban al mismo tiempo que lo hacían ante nuestros alucinados ojos, las Torres Gemelas.

George W. Bush, anterior jefe del ejecutivo de los EUA ¿Qué clase de mundo estábamos construyendo y dejando a nuestros descendientes? Puede que pensase mucha gente. Desde algunos foros y medios de comunicación el panorama que anunciaban era el de una guerra entre occidente y el nuevo enemigo a batir: el fundamentalismo islámico terrorista, y a los que les apoyan. Otros esperaban la reacción del Jefe del Ejecutivo del país violentado, un polémico presidente George W. Bush que poco después invadiría Iraq, escogiendo para ello el motivo que más les convino, fuera cierto o no, y que a la postre no lo fue.

«Proyecto Matriz», base de la supuesta trama conspiranoica relacionada con el 11S Todo lo relacionado con el trágico y brutal atentado en Nueva York, está rodeado de extrañas circunstancias. Se ha hablado de una conspiración, en la que el propio George W. Bush podría estar implicado, sospecha a la que también ha contribuido el polémico director de cine Michael Moore, con su película Fahrenheit 9/11. Lo que es indudable en cualquier caso, es el impresionante carácter mediático de los sucesos, llegándose a definir los mismos como un episodio de hipnosis colectiva, al modo de un espectáculo televisivo.

Pero dejando a un lado todas estas cuestiones misteriosas; seguramente irresolubles para la mayoría de ciudadanos y que lo único que parecen conseguir es la distracción de otros problemas más importantes; hay algo que a pesar de ser muy verificable y que afecta de lleno a estos, ha pasado desapercibido para la mayor parte de la sociedad, o al menos, no suele ocupar una parte importante en los debates sobre el tema. Algo que comenzó a gestarse en aquellas fechas y se padeció en España tres años después: la utilización política (y electoralista en el caso español) de un crimen.

Nótese que no se refiere el asunto a la participación o implicación en el crimen, sino en la postura que se tenga ante él. Y al decir postura se refiere a la forma de actuar y lo que se demuestra con ello, no a las grandilocuentes y demagógicas declaraciones a las que nos tienen acostumbrados nuestros políticos y medios de comunicación.

Tras el atentado del 11S ¿al lado de quien se colocaba cada uno? ¿era suficiente una discrepancia con la cultura o la sociedad norteamericana, o con su dirigente George W. Bush conocido ya en aquel entonces antes de Irak por sus abusos bélicos, para manifestar cierta conveniencia de cualquier tipo por estos atentados? ¿aporta algo útil a la valoración política de una legislatura, la voluntad de uno o unos asesinos, que de esta forma se convierten en inadvertidas herramientas criminales al servicio de una ideología?

Famosa fotografía representativa de la Guerra Civil Española La respuesta a estas preguntas va a depender seguramente mucho según de la sociedad en cuyo seno se hagan. En sociedades tribales primitivas, o en aquellas en donde no se han superado algunos episodios violentos como una Guerra Civil, y en las que la aniquilación del contrario como método político no se ha llegado a desterrar del todo, existirá en mayor medida quien piense, aunque sea para sus adentros: ¡ya era hora que alguien le bajara los humos a estos norteamericanos!

Los anteriores presidentes de España y los EUA, en una de sus polémicas reuniones En España salieron muchos de estos demonios a la luz, debido a las similares por trágicas circunstancias del atentado en Madrid, el 11 de marzo de 2004. La implicación española en la guerra de Irak, merced al apoyo que Aznar manifestó con el envío a dicho país de tropas de apoyo logístico, convirtió la cuestión de la autoría del atentado en un elemento potencialmente clave desde un punto de vista electoral, como si los cuatro años anteriores no fueran suficientes para evaluar la gestión, y el capricho asesino de un grupo de descerebrados fundamentalistas, tuviera que ser el que lo decidiera. Seguramente ellos, políticos y medios de comunicación, conscientes de que tras 30 años de la partidocracia a la que nos habían sometido, la sociedad española no había aprendido realmente apenas nada de lo que implica una democracia y Iñaki Gabilondo, protagonista de algunos de  los más lamentables episodios de manipulación mediatica.temerosos de la influencia que en los electores pudiera tener el atentado —algo que en una sociedad madura no debería ocurrir jamás— corrieron a la desesperada a lanzar titulares, emitir comunicados, y realizar llamadas telefónicas en donde se insinuara la participación de ETA, o directamente se emitieran falsas e infundadas noticias sobre terroristas suicidas en el atentado, que nunca existieron.

