martes, 16 de diciembre de 2008
lunes, 15 de diciembre de 2008
El sistema de partidos: estudio de alternativas (1ª parte)
viene de: estado de la cuestión
La alternativa a un sistema de partidos es naturalmente, si se desea acercarse a la democracia, un sistema basado en el ciudadano, es decir, en las personas.
No es intención la de valorar el sistema político desde el punto de vista malo/bueno, parámetros en última instancia meramente subjetivos, pero si que lo es el averiguar cómo puede ser más democrático.
En este sentido, para aumentar el nivel de la misma es necesario caminar en una dirección tal de forma que el ciudadano tenga de nuevo; acercándose a la antigua Grecia o sin irse tan lejos ni en el tiempo ni en el espacio, a la misma Suiza, Francia o Reino Unido; el protagonismo que se merece.
No es intención de esta bitácora el dar una respuesta detallada, porque esa respuesta no la ha de decidir uno solo. Es un asunto de una comunidad política, en este caso, de los españoles. No por sentir el nacionalismo español correr por su venas, o el ardor guerrero rezumar por el pecho, sino simple y llanamente por formar parte de una comunidad de ciudadanos regidos a través de las instituciones de un estado de siglos de antigüedad.
No somos suizos, ni americanos, ni franceses, ni británicos. Ni todos somos del mismo cantón o comunidad. Por eso que cada pueblo, culturalmente hablando, tendrá su idiosincrasia a la hora de organizarse. No ha de haber una sola solución. Sin embargo, para poder decidirlo democráticamente, serán necesarios unos mínimos:
El ciudadano como protagonista
Suponiendo que el ciudadano desee ser el protagonista y dueño de la dirección que tome la sociedad civil a la que pertenece y forma, aspecto nada baladí y muy alejado de la realidad dado el panorama actual, algunas de las herramientas de las que debería disponer para ello podrían ser las siguientes:
Presupuesto participativo
Una de los mecanismos básicos de decisión de los ciudadanos es poder participar en aquellas acciones que se toman en las que se hace uso de su dinero. El lugar natural de esta herramienta democrática es en el seno de los municipios, en donde el gasto publico responde a las necesidades más cercanas. Al ser estas decisiones dependientes de la voluntad de los ciudadanos, la «tendencia» a «favoritismos» por parte del pequeñísimo circulo de dirigentes que actualmente manejan los designios municipales, se vería seriamente reducida.
Referéndum
Para que el ciudadano sea de nuevo el protagonista, mayoritariamente todas las decisiones que afecten a la sociedad deberían ser decididas por esta, mediante referéndum. Por poner un ejemplo, gracias a este wiki llamado Ballotpedia (traducido como la Wikipedia de las boletas electorales o boletopedia)1, es posible navegar por entre las páginas oficiales de los estados y sus instituciones, y comprobar los cientos y cientos de propuestas, convocatorias y sus respectivos resultados de votaciones, que se celebran allende el océano, en los tan criticados Estados Unidos de América.
Para el caso español, se podría en las convocatorias electorales actuales (municipales, autonómicas y generales) ofrecer al ciudadano en las mismas, la posibilidad de decidir todas las cuestiones que le afecten directamente mediante una papeleta adicional correspondiente a los referéndum2. Y así de esta forma las necesidades sociales no serían objeto político y electoralista de los partidos, que ofrecen soluciones diseñadas para únicamente contentar a la parte más afín o soliviantar a la contraria, sin que por ello signifique solución alguna necesariamente. Para ello tan solo es necesario que la alternativa sea peor todavía.
Otra opción no excluyente en el sentido de que podría combinarse con las anteriores, sería la de la democracia electrónica. Mediante esta opción, el uso del DNI electrónico y los servicios adecuados, el ciudadano podría participar de diferentes formas en las decisiones de gobierno, durante las legislaturas. Un inconveniente o dificultad de esta medida, sería precisamente el de la necesidad de dotar a los ciudadanos de la identificación electrónica pertinente, así como de un acceso a Internet, bien sea en el domicilio o en otro centro adecuado.
