Si Internet está suponiendo un cambio de paradigma a nivel social y económico, una situación similar puede estar ocurriendo en el ámbito de la educación. En concreto, en la auto-educación. Como se vio en un artículo anterior, el conocido escritor y divulgador científico Isaac Asimov —entusiasta defensor de la autoeducación— predijo un tiempo en el que todo el saber humano estaría al alcance de la mayoría de la población.
Si bien quedan muchas zonas en el planeta subdesarrolladas, hay iniciativas para dotar de acceso a Internet a estas zonas y de está manera, a las fuentes de información —posibilitando su uso educativo, y por supuesto, el comercial—. La cuestión es que por primera vez en la Historia existe la tecnología para que la gente tenga a su disposición todo el saber acumulado de la Humanidad, cuando quiera y donde quiera.
Un ejemplo del valor de la autoeducación y del acceso a la misma, es Steve Jobs. Si bien puede que su valía como persona no fuera del todo ejemplar en otros aspectos, el relato que forma su caso particular tiene un valor que está por encima de su protagonista. Jobs no acabó sus estudios universitarios, sin embargo, aprovechó el tiempo de una manera distinta a la que el canon oficial marcaba. Se las arregló para poder asistir a las asignaturas que más le interesaban, aunque el conjunto de ellas no le valieran para título alguno. Todas aquellas materias las usó posteriormente en su vida laboral, con el resultado que conocemos. Si bien tuvo que asistir a las clases presenciales, el concepto de diseñar tu mismo tu carrera académica, es hoy en día más viable gracias a las nuevas tecnologías.
La tendencia a dar cada vez más importancia a la enseñanza «en-línea» es clara. La oferta es de cursos con obtención de titulación oficial —de carácter formal—, como de otros temas de carácter complementario, pero no menos importantes. En ambos casos se pueden encontrar cursos gratuitos como de pago. El objetivo es, antes que el de obtener un título impreso en un papel para colgarlo en tu habitación, sencillamente el de aprender.
Esta nueva oferta recibe el nombre de MOOCs (Massive Online Open Courses), y lo están ofertando las principales universidades de todo el mundo. El patrón que se sigue continua basándose en el clásico de profesor-alumno, si bien con todas las ventajas de la no-localización. Aunque fue el MIT en el 2001 el pionero en aplicar las nuevas tecnologías a la enseñanza, el acontecimiento que marcó un antes y después fue un curso sobre inteligencia artificial preparado por el profesor de la Stanford University, Sebastian Thrun, que superó los 160.000 alumnos matriculados. Tras el éxito de esta iniciativa, un colectivo de profesores fundo Coursera.
En España hay una cierta tradición consolidada con los cursos a distancia: Además de CEAC, en el ámbito universitario todo el mundo conoce a la UNED (Universidad a distancia), si bien estos centros utilizaban medios tradicionales —correo— hasta la aparición de Internet. La UOC es una de las primeras universidades en España en la que se podía obtener un título, de forma completamente «en-línea». En general, la mayoría de universidades tiene una oferta de cursos a distancia.
La necesidad de un título oficial es un requisito ineludible para muchas ofertas de trabajo. Sin embargo, en ninguna parte impiden que completes la formación con lo que encuentres más interesante, bien por inquietud personal, o por que analizas que es lo más adecuado para un sector profesional determinado.
En cualquier caso, hay un problema a tener en cuenta: que en España tenemos una cultura de méritos deficiente, y un entorno político que influye negativamente en el laboral, de manera que las iniciativas y el desarrollo provienen en su mayoría de fuera de nuestras fronteras.
Pero sobre todo, siguiendo la tendencia actual, cada vez es más importante en la educación lo que decida cada uno sobre su futuro.
La necesidad de un título oficial es un requisito ineludible para muchas ofertas de trabajo. Sin embargo, en ninguna parte impiden que completes la formación con lo que encuentres más interesante, bien por inquietud personal, o por que analizas que es lo más adecuado para un sector profesional determinado.
En cualquier caso, hay un problema a tener en cuenta: que en España tenemos una cultura de méritos deficiente, y un entorno político que influye negativamente en el laboral, de manera que las iniciativas y el desarrollo provienen en su mayoría de fuera de nuestras fronteras.
Pero sobre todo, siguiendo la tendencia actual, cada vez es más importante en la educación lo que decida cada uno sobre su futuro.