Javier Bardem artista subvencionado por el actual ejecutivo español, berreando en contra de AznarManifestaciones el día de la jornada de reflexión del 13 de Marzo de 2004, delante de uno de los partidos participantes de dichas elecciones, y que había estado al frente del gobierno en la legislatura anterior realizando las labores legales de representación que el sistema político le permitía, merced a la mayoría absoluta que disfrutaba gracias a los votos que los electores le dieron en su día. No había crimen, todo era legal, aunque la labor de gobierno y sobre todo de representación haya sido desastrosa. Sin embargo, las declaraciones o denominaciones de «Aznar asesino» o «PP terrorista» fueron habituales durante aquellos días y los años siguientes aún hasta nuestros días, mientras se ha tenido que oír como se le llamaba a alguien como Otegi, que no ha tenido tapujos en mostrar su apoyo a grupos terroristas, hombre de Paz.

Según este escenario, tras un atentado terrorista los culpables no eran los criminales que lo habían perpetrado, eran en cambio unos políticos que, para bien o para mal, habían realizado las labores que su cargo les permitía. El culpable no era tampoco el sistema político que lo sustentaba, a pesar de la evidencia. De esta forma, el asesinato se convertía en elemento de propaganda electoral, asunto que no parece haberles desagradado a los que les ha beneficiado, y del que se aprovecharon en su día todo lo que pudieron.

Los medios de comunicación, especialmente entre ellos el Grupo Prisa, debieron de continuar con sus experimentos sociológicos, y unos meses después de aquel lamentable marzo de 2004 que ha significado un cambio en la historia de España y la constatación del fracaso de la transición, en septiembre, nos sorprendía a los que estábamos en sus listas de correo con una repugnante campaña publicitaria:

Imágen principal de la lamentable campaña de promoción del Grupo Prisa

La muerte de unas 3000 personas se utilizaba tranquilamente para una campaña de promoción. Pero claro, es que los 3000 muertos eran gringos (sic). Afortunadamente, el experimento no les fue muy bien, y tuvieron que pedir perdón por esta campaña unos días después, dando todo tipo de escusas gratuitas. No obstante, el partido que desde entonces desempeña la labor de gobernación (y sus medios afines, como el citado) y a falta de conocimiento para hacer otra cosa, ha tenido que rentabilizar al máximo lo que interpretaban como un factor clave que les hizo volver al poder: la utilización política del atentado del 11M.

De esta forma, se ha tergiversado, falseado y mentido, sobre las noticias relacionadas sobre el sumario y el posterior juicio. Con un sumario en cuyas fuentes se había eliminado de forma completamente irregular toda referencia a ETA, motivo por el cuál esta no podía aparecer y por tanto, imposible realizar cualquier tipo de juicio sobre su participación o su ausencia. A pesar de ello en algunos diarios, entre ellos EL PAÍS, se afirmaba en uno de sus titulares que el tribunal descartaba al citado grupo terrorista, lo que no puede ser cierto por los motivos explicados. Lo importante es transmitir una idea, independientemente de su veracidad, algo que desde luego no es propio de un medio de comunicación, sino más bien de un instrumento de propaganda política.

J.L.R. Zapatero, actual presidente del gobierno La implicación aunque fuera indirecta en el atentado, no es conveniente desde un punto de vista político. Se anteponen de esta forma los intereses partidistas a los de esclarecer el trágico suceso. Toda la pantomima política se vendría abajo como un castillo de naipes, si se admitiera que la banda terrorista ETA aparecía por algún sitio aunque fuera tangencialmente, desmontando de esa forma un elemento clave en su estrategia electoral. Si a esto se le añade la muy apresurada destrucción de los trenes que contrasta de forma espectacular con la practica habitual en la investigación de un desastre aéreo, por ejemplo, no queda otro camino que desconfiar, no del gobierno tan solo, sino del mismo sistema político que permitió los abusos del anterior presidente, y que permite los del actual.

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