Iniciativa legislativa popular
Naturalmente, para que esto funcione, ha de ser necesario que las propuestas puedan ser presentadas por ciudadanos, sin necesidad de pertenecer a ningún partido, debiendo existir para ello métodos viables de admisión de propuestas ciudadanas. En España3, la Ley correspondiente no es más que un artificio que no sirve para nada, ya que el parlamento puede rechazar sistemáticamente todas las propuestas si es menester, para continuar en sus cómodos asientos. Por mencionar un caso práctico, en Suiza4 si bien el número de firmas necesarias es comparativamente mayor que en el caso de España, el parlamento está obligado por ley a deliberarla y votarla. En caso de desaprobación, ha de proponer una contrapropuesta que junto a la iniciativa de partida, serán sometidas a referéndum popular. Es decir, que toda iniciativa popular es o bien aprobada, o sometida a votación por parte de todos los ciudadanos.
Es importante señalar el papel de los representantes, que como en el ejemplo citado pueden elaborar propuestas mejores y específicas para cada problema, ya que se les supone una mejor preparación. Pero ¿y si no es así? ¿y si no demuestran tal capacidad? ¿merecen entonces a estar en ese puesto más que cualquier otro ciudadano?...
Los representantes
Asumiendo que la necesidad de la existencia de los representantes políticos es inevitable, se tendrá que buscar la forma de que, con la intención de lograr el mencionado protagonismo ciudadano, los representantes se constituyan en verdad como tales, sin que ello signifique siempre que se logre el objetivo al completo.
Por este motivo, y sin entrar a valorar y analizar la extensísima variedad de sistemas de elección y representación, la cuestión es que debe existir una relación entre cada una de las porciones del electorado o circunscripciones electorales, con cada uno de los representantes, de forma que sea elegido y sometido a algún tipo de aprobación durante la legislatura. En definitiva, contemplar la posibilidad de revocación de cargos.
En España y a causa del sistema de partidos, la moción de censura resulta sumamente ineficaz, principalmente por el mismo problema que se viene comentando: es el parlamento controlado por los partidos, y no los ciudadanos, los que deciden. Por lo tanto, las mociones de censura, salvo casos extremos, están condenadas al fracaso una vez se lograr los acuerdos parlamentarios. De esta forma, un diputado o un presidente del gobierno, pueden permanecer en su puesto tan solo llegando a acuerdos a puerta cerrada con el resto de dirigentes de partidos.
En relación a estas cuestiones existe el concepto de Mandato Imperativo, por el cual un representante tiene la obligación legal de someterse continuamente a la voluntad política de sus electores. No es frecuente encontrarlo, sin embargo hay alternativas que hace que su presencia no sea tan necesaria. Por ejemplo, volviendo al ejemplo de Suiza en donde no existe dicho precepto, al tener el parlamento tan poco poder respecto al pueblo, este puede por iniciativa popular tal y como se ha descrito, proponer la destitución de algún representante.
Actualmente, lo máximo que se contempla por las principales fuerzas políticas llamadas reformistas, es la de cambiar el sistema electoral para dar mayor peso a una circunscripción única, o dicho de otra forma mejorar la proporcionalidad respecto al conjunto del electorado. Además de esto, se propone la existencia de listas abiertas, en lugar de las cerradas actuales.
Que duda cabe que estas propuestas significarían un aumento de la «coherencia» del sistema, en el sentido de evitar la demencial desproporción entre circunscripciones que provoca que el valor del voto sea distinto, en función del número de escaños asignado a la circunscripción electoral y a la obligatoriedad de tener que elegir a una lista de candidatos cerrada, resultando una extraña mezcla entre un sistema mayoritario y otro proporcional5. No obstante, esta mejora no iría en la dirección de lograr un aumento de la democracia, sino tan solo de que los distintos partidos se repartan de otra forma el poder, facilitando que aparezcan con mayor fuerza otros grupos políticos actualmente discriminados (por ejemplo, Izquierda Unida o UPyD) y aumentando el multipartidismo, lo que no significa como se ha comentado, que aumente de la misma forma la democracia.
En todo caso, si a la opción de listas abiertas se sumara la de candidaturas independientes (con algún filtro adicional a determinar), se lograría al menos que la ocupación de los escaños dependiera mucho más de la decisión de los ciudadanos, acentuando la responsabilidad personal de los representantes de servir al ciudadano. De esta forma y al contrario que en la actualidad en España, los diputados que ocuparan los escaños habrían sido decididos por elección directa de los ciudadanos y su permanencia en dicho asiento dependería de estos, los cuales lo valorarían directamente en función de su labor de representación, y no de la lealtad a la jerarquía de su partido, en caso de pertenecer a alguno.
continúa en: estudio de alternativas (2ª parte)
domingo, 30 de noviembre de 2008
El sistema de partidos: estado de la cuestión
Los partidos políticos ocupan todo el espectro político en el panorama social actual. Esto puede parecer una obviedad, ya que puede que lo primero que piense la gente es que ¿acaso no son los partidos políticos la máxima expresión de la representación democrática que conocemos, al ser los receptores de nuestra mejor herramienta como ciudadanos: el voto?. Todo parece indicar que es así, pero ello no significa que no existan otras formas de verlo, ni mucho menos que sea la mejor...
El papel del ciudadano
Si los partidos políticos, o en su defecto, sus dirigentes bien sea a nivel municipal, autonómico, nacional o estatal, toman todas las decisiones ¿que papel le queda al ciudadano?
Tal y como la concibieron los griegos, el protagonista en una democracia era el ciudadano. Según los expertos(1), tras la Segunda Guerra Mundial y con la aparición de la Guerra Fría, se fueron implantando en Europa los actuales sistemas de elección de gobiernos. El aumento de población y la consiguiente necesidad de representantes, junto con la necesidad de tener gobiernos «fuertes», ha servido como excusa en la mayoría de países en donde esos sistemas se ha implantado, para crear una casta política endogámica.
Endogamia política
Es endogámica porque apenas varía. Se elige a una parte de ella para ocupar unos puestos, mientras que la otra pasa a «la reserva». Para acceder a ella es necesario pasar por los filtros que ella decide. Los «apartados» ideológicos están copados.
Esto provoca que en cuanto surge la oportunidad, se aprovechan como se puede nuevas brechas ideológicas, culturales o políticas en general. Pero la cuestión de fondo es que el ciudadano acaba quedándose una y otra vez, fuera del juego. No se piensa sea necesario decir que un sistema en donde el ciudadano no decide, que no influye tan siquiera en este panorama, no es una democracia.
Podría decirse que cualquier ciudadano puede formar un partido. El problema de esto se ha mencionado: al convertirse en parte de la casta es el nuevo partido quien decide. Por buenas que puedan parecer sus intenciones, en caso de alcanzar el poder este pasara a formar parte de otra casta renovada, pero el ciudadano una vez más, volverá a quedarse al margen. Y ya se sabe el poder, lo que acaba produciendo en las personas una vez se exponen a el.
La posibilidad de elección y acceso a la política
No se sabe quien está realmente dentro de los partidos. Cuando uno de ellos elige a un presidente, nadie más que los afiliados del partido lo conoce lo suficiente. En algún caso se pasa de alcalde a ocupar otros puestos, incluso ser presidente del gobierno. Pero en todo el proceso apenas ha habido ocasión de que los ciudadanos hayan decidido sobre el.
Se podría pensar que si ha sido elegido como presidente autonómico, por ejemplo, ya se tiene una valoración de este político como candidato y representante por parte de los ciudadanos. Sin embargo, la realidad nos muestra como a duras penas se puede hacer tal cosa de un candidato, ya que estamos obligados a elegir listas cerradas y programas electorales completos, además de tener que esperar varias legislaturas.
Los partidos
La casta política tiene como unidad fundamental el partido. El «átomo político» es el partido. O más bien la «célula» del sistema partidocrático, y como célula, ha de alimentarse. La financiación de una campaña electoral podría ser el motivo para que gente, ciudadanos de ideologías afines, se organizaran conjuntamente en forma de partidos para economizar y optimizar gastos. En lugar de esto, en España la financiación de los partidos corre a cargo del Estado. Un Estado al que accederán los propios partidos que son financiados. Partidos que utilizarán esa financiación para, por supuesto, seguir en el poder, y tener, si es posible, más financiación, para seguir aún más en el puesto. Y así sucesivamente. El partido se convierte así, en una forma de acaparar poder, no de representación.
El partido es la razón fundamental, el objetivo político, y al mismo tiempo la fuente de todas las decisiones. El objetivo de sus miembros o afiliados no es la representación democrática. Primero está el servir al partido. Y el partido tiene como objetivo la supremacía política, de forma similar a como una empresa cualquiera tiene un objetivo similar, en el ámbito económico(2)
Comparación entre un mercado económico y el político
Continuando con el símil mercantil, para una mejor ilustración de la ineficacia del actual sistema, se va a comparar el funcionamiento del mercado (económico) con el político. En un sistema de mercado libre o parcialmente intervenido, las empresas siguen como objetivo la satisfacción del consumidor (las tácticas manipuladoras existentes en la propaganda, comunes también en el terreno político, se van a dejar a un lado por ahora). Para ello, el consumidor o ciudadano tiene todo un abanico de posibilidades y productos a elegir, así como donde y cuando realizar su compra. Si desea hacerlo.
Si este panorama fuera tal y como funciona el actual sistema representativo político en España, la situación quedaría como sigue: el ciudadano o consumidor, no podría realizar sus compras cuando quisiera, solo cada cierto tiempo establecido. Mientras tanto, la oferta no estaría en función de atender a las necesidades, sino que toda ella estaría limitada a la decisión de una casta dirigente (de forma similar a lo que ocurría en la URSS en todos los ámbitos). Pero no acaba aquí el panorama desolador. El consumidor no solo estaría limitado a comprar los productos disponibles, sino que debería comprarlos en bloques, es decir, como si al entrar a los supermercados no se pudiera acceder a la totalidad de los productos, sino que se tuviera que elegir entre unas listas cerradas y bloqueadas de productos, en las que se supone hay un surtido de todo lo que necesitamos, con ligeras diferencias entre ellos, pero que muy rara vez podrían ser de gusto de los consumidores al no cubrir todos los posibles gustos y preferencias de estos, teniéndose que conformar con la lista menos mala.
El partido no permite que convivan dentro de el otras corrientes ideológicas distintas a la del dirigente. De hacerlo, serán relegados al ostracismo, al olvido, al ninguneo. Rosa Díez, Acebes, Zaplana, Gallardón..., aquellos que difieran de la corriente principal están ineludiblemente condenados al enfrentamiento, porque el partido así lo ha decidido. El seguimiento religioso del líder es obligado para prosperar en la carrera política.
En la actual configuración, los partidos son receptores de personas con gran avidez por el poder y la notoriedad. Este en si no es el problema. Es más, puede que hasta sea necesario que hayan personas con estas «aficiones». Pero la cuota de poder ejercida desde la cima, hacia la parte inferior de la jerarquía, es tan alta en un sistema basado principalmente en partidos que es especialmente atractiva para este sector de la población humana. El partido manda, nadie fuera de el le controla salvo otro partido y siempre y cuando sea sustituyéndole en el poder. No hay contrapeso durante las legislatura. Por lo tanto, el que acaba estando al frente de un partido, haya sido elegido de la forma que sea, manda mucho. Y esto «tira mucho».
continua en: estudio de alternativas
martes, 11 de noviembre de 2008
La estrategia del PSOE
- Minar la autoridad moral de la oposición: en este campo, el terreno había sido abonado gracias a la inefable actuación del anterior presidente don José María Aznar. Tan sólo había que recordar insistentemente Guerra de Irak, Prestige, Yak 42, etc...
- Imagen: esto estaba claro, se tenía que notar la diferencia con lo peor del anterior inquilino de La Moncloa. Talante y dialogo, más talante y dialogo. Y todavía más talante y dialogo. Para no decir nada, ni solucionar nada.
- Invalidar la acción de oposición propiamente: lo básico, aprovechar la falta de autoridad moral lograda en el primer punto, ridiculizando o volviendo en contra cualquier recriminación (es decir, lo que en sí constituye la oposición) acusándoles de crispar, por ejemplo. De esta forma era posible:
- Proponer estatutos autonómicos con temas controvertidos o que directamente podían violar la constitución, es decir, que fueran objeto de critica, para de esta forma picar el anzuelo.
- Modificar la Ley de Matrimonio, que no soluciona completamente el verdadero problema social de las parejas de hecho, pero que sí enerva al sector católico vinculado tradicionalmente al Partido Popular (o sea, la oposición)
- Proponer asignaturas que presenten conflictos con otras como la de religión, como la de Educación para la Ciudadanía, con el mismo motivo y cuya funcionalidad para solucionar los múltiples problemas educativos existentes es anecdótica o inexistente.
- Archivo de Salamanca: desmenuzar archivos históricos simplemente por ser capricho nacionalista y que no contribuyen a mejorar nada el almacenamiento de los documentos, y que según la práctica archivera, desvirtúan el archivo en su conjunto.
- Ley de la Igualdad: ley demagógica y populista donde las haya, que consolida la desigualdad por razón de sexo, y que no aporta nada en la elección de cargos o puestos por razones de mérito profesional. Es decir, reafirma la elección a dedo.
- Negociación con terroristas.
- Ley de la Memoria Histórica: ley con la teórica pretensión de poner las cosas en su sitio, pero visto sólo desde una de las partes. De esta forma se alimenta el revanchismo, y una vez más, sin aportar alguna solución al problema, en caso de que hubiera alguno.
- Retorcer, desvirtuar o confundir el significado de las palabras (igualdad, talante, crispación, paz, guerra, violencia, igualdad, género, sexo, víctimas, hombres de paz y terroristas, matrimonio, etc.) y promover un relativismo máximo, lo que dificulta la formación de ideas claras y favorece el mesianismo político (liderazgo basado en la imagen y «buenísmo»)
- La Iglesia.
- Asociación de Víctimas del Terrorismo: se propuso en su día un candidato controlado por el PSOE para sustituir a Alcaraz, y hace poco se ha conocido que la protección con guardaespaldas ha sido suspendida. Por otro lado, con motivo del atentado del 11 de Marzo de 2004, existe otra asociación de Víctimas del 11M, de clara orientación pro-PSOE.
- Mantener dividida a la población en continuas disputas absurdas, en base a propuestas y declaraciones de igual clasificación: «derechos de los grandes simios», «miembras y miembros», y un largo etcétera de sinsentidos, por no hablar de las teorías conspiranoicas a la vez de las inverosímiles teorías oficiales a cada cual más alucinante, o como se ha mencionado, del continuo reavivado del revanchismo guerracivilísitco.
- Coartar la libertad de expresión en Internet.
- La última táctica del gobierno se ha descubierto recientemente, tal vez por haber superado o al menos alcanzado los pasos anteriores: desmenuzar o desintegrar un sector profesional de gran repercusión sobre todo en la industria y las comunicaciones, poco presto a relativismo y pensamiento débil tan deseado por los socialistas, por pura desviación profesional: los Ingenieros Informáticos. Si alguien había tenido la esperanza de que se iba a tener una mejor capacidad científica, tecnológica e industrial en España, puede olvidarse definitivamente.
sábado, 8 de noviembre de 2008
Ingeniería en Informática: pesadilla para la clase política
Si aceptamos que en España existe un mal endémico llamado sectarismo, aderezado de caciquismo, enchufismo, pelotismo y algunos más de este tipo, solo desde esta postura se puede entender la vuelta al nefasto ¡que inventen ellos!, de Miguel de Unamuno.
Una sociedad dominada por una clase dirigente mal preparada, que necesita de un regimiento de asesores para realizar su trabajo; que no permite con eficacia el reconocimiento de la competencia desde un punto de vista lo más objetivo posible, dando más importancia al clientelismo y al amiguismo; no soporta que ciudadanos que no pueden controlar posean conocimientos que necesitan pero que no comprenden.
Un científico nuclear, un biólogo, un paleoantropólogo, científicos que se recluyen en sus laboratorios o museos, o se pierden en sus excavaciones por el monte o el desierto, no molestan.
Pero Ingenieros en Informática, presente en prácticamente todas las facetas de la sociedad, desde los medios de comunicación, automoción, industria, ocio, medicina... de alguna forma un ejercito de ciudadanos independientes autosuficientes con los que hay que negociar de igual a igual. De ciudadano a ciudadano.
Una pesadilla para la oligarquía dirigente.
Actualización 13/11/2008:
El motivo práctico y el que realmente ha originado esta situación, es la obligatoriedad venida desde la Unión Europea de establecer las competencias correspondientes a cada titulación (asunto analizado también en Bolcat de pila). Esta es la madre del cordero. Tener que realizar esta definición del trabajo de informático, supone un gran cambio en la forma de trabajar de las empresas y sobre todo, de mentalidad de los dirigentes, tanto políticos como empresarios. Ya no vale colocar a cualquier amiguete para malhacer las tareas que debería realizar un profesional cualificado.
Implica por tanto, saber en qué consiste el trabajo de informático, y lo que mas duele para la clase dirigente, tener en definitiva que valorar dicho trabajo desde un punto de vista objetivo y en base a unos parámetros que se establecerían dentro de esas competencias. Muy alejado de la igualdad en la incompetencia que pretende el gobierno.
Además, tener que hacerlo en un ámbito que engloba las principales áreas y recursos de cualquier empresa de hoy en día, sea del sector que sea. Se tiene miedo de tener que contratar a alguien y evaluarlo no por su grado de sumisión y obediencia, sino por su buen hacer en el trabajo. Tener que cumplir con los convenios laborales, sin tener más capacidad de coacción que la de la exigencia profesional. Una exigencia que no pueden pedir desde las altas jerarquías políticas y empresariales por ni siquiera saber como hacerlo, y porque ni que ellos mismos cumplen en su puesto. Porque casi nunca han dado ejemplo.
Eso es pedir mucho tal y como está el patio.
Actualización 21/11/2008:
El argumento dado por el gobierno es insuficiente, y lo más inquietante es lo que se esconde al no tener la voluntad de dar una explicación completa. Si la informática es una materia transversal y sus competencias va a ir a otras titulaciones ¿que impedimento habría en dar todas esas competencias a una sola titulación?
Se admite que, efectivamente y tal y como se está explicando, la informática es una materia que está presente en áreas transversales de la sociedad, industria, economía, etc. Pero esto no significa que no sea una materia perfectamente posible de de definir. No es este el problema.
La solución a esta incógnita, no tiene otra explicación mejor que la de que el dotar a un colectivo ajeno al propio del partido, de una relevancia indeseada, resulta muy incomodo. Claro que hay otros colectivos con esas competencias tanto o más relevantes: médicos, abogados, arquitectos y aparejadores... carreras tradicionales ocupadas en muchos casos por miembros de familias importantes, con un número importante de ellos con cargos en el gobierno o en sus correspondientes partidos. Familias que llevan a sus «jóvenes promesas» a estudiar carreras, principalmente para tener un curriculum adecuado al futuro puesto reservado casi desde que nacieron, y para el que apenas necesitaran hacer uso de lo aprendido, ya que siempre han existido subalternos que por «querer arrimarse a una buena sombra», hacen lo que se les pida .
La mayoría de cargos importantes en las empresas (por encima de jefe de equipo) son cargos políticos. Bien en relación a la política tradicional, o bien en referencia a la política de intereses interna de las cúpulas mandatarias empresariales.
En definitiva, que el pastel ya está repartido, y no están interesados en hacer que ese pastel sea accesible a todos, si demuestran merecérselo por motivos distintos al de pertenecer a una familia u otra, o tener buenos contactos con el partido o gobernante de turno.
jueves, 6 de noviembre de 2008
Ser Ingeniero Informático es de derechas
Según cuenta pormenorizadamente el Colegio Profesional de Ingenieros en Informática de Andalucía, esta titulación va a dejar de existir, al parecer, por lo siguiente:
«es una materia transversal, y por lo tanto no debe de concentrarse en una titulación concreta».
sábado, 1 de noviembre de 2008
Sectas y partidos políticos
¿Se puede diferenciar con facilidad un partido de una secta? En un primer momento se puede pensar que sí. Pero tal vez lo que ocurre es que los medios de comunicación, las ideologías y los prejuicios, «ayudan» a ver con un color determinado a aquellas agrupaciones más cercanas a cada persona, y de otro a las que no lo son tanto.
Para unos, un partido político les será poco menos que una secta, para otros lo será otro partido, el Opus Dei o la misma Iglesia Católica. Pero, ¿no es posible encontrar una definición precisa, que no dependa de la subjetividad de cada uno?
Si buscamos en la Wikipedia la definición de secta, se observa que está sujeta a un enconado debate. A saber: hay gente que, por ejemplo, considera al Cristianismo una secta. O se dan definiciones de forma que hasta una asociación de vecinos podría ser una secta. La acepción inicial y básica que se muestra en la enciclopedia libre mencionada es la siguiente:
Se puede comprobar fácilmente como esta definición carece de utilidad, por lo comentado en cuanto que cualquier grupo, asociación o comunidad se podría incluir en ella. Entonces ¿que hay de provecho en la información que se muestra en la Wikipedia?Una secta es —desde el punto de vista sociológico— un grupo de personas con afinidades comunes (culturales, religiosas, políticas, esotéricas, etc).
Si buscamos en el artículo completo, tan solo se puede encontrar un par de conceptos que podrían ser válidos para una definición útil de secta, en el sentido mencionado anteriormente. Una de ellas sería la proporcionada por el filosofo Michael Langone:
Secta es un grupo o movimiento, que exhibe una devoción excesiva a una persona, idea o cosa y que emplea técnicas antiéticas de manipulación para persuadir y controlar (a sus adeptos); diseñadas para lograr las metas del líder del grupo; trayendo como consecuencias actuales o posibles, el daño a sus miembros, a los familiares de ellos o a la sociedad en general. [...] Dado que la capacidad para explotar a otros seres humanos es universal, cualquier grupo puede llegar a convertirse en una secta. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones institucionalizadas y socialmente aceptadas, tienen mecanismos de autorregulación que restringen el desarrollo de grupúsculos sectarios.
Se observa como existe un tímido intento de inclinar hacia el lado de la religión el ámbito de aplicación del significado de la palabra, pero finalmente sucumben y le dotan de gran ambigüedad al introducir la ideología de por medio, ¿que tiene que ver la ideología con la religión? A causa de esta indefinición, las personas no tenemos las herramientas necesarias para distinguir e identificar unos grupos de otros. Nos falta algo que se ve y que se observa en las actitudes, pero que en la mayoría de ocasiones pasan desapercibidas al no poder darles nombre en nuestra mente. La carga peyorativa que pueda tener la palabra «secta», no es más que la carga subjetiva «ideológica» de cada uno.secta. (Del lat. secta).
Por esto mismo, tal vez la consecuencia más grave consiste en colocar al mismo nivel un grupo ideológico (escindido o no) de otro religioso. ¿Acaso se han de comportar igual los miembros del primero (p. ej.: un partido político) que los del segundo? Por lo visto en España si. Por lo visto es por esto por lo que no hay mecanismos de autoregulación en los partidos, ni en el sistema político. Por lo visto da igual la ética de las técnicas empleadas mientras sirvan al objetivo político. El de cada uno, el de «mi grupo», el «bueno». Da igual que sea el Cesar o el Papa (cesaropapismo), ideología que religión.
Pero, ¿que ocurre en otros lugares, en otras culturas o sociedades? Para no quedarse en la simple crítica sin dar alternativa u otra visión de estos conceptos, la propia Wikipedia brinda la oportunidad de comprobar como son interpretados y definidos los conceptos incluidos en ella, en otras lenguas e indirectamente, en las respectivas sociedades que las han utilizado para su desarrollo.
En cada artículo o entrada de la citada enciclopedia libre, existen en la parte inferior izquierda una serie de enlaces a través de los cuales es posible dirigirse hacia la definición equivalente en otras lenguas existentes en la Wikipedia. Si se prueba con las equivalencias en el idioma inglés, se obtiene un sorprendente resultado:
De Español a Inglés | |
---|---|
Partido político | Political party |
Secta | Sect |
Culto | Cult (religious practice) |
De Inglés a Español | |
Cult | ??? |
Sect | Secta |
(Fuente: Wikipedia [acceso 1/11/2008])
Si se vuelve de nuevo a la Wikipedia en Español buscando lo que supuestamente debería corresponder a este concepto, «Culto», y se repite la operación, ahora si aparentemente en Inglés hay algo parecido, pero en referencia específicamente a la práctica religiosa —Cult (religious practice)—. Se podría decir que la definición en español de esta palabra, corresponde a lo que en inglés es esta en su parte relacionada con la religión, siendo «Culto» (Cult) en inglés algo que abarca un ámbito cultural mayor.
Repitiendo las mismas operaciones esta vez desde la Wikipedia en Inglés, y empezando la prueba con este última concepto, «Cult», se comprueba como no existe equivalente en la Wikipedia en el idioma Español. Se carece de dicha definición... ¿donde está entonces?
En el Idioma Inglés (según la Wikipedia), la diferencia entre Cult y Sect es clara. Se diferencia entre una «Secta» (ámbito estricto religioso y referido únicamente a escisiones de otra religión mayor) y «Culto» como corrientes genéricas culturales de todo tipo dentro de otras. Se diferencia incluso entre culto religioso y secta. En la Wikipedia en Español las corrientes culturales o ideológicas se entienden como sectas religiosas, o al menos se confunden. No sirve.
¿Cuál es la realidad?: la próxima vez que vayan a votar, tengan cuidado, no vaya a ser que voten a una secta ya que estas en España, pueden ser cualquier cosa. No hay costumbre ni al parecer, necesidad, de diferenciar entre comportamientos sectarios, radicales y perjudiciales para el individuo como los pueden haber en los partidos al supeditarse de forma total al líder, y una afinidad o corriente cultural natural entre las personas pero que no debe llegar a los niveles de una secta. El hecho de que no haya una palabra para diferenciar una cosa de otra es sintomático de que en la realidad cotidiana, se confunden.
miércoles, 6 de agosto de 2008
Ministerio de Ambigüedad
Estos dos automóviles son iguales
Constitución Española de 1978, artículo 14.Aunque parece que queda bastante claro, sin embargo existen todavía casos en los que esta igualdad ante la ley, no se cumple. Lo racional es que en primera instancia, sea el Ministerio de Justicia a través de las fuerzas de seguridad los que hagan cumplir la ley citada. No obstante, puede ocurrir que la denuncia de alguna irregularidad sea más problemática que aceptar la discriminación, debiéndose intervenir para impedir estas injusticias estableciendo regulaciones o sistemas de denuncia distintos a los civiles o penales para facilitar este proceso y evitar esta situación. No debería ser necesario aclarar que esa intervención debe ser igualmente acorde a todo lo anterior en cuanto a la igualdad y legalidad, en los términos explicados.
Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
- Las anteriores funciones han de ser ampliadas en su ámbito de aplicación fuera del marco socio-laboral en donde se encontraban, continuando no obstante todavía sin definir con claridad.
- Lograr una repercusión mediática tanto por la persona puesta al frente, como por el hecho en si mismo de la creación de esta cartera ministerial.
- Poder intervenir en la sociedad a todos los niveles con un supuesto respaldo mediático y moral.
Artículo 11. Acciones positivas.
1. Con el fin de hacer efectivo el derecho constitucional de la igualdad, los Poderes Públicos adoptarán medidas específicas en favor de las mujeres para corregir situaciones patentes de desigualdad de hecho respecto de los hombres. Tales medidas, que serán aplicables en tanto subsistan dichas situaciones, habrán de ser razonables y proporcionadas en relación con el objetivo perseguido en cada caso.
Para profundizar aún más en los motivos y en el espíritu de estas medidas y acciones ya especificadas y las futuras que puedan venir, se puede probar con el Plan Estratégico de igualdad de Oportunidades (2008~2011), en donde claramente se puede leer:
PRINCIPIOS INSPIRADORES
(..)
Igualdad: La igualdad debe ser considerada como un valor en sí mismo. Las mujeres constituyen, al menos, el 50% de la población. No se trata, por tanto, de un colectivo. Ninguna sociedad puede permitirse el lujo de prescindir de la mitad de su potencial intelectual y humano. Desde esta perspectiva, lo importante no es sólo reparar situaciones de discriminación, sino recuperar el valor de la incorporación de las mujeres en paridad para el crecimiento económico y la modernización social.
Se sustituye además la tradicional y caduca obligación doméstica prácticamente superada al fin en cuanto a deber femenino, y se cambia por la pretensión de imponer un obligado modelo social y familiar en el que los dos componentes necesariamente han de trabajar fuera de casa. En este sentido, otra cosa preocupante es cuando se manifiesta en concreto lo siguiente:
Ninguna sociedad puede permitirse el lujo de prescindir de la mitad de su potencial intelectual y humano (...) recuperar el valor de la incorporación de las mujeres en paridad
PRINCIPIOS RECTORESPor si quedaba alguna duda, uno de los objetivos finales es nada más y nada menos que redefinir todo el concepto de ciudadanía, lo que define a la persona en el ámbito político y social, algo que es realmente muy propio de un gobierno socialista. Y algo que evidencia la tremenda empanada mental de al menos, los redactores del documento en cuestión, es la última frase reseñada:
(...)
1. La redefinición del modelo de ciudadanía en concordancia con la igualdad de género, que entiende la igualdad más allá de la equiparación de lo femenino con lo masculino y considera lo femenino como riqueza (...) De ahí que lo masculino deba, ya, dejar de ser considerado como referencia universal y medida de la experiencia humana (...)
(...)
De ahí que lo masculino deba, ya, dejar de ser considerado como referencia universal y medida de la experiencia humana
Es decir, el sexo masculino dejó de ser hace tiempo todo eso que se afirma, si es que alguna vez lo fue en otro sito que no sea la calenturienta mente de algunas personas, que no se duda que las hay, empezando por los que elaboran semejantes informes. Confundirlo con el uso del género masculino en estos términos es sencillamente, no tener ni idea.